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Cronicas de los indios. Carta de relacion

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    Segunda carta de relación

    Hernán Cortés

    Hernán Cortés fue un conquistador de México. Nació en Medellín en el año 1485. Sus padres fueron Martín Cortés y Catalina Pizarro. Se dice que por algún tiempo fue estudiante en la Universidad de Salamanca. De hecho Cortés se preciaba de su conocimiento del latín, los romances y la historia, lo que le permitió expresarse con soltura y atildado estilo en sus varios escritos y de modo particular en sus Cartas de Relación. Interrumpió sus estudios y aprendió el oficio de escribano en Valladolid.

    Llegada a América

    A los 19 años, se embarcó con rumbo a Santo Domingo, en donde actuó como escribano en la villa de Azua. Junto a Diego Velázquez participó en la conquista de Cuba, en el año1511. Fue luego secretario del mismo y más tarde alcalde de Santiago de Baracoa. A pesar de que tuvo dificultades con Diego Velázquez, al casarse en 1514 con Catalina Juárez Marcaida, logró que él fuera su padrino. Esta relación propició que, después de las dos expediciones a la tierra firme de lo que hoy es México, el gobernador Velázquez le encomendara a Cortés la organización de una tercera expedición.

    Pese a su afán, se le sospechaba de supuesta traición. Sin embargo, no le pudieron impedir que el 18 de febrero de 1519 zarpara llevando 11 navíos, más de 500 soldados, cerca de 100 marineros, 16 caballos, 14 cañones, 32 ballestas y 13 escopetas. Llegó a la isla de Cozumel, entrando en contacto con algunos indígenas. Inquirió acerca de los náufragos españoles que sabía se hallaban cautivos en las tierras cercanas. Aparecería allí Jerónimo de Aguilar, que habría de convertirse en colaborador de Cortés, gracias a su conocimiento de la lengua maya. A través de él se supo que el "otro" náufrago sobreviviente, Gonzalo Guerrero, no había querido salir al encuentro de los españoles.

    Las embarcaciones de Cortés se dirigieron luego hacia los litorales de la península de Yucatán. En el pueblo de Centla, en Tabasco, ocurrió el primer enfrentamiento bélico con los indios. Al triunfar Cortés, los señores mayas agasajaron a los españoles entregándoles veinte mujeres entre las que estaba la célebre Malintzin o Malinche. Esta última fue entregada a Alonso Hernández Portocarrero.

    Continuando la navegación, llegó Cortés a la región conocida como Chalchicueyecan, en donde el Viernes Santo de 1519 hizo la fundación de la Villa Rica de la Veracruz. Cortés, creó el cabildo de esa Villa Rica, el cual a su vez lo nombró capitán general y justicia mayor. Acerca de esto informaría él muy pronto al emperador Carlos V (Carlos I de España).

    Más adelante, Cortés encuentra indígenas totonacas en Zempoala. Recibió también grandes presentes de joyas, oro, plumajes y varios atavíos por parte de Moctezuma. Según los testimonios indígenas que se conservan, Moctezuma, hondamente preocupado por las noticias que le llegaban de las costas del Golfo, pensó que los recién venidos eran Quetzalcóatl y "otro"s dioses que lo acompañaban. Nuevamente envió mensajeros que llevaron, entre otras cosas, dos grandes discos, uno de oro y "otro" de plata artísticamente trabajados. Esos mensajeros regresaron a México-Tenochtitlán y refirieron a Moctezuma todo lo que habían visto.

    Hernán Cortés dispuso que una delegación debía zarpar hacia España. Se redactó la Carta del Cabildo, el 10 de julio de 1519. En ella se explicita a Carlos V que el dicho cabildo Cortés ha sido nombrado capitán general y justicia mayor. Dos semanas después se embarcan los enviados de Cortés. Llevaron consigo presentes para el emperador, entre ellos algunos códices indígenas. Poco después Cortés ordena el desmantelamiento de sus naves. A mediados de agosto de ese mismo año parte hacia el interior de México.

    Dejando en la Villa Rica de la Veracruz al Ayuntamiento que había fundado, salió con 400 peones, 15 jinetes, 6 piezas de artillería, así como varios centenares de indígenas que llevaban los alimentos y la impedimenta. Después de cruzar la sierra, se aproximó a la región tlaxcalteca. Los tlaxcaltecas pusieron a prueba la fuerza militar de los españoles. Al ver cómo los otomíes eran fácilmente vencidos, quedaron persuadidos de que esos blancos barbudos eran mucho más poderosos. Luego deciden aliarse con ellos con la esperanza de derrotar a los señores de México-Tenochtitlán. A fines de septiembre de 1519 los españoles entraban en la capital de los tlaxcaltecas, Ocotelulco, quedando desde entonces como aliados.

    Procedió luego su avance Cortés hacia la metrópoli de los mexicas. Al pasar por Cholula, según las crónicas españolas se descubrió una traición de sus habitantes pactada con el objetivo de dar muerte a los españoles. Según las crónicas indígenas, la traición fue perpetrada en realidad por los mismos españoles y los aliados indígenas. Finalmente, allí tuvo lugar una matanza de indígenas por orden de Hernán Cortés.

    El 8 de noviembre de 1519 Cortés y su gente hicieron su primera entrada en México-Tenochtitlán, llegando por Iztapalapa, que unía a la ciudad con la ribera del lago por el sur. Moctezuma pronto se convirtió en su prisionero. En mayo de 1520 llegó Pánfilo de Narváez a la región de Zempoala, enviado por el gobernador de Cuba para hacer preso a Cortés. Éste derrotó a Narváez en Zempoala. Esto le permitió acrecentar el número de sus hombres, ya que muchos de los que venían con Narváez se pasaron a sus filas. Mientras Cortés había estado fuera, Pedro de Alvarado acometió súbitamente a los mexicas. Los textos indígenas que hablan de ese episodio son realmente dramáticos.

    Al regresar Cortés, la encontró muy movilizada. Consideró él entonces que lo mejor era salir de ella a ocultas. Allí pierde la vida Moctezuma. Según unos, al tratar de apaciguar a los mexicas, le lanzaron éstos varias pedradas, una de las cuales lo hirió en la cabeza; según "otro"s, a mano de los españoles que le dieron más de una cuchillada en el bajo vientre. El 30 de junio de ese año Cortés y sus hombres abandonaron la ciudad. Los mexicas, que dieron la voz de alarma, los acometieron con furia. Los españoles perdieron entonces más de la mitad de sus hombres así como todos los tesoros de que se habían apoderado. Esta derrota se conoce con el nombre de 'la noche triste'.

    Los conquistadores marcharon en busca del auxilio de sus aliados tlaxcaltecas y no fue sino hasta casi un año después, es decir el 30 de mayo de 1521, cuando dieron principio al asedio formal de la ciudad de México-Tenochtitlán. Para ello concentró Cortés más de 80.000 tlaxcaltecas y reforzó sus propias tropas con la llegada de otras varias expediciones a Veracruz. Desde fines de abril de ese mismo año había botado al agua trece bergantines que jugaron un papel muy importante en el asedio de la isla donde se erigía la ciudad.

    El señor Cuitláhuac sucedió a Moctezuma. También describen con pormenor la nueva elección y actuaciones del joven príncipe Cuauhtémoc. Tanto los cronistas españoles como los indígenas, hablan de lo que fueron el asedio y la resistencia indígena a lo largo de casi ochenta días de sitio. El 13 de agosto de 1521, Hernán Cortés tomó México-Tenochtitlán, que aprisionó al joven Cuauhtémoc. Cortés se establece entonces en Coyoacán, en tanto que se procedía a la reconstrucción de la ciudad de México. Su mujer, Catalina Juárez Marcaida, llega procedente de Cuba y unos meses después muere misteriosamente en Coyoacán. Cortés se enterará luego de que Cristóbal de Olid, enviado suyo a la región de las Hibueras, se había rebelado. Decide entonces una expedición para someterlo. Abandonó Cortés la ciudad de México en 1524. Los oficiales a cargo, además de reñir entre sí, cometieron numerosos atropellos. Cortés regresó a la ciudad de México hacia mediados de 1526, tras haber comprobado que de Olid había muerto.

    Recibe entonces una orden de Carlos V, para que enviara una armada hacia las Molucas en una misión de auxilio. Mientras tanto, el juez Luis Ponce de León llega para tomar juicio de residencia a Cortés. El juez muere, y se hace cargo del juicio Marcos de Aguilar. Éste falleció asimismo en pocos días. Cortés, que tenía ya en construcción varias embarcaciones, despachó tres con rumbo a las Molucas y a las órdenes de Álvaro de Saavedra Cerón, su primo, para auxiliar a la armada de fray García Jofre de Loaisa. Esa armada zarpó de Zihuatanejo el 31 de octubre de 1528. Uno de los barcos de la misma llegó a las Molucas.

    Al año siguiente, Cortés va a España y se casa con doña Juana de Zúñiga, hija del conde de Aguilar. Regresó a México hacia mediados de 1530. Cortés es impedido de entrar a la capital debido a una audiencia. Hallándose en Tezcoco, su madre Catalina Pizarro, que había venido con él, terminó allí sus días. Un año después, se instaló una segunda Audiencia con Sebastián Ramírez de Fuenleal como presidente de la misma.

    Cortés emprende en 1532 una serie de expediciones en el Océano Pacífico. A mediados de ese año envía dos naves al mando de Diego Hurtado de Mendoza, sin alcanzar resultado alguno. El propio Cortés dirige personalmente en Tehuantepec la construcción de otras naves en el astillero que allí tiene establecido. El año siguiente zarpan otras dos embarcaciones desde el puerto de Santiago en Colima. Descubre las islas Revillagigedo. La otra, al frente de la cual iba Diego Becerra, tras un motín a bordo, alcanzó a llegar al extremo sur de la Baja California. Allí la mayor parte de los que iban a bordo perdieron la vida en un enfrentamiento con los indios.

    Emprendió Cortés en 1535 una tercera expedición. Fundó entonces una pequeña colonia en la bahía de la Paz, que designó como de la Santa Cruz. Más de un año después regresó a México sin haber alcanzado cosa alguna en esa tierra que más tarde se llamó California. También envió luego dos naves con rumbo al Perú para auxiliar a Francisco Pizarro, sitiado en Lima. En 1537 dio principio a una ruta de comercio marítimo, desde el puerto de Huatulco hasta Panamá y Perú. En 1539 despachó su cuarta expedición al Mar del Sur. El capitán Francisco de Ulloa penetró hasta la desembocadura del río Colorado y, regresando hasta el extremo sur de la península, remontó por el Pacífico hasta más allá de la isla de Cedros. Como lo muestra la cartografía universal, que se producía entonces, gracias a las expediciones de Hernán Cortés comenzó a conocerse mejor el perfil geográfico de los litorales del Pacífico norte del Nuevo Mundo.

    Cortés emprende un nuevo viaje a España.

    Entre otras cosas dirigió allí un memorial a Carlos V quejándose de los agravios que, en su opinión, había recibido del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza. Los restantes años de su vida que transcurrieron todos en España fueron para Cortés tiempo difícil en que se vio envuelto en una serie de litigios y agobiado por el nunca terminado juicio de residencia. Con intención de regresar a México, llegó a Castilleja de la Cuesta, cerca de Sevilla.

    Allí poco antes había dictado su testamento. El 2 de diciembre de 1547 murió a la edad de 62 años. Le sobrevivieron su mujer, sus hijos Martín y Luis, así como el "otro" Martín que había tenido con la Malinche, y María, Catalina y Juana nacidas de su esposa, además de "otro"s tenidos también fuera de matrimonio, como aquella doña Leonor, nacida de doña Isabel de Moctezuma.

    El primer entierro de Cortés fue en la iglesia de San Isidoro del Campo, en Sevilla. Más tarde, sus restos serían trasladados a la Nueva España y enterrados en la iglesia junto al convento de San Francisco en Tezcoco. De allí pasaron a la Capilla Mayor del convento de San Francisco en la ciudad de México. Su último reposo lo alcanzó en la iglesia de Jesús Nazareno, contigua al Hospital de Jesús fundado por él. En la actualidad se conservan en una urna colocada en un nicho en el muro del costado del Evangelio.

    Breve Análisis

    Cortés es el primer cronista que relata la conquista de México, en cinco cartas escritas entre 1519 y 1526, dirigidas a Carlos I. La primera de ellas relata su llegada a las costas de México, luego de fundar Veracruz (1519). Cortés dirige activamente la conquista, realizada en nombre del rey de España. Su relato muestra cómo va sorteando los diversos obstáculos que se le presentan. Engrandece su figura con el fin de simpatizarle a su majestad, y así conseguir títulos de nobleza, tierras, etc. Sus narraciones son muy subjetivas.

    La otredad

            Visión del indio

    Los conquistadores veían a los indígenas como seres inferiores a ellos. Esto está demostrado en el poco interés que mostraban en cuanto a su cultura, debido a que tenían una visión de ella como carente de verdadero valor cultural.

            Cultura indígena

    Debido a que se apartaba del "mandato divino", los españoles la consideraban bárbara y hereje. Cortés ni siquiera se dedicó a aprender el idioma, de lo cual podemos deducir que el mismo tampoco la consideraba como gran valuarte cultural.

            Religión indígena

    Por no coincidir los dioses indígenas con los españoles, su religión fue considerada pagana, justificándose así, quizás, de la culturización religiosa que los extranjeros dieron al pueblo nativo.

    Bernal Díaz del Castillo

    Célebre conquistador español nacido en Medina del Campo en el año 1495. Participó y narró la conquista de México. Pasó al Nuevo Mundo en su visita a Nombre de Dios, Panamá. De allí viajó a Cuba, bajo el gobierno de Diego Velázquez, que le ofreció indios en encomienda, lo que nunca se cumplió. Se unió a la expedición de Francisco Hernández de Córdoba, en febrero de 1517, cuando tuvo sus primeros contactos con Nueva España. De regreso en Cuba, un año más tarde, volvió a salir esta vez en compañía de Juan de Grijalva.

    Su entrada definitiva en México tuvo lugar en 1519 cuando se embarcó en la expedición de Hernán Cortés. Hallándose bajo las órdenes directas de Pedro de Alvarado, tomó parte en no pocos de los principales hechos de la conquista. Hombre dotado de una memoria extraordinaria, habría de recordar muchos años después todos esos episodios y decidió ponerlos por escrito. En Guatemala, se casó en 1544 con Teresa Becerra, hija del alcalde de Guatemala. Bernal hizo dos viajes a España. De regreso en Guatemala, al no lograr una respuesta afirmativa a sus ruegos ante el presidente de la Audiencia, prosiguió en su lucha por sus supuestos derechos de conquistador.

    Hacia 1557 empieza a escribir su crónica sobre la conquista de México. Elegido regidor, Bernal concurría a las sesiones de Cabildo según lo muestran las actas suscritas por él. Revisando su obra una y otra vez, la dio al fin por concluida en 1575. Intitulada Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, incluye un vívido relato de los principales acontecimientos de ella, desde su comienzo hasta la caída de México-Tenochtitlán y "otro"s aconteceres que a ella siguieron. La Historia se publicó por primera vez en Madrid, en el año 1632. Otras ediciones han aparecido desde entonces. Su obra se difundió tanto en España como en Guatemala. Se publicó en 1982, coeditada por el Instituto Fernández de Oviedo, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Landívar de Guatemala.

    Análisis del texto

    En el texto a analizar, Bernal Díaz del Castillo, quien se unió a Hernán Cortés en la conquista del Imperio Azteca, narra su llegada a Cozumel en 1519, las relaciones con los indígenas, y el simbolismo que podemos establecer mediante la lucha entre Cortés y Monteczuma, uno perteneciente al mundo europeo, y el otro perteneciente al Nuevo Mundo. Narra el intento de comunicación entre Cortés y el pueblo indígena, y su intento de evitar una sangrienta batalla. Se cuenta que, a su parecer, los indios veían a los guerreros españoles como invencibles. El narrador es protagonista-actor de la historia relatada, y en ella demuestra una relativa objetividad.

    Análisis del texto

    El texto a analizar nos muestra las alternativas de la batalla de Hernán Cortés en suelo americano, pues Bernal acompaño a éste en su conquista. Nos cuenta el intento de comunicación por parte de Cortés, para intentar evitar una sangrienta batalla que cobrara cientos de vidas. También acota que, según su vivencia, los indios veían a los guerreros españoles imbatibles, y a propósito de ellos, intenta realzar su figura, empañando en parte el heroísmo de Hernán Cortés.

    La otredad

    El autor no realiza mestizaje con la cultura indígena como si lo hicieran los mencionados Gonzalo Guerrero y Gerónimo Aguilar, aunque sus actitudes ante la llegada del conquistador fueron diferentes. El primero, a diferencia de Alvar Nuñez, elige quedarse con su familia indígena sin importarle los pedidos españoles. El segundo prefiere simplificarle la comunicación a los españoles con los indígenas, uniéndose a ellos y adoptando el papel de intérprete. De esta manera los españoles se ganan la confianza de los nativos, facilitando la conquista.

    Conclusiones

    A través del análisis de varias fuentes informativas, podemos concluir que los narradores hacen incapié en los hechos puntuales ocurridos durante la etapa de la conquista americana. Según Cortés podemos aclarar que se trata de un período de cubrimiento de la cultura americana, en lugar de ser un período de descubrimiento de América. Las culturas indígenas quedaron sepultadas tras los pasos del hombre español en América, el cual se encargó de entorpecer desarrollo alguno de las mismas. En toda conquista prevalece la destrucción y la fragilidad de la razón y de las causas utilizadas para realizar dicho hecho. Estos relatos carecen de subjetividad, ya que los autores tratan de exponer la verdadera historia de la conquista de América.



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