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San Agustin; el Problema del Mal y el Dualismo Maniqueo

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monografia de Historia de la Filosofia Medieval

Agregado: 03 de FEBRERO de 2005 (Por Emmanuel de Dios) | Palabras: 2980 | Votar |
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Categoría: Apuntes y Monografías > Filosofía >
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    Publicado por Emmanuel de Dios ser007@argentina.com

    Peccatum non esse, si non

    propia voluntate peccatur

     

     

    San Agustín

     

    el problema del mal

     

    frente al

     

    Dualismo Maniqueo

     

     

     

    S. E. R

     

    INTRODUCCIóN

     

    Agustín nacido en el año 354 (en Tagaste, Africa) y fallecido en 430, es una de las figuras más importantes y de mayor autoridad del periodo patrístico, además es fuente de inspiración para pensadores de todas las épocas; Anselmo de Canterbury, Tomás de Aquino, Lutero, Descartes y tantos otros han sido influenciados por él. "San Buenaventura dijo de él: "Nadie ha dado más satisfactorias respuestas a los problemas de Dios y del alma que San Agustín". Leibnitz lo llamó "varón de veras grande y de estupendo talento". Harnack lo comparó a un "árbol plantado a las márgenes de las aguas vivas, cuyas hojas jamás se marchitan y en cuyo ramaje anidan las aves del cielo" ".[1]

    Agustín, tras haber sido designado obispo de Hipona, sostuvo tres grandes controversias:

     Contra los donatistas, quienes afirmaban que la iglesia católica había dejado de ser la iglesia de Cristo por mantener la comunión con los pecadores y que los herejes no podían conferir validamente ningún sacramento; afirma que la iglesia visible esparcida por el mundo debe considerarse católica, y las locales son llamadas así por estar en comunión con esta.

    Contra los pelagianos; éstos sobrestimaban el poder de la voluntad humana, además Pelagio sostenía que el bautismo era un mero titulo de admisión en el cielo. Para Agustín por el contrario la voluntad necesita de la gracia para la salvación, esto lo tomo de los textos de San Pablo - carta a los romanos: sobre el segundo Adán- por un hombre entro el pecado en el mundo y por otro hombre entrará la Salvación.

    Y por último, la controversia referida a la naturaleza del mal contra los maniqueos, a partir de la cual elaborara su doctrina del liber arbitrio.

    El Doctor de Hipona a partir de su experiencia personal, luego de una juventud "pecaminosa" y de una incesante lucha interior (Conf. LII, C2, N2) contra la concupiscencia (cupiditas), intentara resolver este problema - principalmente para lograr su anhelada paz espiritual - atravesando distintas etapas desde su introducción en el maniqueísmo hasta el abandono del mismo (después de ser asistente de la secta durante nueve años; Conf. LIV, C1, N1) y su conversión al cristianismo.

    Según Agustín los hombres tenemos la capacidad de obrar mal o bien gracias al libre albedrío de nuestra voluntad, al contrario del dualismo maniqueo que afirmaba que el interior del hombre era un campo de batalla para los principios cósmicos del bien y del mal que se entreveraban en una eterna lucha, de cuyo resultado dependía el obrar del hombre. El mal surge de la mezcla entre la naturaleza espiritual y la corporal, de la unión entre alma y cuerpo.

    Con este trabajo intentaremos demostrar como Agustín, a partir de su controversia con los maniqueos, desarrolla su teoría del libre albedrío, con la cual deslinda a Dios y/o a algún principio malo como responsable del mal y asegura que la voluntad del hombre conduce sus acciones.

    " La Existencia del mal, en todas sus formas, ha constituido siempre una de las mayores dificultades que han atormentado a los hombres de todos los tiempos. El problema del mal enjuicia el destino de cada ser, el porvenir del genero humano, la significación de la naturaleza en general y, lo que es más grave aún, la santidad de Dios. En efecto, ¿ Cómo conciliar la existencia de mal con la existencia Dios?"[2]

     

     

    sMANIQUEOS. EL ORIGEN DEL MAL

     

    Podemos comenzar éste trabajo con la breve, pero precisa explicación de la teoría maniquea, sobre el origen de mal, que nos da Agustín en De Duabus Animabus. Liber Unus:  ... "según ellos (los Maniqueos) de las dos (almas) una parte de Dios y la otra procede de la raza de las tinieblas, que no ha sido creada por Él y que le es coeterna. Conforme a sus delirios, ambas almas, una buena y otra mala, se hallan en todo hombre. Afirman que el alma mala es propia de la carne, carne que, a su entender, pertenece también a la raza de las tinieblas; la buena en cambio, procede de la parte adventicia de Dios, que luchó contra la misma raza de las tinieblas, en consecuencia de la cual se mezclaron. Todo lo bueno que hay en el hombre lo atribuyen a dicha alma buena, y, al revés, todo lo malo al alma mala."

    Así los maniqueos consideraban que el hombre obra mal cuando triunfa la oscuridad, el principio malo, la materia, el sumo mal, por sobre la luz, el principio bueno, el espíritu, el sumo bien. Pero para Agustín el mal surge de la voluntad del hombre, que es libre.

     "El pecado no reside en ningún otro lugar, sino en la voluntad"[3]

     

    sDOS CLASES DE MAL

    Los maniqueos cuestionaban a Agustín el hecho de que si el pecado no provenía de un principio o sustancia mala, de dónde entonces. "Sí tiene su origen en el hombre, ¿de dónde proviene el hombre?"[4]. El hombre es creado por Dios, entones en última instancia: ¿ el mal procede de Dios?

    Agustín trata de ignorantes e incapaces a quienes argumentan esto dado que la grandeza divina nunca podrá mezclarse con la imperfección del pecado y del mal.

    "...(Dios) creo todas las cosa de la nada, más no de sí mismo, puesto que de sí mismo engendro sólo al que es igual a él, y a quien nosotros decimos hijo único de Dios..."[5]

    "...No existe razón por la que debamos imputar nuestros pecados a nuestro Dios y Creador.

    ... en los mismos pecados lo veo yo digno de toda alabanza, no sólo porque los castiga, sino porque se cometen cuando de su bondad y verdad se aparta el pecador." [6]

    En del libre albedrío Evodio le pregunta a Agustín si Dios ¿puede ser el autor del mal?

    Agustín responde: " te lo diré, si antes me dices tu a que mal te refieres, porque dos son los significados que solemos dar a la palabra mal: uno, cuando decimos que alguien a obrado mal; otro, cuando afirmamos que ha sufrido algún mal."[7]

    Así el Santo Doctor distingue entre dos tipos de mal; por un lado el mal cometido por el hombre, del cual el hombre mismo es el responsable. Y por otro lado, el mal padecido por el hombre, del cual dios es autor. El mal sufrido por el hombre a causa de Dios es un mal en sentido teológico, el hombre que obre mal sufrirá las consecuencias en el infierno.

    Así cada malvado es el responsable del mal que comete y no seria castigado con justicia, si no fuera libre su voluntad.

    "...al pecado no lo hizo ÉL y es lo único a lo que se llama mal, es decir, nuestro pecado voluntario. Existiendo, pues, dos clases de males, el pecado y el castigo del pecado, el primero no pertenece a dios y el segundo le pertenece en cuanto juzga..."[8]

    "... Dios castiga las malas acciones. Y claro está que no serían justamente castigadas si no procedieran de la voluntad libre del hombre"[9]

    El hombre esta ordenado a un fin según la ley eterna, esta hace de moderadora de las leyes humanas, es la razón suprema de todo. Los hombres que voluntariamente obren mal serán miserables, los que por el contrario obedezcan la ley eterna serán bienaventurados, serán felices. La ley temporal será justa y legitima siempre que responda a la ley eterna, que es por la cual todas las cosas están justamente ordenadas.

     

    sCLASIFICACIóN DE LOS BIENES

    En De Liber Arbitrio, Evodio plantea el problema de saber si Dios hizo bien al darnos el libre albedrío, por el cual podemos pecar. Agustín responde diciendo que si bien como de nuestros distintos bienes corporales podemos abusar, y sin embargo es un regocijo tenerlos. Así también por nuestra voluntad libre por la cual obramos mal, también podemos hacer bien. Por ende ésta es un bien.

    "Tú sabes perfectamente que carece de un bien muy grande el cuerpo al que le faltan las manos, y, sin embargo, usa muy mal las manos el que con ellas ejecuta acciones crueles o torpes.

     ...así como concedes que son bienes éstos del cuerpo y alabas al dador de éstos bienes, no obstante el mal uso que muchos hacen de ellos, del mismo modo debes conceder que la voluntad libre, sin la cual nadie puede vivir rectamente, es un bien dado por Dios..."[10]

    Pero esta libertad no es un bien superior, sino que es un bien intermedio.

    W Los Bienes Superiores(espirituales, Eternos, Inmutables) son Las Virtudes:

    Prudencia: es el conocimiento de las cosas que debemos apetecer y de las que debemos evitar.

    Justicia: es la virtud que manda a dar a cada uno lo suyo.

    Fortaleza: es el sentimiento del alma por el que despreciamos incomodidades y la pérdida de las cosas que se apetecen ordenadamente

    Templanza: es la que modera y reprime el deseo de aquellas cosas que se apetecen desordenadamente.

    De éstos bienes no se puede hacer mal uso.

    Aquí entra en juego otra noción sumamente importante La Buena Voluntad, que es la voluntad por la que deseamos vivir con honestidad y rectitud y alcanzar la sima de la sabiduría. Esta consiste en el ejercicio de las virtudes antes mencionadas.

     

    W Los Bienes Inferiores Son corporales en su mayoría. De estos se puede abusar. No son malos, Agustín pregonaba un optimismo ontológico, todas las cosas por el hecho de ser son buenas, no hay naturalezas malas. "Y visteis, ho dios, todas las cosas que hicisteis, y he aquí que eran muy buenas (gen. 1.3); por que también nosotros las vemos, y hallamos que todas son muy buenas"[11].

    W Los Bienes Intermedios (Mens, Espíritu, Libertad) de estos se puede hacer mal uso, y sin ellos no se puede vivir honestamente.

    La voluntad peca al adherirse a un bien inferior. Si la libertad se inclina hacia un bien superior llegara a la vida bienaventurada, a la felicidad. Empero, si se adhiere a un bien inferior (sea particular: cuando quiere ser su propio dueño, sea exterior: cuando quiere conocer lo que es propio de otro) caerá en pecado.

     Por esto afirma el doctor de Hipona que el mal no proviene de Dios sino que es el resultado de una elección de la voluntad. Todo bien proviene de dios, obrar mal es un movimiento de adversión hacia el ser, no puede provenir de dios. El mal consiste en apartarse de Dios, es un alejamiento. Es así, pues, que obrar mal no es otra cosa que una inclinación a la pasión, es un defectus un de-facere, un des-hacer, es lo que tiende a la nada, al menos ser, al minus esse. El mal tiene una connotación ontológica. Todos los seres por el sólo hecho de existir son buenos.

    En cambio, todo acto bueno es hacia el Ser. Por lo cual obrar bien es lograr un Magis Esse, la ida a la nada originaria es de tipo ética, no metafísica. El mal no existe en el bien absoluto, si en el bien creado e imperfecto. La naturaleza humana al provenir de la nada, del no-ser, tiene esta deficiencia en el bien que tiende hacia la nada.

    "...en el Principio (gen. , 1, 1) que procede de Vos, que nació de vuestra sustancia, hicisteis algo de la nada."[12]

    Luego de diferenciar las distintas clases de bienes, y de afirmar que la libertad es uno de ellos, Agustín distingue entre Libre Albedrío y Libertas.

     "...aparece aquí la distinción entre la mera libertad exterior que podríamos llamar "civil", y esa otra "libertad interior, espiritual que consiste en haberse liberado de la tiranía de las pasiones y no querer otra cosa que el bien, que es la que San Agustín denomina libertas", distinguiéndola del simple libre albedrío, y considerándola como una perfección a que éste puede llegar, ayudado por la gracia,..."[13]

    La libertas sería esa libertad original que poseyó Adán antes de pecar. El liberum arbitrium  sería ésa libertad debilitada por el pecado. Esto no quiere decir que la voluntad del hombre deje de ser libre, sólo significa que si el hombre llegará a pecar necesita de la gracia divina para salvarse.

    "El libre albedrío es la verdadera libertad; en efecto, pueden faltar todas las clases de libertad: de expresión, de moverse etc., sin que desaparezca esta libertad de querer, que procede de un sujeto que es arbiter sui, dueño de sí mismo. Este albedrío, a su vez, se presenta en las siguientes formas:

    a) Libertad de ejercicio: de obrar o no obrar;

    b) Libertad de especificación: de elegir un medio en lugar de otro o entre distintos bienes;

    c) Libertad de contrariedad: elegir entre el bien y el mal."[14]

     

    sOBRAR MAL

    Para los maniqueos el hombre en su estado actual está conquistado por el mal, como consecuencia de su mezcla con la materia. Es decir que el pecado - como bien lo explica R. García (en El Concepto del Libre Albedrío...) - seria resultado de la materia, en relación con la pasión, la que lo llevaría, al hombre, hacia el mal.

    Empero sólo con la ayuda del NouV se podría evitar el mal. Así, en un estado de iluminación, el alma exenta de estímulos materiales lograría la anhelada libertad.

    Agustín varios años antes de escribir del libre albedrío nos aclara en que consiste la voluntad y el pecado

    "...no se puede pecar sino es voluntariamente... La voluntad es un movimiento del alma exento de toda coacción, dirigido a no perder o a conseguir algo..."[15] por esto el hombre se halla en una posición intermedia entre un querer y un no querer.

    ..." el pecado no puede existir sin voluntad. Luego el pecado es la voluntad de retener o conseguir algo que la justicia prohibe y de lo que hay libertad para abstenerse"[16]

    En Del Libre Albedrío nos aclara mucho más esto. Según nos dice el Doctor el mal se origina en la concupiscentia, éste es el único origen de toda suerte de pecado. Es decir, "el amor desordenado de aquellas cosas que podemos perder con nuestra propia voluntad."[17]

    Para poder explicar que es obrar mal debemos volver a la noción de ley eterna, ya que el pecado consiste en un desorden. Es decir que pecar no es otra cosa que entregarse a la pasión[18].

    Cuando la razón, la cual hace al hombre superior a las bestias - Dado que los animales sólo procuran obtener placer -, domina en él, es cuando éste se encuentra perfectamente ordenado.

    Pero cuando lo más digno se encuentra subordinado a lo menos digno sólo puede haber desorden. Es cosa cierta que lo menos perfecto, la sustancia maligna maniquea, no puede obligar a lo más perfecto, a la razón, a someterse a la libidine.

    Por lo cual nada hace que el hombre sea cómplice de las pasiones excepto su propia Voluntad y su Libre Albedrío. La causa de todos los males es la mala voluntad, la voluntad depravada, que desea las cosas con un apetito desordenado.

    Para concluir Agustín agrega: " si la voluntad fuera conforme a la naturaleza, la conservaría y no le sería nociva, por tanto, no le seria perversa. De donde se infiere que la raíz de todos los males no está en la naturaleza. Y esto es suficiente por ahora contra todos los que quieren hacer a la naturaleza responsable del pecado."[19]

     

     

    CONCLUSIóN

     

    Como brevemente hemos visto la controversia con los maniqueos le ha servido al Santo Doctor para desarrollar su doctrina del Libre Albedrío. Para lo cual se ha servido tanto de las escrituras-- cuando no ha encontrado mejor recurso que recurrir a argumentos de autoridad-- como de la razón, a través de la cual desafía a los maniqueos y debilita su doctrina; Al poner en evidencia que estos no tenían argumentos racionales y en muchos casos, y lo que es peor todavía, éstos no podían siquiera basarse en su propia fe para defenderse de esos ataques.

    Para elucidar lo desarrollado en el trabajo cabria decir que el mal para Agustín, no proviene de Dios sino que es alejamiento de Él, producto de una mala elección, que privilegia los bienes inferiores por sobre los superiores. No sería resultado de una lucha entre dos fuerzas, en la cual saliera vencedor el mal, como afirmaban los maniqueos, sino que es producto de un apetito desordenado, es el resultado de una elección hecha por la voluntad, una voluntad que es libre.

    Por todo esto Dios no es el responsable del mal cometido por el hombre. El hombre es quien en su condición actual siempre se encontrara ante una elección y solo de él depende escoger un bien superior por sobre un bien inferior, de él solo depende alcanzar la bienaventuranza o seguir el camino que conduce a la miseria e infelicidad.

    Tal vez lo que distingue a Agustín de otros pensadores, sobre todo de sus contemporáneos, más allá de sus logros sapienciales, es que él nunca dejó de ser un hombre con defectos y debilidades, era uno más en el rebaño luchando para no caer en pecado y convertirse en un hombre virtuoso, según lo dictaba su conciencia.

     

     

     



    [2] Problemática filosófica agustiniana. Letizia Francisco. Pag.129. Mendoza, Universidad Nacional de Cuyo.1984

     

    [3] Obras completas de S. Agustín xxx. Las dos Almas. 12/pag. 205

    [4] Obras completas de S. Agustín xxx. Las dos Almas. 10/pag. 200

    [5] Del Libre Albedrío. I, 2.5. pag.204. San Agustín

    [6] Del Libre Albedrío. III, 16.46. pag. 375 San Agustín

    [7] Del Libre Albedrío. I, 1.1. pag. 200 San Agustín

    [8] Obras completas de S. Agustín xxx. Deb. Fortunato pag. 244

    [9] Del Libre Albedrío. I, 1.2.pag.201 San Agustín

    [10] Del Libre Albedrío. II, 18.49. pag.310 San Agustín

    [11] Conf. LXIII., Cap.28, Nº 43.pag. 480 San Agustín

    [12] Conf. LXII, Cap.7, Nº 7. Pag.395 San Agustín

    [13] Del Libre Albedrío (selección de Textos). Pag. 5 M. M. Bergadá.

    [14] Problemática filosófica agustiniana. Pag. 110. Letizia francisco.

    [15] Obras completas de S. Agustín xxx. Las dos Almas. Pag. 206

    [16] Obras completas de S. Agustín xxx. Las dos Almas. Pag. 208

    [17] Del Libre Albedrio. S. Agustín. I,4,10. Pag. 211

    [18] la Pasión es un movimiento desordenado del alma distinto del movimiento racional. Los animales se conducen por la pasión.

    [19] Del Libre Albedrio. S. Agustín. III,17,49. Pag. 377

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