Ser lector

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Textos sobre el placer y la importancia de leer.

Agregado: 09 de FEBRERO de 2010 (Por Anahí Flores) | Palabras: 1199 | Votar |

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Categoría: Apuntes y Monografías > Literatura >
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Autor: Anahí Flores (anahiflores.org@gmail.com)

SER LECTOR

Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo me jacto
de aquellos que me fue dado leer. No sé si soy un buen escritor;
creo ser un excelente lector o, en todo caso, un sensible y agradecido lector.
Jorge Luis Borges

La lectura es mucho más que una simple relación de los ojos con los libros...
La lectura es un espacio, un lugar predilecto, una luz escogida,
un ritual en que importa hasta la época del año.
Luis García Montero
Hay muchos libros para leer. Seleccionar un libro, por una cuestión de disponibilidad de tiempo de vida, implica dejar de leer otros. Ya que cada simple lectura desencadena una serie de pensamientos e influencias en el lector, es importante escoger bien las obras que se van a leer, y más aún las que serán releídas.
Acostúmbrese a leer con papel y lapicera siempre a mano, para registrar los fragmentos que más le interesen y las ideas que aparezcan. Las ideas que surgen durante una lectura suelen ser disparadas por las palabras del libro en combinación con los pensamientos del lector. Por eso se desprenden de la propia lectura en el instante en que ésta se realiza, y si no se registran en el momento, pueden perderse en la memoria hasta nuevo aviso.
Hay lectores que utilizan ese método; otros, ven al propio libro como un cuaderno de anotaciones. Muchos ejemplares acaban siendo así libros escritos a varias manos, con tintas de diferentes colores, en distantes épocas y lugares.
Al leer, la producción de imágenes visuales que se desencadena -algo así como una película mental que reproduce la lectura- estimula el trabajo cerebral. Éste puede limitarse a recrear lo que está recibiendo, o puede disparar una serie de nuevas asociaciones de pensamientos, transformándose en una fuente de conocimientos intelectual. Por eso, ser lector es característica de todo escritor.
Aprenda a apreciar la lectura, para luego poder generarla en los otros.

CULTIVE SU BIBLIOTECA
La biblioteca creció como una plantita
y se hizo árbol; después, con el tiempo,
llegó a ser bosque.
José Mindlin

Exigir que alguien tenga guardado
todo lo que leyó es lo mismo que exigirle
que cargue todo lo que comió.
Arthur Schopenhauer

Una egrégora (conjunto de personas unidas para un mismo fin) no precisa explicaciones, se define por sí sola. Una egrégora de libros en los estantes de una biblioteca, también habla. Los títulos seleccionados por quien formó esa biblioteca muestran las lecturas realizadas, el conjunto de conocimiento adquirido a través de la palabra escrita, y que desea ser conservado. Observar la biblioteca de alguien ayuda a conocer parte de la intimidad de esa persona.
Es verdad que también pueden leerse libros prestados, que luego no van a conformar la biblioteca estable de su casa. Pero el hecho de tener allí los ejemplares propios, acomodados alfabéticamente o por temas o idiomas o nacionalidades (o cualquier otro orden que el propio dueño elija), ayuda a la hora de escribir. Notas al pie, encabezados, fragmentos citados, textos que inspiren a escribir otros textos, bibliografía consultada, etc., son todos elementos que vienen justamente de otros libros. Una biblioteca funciona como una tribuna de autores conversando e interactuando constantemente, sin las fronteras del tiempo, del espacio, de los idiomas.
La forma en que los libros son acomodados también describe al lector y dueño. Por ejemplo, los estudiantes de Y�ga acostumbran tener un estante dedicado exclusivamente a literatura sobre esta filosofía. Incluso, dentro del estante de Y�ga, existen divisiones por autores, líneas, épocas, etc. No estarían cómodos en un mismo estante, libros de autores que pertenecen a líneas opuestas. �Qué no se dirían un autor brahmáchárya (represor) y uno tántrico (desrepresor) si los ejemplares de sus obras fueran colocados juntos! Hay momentos en que el orden alfabético no es el recomendado...
Una biblioteca nunca es silenciosa. Los libros murmuran palabras y sonidos, a veces indescifrables. Por eso, elija bien qué obras leer, cuáles guardar para releer, y en qué orden colocarlas en sus estantes. Recuerde que clasificar libros sólo es posible si se los conoce. Clasificarlos por tamaño, colores (en fin, por el lado estético externo) no resulta práctico.
Cultive el hábito de ser un buen lector, un lector conciente que elige las obras antes de degustarlas. Sea variado y no se limite a una sola temática. A veces, quien estudia determinada especialidad sólo aprecia las lecturas relativas a ella. Los abogados sólo entienden de libros sobre leyes. Los médicos sobre medicina. Y los practicantes de Y�ga, exactamente sobre eso. Valorizamos la especialización, pero no si nos conduce a un estado de alienación. Si aún no tiene el hábito de la lectura, busque por sí mismo autores de literatura que sean reconocidos, o pida orientación hasta construir su gusto propio.

SEA GOURMET AL LEER Y ESCRIBIR

No sea omnívoro al escribir o leer. Seleccione los temas así como seleciona los ingredientes de su alimentación. Y elija el estilo de la misma manera que elige la forma de preparar sus platos. Sea sofisticado.
Ingredientes de mala calidad pero con excelente presentación, dan un plato que tal vez resulte agradable al paladar y lisonjee el lado emocional, pero acabará cansando el organismo con intoxicaciones e indigestiones innecesarias.
La materia prima de buena calidad pero carente de una preparación especial es sumamente aburrida y sin gusto. Podrá alimentar el cuerpo físico, pero al lado emocional no le hace la menor gracia.
La belleza del estilo en la presentación de buenos alimentos ahorra explicaciones y educa: quien asume el hábito de ser un gourmet, ya no consigue alimentarse de otra forma.

SOBRE PALABRAS Y LECTURAS

No hay libros morales ni inmorales.
Los libros están bien o mal escritos.
Simplemente.
Oscar Wilde.

De las palabras salen olores y gustos.
Nunca sé a qué rincones de la memoria me llevará una página.
A medida que las frases van pasando, cadenas de asociaciones mentales son activadas.
El frágil sistema indirecto de la interpretación.
Por más que el escritor originalmente quiera exponer una determinada idea, la forma final del mensaje se moldeará solamente en la cabeza del lector.
Los textos se independizan de la intención de su autor apenas son leídos. (Incluso cuando aquel que los lee es el propio autor).
Un único libro posee tantas conclusiones cuantas personas lo lean.
Lo transmitido, aquello que sobreviva a la lectura, depende directamente de la relación entre el mensaje emitido y el pasado del lector. Pues es en los pasados (que se activan en recuerdos) donde surgirán las divergencias en un mismo mensaje.
Se trata de una forma más de relación humana.
Si el autor vive en cada palabra, si el lector vibra en cada lectura, la sintonía será establecida y la información correrá del papel a los ojos sin barreras, como un río que ya conoce el proceso de deshielo.

ANAHí FLORES
Profesora del Método DeRose. Autora de los libros:
Coreografías del SwáSthya Y�ga (S�o Paulo, 2003; Rio de Janeiro, 2004) / Inspire, y al exhalar �escriba! (Rio de Janeiro, 2005) / Y�ga Art Book (Rio de Janeiro, 2006) / Relax, permanezca despierto y lúcido (Buenos Aires, 2007) / 10 propuestas de relax para llevar en el bolsillo (Buenos Aires, 2009).
www.anahiflores.org
www.metododerose.com.ar

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