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de la partida de los TEMPLARIOS, damas y caballeros... - Versión para impresión

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de la partida de los TEMPLARIOS, damas y caballeros... - Jaume de Ponts i Mateu - 05-16-2004

La miniatura del folio [i:1621d8e7c6]25r[/i:1621d8e7c6] del códice de Alfonso X el Sabio llamado "[i:1621d8e7c6]Libro del Axedrez, dados et tablas[/i:1621d8e7c6]", de 1283, muestra a dos caballeros jugando al [b:1621d8e7c6]ajedrez[/b:1621d8e7c6]. Es [b:1621d8e7c6]conocidísima[/b:1621d8e7c6] (yo la recuerdo de ilustración, incluso, en un libro de texto de mi bachillerato; o sea, que...).

Como en [b:1621d8e7c6]todas[/b:1621d8e7c6] las miniaturas alfonsinas, el tablero viene colocado [b:1621d8e7c6]horizontalmente[/b:1621d8e7c6] y la casilla blanca, como debe, está en el rincón [b:1621d8e7c6]derecho[/b:1621d8e7c6] de cada jugador.

Los caballeros al caso son plenamente reconocibles como miembros de la Orden del [b:1621d8e7c6]Temple[/b:1621d8e7c6] por su hábito blanco y la cruz roja distintiva ([b:1621d8e7c6]no[/b:1621d8e7c6] es una fijación: unos folios más adelante, aparecen otras dos órdenes militares, la del Hospital -futura Orden de Malta- y la de Santiago, con su característica espada-cruz -sobre los templarios y su hipotético conocimiento, digamos.., esotérico se ha escrito DEMASIADO..; pero, está, desde luego, claro que tal conocimiento, llámesele como se le llame, EXISTIÓ y que, en parte, está relacionado con el ajedrez-).

Hagamos un inciso, pues...

¿Saben?; sobre los orígenes de la orden templaria, el letrado de los Reales Consejos de Carlos III, Pedro Rodríguez Campomanes, escribe: "[i:1621d8e7c6]la Regla que les dió el Patriarca Esteban de mandato de Su Santidad Honorio II, fué la de Canónigos Regulares de San Agustín, y hábitos blancos SIN cruz, hasta que, posteriormente, en tiempos del Padre Santo Eugenio III, pusieron cruces rojas en sus manteos y estandartes...[/i:1621d8e7c6]". Sobre el color [b:1621d8e7c6]blanco[/b:1621d8e7c6] del hábito, añade: "[i:1621d8e7c6]el hábito que trajeron los caballeros de esta religión militar fué blanco, como expresamente lo califican los Capítulos de su Regla o Establecimientos, desde el cap. XX y ss., que, copiados en nuestro vulgar castellano, se ponen alfin[/i:1621d8e7c6]". Apunta que la elección del hábito blanco es a [b:1621d8e7c6]imitación[/b:1621d8e7c6] de la Orden del Císter, por influencia del cisterciense Saint Bernard de Clairvaux, quien redactó los 72 estatutos del Temple. Acerca de los colores, sigue diciendo: "[i:1621d8e7c6]...y, que éste blanco haya sido el color que usó en el hábito y vestiduras la religión del Temple, es indubitable; y, se convence más bien por lo prevenido por Su Santidad Inocencio III en la Epístola que escribió al Maestre y Caballeros Teutónicos, con fecha en Letrán a 27 de agosto, año decimotercio de su santo Pontificado, que fué el de 1210 en que, a queja del Maestre y Caballería del Temple, PROHIBE a los Teutónicos el uso de capas blancas, por ser éstas privativas de los templarios, con arreglo a los estatutos aprobados por la santa Silla Apostólica[/i:1621d8e7c6]". El texto cita otras decretales sobre el mismo asunto y apunta que los Teutónicos se resistían a obedecer, hasta que el Patriarca de Jerusalén "[i:1621d8e7c6]procuró sosegar la controversia, dando a cada religión su distintivo; que, se redujo a que los templatios sobre sus capas o vestiduras blancas pusiesen unas cruces de paño ENCARNADO; y, los Teutónicos, que también habían de continuar con las capas blancas, pusiesen cruces NEGRAS, de donde después constantemente usaron ambas religiones, cada una respectivamente, con lo que cesó aquella controversia[/i:1621d8e7c6]". En los Estatutos del Temple -que, figuran al final del citado texto-, en la Regla XX, se explica la [b:1621d8e7c6]devoción[/b:1621d8e7c6] hacia el color blanco porque los caballeros "[i:1621d8e7c6]pues, ya que llevan vida negra y muy tenebrosa, se reconcilien a su Criador por la blanca (...); que, es la blancura sino una entera castidad; la castidad es la seguridad del pensamiento y la sanidad del cuerpo[/i:1621d8e7c6]" (la Regla XXI [b:1621d8e7c6]prohibe[/b:1621d8e7c6] la vestimenta blanca a los fámulos o criados; [i:1621d8e7c6]cosas veredes[/i:1621d8e7c6]... La XXII insiste: "[i:1621d8e7c6]a NINGUNO es concedido traer vestidos blancos, sino es a los dichos Soldados de Christo nombrados[/i:1621d8e7c6]"; eran [i:1621d8e7c6]así[/i:1621d8e7c6], vaya...); y, en las cinco que van de la XXIII a la XXVII se trata del material del vestido y otros detalles.

Identificamos, pues, en la miniatura del códice alfonsino de que trata la presente nota, a [b:1621d8e7c6]dos[/b:1621d8e7c6] templarios por el [b:1621d8e7c6]hábito[/b:1621d8e7c6]..; pero, sería legítimo, ¿no?, preguntarse: ¿[b:1621d8e7c6]quiénes[/b:1621d8e7c6] son?

Los exégetas de la obra alfonsina sentencian desde hace la tira que se trata de don Juan Fernández Gay y de don Pay Gómez Barreto.

Y.., sería, ¿no les parece?, legítimo, también, preguntarles: ¿CÓMO han llegado a saberlo?

Nos cuentan, simpáticamente displicentes, que hay una cartita del mismo Alfonso X (fechada en Sevilla el 8 de marzo de 1283 -[i:1621d8e7c6]ergo[/i:1621d8e7c6], el [b:1621d8e7c6]mismo[/b:1621d8e7c6] año en que se termina el "[i:1621d8e7c6]Libro del Axedrez, dados et tablas[/i:1621d8e7c6]"-) en la que se donan los castillos de Fregenal y otros pueblos colindantes a la Orden del Temple. En ella, el soberano se [b:1621d8e7c6]queja[/b:1621d8e7c6] de la [b:1621d8e7c6]deslealtad[/b:1621d8e7c6] del anterior maestre templario, al secundar la rebelión de su hijo don Sancho y cita, en cambio, la LEALTAD de la [b:1621d8e7c6]otra[/b:1621d8e7c6] facción en que se ha dividio la Orden. Dice textualmente:

"[i:1621d8e7c6]Pero, porque don Juan Fernández Gay, Thenente-Logar del Maestre Mayor en las Casas que la Caballería del Temple ha en Castilla, e en León, e en Portugal, que, en aquella sazón, que se los otros contra mí levantaron, non viniera aon ultra mar. E, luego que llegó a mi tierra, se trabajó de me servir cuanto pudo, extrañando MUCHO el mal e la deslealtad que contra mí habían hecho. E, se vino para mí a Sevilla, e don Pay Gómez Barreto, e otros frailes buenos de Portugal con él, e me pidieron merced por la Orden del Temple, que non quisiese que perdiese mi merced por los frailes de Castilla, e de León, que contra mí fueron TAN errados[/i:1621d8e7c6]"

Desde luego, a mí también me parece LÓGICO que, al ser [b:1621d8e7c6]éstos[/b:1621d8e7c6] los [b:1621d8e7c6]únicos[/b:1621d8e7c6] específicamente nombrados, sea lo natural suponer sin demasiado riesgo -es conocidísima la tesis que, en su momento, probó que las miniaturas alfonsinas retratan personajes [b:1621d8e7c6]reales[/b:1621d8e7c6] y [b:1621d8e7c6]concretos[/b:1621d8e7c6] del entorno regio, [i:1621d8e7c6]bien sûr[/i:1621d8e7c6]...- se haya tratado de reproducirlos en la miniatura al caso.

Vamos a la partida, entonces (esto es el aparte dedicado a la cosa de la Historia lúdica y, naturalmente, no he dudado ni por un instante que todos/as ustedes, damas y caballeros, como personas evidentemente formadas [i:1621d8e7c6]comme il faut[/i:1621d8e7c6], dominan aceptablemente el regio juego del ajedrez)...

En la miniatura, la posición del diagrama -problema número [u:1621d8e7c6]32[/u:1621d8e7c6] del códice al caso, dicho sea de paso...- es: [b:1621d8e7c6]blancas[/b:1621d8e7c6]: Ra1, Tf2, Th2, Ah3, Cg7, Ch7, peones en bc, d5, f6 y g3; [b:1621d8e7c6]negras[/b:1621d8e7c6]: Rg1, Da7, Te8, Td7, Aa6, Ad2, Cb4, Cd6, peón en c6 -recuérdese si no se pasa de [i:1621d8e7c6]amateur[/i:1621d8e7c6] que la dama o alferza medieval [b:1621d8e7c6]sólo[/b:1621d8e7c6] dominaba una casilla adyacente en diagonal; y, que el alfil saltaba a una [b:1621d8e7c6]tercera[/b:1621d8e7c6] casilla diagonal [b:1621d8e7c6]sin[/b:1621d8e7c6] dominar la intermedia-. Así pues, el alfil negro de d2 protege b4 pero [b:1621d8e7c6]no[/b:1621d8e7c6] domina c3; y, el alfil blanco de h3 controla f1 pero [b:1621d8e7c6]no[/b:1621d8e7c6] g2.

El enunciado dice que las negras juegan y dan mate en [b:1621d8e7c6]seis[/b:1621d8e7c6] jugadas "[i:1621d8e7c6]o, en menos; si las blancas NO encuentran la mejor defensa[/i:1621d8e7c6]". Típico en el ajedrez [b:1621d8e7c6]árabe[/b:1621d8e7c6], el bando atacante se encuentra [b:1621d8e7c6]amenazado[/b:1621d8e7c6] de mate inminente (1.Tfg2) y tiene que atacar con jaques [b:1621d8e7c6]sin[/b:1621d8e7c6] dar respiro (ello añadía una nota de [i:1621d8e7c6]suspense[/i:1621d8e7c6] muy apreciada en los círculos islámicos; que, permitía asociar la posición ajedrecística con narraciones literarias sobre la misma, reales o inventadas).

Otras características típicas [b:1621d8e7c6]demuestran[/b:1621d8e7c6] que este problema procede de fuentes [b:1621d8e7c6]árabes[/b:1621d8e7c6]: el balance material es [b:1621d8e7c6]equilibrado[/b:1621d8e7c6], sin desproporción de piezas para ningún bando. como si el problema hubiese surgido de una partida [b:1621d8e7c6]real[/b:1621d8e7c6] (que, por descontado, era otro de los objetivos del compositor). Una necesidad de [b:1621d8e7c6]realismo[/b:1621d8e7c6] obliga a que los alfiles ocupen casillas que estén al alcance de su peculiar salto partiendo de su emplazamiento inicial. Este criterio también queda [b:1621d8e7c6]escrupulosamente[/b:1621d8e7c6] respetado.

[b:1621d8e7c6]Siempre[/b:1621d8e7c6] que en las miniaturas alfonsinas aparece un [b:1621d8e7c6]dedo[/b:1621d8e7c6] señalando una casilla o una pieza, o una [b:1621d8e7c6]mano[/b:1621d8e7c6] tocando uno de los trebejos, indica una CLAVE visual para algunos de los aspectos del problema... El caballero templario de la [i:1621d8e7c6]gauche[/i:1621d8e7c6] agarra un rey blanco de Ra1 para indicar que el negro va a forzar al monarca a una emigración forzosa hasta conducirlo al [b:1621d8e7c6]mate[/b:1621d8e7c6]. El personaje de la [i:1621d8e7c6]droite[/i:1621d8e7c6] tiene extendido el dedo índice señalando a la torre (o, [i:1621d8e7c6]roque[/i:1621d8e7c6]) de Te8, para indicar que ésta es la pieza que se mueve en la primera jugada de la solución.

Al parecer, hay razones para tener por don Pay al caballero [b:1621d8e7c6]pelirojo[/b:1621d8e7c6].

La pregunta que sigue es: ¿a QUÉ situación [b:1621d8e7c6]real[/b:1621d8e7c6] se alude?

[i:1621d8e7c6]Ma..; questo, QUI lo sa?[/i:1621d8e7c6]

Siempre a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
15/05/2004, 2250 hs. p.m.

[i:1621d8e7c6]post scriptum[/i:1621d8e7c6].- ¿ya saben la solución?; seguro que sí..; pero, por si acaso hay algún [i:1621d8e7c6]dilettante[/i:1621d8e7c6] hecho un lío y sin el códice a mano, diré que: 1) ...Te1; 2) Rb2, Cc4; 3) Rc3, Te3; 4) Rd4, Cc2; 5) Rc5, Db6; 6) Rc6, Tc7 [b:1621d8e7c6]mate[/b:1621d8e7c6].


- - SATANAS - 05-20-2004

com´s entén?
al meu entednre, eu no entendre


pues, oiga... - Jaume de Ponts i Mateu - 05-21-2004

Pues, oiga..; está en un castellano de a pie que, digo yo.., hasta los niños de pecho...

Quizá deba llevar gafas...

O, directamente, alfabetizarse, dear...

Vamos..; digo yo, vaya...

Siempre, en cualquier caso, a su disposición

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
20/05/2004, 1819 hs. p.m.


- - Raven - 05-21-2004

Buena partida!


de el juego de los dioses... - Jaume de Ponts i Mateu - 03-05-2005

El [i:200681d258]juego de los dioses[/i:200681d258], damas y caballeros, que apareció probablemente en la India hacia los albores del siglo [u:200681d258]V[/u:200681d258], se practicaba, ¿lo sabían?, a [u:200681d258]cuatro[/u:200681d258] entre [u:200681d258]dos[/u:200681d258] equipos de [u:200681d258]dos[/u:200681d258] jugadores; y, era el lanzamiento de un [b:200681d258]dado[/b:200681d258] lo que determinaba la pieza que debía moverse.

Llegó así a las fastuosas cortes persas a mediados del siglo siguiente..; y, en ellas, curiosos y fascinados, lo aprendieron los árabes.

¡Oh, los árabes!; en su delirio fanático de conquista meta-evangélica, aquellos [i:200681d258]señalados por el Altísimo[/i:200681d258], mientras gozaban de sus fabulosos botines africanos y europeos, buscaban el [i:200681d258]quid[/i:200681d258] del mismísimo, ¡lo sabían por simple instinto..!, sacrosanto [i:200681d258]otium[/i:200681d258] jugando al ajedrez. Ellos quitaron, displicentes, el velo del dominante azar y se negaron en redondo a compartir la esplendidez de la gloria o a que no tuviese un único nombre y apellidos quien habían sumido en la sordidez del apabullante fracaso.

Cuando los europeos de entonces, ¡tan y tan [b:200681d258]bárbaros[/b:200681d258], damas y caballeros..!, lograban ser recibidos en la MARAVILLA de los palacios califales cordobeses, ya aprendieron el [i:200681d258]juego de los dioses[/i:200681d258] a [u:200681d258][b:200681d258]dos[/b:200681d258][/u:200681d258] y SIN dado. Mayestáticamente, vertiginosamente [i:200681d258]a pelo[/i:200681d258], vaya...

¡Los [i:200681d258]classiques[/i:200681d258] índicos y pérsicos se ESCANDALIZARON ante aquellos [i:200681d258]neo-Nemrods[/i:200681d258] mirando desafiantes la NADA y el TODO de las todopoderosas infinitamente enigmáticas alturas!, ¿[b:200681d258]cómo[/b:200681d258] osaban, insignificantes insectos, ni más ni menos que tomar las riendas del [i:200681d258]juego de los dioses[/i:200681d258]?

Dignos, rasgaron en silencio sus vestiduras y cubrieron su cabeza de polvo y ceniza..; NO dijeron nada y se refugiaron en sus recónditos monasterios y en sus inexpugnables palacios donde siguieron, humildes, jugando [i:200681d258]comme il faut[/i:200681d258]... Pero, los dioses ya se ABURRÍAN con ellos: los dados fueron definitivamente [b:200681d258]olvidados[/b:200681d258], finalmente, a finales del siglo [u:200681d258]XIII[/u:200681d258].

Europa, en cambio, vivía, cada vez más rica, cada vez más cultivada, cada vez más y más PODEROSA, un apasionado [i:200681d258]flirt[/i:200681d258] con el ajedrez... Los europeos, ¡los amos del mundo!, modificaron reglas, sobre todo las relativas al movimiento de las piezas, para que sus [i:200681d258]egos[/i:200681d258] pudiesen sentirse MÁS cuando se movían por el tablero, para que el VENCEDOR, ¡oh, sí!, fuese, [b:200681d258]realmente[/b:200681d258], el MEJOR; el [u:200681d258]enroque[/u:200681d258], damas y caballeros, se introdujo triunfalmente, pues, en el siglo [u:200681d258]XVI[/u:200681d258].

Los, digamos.., [i:200681d258]dioses del tablero[/i:200681d258] están encabezados por el como que casi mítico ya [u:200681d258][b:200681d258]Ruy[/b:200681d258][/u:200681d258] [u:200681d258][b:200681d258]López[/b:200681d258][/u:200681d258], aquel moreno de grandes ojos negros de [i:200681d258]morango[/i:200681d258] que encandilaba el mismo aire de los salones reales europeos en la segunda mitad del siglo XVI; pero, las, sigamos diciendo.., [i:200681d258]eras[/i:200681d258] NO tienen epíteto español.

La primera [i:200681d258]era[/i:200681d258] es la ITALIANA; cubre hasta bien entrado el XVIII y son sus [i:200681d258]totems[/i:200681d258] el sin par maestro [b:200681d258]Leonardo da Cutti[/b:200681d258] (1512-1585) y el popularísimo maestro [b:200681d258]Gioacchino Greco[/b:200681d258] (1598-1635). Unos absolutos indiscutidos e indiscutibles [b:200681d258]mitos[/b:200681d258], sin duda alguna.

Toma el relevo la [i:200681d258]era[/i:200681d258] FRANCESA. El [i:200681d258]flash[/i:200681d258] de la aparición de la maravilla del maestro [b:200681d258]Philidor[/b:200681d258] (1726-1795) apabulla y fascina a la Europa toda; que, vive a los pies de la France y de maestros de maestros como [b:200681d258]A. L. H. Lebreton Deschapelles[/b:200681d258] (1780-1847) y [b:200681d258]Charles Mahé de La Bourdonnais[/b:200681d258] (1797-1840) hasta bien entrada la última mitad del XIX.

El famosísimo torneo de [b:200681d258]London[/b:200681d258] de [u:200681d258]1851[/u:200681d258] inauguró la forma moderna de las competiciones internacionales y la conocida como [i:200681d258]era[/i:200681d258] BRITÁNICA. El venerado maestro [b:200681d258]Howard Staunton[/b:200681d258] (1810-1874) es su majestuoso [i:200681d258]buque-insignia[/i:200681d258]. El campeonato del mundo se instauró oficialmente en [u:200681d258]1886[/u:200681d258] (el título se disputa, desde entonces, cada [u:200681d258]tres[/u:200681d258] años entre su poseedor y el aspirante).

La, por llamarla de alguna manera.., [i:200681d258]escuela germana[/i:200681d258] LUCHÓ encarnizadamente durante este período para destronar la hegemonía [i:200681d258]british[/i:200681d258] (logrando, incluso, que tres de sus infinitamente geniales [i:200681d258]porta-estandartes[/i:200681d258] -los maestros alemanes [b:200681d258]Adolf Andersen[/b:200681d258] y [b:200681d258]Emanuel Lasker[/b:200681d258] y el maestro austriaco [b:200681d258]Wilhelm Steinitz[/b:200681d258]- fuesen campeones mundiales)..; pero, quien acabó imponiéndose de forma innegable NO fué Berlín.

La [i:200681d258]era[/i:200681d258] SOVIÉTICA fué inaugurada de forma casi como colosalista por el inigualable maestro [b:200681d258]Mijaíl Botvinnik[/b:200681d258] llevándose de calle el primer campeonato del mundo celebrado tras la hecatombe de la llamada [i:200681d258]II Guerra Mundial[/i:200681d258] en [u:200681d258]1948[/u:200681d258]. Nada, nada, nada, damas y caballeros..; ¡el maestro [b:200681d258]Fischer[/b:200681d258] fué una [u:200681d258]excepción[/u:200681d258] en el olimpo de maestros del [i:200681d258]juego de los dioses[/i:200681d258], completamente tomado por la hoz y el martillo hasta hace, prácticamente, cuatro días!

SÍ: el nuevo siglo parece que trae una nueva [i:200681d258]era[/i:200681d258]...

¿Quizá la escuela del gran maestro peruano [b:200681d258]O. Rodríguez[/b:200681d258]?

¿Ustedes, damas y caballeros, [b:200681d258]qué[/b:200681d258] piensan al respecto?

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, [i:200681d258]mes amis/es[/i:200681d258].

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
05/03/2005, 0124 hs. a.m.