![]() |
y, el bueno de Brenans se fué a mear... - Versión para impresión +- :: Foros de ALIPSO.COM :: (https://www.alipso.com/foros) +-- Foro: Recursos (https://www.alipso.com/foros/forum-1.html) +--- Foro: Ciencias Sociales y Economia (https://www.alipso.com/foros/forum-8.html) +--- Tema: y, el bueno de Brenans se fué a mear... (/thread-5376.html) |
y, el bueno de Brenans se fué a mear... - Jaume de Ponts i Mateu - 05-16-2004 El Tassili es una INMENSA meseta de arenisca de 750 kilómetros de largo y una anchura de 60 a 100 kilómetros. Esta región, grande como AndalucÃa, está rodeada casi por completo por ENORMES sistemas de dunas que la aislan y la convierten en una especie de GRAN islote rocoso, del que afloran en sus márgenes algunos manantiales que incluso hasta permiten la superviviencia de vida en medio de una de las regiones más ÃRIDAS de todo el Sahara (asÃ, pueden encontrarse en sus, digamos.., orillas algunos OASIS..; en el mayor de los cuales, Djanet -hoy en dÃa, quizá unos 20.000 habitantes y unas 30.000 palmeras...-, he tenido el PLACER de probar el mejor té del mundo)... El descubrimiento oficial de los famosos frescos de Tassili se realizó en 1934; y, fué debido a un teniente de las tropas meharistas del ejército colonial francés consta que apellidado Brenans... Las circunstancias del descubrimiento tienen bastante de NOVELESCO. Verán... Durante un reconocimiento del cañón del oued (ergo, rÃo seco) Djerat, el teniente y su asistente, un mocito aquitano, se alejaron de los demás buscando, debajo de las paredes de un escondido desfiladero, sombra para su agobiante sudor y, quizá.., privacidad para su otro calor... Después, cuando, al rato, el teniente MEABA satisfecho, se quedó ALUCINADO al encontrarse ante sus ojos, ocupando todo el abrigo, un enorme grabado que representaba a tamaño NATURAL todo un RINOCERONTE. No logró que el perezoso chaval le siguiese..; pero, continuando con su exploración, Brenans localizó una gran cantidad de grabados y pinturas de elefantes, jirafas, cocodrilos e ¡hipopótamos!. El teniente era, ciertamente, un excelente dibujante y copió en su cuaderno las figuras encontradas... Algunos meses más tarde, en Illizi, un pequeño puesto al norte de Tassili donde Brenans estaba de guarnición, su asistente hizo mucha intimidad con Henri Lothe; y, parlanchÃn en el relax.., le contó lo de su jefe... El bueno de Henri no paró hasta ver los dibujos... Las peripecias (tanto o más novelescas, bien sûr...) de las sucesivas expediciones de Lothe pueden seguirse en su FASCINANTE "À la découverte des fresques du Tassili" (les recomiendo la ed. de Gallimard; ParÃs, 1981)..; tormentas de arena, mesetas inaccesibles a las que es necesario subir a lomos de camello los cuadernos de dibujo, angustiosa falta de agua, siempre el peligro de ataques de grupos indÃgenas sin duda agresivÃsimos, también algún rapaz fino como un prÃncipe etÃope..; en fin, el cuadro de uno de los descubrimientos MÃS impresionantes de la Edad Contemporánea: la exposición en el Museo del Hombre parisino de los dibujos calcados de los originales de las rocas del Tassili provocaron en su momento una auténtica REVOLUCIÓN en las viejas concepciones sobre un Sahara neolÃtico árido y deshabitado. Siempre a su disposición, damas y caballeros. Jaume de Ponts y Mateu jaumedeponts@terra.es Tortosa (Baix Ebre) -Catalunya/UE- 16/05/2004, 0049 hs. a.m. de el Sahara, damas y caballeros... - Jaume de Ponts i Mateu - 05-16-2004 En el siglo, se asocia el desierto del Sahara a la MÃS grande [b:d6e11a137c]desolación[/b:d6e11a137c] y al mayor [b:d6e11a137c]abandono[/b:d6e11a137c] que puédese observar en este valle de lágrimas... El [b:d6e11a137c]mayor[/b:d6e11a137c] desierto del mundo mundial, ni más ni menos que cinco TONELADAS de kilómetros ininterrumpidos de ininterrumpidas arenas y de ininterrumpidas piedras, desde el Atlántico hasta el mar Rojo, parecen -a mà y, estimo, a cualquiera- una de las imágenes MÃS perfectas y acabadas de hasta dónde puede llegar la [b:d6e11a137c]aridez[/b:d6e11a137c] de la tierra. En una superficie de más de [u:d6e11a137c]ocho[/u:d6e11a137c] [u:d6e11a137c]millones[/u:d6e11a137c] [u:d6e11a137c]de[/u:d6e11a137c] [u:d6e11a137c]kilómetros[/u:d6e11a137c] [u:d6e11a137c]cuadrados[/u:d6e11a137c] en fatÃdica, continua e implacable expansión NO se encuentra apenas nada. [b:d6e11a137c]Ni[/b:d6e11a137c] plantas, [b:d6e11a137c]ni[/b:d6e11a137c] animales, [b:d6e11a137c]ni[/b:d6e11a137c] hombres animan ese paisaje de resonancias como que lunares, repetición grandiosa u opresiva, según el momento, del VACÃO y la SOLEDAD. Unas pocas mancha verdes, los [b:d6e11a137c]oasis[/b:d6e11a137c], asà como islas en medio del letal océano, representan la concentración siempre [b:d6e11a137c]precaria[/b:d6e11a137c] de la vida, rodeada por la abracadabrante inmensidad de ese [i:d6e11a137c]mar[/i:d6e11a137c] muerto de arenas y piedras. Sin embargo, [i:d6e11a137c]mes amis/es[/i:d6e11a137c], las cosas NO siempre han sido [b:d6e11a137c]asÃ[/b:d6e11a137c]... El desierto, ¿saben?, puede ser, también, visto, en contra de las apariencias, como un [b:d6e11a137c]ejemplo[/b:d6e11a137c] paradigmático de lo rápidos y vertiginosos que pueden ser los CAMBIOS medioambientales en nuestro planetica..; de cómo lo blanco se vuelve negro en periodos históricos relativamente breves (afortunadamente, ni los falangistas -son demasiado idiotas; sentido [i:d6e11a137c]strictu sensu[/i:d6e11a137c] etimológico, [i:d6e11a137c]please[/i:d6e11a137c]...- ni los que, a diferencia, pongo por caso, de yo mismo -al negro sobre blanco de las notas de estos foros me remito, sin ir más lejos...-, son totalmente incapaces de reconocer que son más tontos que un arado, meten más la pata que un pulpo en un garaje y se basan en modos y maneras que crujirÃan les permitiera hasta justificar pegarle a la [i:d6e11a137c]Moreneta[/i:d6e11a137c] con un calcetÃn sudado conocen para nada la técnica al caso..; ¡afortunadamente, [i:d6e11a137c]vraiment[/i:d6e11a137c]; porque les harÃa una [i:d6e11a137c]ilu[/i:d6e11a137c]..!). Donde antes habÃa agua a raudales y vida pletórica y mujeres y hombres mil y animales por todos lados ahora no quedan sino piedras calcinadas por un sol asesino y un viento que consume sin piedad alguna, [i:d6e11a137c]souvenirs[/i:d6e11a137c] de [b:d6e11a137c]otras[/b:d6e11a137c] épocas que DESAFÃAN nuestra, digamos.., confianza en un mundo más o menos siempre igual a sà mismo. Porque, el desierto del Sahara se encuentra literalmente PLAGADO de restos que hacen referencia a civilizaciones que se esfumaron con la última charca de agua, a pueblos que allà vivieron cuando las condiciones eran [b:d6e11a137c]otras[/b:d6e11a137c]. Desde Mauritania hasta el Sudán, puede seguirse ese rastro de la vida desaparecida. Decenas y decenas de miles de pinturas y grabados, sobre todo en los macizos montañosos, son [b:d6e11a137c]testigos[/b:d6e11a137c] de esa evolución hacia la nada. Las montañas del Hoggar, del Tassili, del Tibesti o del Fezzán se encuentran, insisto, literalmente PLAGADAS de esos gritos silenciosos de una vida que se fué, quizá para no volver nunca más... Desde, al parecer, hace como unos 8.000 años hasta, más o menos, los inicios de nuestra era, el desierto del Sahara fué, por lo intuido, una región PLENA de vida; atravesada por grandes y caudalosos rÃos en los que vivÃan cocodrilos e ¡hipopótamos!, con amplias y vastÃsimas praderas y grandes, enormes bosques donde habitaba una fauna rica y muy variada y grandes poblados de agricultores y pastores. La alta cuenca del NÃger está consideraba como una de las zonas [b:d6e11a137c]primigenias[/b:d6e11a137c] donde se realizaron de manera [b:d6e11a137c]autónoma[/b:d6e11a137c] la selección y explotación de algunas de las especies vegetales MÃS importantes del Viejo Mundo. El [b:d6e11a137c]sorgo[/b:d6e11a137c], el [b:d6e11a137c]mijo[/b:d6e11a137c], el [b:d6e11a137c]sésamo[/b:d6e11a137c], algunas variedades de [b:d6e11a137c]arroz[/b:d6e11a137c], y, más al sur, el [b:d6e11a137c]ñame[/b:d6e11a137c], la [b:d6e11a137c]palmera oleaginosa[/b:d6e11a137c] y cierta variedad de [b:d6e11a137c]algodón[/b:d6e11a137c], entran dentro de los [i:d6e11a137c]descubrimientos[/i:d6e11a137c] realizados durante esa época y en esa área. A medida que las técnicas de cultivo de esas especies iban difundiéndose hacia el norte y el este, en dirección al valle del Nilo, éste recibÃa a su vez el [b:d6e11a137c]influjo[/b:d6e11a137c] de los hallazgos provenientes de Mesopotamia e incluso de más hacia el Oriente. El trigo, la cebada, las cebollas, las lentejas, el melón, etc., fueron conocidos relativamente [b:d6e11a137c]pronto[/b:d6e11a137c] en el Sahara; creando las BASES de [b:d6e11a137c]estabilidad[/b:d6e11a137c] y [b:d6e11a137c]desarrollo[/b:d6e11a137c] que permitirÃan el surgimiento de civilizaciones desarrolladas. Otros pueblos, optaron, al parecer, por la [b:d6e11a137c]domesticación[/b:d6e11a137c] de animales... Los grandes rebaños de bóvidos de cuernos retorcidos son una de las presencias MÃS constantes en las pinturas neolÃticas del desierto. Otros animales menos significativos económicamente, como el perro y el gato, tan tÃpico de Egipto, también fueron integrados en los grupos humanos en fechas MUY tempranas. Más tarde aparecerÃan las cabras y las ovejas; y, ya en los albores de nuestra era, con un medio ambiente ya MUY modificado, harÃa su aparición el camello asiático en el Sahara. Junto a éstos, el rasgo MÃS sobresaliente del NeolÃtico sahariano lo constituye la, digamos.., [i:d6e11a137c]invención[/i:d6e11a137c] de la [b:d6e11a137c]alfarerÃa[/b:d6e11a137c]; que, es a su vez causa y efecto del [b:d6e11a137c]aumento[/b:d6e11a137c] productivo que vivió la región en aquellas épocas. Se empiezan, pues, a encontrar comunidades con principios de DIFERENCIACIÓN social; con artesanos, agricultores y pastores que [b:d6e11a137c]intercambian[/b:d6e11a137c] productos, técnicas y conocimientos. El Sahara, hoy un ejemplo de una tierra muerta, se revela asÃ, paradójicamente, como uno de los lugares MÃS privilegiados donde el largo y lento camino de la evolución humana realizó alguno de sus avances [b:d6e11a137c]más[/b:d6e11a137c] significativos, damas y caballeros. Al parecer, es INDUDABLE. SÃ. Siempre, sin duda, a su disposición, [i:d6e11a137c]mes amis/es[/i:d6e11a137c]. Jaume de Ponts i Mateu jaumedeponts@terra.es Tortosa (Baix Ebre) -Catalunya/UE- 16/04/2004, 0051 hs. a.m. la vida de Ãfrica gira SIEMPRE en torno al Sahara... - Jaume de Ponts i Mateu - 03-05-2005 En los años en que Brenans sacaba a la luz la civilización sahariana y posteriores, comparada, por ejemplo, con el sur de Asia, Ãfrica NUNCA le habÃa parecido a nadie que estuviera, digamos.., preparada para la [b:c50eb73c9c]libertad[/b:c50eb73c9c]. Salvo en los casos marginales de las colonias italianas, el ir y venir de ejércitos durante la llamada [i:c50eb73c9c]II Guerra Mundial[/i:c50eb73c9c] [b:c50eb73c9c]no[/b:c50eb73c9c] transtornó gravemente la distribución de la [i:c50eb73c9c]auctoritas[/i:c50eb73c9c] imperial y, ciertamente.., los imperialistas podÃan alegar que la independencia de aquellos arenales, de aquellas estepas, de aquellas selvas, era [b:c50eb73c9c]imposible[/b:c50eb73c9c] o podÃan darle largas. En London, se proyectó en secreto la construcción de un nuevo edificio de ocho plantas, de estilo neogeorgiano, para el ministerio de las Colonias que habÃa de ocupar el lugar donde habÃa caÃdo una bomba, pero las crÃticas motivaron que la idea se abandonara con infinita [b:c50eb73c9c]turbación[/b:c50eb73c9c]. La suposición común entre una clase imperial dominante de que NO se podÃa confiar en que los/as nativos/as se gobernasen los/as unos/as a los/as otros/as, cuando la independencia finalmente llegó, se convirtÃo en profecÃa hecha [b:c50eb73c9c]realidad[/b:c50eb73c9c], justificada por los abracadabrantes matanzas, la mala, hiper-pésima administración y "[i:c50eb73c9c]esa RABIA africana, el [b:c50eb73c9c]deseo[/b:c50eb73c9c] de DESTRUIR[/i:c50eb73c9c]". A fin de cuentas, damas y caballeros, Ãfrica también contó con su propio equivalente de las conquistas japonesas en Asia, con el que pudo empujar a los colonialistas o obligarlos a retirarse por el PÃNICO. En 1956, una debacle militar y polÃtica [b:c50eb73c9c]humilló[/b:c50eb73c9c] conjuntamente a las dos principales potencias coloniales: cuando el [i:c50eb73c9c]rais[/i:c50eb73c9c] Gamal Abdel Nasser, el carismático dirigente nacionalista egipcio, se [b:c50eb73c9c]apoderó[/b:c50eb73c9c] de la CompañÃa del canal de Suez, el United Kingdom y la France enviaron [i:c50eb73c9c]ipso facto[/i:c50eb73c9c] tropas para "[i:c50eb73c9c]darle una lección a aquel nativo dÃscolo[/i:c50eb73c9c]". El casino de Port Said se convirtió en hospital militar, sÃmbolo de la violenta destrucción del [i:c50eb73c9c]ancien régime[/i:c50eb73c9c]. Nasser dijo a los capitalistas que "[i:c50eb73c9c]se ASFIXIARAN con su propia rabia[/i:c50eb73c9c]" y "[i:c50eb73c9c]bebieran el Mediterráneo[/i:c50eb73c9c]". Los británicos liberales opinaban a voz en grito que "[i:c50eb73c9c]Nasser tiene [b:c50eb73c9c]razón[/b:c50eb73c9c][/i:c50eb73c9c]"; el gobierno [i:c50eb73c9c]yankee[/i:c50eb73c9c], deseoso de demostrar sus credenciales anti-imperialistas, [b:c50eb73c9c]reprobó[/b:c50eb73c9c] a sus aliados inmoderados; que, a su vez, salieron, oigan.., como pudieron de la crisis, parpadeando, cual si tuviesen arena sahariana velándoles los ojos. En cada derrota se sueltan impedimentos y se abandonan a los rezagados. En su huida de Ãfrica, las potencias coloniales [b:c50eb73c9c]descartaron[/b:c50eb73c9c] sus responsabilidades gubernamentales como si de mochilas de desertores se tratara, ABANDONANDO a colonos, minorÃas étnicas y viejas elites nativas a su suerte y, en definitiva, a lo que a menudo resultó un destino PAVOROSO. En torno al Sahara, Tunicia, Marruecos y Sudán -"[i:c50eb73c9c]protectorados[/i:c50eb73c9c]" que nunca estuvieron en realidad bajo el dominio europeo- fueron EVACUADOS en el año de la crisis del canal de Suez. Después, el imperio se alzó la falda con precipitación [b:c50eb73c9c]indecorosa[/b:c50eb73c9c]. La France parecÃa [b:c50eb73c9c]no[/b:c50eb73c9c] poder permanecer en Argelia ni retirarse de ella, [b:c50eb73c9c]atrapada[/b:c50eb73c9c] entre la resistencia de los nativos y el delirio de fanatismo de los colonos. La cuestión se resolvió, evidentemente, con la RETIRADA, dictada, quieras o no, por el [b:c50eb73c9c]realismo[/b:c50eb73c9c]. Por toda el Ãfrica británica, los lacayos del [i:c50eb73c9c]establishment[/i:c50eb73c9c] volvieron a acicalar a los héroes de la resistencia, hasta entonces apolillándose en prisión. En la mayorÃa de los casos, lÃderes adventicios, que procedÃan de las escuelas de los misioneros en la profunda selva, o de la clase media [i:c50eb73c9c]émigrée[/i:c50eb73c9c], pero muy RARA vez de las filas de los jefes tradicionales, recibieron las insignias propias de la [i:c50eb73c9c]potestas[/i:c50eb73c9c] -los bastones con pomo, los matamoscas, los gorros de piel de leopardo...-. Kwame Nkrumah, que estuvo a la cabeza de Ghana durante un largo perÃodo de transición hacia la independencia, conseguida en 1957, se hizo bordar en el gorro las siglas [i:c50eb73c9c]PG[/i:c50eb73c9c] por [i:c50eb73c9c]prison graduate[/i:c50eb73c9c]. 1960 fué, sin duda, el [i:c50eb73c9c]annus mirabilis[/i:c50eb73c9c] de la independencia africana: surgieron [u:c50eb73c9c]catorce[/u:c50eb73c9c] estados -o, "[i:c50eb73c9c]naciones[/i:c50eb73c9c]"; según la tope inadecuada jerga de moda...-, que cubrÃan un GIGANTESCO territorio continuo que iba desde el Sahara septentrional hasta el rÃo Zaire. La mayorÃa de los vientos de cambio parecÃan llegar a Ãfrica desde [b:c50eb73c9c]fuera[/b:c50eb73c9c]. La llamada [i:c50eb73c9c]democracia europea[/i:c50eb73c9c] -desigual e imperfecta hasta bastante después de la llamada [i:c50eb73c9c]II Guerra Mundial[/i:c50eb73c9c] y aún después. [i:c50eb73c9c]bien sûr[/i:c50eb73c9c]...- dió el derecho de voto a grupos sociales que veÃan el imperialismo con enorme suspicacia y abierta HOSTILIDAD, como, por ejemplo, la clase obrera británica, que "[i:c50eb73c9c]NO sabÃa que el imperio existe[/i:c50eb73c9c]". Los [i:c50eb73c9c]yankees[/i:c50eb73c9c], además, ejercieron abierta presión sobre sus clientes imperialistas... Un viento del norte salió soplando de la [i:c50eb73c9c]guerra frÃa[/i:c50eb73c9c], en tanto los gobiernos "[i:c50eb73c9c]occidentales[/i:c50eb73c9c]" hacÃan uso del [b:c50eb73c9c]secuestro moral[/b:c50eb73c9c] como táctica frente a la competencia soviética, apoyando a los movimientos de oposición nativos a fin de [b:c50eb73c9c]separarlos[/b:c50eb73c9c] de la influencia o el control comunistas. Una generación antes de que los imperios se derrumbaran, los "[i:c50eb73c9c]sobresaltos macro-económicos del mundo[/i:c50eb73c9c]" habÃan sacudido fuertemente a las potencias coloniales y a las elites indÃgenas INCAPACES de llevar el paso, como si fueran participantes en carreras de individuos de tres piernas a los que una caÃda obligara a apartarse de la competición. La depresión económica de principios de los años 30 del recién pasado siglo puso fÃn a la [b:c50eb73c9c]ilusión[/b:c50eb73c9c] de que el colonialismo otorgarÃa una prosperidad [b:c50eb73c9c]incondicional[/b:c50eb73c9c]. Una de las consecuencias económicas de la llamada [i:c50eb73c9c]II Guerra Mundial[/i:c50eb73c9c], en Ãfrica, fué que volvieron a localizarse algunas formas de producción -sobre todo, caucho y alimentos-, con el [b:c50eb73c9c]crecimiento[/b:c50eb73c9c] consiguiente de una AMBICIOSA clase media nativa. Acaso entre los que tomaban decisiones en la colonia hubo algunos que experimentaban una [b:c50eb73c9c]ansia[/b:c50eb73c9c] silenciosa por huir de las consecuencias del [b:c50eb73c9c]mayor[/b:c50eb73c9c] efecto del imperialismo: la revolución [b:c50eb73c9c]demográfica[/b:c50eb73c9c] causada por la medicina occidental. Debido al aumento INCONTROLABLE del número de gentes pobres, los imperios dejaron obviamente de representar un beneficio. Costaba, ¡por supuesto!, muchÃsimo [b:c50eb73c9c]menos[/b:c50eb73c9c] otorgar la independencia y la "[i:c50eb73c9c]ayuda[/i:c50eb73c9c]" que cargar con la subida, repito, INCONTROLABLE de los costes sociales. Los imperios que se habÃan basado en la [b:c50eb73c9c]cooperación[/b:c50eb73c9c] entre recién llegados y titulares cayeron cuando cambiaron o desaparecieron los intereses comunes. Al sur del Sahara, en los años 50 y principios de los 60 del siglo XX, los efectos de la resistencia de los nativos eran generalmente [b:c50eb73c9c]débiles[/b:c50eb73c9c] comparados con las influencias externas... Más o menos hacia la mitad de los 50, Kenya se convirtió en una [b:c50eb73c9c]excepción[/b:c50eb73c9c] conspicua, debido al HORROR espeluznante de las [b:c50eb73c9c]atrocidades[/b:c50eb73c9c] cometidas por los terroristas y la siniestra [b:c50eb73c9c]crueldad[/b:c50eb73c9c] de los rituales orgiásticos que se les atribuÃan. El [i:c50eb73c9c]Mau-mau[/i:c50eb73c9c] -el nombre misterioso y mágico de su organización NUNCA se explicó...- surgió entre los [i:c50eb73c9c]kikuyu[/i:c50eb73c9c], pueblo de agricultores que [b:c50eb73c9c]no[/b:c50eb73c9c] gozaba precisamente de especial reputación por sus proezas y que estuvo largo tiempo [b:c50eb73c9c]oprimido[/b:c50eb73c9c] por sus vecinos nómadas, pero al que las [b:c50eb73c9c]armas[/b:c50eb73c9c] ponÃa en pie de IGUALDAD. Sus caracterÃsticas eran las de una hermandad totémica tradicional en algunos pueblos africanos, pero su propósito consistÃa en "[i:c50eb73c9c]derramar la sangre de los blancos y de quienes les fueran leales[/i:c50eb73c9c]". Habida cuenta de que los [i:c50eb73c9c]kikuyu[/i:c50eb73c9c] estaban muy divididos entre sà y rodeados de ancestrales enemigos, la [i:c50eb73c9c]security[/i:c50eb73c9c] se imponÃa con HORRIBLES juramentos en los que los jóvenes se peforaban mutuamente sus tensos penes mientras se emborrachaban salvajamente de libaciones compuestas de sangre humana y leche, orina caliente y cantidades industriales de esperma. Según el cortés secretario colonial Oliver Lyttleton, un memorándum descriptivo "[i:c50eb73c9c]se interpuso entre mà y mi apetito[/i:c50eb73c9c]"; y, lo COMPRENDO perfectamente... Las mentes seglares que gobernaban Kenya [b:c50eb73c9c]no[/b:c50eb73c9c] parecÃan CAPACES de hablar del [i:c50eb73c9c]Mau-mau[/i:c50eb73c9c], si no era en términos de delirante "[i:c50eb73c9c]magia negra[/i:c50eb73c9c]", de inhumana "[i:c50eb73c9c]maldad[/i:c50eb73c9c]" o de bestial "[i:c50eb73c9c]brujerÃa[/i:c50eb73c9c]"... Pero, lo [b:c50eb73c9c]cierto[/b:c50eb73c9c] como hay sol que alumbra, damas y caballeros, es que la reacción [i:c50eb73c9c]white[/i:c50eb73c9c] fué, ¡con mucho!, la más [b:c50eb73c9c]salvaje[/b:c50eb73c9c] e IRRACIONAL; mucho [b:c50eb73c9c]más[/b:c50eb73c9c], sÃ, que los métodos del [i:c50eb73c9c]Mau-mau[/i:c50eb73c9c]. El supuesto -y, muy probablemente, [b:c50eb73c9c]auténtico[/b:c50eb73c9c]- organizador era [u:c50eb73c9c]Jomo[/u:c50eb73c9c] [u:c50eb73c9c]Kenyatta[/u:c50eb73c9c], un huérfano abandonado que de muy [i:c50eb73c9c]peque[/i:c50eb73c9c] llegó a la montaña a una misión escocesa y se dió a sà mismo su propio nombre. Con el anonimato, hizo uso de la [b:c50eb73c9c]ambigüedad[/b:c50eb73c9c]; escurridizo, cambiaba fácilmente de identidad, de lealtad y de formas de matrimonio, por lo que era MUY difÃcil encontrarlo y, para las autoridades coloniales, difÃcil [b:c50eb73c9c]fiarse[/b:c50eb73c9c] de él. Una sociedad de "[i:c50eb73c9c]okupas[/i:c50eb73c9c]" [i:c50eb73c9c]kikuyu[/i:c50eb73c9c], cuya falta de seguridad alimentó el primer nacionalismo keniata, lo envió al United Kingdom en 1929, donde se ganó un dinero como extra en la versión cinematográfica de "[i:c50eb73c9c]Sanders of the River[/i:c50eb73c9c]" haciendo zalamerÃas al hombre que aboga por la supremacÃa de los blancos, diciendo una y otra vez, "[i:c50eb73c9c]yes, lord Sandy[/i:c50eb73c9c]". Adquirió algo [b:c50eb73c9c]más[/b:c50eb73c9c] útil para su formación en Moscú, donde aprendió a engatusar a los hombres, movilizarlos según sus deseos y a canalizar como él quisiera su violencia. Pero, NUNCA, eso sÃ, se dejó atrapar por el marxismo. Su enfoque más próximo a un ideologÃa fué un tendencioso estudio antropológico que realizó en 1938 de su propio pueblo, titulado "[i:c50eb73c9c]Facing Mount Kenya[/i:c50eb73c9c]", en el que ensalzaba las virtudes masculinas de los [i:c50eb73c9c]kikuyu[/i:c50eb73c9c] en términos muy, muy, muy perturbadores y, desde luego, más parecidos al fascismo que al comunismo. "[i:c50eb73c9c]En el viejo orden de la sociedad africana, un hombre era un hombre[/i:c50eb73c9c]", declaró este defensor a ultranza de la circuncisión femenina ("[i:c50eb73c9c]NO son las hembras las que deben sentir placer[/i:c50eb73c9c]"). En el frontispicio del libro aparece una foto bien poco, digamos.., convencional del autor, semi-desnudo su fibrado cuerpo de magnÃfico ébano, con una piel de leopardo por encima, sonriendo mórbidamente mientras mira sus dedos acariciando suavemente la punta de una fálica lanza... Debajo de la piel que lo cubrÃa, la de Kenyatta era la de un [b:c50eb73c9c]camaleón[/b:c50eb73c9c]. Este hombre de mundo que tanto habÃa viajado para ser un [i:c50eb73c9c]negrata[/i:c50eb73c9c] y de su cuna, que estaba en buenos términos con Malinowski, con [i:c50eb73c9c]lady[/i:c50eb73c9c] Cunard y S.A.R. el prÃncipe Paul de Grecia, que gustaba de las putas blancas y siempre se rodeó de negros jóvenes que lo hubieran dado TODO por él, sea como sea, NUNCA perdió contacto con su pueblo y NUNCA olvidó la retórica popular que [b:c50eb73c9c]excitaba[/b:c50eb73c9c] a los [i:c50eb73c9c]kikuyu[/i:c50eb73c9c]. CompartÃa "[i:c50eb73c9c]las raÃces del árbol mikongoe[/i:c50eb73c9c]". Cuando este ex-terrorista sub-sahariano fué [b:c50eb73c9c]liberado[/b:c50eb73c9c] de la prisión ¡para mutar en primer ministro de Kenya! dos ¡de los que habÃan sido sus guardianes! se CAPARON en su honor y sus guardaespaldas tuvieron que dispersar a culatazo limpio a los jovenzuelos que se ofrecÃan desnudos y a la multitud de padres que le llevaban sus hijas casi niñas con las piernas bien abiertas al aire y diciendo a voz en grito, pletóricos de alegrÃa, "[i:c50eb73c9c]¡es para tÃ!, ¡fÃjate, NO sentirá NADA![/i:c50eb73c9c]" NO le fué difÃcil, por eso, proyectar una [b:c50eb73c9c]nueva[/b:c50eb73c9c] [i:c50eb73c9c]imago[/i:c50eb73c9c]: la de estadista mayor y afable que conservó un [i:c50eb73c9c]white[/i:c50eb73c9c] en su consejo de ministros y nombró como presidente del Tribunal Supremo al mismÃsimo juez que habÃa rechazado TODAS sus apelaciones. Además, aquel [i:c50eb73c9c]negrata[/i:c50eb73c9c] de los matorrales y sin nombre [b:c50eb73c9c]no[/b:c50eb73c9c] daba mal vestido de jefe... ¡Ah!; estas [b:c50eb73c9c]hábiles[/b:c50eb73c9c] transformaciones proporcionaron, [i:c50eb73c9c]mes amis/es[/i:c50eb73c9c], [b:c50eb73c9c]modelos[/b:c50eb73c9c] que seguirÃan, ¡vaya!, numerosos lÃderes africanos hasta hoy mismo... SÃ, sÃ, sÃ..; la vida de Ãfrica SIEMPRE ha girado en torno al océano sahariano. Brenans no hizo otra cosa que descubrir que, desde el [i:c50eb73c9c]alfa[/i:c50eb73c9c] de los tiempos, ha sido [b:c50eb73c9c]asÃ[/b:c50eb73c9c]. Siempre a su disposición, damas y caballeros. Jaume de Ponts i Mateu jaumedeponts@terra.es Tortosa (Baix Ebre) -Catalunya/UE- 05/03/2005, 0034 hs. a.m. |