02-24-2008, 03:42 AM
Hola Honey Darling y a tod@s en general,
hace mucho que iniciaste este post en el foro y me gustaría saber qué decisión tomaste al final y cómo te fue.
Yo tengo 25 años y esto no es una historia de adolescentes.
Aunque así lo fuera no me parece justo menospreciar los sentimientos de la época más pasional de nuestra vida.
Sé lo absurdo que suena, así que no es algo que cuente con facilidad.
Siempre me he considerado una persona equilibrada, en el terreno amoroso nunca he perdido el control.
Creo que el mayor error de todo esto es buscarle razones, los sentimientos son los que son, tal vez hay algo de primitivo en todo esto, quien sabe, tal vez es la necesidad de protección y la falta de una figura paterna como dicen, el caso es que eso me ayuda e importa bien poco.
Sólo os puedo decir lo que siento: es un infierno.
Algo me oprime el pecho, parece que va a explotar en cualquier momento, en la garganta tengo un nudo que sé que se iría llorando pero no encuentro las fuerzas para hacerlo, querría salir corriendo y gritar, él es lo último que pienso al acostarme y lo primero que viene a mi maldita cabeza al despertar, haga lo que haga, esté con quien esté, tengo su mirada presente...
Tiene dos hijos y desconozco si esta casado, pero es lo más probable.
En mi calmada cotidianeidad oculto un océano de fuego que me quema por dentro.
He hecho muchas de las locuras que habéis contado. He cambiado mi horario y mi trayecto sólo por cruzarme con él unos segundos mientras yo llego con la bicicleta y él sale de la facultad.
Tod@s sabemos que no vivimos en las películas o series donde pasan estas cosas en tono "tía-que-fuerte-super-fuerte". En esas series hay una declaración y puede que algo más, dependiendo de para quién sea la audiencia, que, como suelen ser niñas, pues dan el punto a favor para la relación.
En la vida real sólo puedo hacer nada. Hacer lo contrario sería crear problemas (más, y además metiéndole a él), quedar como una loca y comprometerle.
La verdad es que me conformaría con que supiera lo que siento, pero sin pedirle nada.
Pienso que algo tal intenso como lo que siento haría que mi vida fuera un viaje vacío si no pudiera, al menos, decírselo. Siento que tengo que honrar la vida al menos siendo fiel a mi misma.
Hoy por hoy, me seguiré conformando con su mirada. Cuando terminen las clases y no tenga que hacer ningún examen con él... quién sabe... hay una pequeñísima parte de mi que me dice que lo haga, que le diga con naturalidad lo que siento, sin buscar nada, sin pedirle nada, sin culparle de nada, pero que se lo diga... hay otra parte que dice que he perdido el norte y que no haga nada. Ya veremos, para eso aún quedan unos meses.
Un beso
hace mucho que iniciaste este post en el foro y me gustaría saber qué decisión tomaste al final y cómo te fue.
Yo tengo 25 años y esto no es una historia de adolescentes.
Aunque así lo fuera no me parece justo menospreciar los sentimientos de la época más pasional de nuestra vida.
Sé lo absurdo que suena, así que no es algo que cuente con facilidad.
Siempre me he considerado una persona equilibrada, en el terreno amoroso nunca he perdido el control.
Creo que el mayor error de todo esto es buscarle razones, los sentimientos son los que son, tal vez hay algo de primitivo en todo esto, quien sabe, tal vez es la necesidad de protección y la falta de una figura paterna como dicen, el caso es que eso me ayuda e importa bien poco.
Sólo os puedo decir lo que siento: es un infierno.
Algo me oprime el pecho, parece que va a explotar en cualquier momento, en la garganta tengo un nudo que sé que se iría llorando pero no encuentro las fuerzas para hacerlo, querría salir corriendo y gritar, él es lo último que pienso al acostarme y lo primero que viene a mi maldita cabeza al despertar, haga lo que haga, esté con quien esté, tengo su mirada presente...
Tiene dos hijos y desconozco si esta casado, pero es lo más probable.
En mi calmada cotidianeidad oculto un océano de fuego que me quema por dentro.
He hecho muchas de las locuras que habéis contado. He cambiado mi horario y mi trayecto sólo por cruzarme con él unos segundos mientras yo llego con la bicicleta y él sale de la facultad.
Tod@s sabemos que no vivimos en las películas o series donde pasan estas cosas en tono "tía-que-fuerte-super-fuerte". En esas series hay una declaración y puede que algo más, dependiendo de para quién sea la audiencia, que, como suelen ser niñas, pues dan el punto a favor para la relación.
En la vida real sólo puedo hacer nada. Hacer lo contrario sería crear problemas (más, y además metiéndole a él), quedar como una loca y comprometerle.
La verdad es que me conformaría con que supiera lo que siento, pero sin pedirle nada.
Pienso que algo tal intenso como lo que siento haría que mi vida fuera un viaje vacío si no pudiera, al menos, decírselo. Siento que tengo que honrar la vida al menos siendo fiel a mi misma.
Hoy por hoy, me seguiré conformando con su mirada. Cuando terminen las clases y no tenga que hacer ningún examen con él... quién sabe... hay una pequeñísima parte de mi que me dice que lo haga, que le diga con naturalidad lo que siento, sin buscar nada, sin pedirle nada, sin culparle de nada, pero que se lo diga... hay otra parte que dice que he perdido el norte y que no haga nada. Ya veremos, para eso aún quedan unos meses.
Un beso