03-14-2004, 08:03 AM
ja ja ok, ok... he aquí la verdadera razón de mi firma... una carta.
Sí a la Paz
Un aspecto más bien inédito que trajo el conflicto de Irak (y ahora el atentado de Madrid) es la generalizada actitud de rechazo a la guerra que cada vez más personas han decidido a manifestar en todo el mundo. Nos parece sorprendente la enorme cantidad de carteles que dicen "NO A LA GUERRA" que vamos encontrando en ventanas, en automóviles, en negocios, en todas partes.
Esto parecería muy favorable para la paz, pero si lo analizamos a fondo veremos que no lo es tanto.
Es lamentable que quienes generaron esa campaña desconozcan ciertos aspectos fundamentales del psiquismo humano, aspectos que sí conocen muy bien los estrategas de la publicidad y del marketing. Y vaya uno a saber si no fueron algunos de ellos justamente quienes lanzaron la campaña del NO A LA GUERRA.
Ya explicaremos por qué.
Es sabido en publicidad que basta con mencionar algo, por ejemplo un producto comercial, para que éste ejerza cierta presión favorable sobre la conciencia del que escucha o lee. Es por eso que por todas partes del mundo leemos "COCA COLA". Basta con eso, con la mención del producto, para que muchos se sientan inclinados a beber esa gaseosa.
Por eso mismo saben los jerarcas del narcotráfico que basta con la difusión de la palabra "DROGA" para que el consumo aumente. Debido a ello, el mismo narcotráfico financia a veces campañas de rechazo a las drogas, porque es muy conveniente para ellos que por todas partes los jóvenes lean la palabra "DROGA", aunque sea dentro de un contexto que dice "NO A LA DROGA". Y por otro lado, la rebeldía juvenil hace ver como favorable aquello que los adultos les prohíben, les dicen que "NO"...
Siguiendo ese razonamiento, si escribimos por todas partes "NO A LA GUERRA", estamos haciendo publicidad a la guerra, ni más ni menos, porque estamos incrementando la presencia de la guerra en las conciencias, que por todas partes leen la palabra "GUERRA".
Pero hay algo más. Cuando decimos "NO" a algo, estamos inmersos de alguna manera en un espíritu de confrontación, de rechazo, de cierta forma de violencia, incluso de guerra.
Decir "NO" a algo es tratar de eliminar ese algo, de suprimirlo, de impedirlo, lo cual genera rechazo y violencia.
Por eso si decimos "NO A LA GUERRA" estamos "haciendo la guerra a la guerra" y a quienes creen en ella, aparte de estar promocionando la guerra por el sólo hecho de mencionarla.
Es por eso que dijimos que tal vez la campaña del "NO A LA GUERRA" haya sido hecha por publicistas interesados en mantener y difundir el espíritu de guerra en la humanidad, tal vez por los fabricantes de armamentos.
Hablando de paz, es mejor entonces actuar dentro de un espíritu de paz y proponer un sí en lugar de un no, porque un sí es un dar el paso a algo, un incluir algo, sin rechazar nada y, por lo tanto, sin provocar rechazos, y eso tiene mayores posibilidades de lograr su objetivo, en este caso un "SÍ A LA PAZ", que la otra alternativa.
"NO A LA GUERRA" es una expresión bélica, y no se puede proponer la paz desde un espíritu bélico. Además pone sobre la mesa a la guerra, y como ya vimos, lo que se menciona adquiere mayor peso sobre la conciencia.
"SÍ A LA PAZ" no rechaza nada y además trae la idea de paz a las conciencias, y así la paz adquiere mayor presencia, mayor capacidad de tomar corporeidad, de hacerse real.
Y la propuesta de generar un "apagón" en todo el mundo por la paz nos parece que también fue generada por publicistas contrarios a la paz, porque genera ideas subliminales contrarias a lo que se persigue.
Si la paz es la luz, entonces no debería asociarse a una oscuridad global. Debería ser al contrario, tantos minutos de oscuridad y, a la hora señalada, que se produzca una gran iluminación global por la paz.
SÍ A LA PAZ
Enrique Barrios
Sí a la Paz
Un aspecto más bien inédito que trajo el conflicto de Irak (y ahora el atentado de Madrid) es la generalizada actitud de rechazo a la guerra que cada vez más personas han decidido a manifestar en todo el mundo. Nos parece sorprendente la enorme cantidad de carteles que dicen "NO A LA GUERRA" que vamos encontrando en ventanas, en automóviles, en negocios, en todas partes.
Esto parecería muy favorable para la paz, pero si lo analizamos a fondo veremos que no lo es tanto.
Es lamentable que quienes generaron esa campaña desconozcan ciertos aspectos fundamentales del psiquismo humano, aspectos que sí conocen muy bien los estrategas de la publicidad y del marketing. Y vaya uno a saber si no fueron algunos de ellos justamente quienes lanzaron la campaña del NO A LA GUERRA.
Ya explicaremos por qué.
Es sabido en publicidad que basta con mencionar algo, por ejemplo un producto comercial, para que éste ejerza cierta presión favorable sobre la conciencia del que escucha o lee. Es por eso que por todas partes del mundo leemos "COCA COLA". Basta con eso, con la mención del producto, para que muchos se sientan inclinados a beber esa gaseosa.
Por eso mismo saben los jerarcas del narcotráfico que basta con la difusión de la palabra "DROGA" para que el consumo aumente. Debido a ello, el mismo narcotráfico financia a veces campañas de rechazo a las drogas, porque es muy conveniente para ellos que por todas partes los jóvenes lean la palabra "DROGA", aunque sea dentro de un contexto que dice "NO A LA DROGA". Y por otro lado, la rebeldía juvenil hace ver como favorable aquello que los adultos les prohíben, les dicen que "NO"...
Siguiendo ese razonamiento, si escribimos por todas partes "NO A LA GUERRA", estamos haciendo publicidad a la guerra, ni más ni menos, porque estamos incrementando la presencia de la guerra en las conciencias, que por todas partes leen la palabra "GUERRA".
Pero hay algo más. Cuando decimos "NO" a algo, estamos inmersos de alguna manera en un espíritu de confrontación, de rechazo, de cierta forma de violencia, incluso de guerra.
Decir "NO" a algo es tratar de eliminar ese algo, de suprimirlo, de impedirlo, lo cual genera rechazo y violencia.
Por eso si decimos "NO A LA GUERRA" estamos "haciendo la guerra a la guerra" y a quienes creen en ella, aparte de estar promocionando la guerra por el sólo hecho de mencionarla.
Es por eso que dijimos que tal vez la campaña del "NO A LA GUERRA" haya sido hecha por publicistas interesados en mantener y difundir el espíritu de guerra en la humanidad, tal vez por los fabricantes de armamentos.
Hablando de paz, es mejor entonces actuar dentro de un espíritu de paz y proponer un sí en lugar de un no, porque un sí es un dar el paso a algo, un incluir algo, sin rechazar nada y, por lo tanto, sin provocar rechazos, y eso tiene mayores posibilidades de lograr su objetivo, en este caso un "SÍ A LA PAZ", que la otra alternativa.
"NO A LA GUERRA" es una expresión bélica, y no se puede proponer la paz desde un espíritu bélico. Además pone sobre la mesa a la guerra, y como ya vimos, lo que se menciona adquiere mayor peso sobre la conciencia.
"SÍ A LA PAZ" no rechaza nada y además trae la idea de paz a las conciencias, y así la paz adquiere mayor presencia, mayor capacidad de tomar corporeidad, de hacerse real.
Y la propuesta de generar un "apagón" en todo el mundo por la paz nos parece que también fue generada por publicistas contrarios a la paz, porque genera ideas subliminales contrarias a lo que se persigue.
Si la paz es la luz, entonces no debería asociarse a una oscuridad global. Debería ser al contrario, tantos minutos de oscuridad y, a la hora señalada, que se produzca una gran iluminación global por la paz.
SÍ A LA PAZ
Enrique Barrios
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