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Martes 15 de Octubre de 2024 |
 

Historia argentina: Año 1820

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Juan Manuel de Rosas en “La Gaceta”. Dorrego, Lavalle, Estalisnao López, Guemes, Mitre, Paz. Liga del Interior. Batalla de Cepeda. Cañadas de Cepeda. Manuel Belgrano. Unitarios y federales. Centralismo y federalismo.

Agregado: 11 de JULIO de 2003 (Por Michel Mosse) | Palabras: 863 | Votar |
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    1820

    Mientras Nápoles y Piamonte - como también España - asisten a levantamientos liberales, Jorge IV es coronado Rey de Inglaterra y Lamartine, en Paris publica sus célebres Meditaciones. En este lado de América, Ecuador se declara independiente, mientras la rebelión bulle con más fuerza cada día. En la Argentina hace crisis el conflicto de Buenos Aires con el interior. Sobreviene la anarquía y todo parece perdido. El país queda partido en dos. Buenos Aires y su campaña, con 200.000 habitantes que de muchas maneras alcanzan la prosperidad., son mirados con gravedad por la otra mitad del país. Distintas provincias van declarándose independientes -San Juan, La Rioja, entre ellas - y hasta Tucumán se constituye oficialmente en "República". Los pactos entre los caudillos están en el orden del día y estos acuerdos golpean en la política porteña obligando a cambios de hombres y de tácticas. Dorrego es nombrado gobernador de Buenos Aires y derrota en Pavón a las fuerzas del General Estanislao López. Pero la revancha no se hace esperar y 20 días después López vence a Dorrego

    Por primera vez aparece durante este año el nombre de Juan Manuel de Rosas en "La Gaceta": figura en la lista de los alcaldes de Hermandad nombrados por el Cabildo. Muy pronto pasaría de la mención de su nombre a la acción misma decidiendo con su peso y poder el nombramiento de Martín Rodríguez como sucesor de Dorrego en la conducción bonaerense. En general se espera un gran cambio pero todo no pasa de formulaciones. Se habla de buenos propósitos organizativos para el porvenir pero no se concreta plan alguno para alcanzarlos. En medio del caos muere el doctor Cosme Argerich. La nota sorprendente la constituye el arribo de enviados españoles a bordo del bergantín Aquiles. La comisión se titula "regia" y está compuesta por cuatro individuos cuyo objeto es, según el oficio que elevan de inmediato a la Junta de Representantes "poner término a las diferencias existentes entre individuos de una propia familia conforme a las intenciones del monarca constitucional don Fernando VII". Fracasada la expedición de Cádiz, Fernando opta por otra vía. La Junta no está para que la tomen por ingenua y fleta a los comisionados. Dos días después los "regios" se hacen a la vela. En general el país anda bien hacia afuera. Pero en lo interno se llega a límites nunca sospechados por los próceres de Mayo. El 20 de Junio se llega a lo increíble: hay tres gobernadores. Son ellos el General Estanislao Soler, Juan Norberto Dolz e Ildefonso Ramos Mejía. Ese día muere en Buenos Aires un hombre que acaba de llegar de Tucumán muy enfermo. Un cadáver que nadie acompañó en la hora final y al que hasta le faltó la bandera argentina. El cadáver de quien la había creado: Manuel Belgrano. Soñó la nacionalidad antes que ningún otro, luchó por la educación, la economía, tomó las armas cuando fue necesario aun no siendo un hombre de armas. Enfermo de hidropesía siguió adelante. Murió en el mayor olvido.

    El país, sin cabeza, comienza a ser dominado, parceladamente, por los caudillos. Automarginándose de acontecimientos tan dolorosos, inmerso en risueño de libertad americana San Martín
    prosigue alistando a su ejército que deberá partir hacia Perú. Este año aparece el sainete popular y Diego Thompson pone en vigor las escuelas lancasterianas. Por las calles de Buenos Aires un extraño inglés - Vidal - es punto de atención: hurga en cada uno de los misterios de la ciudad y los refleja en grabados. La política también alcanza el ámbito comunal y hay varios intendentes. La noticia que parece despertar un poco de la melancolía a los porteños es la de que los guerrilleros del norte consiguen - luego de hostilizarlos con bravura - desalojar a los realistas de Salta. Un libro publicado el año anterior comienza a ser leído con atención en la campaña. Se trata del "Manual de Agricultura", de don Tomás Grigera, en el que se señalan consejos sobre producción agrícola. Atento a su valor el gobierno adquiere 75 ejemplares "para repartir entre los vecinos labradores". A su vez, el padre Francisco Castañeda redacta un insólito periódico que hace la delicia de la elite de la hora. Tiene curioso nombre: "El Desengañador Gauchipolitico".

    En hora tan crucial se agranda el edificio del Mercado del Centro, cuya entrada está en las calles Alsina y Perú. Una violenta sudestada con secuela de crecientes destruye parte del puerto, 60 buques y varios edificios. En medio de panorama tan desolador un viajero inglés que arriba se declara satisfecho por lo rápido y atento de un servicio argentino: el de la aduana. Se inicia la reconstrucción de la economía bonaerense, aboliéndose la estructura colonial e iniciándose el trasplante de instituciones europeas. Una primera lista de aranceles aduaneros presenta caracteres proteccionistas, lo que, políticamente, cae bien. Pero la ciudad huele mal y eso no le cae bien a ninguno. Abundan las quejas durante el verano, optando los vecinos filósofos por "refrescarse en el río". Un río que tiene en el viento del Sudeste su mayor peligro. Rompe cables y anclas, hunde embarcaciones. Hasta ahora, la única solución ante su embate es ponerse a rezar.


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