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Cómo ensamblar el Telescopio
La montura del espejo secundario (araña)
Una vez que conseguimos los materiales, procedemos a cortar el tubo a 45°, y
pegarle la base circular en el otro extremo de éste al ras; previamente a ésta
base se le hace un agujero central por donde le roscaremos un tornillo de 30mm.
por 6mm. de espesor y lo fijamos con Poxipol hasta el fondo, debemos hacer que
la cabeza del tornillo quede hacia adentro del tubo y su rosca hacia fuera. De
ésta forma cuando peguemos esta base al tubo quede como si fuese una sola
pieza, bien firme. Ver figura 1.
Con respecto al cubo, habrá que hacer un agujero central de 6mm. pasante, y dos
laterales transversales pasantes y paralelos entre ellos, (en las caras
laterales y opuestas) de 3,5mm. de diámetro cada uno y separados entre ellos
por 13mm. aproximadamente, ver figura 1.
Estos agujeros nos servirán para sujetar los flejes (dos) que formarán las
patas de la araña o celda. Estas serán previamente dobladas con un ángulo de
90°, teniendo en cuenta que el pedazo que se apoya sobre la cara del cubo tiene
un ángulo distinto ( 45°) ver figura 1, a su vez éste sector tiene dos agujeros
pasantes de 3,5mm. de diámetro separados entre ellos 13mm. como el cubo,
debemos hacer lo mismo con el otro fleje, que tendrá las mismas
características.
Una vez hecho esto, unimos ambos flejes separados por el cubo, por medio de dos
tornillos que pasarán a través de ellos y serán roscados en uno de sus
laterales mediante arandela y tuerca, y los fijamos bien.
De esta forma podríamos corregir posibles diferencias de ángulos que puedan
llegar a tener los flejes, para dejarlos bien a 90°, esto lo hacemos
manualmente, empujando una o otra pata, ver figura 1 vista de frente. Terminado
esto, insertamos la cuna propiamente dicha del secundario, mediante su tornillo
externo a través del agujero central del cubo, fijándolo mediante arandela,
tuerca, y tuerca ciega, y hacemos un pequeño ajuste. Luego podremos proceder
con mucho cuidado a montar el espejo; tomándolo cuidadosamente ( con guantes de
látex fino) de los costados, por ser la superficie muy delicada,
introduciéndolo en la cavidad de la cuna hasta el fondo de tal manera que, las
paredes de ésta queden al ras de la superficie, y poniéndole de ésta forma las
pestañas (dos por lo menos en puntos opuestos) para sujetar esta superficie
mediante tornillitos en las paredes laterales.
Esta sujeción del espejo no debe ser en demasía, ya que deformaría la figura
que tiene su superficie, debe entrar holgado pero sin movimiento , no debemos
pegarlo por los mismos problemas. Se puede decir que de esta forma tenemos la
araña terminada, para ser ensamblada en el tubo.
La
montura del espejo primario
Tomamos el disco de 180 mm. de diámetro, y le hacemos tres agujeros, a 120°
cada uno de ellos y separados 10mm. del borde del mismo, y de 6mm. de ancho,
los cuales son pasantes, pero tendrán un buen ajuste al diámetro del tornillo a
pasar, o bien, estarán roscados. Deberán tener también un fresado sobre la cara
que da hacia el espejo para que de esta forma la cabeza de éstos pueda entrar,
hasta el fondo del fresado, siendo bloqueado mediante Poxipol y quedando al ras
de la superficie los tres (ver figura 2, corte de perfil), para que quede
formada una sola pieza.
Al disco de 190mm., le hacemos también tres agujeros, que son coincidentes
exactamente con los tres del disco anterior, pero de diámetro un poco mayor,
8mm., también pasantes, una vez hecho esto, y previo a haber puesto arandelas y
resortes, hacemos coincidir, los tornillos en los agujeros del último disco,
fijándolos nuevamente con arandelas y mariposas, que éstas últimas son las que
nos posibilitarán el centrado.
Con respecto a los resortes, deben ser de mayor diámetro, que el diámetro del
tornillo, unos 3 o 4mm. más, y su resistencia, debe ser tal que se pueda
comprimir con más o menos ½ kilo de fuerza, pudiéndolo hacer con la mano.
Finalizado esto, procedemos a montar el espejo primario, con los mismos
cuidados que efectuamos el montado del secundario, tomándolo siempre de los
costados, y manipulándolo con mucha delicadeza, lo apoyamos sobre el disco
base, donde previamente hemos pegado un disco de goma o corcho de 1mm. de
espesor, para aislarlo de cualquier mal apoyo, y sujetándolo mediante tres
flejes que tienen el extremo superior doblado (3mm. de ala), por medio de 2
tornillos que dependerán de el material de la base (metal o madera), al canto
de la misma.
Con respecto a esta sujeción, debe ser tal que pueda girar sobre su propio eje
(el espejo), pero no tener movimientos laterales, este es el secreto para
obtener un buen montaje, y así ya estamos en condiciones de colocarlo en el
tubo del telescopio.
Medida y corte del tubo del telescopio
Debemos conocer las siguientes medidas para obtener el largo del tubo que
necesitamos; pudiéndolo de ésta forma cortar y agujerear correctamente, sin que
sobre o falte material.
Estos datos son:
• Distancia focal
• Espesor armada, de la celda primaria
• Espesor del espejo primario
• Diámetro externo del tubo e interno
• Alto del porta ocular
• Espesor del anillo del porta ocular
• Solapa o parasol
Daremos un ejemplo con los valores de los materiales estándar que nosotros
usamos en el Laboratorio:
Distancia focal: 1200 mm.
Espesor de la celda armada: 90 mm.
Espesor del espejo primario: 25 mm.
Diámetro externo del tubo 200 mm.
Diámetro interno del tubo 190 mm.
Alto del porta ocular 60 mm.
Espesor anillo del porta ocular 10 mm.
Solapa o parasol 100 mm. (como mínimo)
Teniendo estos datos hacemos lo siguiente:
Por un lado sumamos espesor del anillo, más largo del porta ocular, más la
mitad del diámetro externo del tubo: 10 + 60 + 100 = 170. A la distancia focal
se le resta éste valor, o sea: 1200 - 170 = 1030. Este valor, es el tramo de
tubo mínimo que necesitamos. A esto habrá que sumarle el espesor de la celda
del primario, más el espesor del espejo, más la solapa: 90 + 25 + 100 + 1030 =
1245. Este valor, es el largo del tubo que necesitamos para nuestro telescopio.
Una vez medido el tubo, cortamos a esta distancia, y lo pintamos en su
interior, de color negro mate pizarrón, para evitar que halla reflexiones de
luz parásita, ej.: farolitos, autos, casas iluminadas, etc. Con la ayuda de un
rodillo, con su mango enderezado, que quede recto, y añadiéndole una caña o
palo largo, por lo menos 1 metro, en el agujero del mango del rodillo con
movimientos giratorios ascendentes y descendentes, y el tubo inclinado, le
damos dos manos de esta pintura, previo secado entre mano y mano, debiéndolo
dejar apoyado sobre un soporte, de tal manera que su boca no toque el suelo y
pueda correr aire a través de el, de lo contrario no se secará.
Por la parte externa, se puede pintar, en lo posible de un color claro (blanco,
crema) esto no es por capricho, sino que obedece a una cuestión visual, siempre
podremos ver el telescopio por más cerrada que sea la noche, y de esta forma
evitar moverlo.
Se recomienda pintarlo después de haber hecho los agujeros y cortes que ahora
explicaremos.
Una vez marcada la distancia sobre el tubo, lo cortamos, y emparejamos sus
bordes, mediante una lija media, pegada a una madera plana mayor que la boca
del tubo, pasándolo en forma giratoria y midiendo con una escuadra, hasta que
quede perpendicular a éste, o 90°, esto lo hacemos porque nos ayudará a poner
correctamente la araña. Terminado esto agujereamos éste, a 100mm. de uno de sus
bordes, con un diámetro de 45mm. con una sierra circular o de copa que se usa
para madera (ojo: es aconsejable que lo haga un mayor) y la ayuda de un taladro
eléctrico. Este agujero nos servirá para ver el secundario, sobre él, y centrado,
pondremos el porta ocular, sujetado por dos tornillos (tendremos que hacer
sobre el tubo, dos agujeros que coincidan con los del porta ocular) a su pared.
Recién después de todo esto, podremos colocar la araña con su secundario
montado, y mirando hacia delante, hasta que por el agujero del porta ocular
veamos el espejo reflejando la boca opuesta del tubo y simultáneamente, veremos
éste espejo de forma circular (por estar a 45° y ser de forma elíptica) y
concéntrico a la pared interna del tubo.
Ahora tomamos la distancia por dentro, del borde del tubo hasta la zona media
de los ojales que tienen las patas de la araña, para poder agujerear del lado
externo, la pared del tubo, y haciéndolos coincidir a la misma altura y
distancia con éstos del lado interno; estos agujeros serán cuatro.
Atravesando con un tornillo de cabeza ancha o con arandela, de adentro hacia
fuera, el ojal de la pata y la pared roscamos del lado externo con arandela,
tuerca y tuerca ciega, medianamente fuerte.
Después de esto, ponemos la celda del primario en la boca opuesta, o fondo, del
tubo, de tal forma que quede el último disco (el de cierre) al ras de éste,
sujetándolo con cuatro tornillos a la pared de éste.
Ya podemos mirar por el agujero del porta ocular, y ver que imágenes aparecen,
seguramente estará nuestro ojo, el espejo secundario y el primario, aunque tal
vez no en forma concéntrica, como debería tener (ver: Colimado).
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Foto superior: Vista de la boca del tubo del telescopio con la araña del secundario ya colocada. Se puede apreciar también la boca de entrada de tubo porta-ocular.
Un telescopio debe estar colimado (centrado) para su correcto funcionamiento. En un telescopio newtoniano como el nuestro ello se alcanza cuando se cumplen las siguientes condiciones: 1) El eje óptico del espejo objetivo debe estar dirigido hacia el centro del espejo plano, punto que estará situado en el eje del tubo. 2) El eje del porta ocular debe pasar también por el centro del espejo plano y, "reflejado" en él, debe pasar también por el centro del espejo objetivo, coincidiendo con su eje óptico. Para centrar correctamente el telescopio, debemos mover la celda del primario, por medio de las mariposas que lleva en la parte trasera (base externa de la celda primaria). Para lograr esto, debemos tener primero colocada la araña del secundario con su espejo montado (ver pág. 15). Sin el ocular colocado, miramos por el agujero del porta ocular, veremos el contorno aparentemente circular del espejo plano de forma elíptica, y, reflejado en él veremos el círculo del espejo objetivo, reflejado a su vez en éste último, y dentro de su contorno, se verá también en una segunda reflexión, el círculo de la montura del espejo plano con sus cuatro aletas de unión al tubo. A su vez, dentro del espejo plano y ocupando el centro veremos nuestra propia pupila del ojo, aflojaremos las mariposas o las apretaremos de a una, observando por el agujero hasta lograr que el círculo del espejo objetivo se vea concéntrico con el porta ocular. O de lo contrario, podemos observar por la boca del tubo que, la araña del secundario que se encuentra situada en esa posición (adelante), sea coincidente con la imagen que vemos reflejada en el espejo primario que se encuentra ubicado en el fondo del tubo del telescopio. Iremos regulando las mariposas (aflojando o ajustando), de acuerdo a como vemos la reflexión. O sea: la araña tiene cuatro patas, cuando nos ponemos frente al telescopio y miramos hacia adentro, debemos ver sólo cuatro, si vemos ocho patas, o seis (depende de el desalineado), es que debemos seguir moviendo las mariposas, hasta que solo veamos cuatro patas. Siempre debemos mirar tomando cierta distancia de la boca del telescopio. Lo ideal, es que este trabajo se lleve a cabo entre dos personas, una que gire las mariposas y otra que observe como se va centrando la imagen.
Bibliografía utilizada: www.lafacu.com
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