<TBODY>Hubo algún personaje destacado en el proceso de independencia
de nuestro país? Si lo hubo, quién fue, y qué hizo para merecer tal
reconocimiento?
<SMALL>Chicos, la respuesta a su pregunta es sí,
en la historia de nuestro país hubo próceres que cobraron mayor relevancia
durante el proceso de independencia, como San Martín y Belgrano, por su
importante participación en la lucha contra los realistas, y en el texto que
van a leer ahora voy a explicar diferentes interpretaciones sobre los
acontecimientos de la revolución de nuestro país durante el año 1810.
Para que la investigación sea más completa, decidí agregar a la respuesta un
aspecto comparativo sobre como cuentan la revolución los manuales antiguos y
los manuales modernos.
Se comparó un manual de historia del ano 1936 con un manual de ciencias
sociales que fue impreso éste ano.
En los libros más antiguos la revolución parecía comenzar el día 10 de mayo,
y se contaba como un suceso sin muchos antecedentes políticos, sino que habla
más de que fueron los patriotas los que condujeron al país a revolucionarse,
aunque como ya lo mencione antes, sólo toma un ámbito principal : el
político.
Este libro cuenta bastante detalladamente los sucesos de los días 22, 23, 24
y 25 de mayo de 1810, pero hay aspectos de los personajes principales de
nuestra historia que no aparecen, como por ejemplo que San Martín no sólo
estuvo al frente de las campañas sino que además tenía ideas políticas
aportadas también al proceso de independencia de Argentina.
En los manuales modernos tratados, la independencia de nuestro país se cuenta
como un proceso de muchos años de duración, y también se puntualiza sobre
todos los personajes que aparecen en la historia de nuestra revolución.
En los días en que se acercaba la revolución se discutían diferentes
problemas, como por ejemplo, cuando Napoleón había capturado al rey de
España, Moreno reclamaba a Cisneros, que era el representante del rey en Bs.
As., no tenía poder para tomar decisiones sobre el pueblo.
Los manuales modernos cuentan la independencia como un proceso, tomado en
cuenta diferentes puntas de vista, y relacionando ideas sociales, económicas
y políticas.
Para que les resulte más fácil entender mi respuesta, les voy a hacer un
breve resumen de un prócer que fue uno de los más importantes: se llamaba
José de San Martín, y nació en el año 1778 en Argentina. A los 8 años, el y
su familia se mudaron a España, donde siguió la carrera militar. Luchó por
España durante varias batallas y al producirse en Bs. As. el grito
emancipador de 1810, San Martín llevaba mas de 20 años al servicio de España.
En 1812 llegó a Bs. As. y ofreció sus servicios al gobierno revolucionario.
Cinco años después él y su ejército de los Andes cruzaron la cordillera,
atacaron por el mar desde Chile hasta Perú. Después de algunas batallas, San
Martín consiguió una victoria decisiva. También proclamó la independencia en
el Alto Perú, y falleció en 1848.
En sí, cada uno de los personajes de la época de la independencia tenía
distintas ideas revolucionarias, entre ellos, los más importantes eran
Belgrano, Paso, Saavedra, San Martín y Artigas, entre otros
En años anteriores se estudiaban hechos políticos, y en la actualidad no
estudiamos mucho la vida de los próceres, sino que nos interesamos mas en los
acontecimientos durante el actualmente llamado proceso de independencia.
A continuación adjuntamos información sobre los dos próceres principales del
proceso de independencia: San Martín y Belgrano.
Biografía de San Martín
Breve historia del libertador de Argentina, Chile y Perú.
En la Gaceta de Buenos Aires del día viernes 13 de marzo de 1812, el redactor
-posiblemente Bernardo Monteagudo- escribe estas palabras que, sin saberlo,
llegarían a ser proféticas: "Me hé preguntado muchas veces poseido de
diferentes afectos ¿qual será la suerte de mi patria? ¿Quien será el que
enarbole el pabellon de su LIBERTAD?" (las palabras de los párrafos
textuales están escritas con la ortografía y la acentuación del original).
El mismo ejemplar, en la última hoja, dice: "El 9 del corriente ha
llegado á este puerto la fragata inglesa Jorge Caning procedente de Londres
en 50 días de navegacion." Más adelante continúa: "Á este puerto
han llegado entre otros particulares que conducía la fragata inglesa, el
teniente coronel de caballería D. José San Martín primer ayudante de campo
del general en xefe del exercito de la Isla Marques de Compigny : el Alerez
de navio D. Jose Zapiola : el capitan de milicias D. Francisco Chilaver : el
alferez de carabineros reales D. Carlos Alvear y Balbaltro :el subteniente de
infantería D. antonio Arellano y el primer teniente de guardias valonas Baron
de Olembert. Estos individuos han venido á ofrecer sus servicios al gobierno,
y han sido recibidos con la consideración que merecen por los sentimientos
que protestan en obsequio de los interéses de la patria."
Es en éste momento que San Martín, que había cumplido 34 años durante la
travesía, inicia su obra libertadora de tres países de América del Sur:
Argentina, Chile y Perú.
Orígenes de San Martín
Nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Yapeyú, situado a orillas del
caudaloso río Uruguay, que dependía del Virreinato del Río de la Plata. Su
padre, don Juan de San Marín, había nacido en España y se desempeñaba como
teniente gobernador del departamento. Su madre, doña Gregoria Matorras, era
sobrina de un conquistador del Chaco.
Se trasladó a España junto con sus padres en el año 1786 donde ingresó al
Seminario de Nobles de Madrid. En 1789 comienza su carrera militar en el
regimiento de Murcia. Luchó en la campaña de África combatiendo en Melilla y
Orán. En 1797 es ascendido a subteniente por sus acciones frente a los
franceses en los Pirineos.
En 1797 su regimiento, que había participado en las batallas navales contra
la flota inglesa en el Mediterráneo, se rindió en agosto de 1798.
Durante el período que sigue, lucha en diferentes acciones en el sur de
España, en Gibraltar y Cádiz, con el grado de capitán 2 de infantería
ligera.
En 1808 las tropas de Napoleón invaden la Península y el rey Fernando VII es
hecho prisionero. Estalla la rebelión contra el Emperador y su Hermano José
Bonaparte, que había sido proclamado Rey de España. Se establece una Junta de
Gobierno que actúa primero en Sevilla y luego en Cádiz. San Martín es
ascendido por la Junta al cargo de ayudante 1 del regimiento de Voluntarios
de Campo Mayor. Distinguido por sus acciones contra los franceses, llega
luego a ser capitán del regimiento de Borbón. El ejercito ataca a los
franceses y los vence en la batalla de Baylén, el 19 de julio de 1808; allí
se destaca San Martín. Esta victoria permite al ejército de Andalucía
recuperar Madrid y es la primera derrota importante de las tropas de
Napoleón. San Martín recibe el grado de teniente coronel y es condecorado con
una medalla de oro. Continua luchando contra los franceses en el ejército de
los aliados: España, Portugal e Inglaterra. Combate a las órdenes del general
Beresford en la batalla de Albuera. Conoce a Lord Macduff, noble escocés, que
lo introduce a las logias secretas que complotaban por la independencia de
América del Sur. Por su intermedio obtuvo un pasaporte para viajar a
Inglaterra, donde se encontró en 1811 con compatriotas de América española:
Alvear, Zapiola, Andrés Bello, Tomás Guido, entre otros. Todos formaban parte
de una logia que había fundado el "Precursor", Miranda, quien,
junto con Bolivar, ya luchaba en América por la independencia de Venezuela.
En enero de 1812, San Martín se embarca hacia Buenos Aires en la fragata
inglesa George Canning.
Situación en América del Sur
En la ciudad de Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810 se había constituido la
llamada Junta Grande, en forma similar a las juntas de España, que se oponían
a la ocupación francesa de la Península, y gobernaban en nombre del rey
Fernando VII mientras se encontrara prisionero. Se habían mandado emisarios a
los cabildos de las distintas ciudades del Virreinato del Río de la Plata
para que constituyan juntas de gobierno y reconozcan a la de Buenos Aires.
Las poblaciones se dividen en las que adoptan juntas independientes de España
y las que pretenden conservar el poder de los virreyes. La Junta de Buenos
Aires nombra un cuerpo ejecutivo que se llamó el Primer Triunvirato. Sus
miembros eran: Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea. La
ciudad de Montevideo no reconoce a la junta de Buenos Aires y emprende
hostilidades contra la Capital. En Chile el cabildo se pronuncia contra la
autoridad del Virrey. Desde el Alto Perú -hoy Bolivia- los realistas ocupan
la provincia de Salta y avanzan sobre Tucumán, defendida por el Ejército del
Norte comandado por Manuel Belgrano. El Paraguay se había independizado,
adoptando una postura neutral a cargo de José Gaspar Rodríguez de Francia.
Vemos que el panorama del río de la Plata no era muy halagüeño a principios
de 1812 cuando llega San Martín.
Primeros Actos
A los pocos días de su arribo, le fue reconocido el grado de teniente coronel
y el Triunvirato le encomendó la creación de un escuadrón, que luego fue el
célebre regimiento de Granaderos a Caballo. Durante el año 1812 se ocupó de
instruir a la tropa en las modernas técnicas de combate que conocía por su
extensa actuación europea contra los ejércitos de Napoleón.
Además, se ocupó de organizar una sociedad secreta que se denominó la Logia
de Lautaro -este era el nombre de un caudillo araucano que defendió la
libertad de su pueblo a los comienzos de la conquista española-. La sociedad
estaba formada como las logias masónicas de Cádiz y de Londres, similar a la
que en Venezuela tenía como miembros a Miranda, Bolívar y Andrés Bello. Su
objetivo era: "trabajar con sistema y plan en la independencia de la
América y su felicidad". Sus miembros principales, además de San Martín
eran: Alvear, Zapiola, Bernardo Monteagudo, Juan Martín de Pueyrredón.
En agosto de 1812 se casa con María de los Remedios de Escalada, mujer joven
y bella, que pertenecía a una de las distinguidas familias del país.
En octubre de 1812, cuando llega la noticia de la victoria del ejército de
Belgrano en Tucumán, se produce en Buenos Aires un movimiento preparado por
la Logia con el objeto de imponer a sus candidatos en el Triunvirato. Con la
presión de los cuerpos armados y del pueblo, se nombra el Segundo Triunvirato
constituido por: Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez
Jonte. Se exige además llamar a una Asamblea suprema con delegados de todas las
provincias con el fin de dictar una constitución.
Los primeros actos del Triunvirato consisten en reforzar el ejército y mandar
una expedición para que ponga sitio a Montevideo, ocupada por los realistas.
En enero de 1813 se consolidan las posiciones militares: el general José
Rondeau estrecha el sitio de Montevideo mientras en Buenos Aires, el domingo
31 de enero se reúne la Asamblea General Constituyente, conocida en la
historia con el nombre de Asamblea del año 13, aunque se reunió durante
varios años más. Casi todos los miembros de la Asamblea eran de la Logia de
Lautaro. Se aprueban importantes reformas legales: El nombre del rey de
España desaparece de los documentos públicos; la Asamblea se declara
soberana; se eliminan los escudos de armas y los títulos de nobleza; Se
aprueban los colores de la bandera de Belgrano, el escudo nacional, el himno;
se elimina la Inquisición y se queman los instrumentos de tortura; se
defiende la libertad de imprenta; se pone límite a la esclavitud decretando
la "libertad de vientres".
Combate de San Lorenzo
Los realistas de Montevideo dominaban los ríos interiores con su flota,
asolaban las poblaciones costeras y hacían frecuentes desembarcos para
obtener ganados y otros alimentos. En enero llegó a Buenos Aires la noticia
de que se preparaba una escuadra realista mandada por el corsario Rafael Ruiz
y las tropas de desembarco por el capitán Juan Antonio Zabala.
El 28 de enero, el Triunvirato ordena al coronel San Martín que protegiese
las costas del Paraná del desembarco realista. Los granaderos siguieron el
avance de la flota enemiga que constaba de 11 naves y unos trescientos
soldados. Las naves pasaron el pueblo de Rosario y fondearon frente al
Monasterio de San Carlos, en San Lorenzo, aguas arriba. Los españoles bajaron
a tierra, subieron las altas barrancas y se encontraron con los pacíficos
frailes. Luego llegaron algunos paisanos al mando de Caledonio Escalada,
comandante militar del Rosario, y, cuando los realistas volvían a embarcarse,
intercambiaron algunos disparos de cañón. El dos de febrero por la noche
llegan los granaderos de San Martín al convento y se ocultan en el patio, en
silencio, sin encender fuegos. Desde la torre del convento, el Coronel
vigilaba las señales de luces de las naves enemigas. Cuando despuntaba el sol
del día 3 de febrero, las lanchas de la expedición realista tocaban tierra y
subían el barranco en dos columnas dispuestos al combate. San Martín dividió
a los granaderos también en dos columnas que, cuando sonó el clarín, cargaron
desde cada lado del convento.
En la primera carga, el caballo de San Martín fue derribado trabando una
pierna del Coronel. El granadero Baigorria traspasa con una lanza a un
soldado español que intentaba herir a San Martín. El soldado Juan Bautista
Cabral echó pie a tierra y levantó el caballo permitiendo a su jefe
incorporarse, entonces fue herido de muerte. A las pocas horas del combate,
ya conociendo el resultado, pronunció las famosas palabras:
"Muero contento! Hemos batido al enemigo!" La victoria había sido
obtenida en pocos minutos. Los realistas escaparon por la barranca
abandonando sus armas, cañones y estandartes. La flota enemiga retornó
derrotada a Montevideo y nunca más volvió a incursionar por el Paraná. San
Martín escribió el parte del combate bajo la sombra de un añoso pino y
regresó en triunfo a Buenos Aires.
Poco tiempo después se conocía el triunfo del General Belgrano frente a los
realistas en la batalla de Salta, donde se rindió el ejército al mando de Pio
Tristán. El año trece comenzaba favorable a los patriotas.
El Ejército del Norte.
Manuel Belgrano, luego de la batalla de Salta, se internó en las tierras del
Alto Perú en persecución de los realistas pero debió retroceder hasta sus
posiciones anteriores, en el valle de Lerma, luego de las derrotas de
Vilcapugio ( 1 de octubre) y Ayohuma ( 14 de noviembre). Entonces el
Triunvirato envía al norte a San Martín con un pequeño ejército de infantería
y el cuerpo de Granaderos a Caballo. El ejército derrotado se reúne con las
tropas de refuerzo en la posta de Yatasto, en el camino entre Salta y
Tucumán, donde ambos patriotas se conocen y sellan una amistad que duraría
toda sus vidas. Mientras tanto el 31 de enero de 1814, en Buenos Aires, la
Asamblea nombra Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata
a Don Gervasio Antonio Posadas por un período de dos años, sustituyendo el
Triunvirato anterior. También en enero, San Martín toma el mando de un
ejército derrotado, quedando Belgrano como su subordinado. El ejército
realista, a cuyo frente estaba el general Pezuela, amenazaba las provincias
de Salta y Jujuy. El ejercito patriota se concentra en la ciudad de Tucumán y
el General comienza a instruirlo formando una nueva escuela militar y hace
incorporar nuevos reclutas.
La frontera norte queda defendida por partidas de gauchos montados, al mando
del valeroso teniente coronel Martín Güemes, natural de Salta y gran
conocedor del terreno, que detienen, causan estragos en el avance realista,
levantando a la población en contra del enemigo.
Mientras tanto en el Río de la Plata, la flota al mando del comandante
Guillermo Brown vencía a la armada realista frente a Montevideo y lograba
establecer el cerco marítimo que obligaría luego a rendir la plaza al
ejército comandado por el general Alvear (junio de 1814). Al conocer esta
derrota, los realistas, que intentaban conquistar las Provincias Unidas por
la frontera norte, iniciaron la retirada concentrando sus fuerzas en el Alto
Perú.
Plan Continental
Al poco tiempo de encontrarse San Martín en Tucumán, se dio cuenta que era
imposible llegar a Lima, que en ese momento era el centro del poder realista,
por el camino del Alto Perú. Cada ves que un ejército realista descendía del
altiplano hacia los valles de Salta, era derrotado y , cada vez que un
ejercito patriota ingresaba en el Alto Perú, era también aniquilado. Fue
entonces que el General concibió la idea, que luego realizaría con éxito, de
cruzar la cordillera y atacar la ciudad de Lima por el mar. Para mantener
segura la frontera del norte bastaban las tropas salteñas al mando del
general Güemes. El plan de conquistar el Perú por el Pacífico era lo que él
llamaba "su secreto", que era compartido por unos pocos amigos de
la Logia Lautaro.
En el mes de abril de ese año, una enfermedad le obliga a pedir licencia y
pasa a restablecerse a una estancia cerca de la ciudad de Córdoba dejando al
general Cruz al mando de las tropas del Ejército del Norte.
En agosto de ese año, por solicitud del general, el director Posadas lo
nombra Gobernador Intendente de Cuyo, pues su estado de salud era delicado.
En realidad San Martín se situaba en una posición muy conveniente para
iniciar los planes que luego liberarían medio continente. Tardaría siete años
para entrar en Lima.
Cuando el futuro Libertador se instalaba en Cuyo, del otro lado de la
Cordillera de los Andes, la revolución del que se llamaba en aquel entonces
"Reino de Chile", estaba en peligro: había sido invadido por las
fuerzas realistas del Virreinato del Perú y luego de varias batallas, las fuerzas
patriotas al mando de OHiggins y José Miguel Carreras son derrotadas en la
batalla de Rancagua (1 de octubre de 1814), donde los ejércitos chilenos son
aniquilados dejando abierto el camino a la capital, Santiago. El general
Carrera con el resto del ejército cruzó la cordillera refugiándose en el
territorio de Cuyo, gobernado por San Martín.
A Buenos Aires llegaban las noticias de que Napoleón había sido vencido y
confinado a la isla de Elba. El rey Frenado VII había entrado en Madrid luego
de seis años de cautiverio. El primer acto de gobierno fue abolir la
constitución de Cádiz y condenar a muerte a todo aquel que se opusiera a su
soberanía. Al poco tiempo restableció el Tribunal de la Inquisición.
Es en este momento que la Revolución Sud Americana parece derrotada en todos
sus frentes. Perdido Chile y el Alto Perú, con los realistas fuertemente
establecidos en Lima; la revolución venezolana era vencida y sus líderes,
Bolívar y Mariño, se refugian en Cartagena; los liberales españoles
perseguidos. Sólo en el Río de la Plata ondean los estandartes de la Libertad
y la Independencia.
Gobernador de Cuyo
En Buenos Aires, a comienzos de 1815 se produce la renuncia del Director
Supremo, Posadas, y es nombrado en su remplazo el general Carlos María de Alvear,
que estaba enfrentado con San Martín, quien para evitar una destitución,
solicita su reemplazo. Alvear nombra entonces Gobernador de Cuyo al coronel
Gregorio Perdriel. Esto pone a la ciudad de Mendoza en conmoción y, reunido
el cabildo el 16 de febrero, solicitan al Director Supremo que conservase en
el gobierno al general San Martín, alegando que había un peligro cierto de
una invasión realista a través de la cordillera. El Director entonces accede
a la petición del Cabildo de Cuyo y confirma a San Martín en el cargo. Al
poco tiempo, en Buenos Aires, el Cabildo pide la renuncia de Alvear y es
nombrado como Director Supremo el general Rondeau, con la condición de
disolver la Asamblea (que había sido nombrada por los cabildos provinciales)
y llamar a un nuevo congreso elegido por el sufragio universal (18 de abril).
Terminaba así la importancia de los cabildos, que era una herencia de la
tradición colonial.
Los ciudadanos de Mendoza se constituyen en cabildo abierto. Deciden que no
obedecerán a ningún gobierno que no sea elegido por la voluntad de los
pueblos y que declara nulo el nombramiento del Gobernador Intendente hecho
por el Director Supremo. Se aclama a continuación a San Martín como
Gobernador de cuyo por la voluntad popular. Los cabildos de San Juan y San
Luis confirmaron estas declaraciones.
Entonces San Martín emprende la creación del Ejército de los Andes, en el que
el pueblo de Cuyo contribuyó con todo lo que podía. Se establecieron nuevos
impuestos, se rematan las tierras públicas, se crea una contribución
extraordinaria de guerra, se recibieron donaciones en joyas y en dinero, se
gravó con un peso cada barril de vino. Además se usaban los transportes de
carretas en forma gratuita para los materiales que necesitaba el ejército y a
las personas, sin retribución para trabajos públicos, los artesanos servían
en los talleres militares sin sueldo, y las mujeres contribuían con sus
labores cosiendo gratuitamente los uniformes de los soldados.
Se conoció en esos momentos que España preparaba una expedición de diez mil
hombres, al mando del general Murillo, que se dirigía hacia el Río de la
Plata a sojuzgar a los rebeldes y someterlos al dominio del rey. El entonces
coronel San Martín reunió al pueblo de Cuyo en cabildo abierto y el 6 de
junio de 1815 distribuyó un bando que conviene transcribir en parte porque
demuestra el temple del Libertador: "Es llegada la hora de los
verdaderos patriotas. Se acerca al Río de la Plata una expedición de diez mil
españoles. Ya no se trata de encarecer y exaltar las virtudes republicanas,
ni es tiempo de exhortar a la conservación de la fortunas o de las
comodidades familiares. El primer interés del día es el de la vida: este es
el único bien de los mortales. Sin ella, también perece con nosotros la
patria. Basta de ser egoístas para empeñar el último esfuerzo en este momento
único que para siempre fijará nuestra suerte. A la idea del bien común y a
nuestra existencia, todo debe sacrificarse. Desde este instante el lujo y las
comodidades deben avergonzarnos... Desde hoy quedan nuestros sueldos reducidos
a la mitad. El empleado que no quiera donar lo que deja de percibir recibirá
un boleto par su abono en mejores circunstancias. Yo graduaré el patriotismo
de los habitantes de esta provincia por la generosidad... Cada uno es centinela
de su vida."
Las damas de Mendoza, encabezadas por María de los Remedios de Escalada de
San Martín, su esposa, fueron recibidas por el cabildo en audiencia y, en
presencia del pueblo, se despojaron de sus alhajas y donaron sus joyas a la
patria.
Llegamos así al final del año 1815 con las desalentadoras noticias de la
derrota del Ejército del Norte, dirigido por Rondeau, en la batalla de
Sipe-Sipe el 29 de noviembre de dicho año y deben regresar a Salta. Las
fuerzas del virrey del Perú, comandadas por el general Osorio, dominan Chile.
El ejército de Murillo, que debía llegar a Buenos Aires había desembarcado en
Venezuela y batía a las tropas de Bolívar. Fue entonces cuando San Martín, al
mando del pequeño ejército de Cuyo era la única esperanza de las Provincias
Unidas. Es en estas circunstancias que reúne a sus oficiales y expone su plan
del paso de los Andes y la reconquista de Chile.
El año 1816.
A fines del año anterior había sido restituido Fernando VII, al que en la
Península llamaban "El Deseado". Sus primeras disposiciones en el
trono defraudaron a los americanos. Cono ya dijimos, derogó la Constitución
de Cádiz, que habían establecido las Cortes y se habían declarado Soberanas
y, lo que es peor, declaró "reo de lesa Majestad" a los independientes,
imponiéndoles la pena de muerte. Esto tarjo como consecuencia que los
generales realistas cometieran enormes crueldades contra las poblaciones
rebeldes, especialmente en Venezuela y en el Alto Perú.
A principio de año comienzan a llegar a la ciudad de Tucumán los delegados de
las distintas provincias -electos por sufragio universal- y el 24 de marzo se
constituye allí el Soberano Congreso Nacional de las Provincias Unidas del
Río de la Plata. La Gobernación de Cuyo tenía cuatro delegados, amigos de San
Martín y miembros de la Logia Lautaro. Por la provincia de San Juan: fray
Justo de Santa María de Oro y don Agustín Maza; por Mendoza: Tomás Godoy Cruz
y Francisco Narciso Lapida; por San Luis, Juan Martín de Pueyrredón, que
estaba distanciado de San Martín por su actuación en el episodio de la
disolución del primer Triunvirato en 1812.
San Martín insiste ante los delegados de su gobernación en la pronta reunión
del congreso. En el mes de mayo el Congreso trata de la elección del nuevo
Director Supremo. El primer candidato considerado es Belgrano, luego se
piensa en San Martín, pero los delegados de Cuyo se oponen, finalmente es
designado el día 3 de ese mes Juan Martín de Pueyrredón como Director
Supremo, con el consentimiento de los delegados de San Martín. Godoy Cruz
había limado las asperezas entre los dos patriotas.
Mientras tanto, San Martín, como Gobernador de Cuyo, insistía ante el
Director Supremo la conveniencia de acometer la empresa del paso de los
Andes. Ya había comenzado con sus actividades de espionaje y tenía
confidentes en Santiago dentro de las esferas realistas que le comunicaban
las actividades del gobernador Osorio, y luego las de su reemplazante Marcó
del Pont. Así mismo sus espías fomentaban la insurrección en los patriotas de
Chile preparando el terreno para la futura invasión. Había sido San Martín
propuesto para comandar el ejército del Perú en reemplazo del general
Rondeau, pero él no confiaba en el éxito de esta empresa y recomienda al
Director que nombre a Manuel Belgrano en su lugar.
Durante este año se llevan a cabo varias batallas navales realizadas por
corsarios con el pabellón del Río de la Plata, que capturan presas entre los
barcos que realizan la travesía entre América y España, interceptando
valiosos cargamentos, entorpeciendo el tráfico de esclavos, lo que le vale a
estas provincias el reconocimiento de la opinión liberal de Europa. A su vez
se intercepta correspondencia confidencial que permite conocer el verdadero
estado de las tropas realistas en el Caribe y en Venezuela y por este medio
se conoce en Buenos Aires los progresos de Bolívar y de las tropas
independientes de México. En este contexto se prepara la expedición del
Comandante Guillermo Brown, secundado por Hipólito Buchardo, que partiendo
desde el Río de la Plata, dobla el cabo de Hornos y ataca las fortalezas
Españolas de Chile y luego los puertos fortificados del Callao y Guayaquil.
Esto permite a los patriotas conocer las defensas de estos puertos que luego
serían de utilidad para la campaña al Perú y formarían el comienzo de la
flota libertadora.
Luego de la derrota de Sipe-Sipe en el Alto Perú, San Martín cree que ya ha
llegado el momento de promover su idea de la conquista de Lima por el
Pacífico. Envía entonces a su delegado, Manuel Ignacio Molina, a Buenos Aires
para convencer al Director de la conveniencia de la expedición a Chile. El
Ministro de Guerra era Tomás Guido, amigo de San Martín y miembro de la
Logia, que ya estaba al tanto de la idea del Libertador, pero el gobierno no
estaba convencido aún. La misión de Molina, si bien no pudo convencer al
gobierno de autorizar la expedición, al menos consiguió una ayuda de 5.000.-
pesos mensuales para el ejército.
Sirviéndose de la astucia, San Martín hace correr la noticia que su ejército
se preparaba para marchar hacia el Alto Perú. Hizo los preparativos del
traslado para intentar que los realistas cruzaran la cordillera pensando que
Mendoza quedaba desguarnecida, y así vencerlos en una batalla de este lado de
la cordillera. Pero Marcó del Pont no cayó en la celada y nada hizo.
San Martín envía entonces a Buenos Aires a su ayudante de campo, José Antonio
Álvarez Condarco, ingeniero militar, con un detalle de la campaña que
planeaba. Condarco se entrevista con Antonio González Balcarce, que actuaba
en forma interina hasta la llegada del nuevo Director Supremo. Pueyrredón era
partidario ya del plan de la invasión a Chile, entonces dio instrucciones de
apoyar a San Martín con los pertrechos de campaña (mes de junio). A partir de
entonces la Capital comenzó a enviar suministros que hicieron posible la
expedición.
San Martín insiste además ante sus delegados al Congreso en la necesidad de
declarar la independencia. Le escribía a Godoy Cruz: "¿Hasta cuándo
esperamos para declarar nuestra independencia? ¿No es una cosa bien ridícula
acuñar moneda, tener pabellón y cocarda nacional, y por último, hacerle la
guerra al soberano de quien se dice dependemos... ...Los enemigos (y con mucha
razón) nos tratan de insurgentes, puesto que nos reconocemos vasallos." "Si
esto no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo
la soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero
soberano, es decir, al rey de España." El 9 de julio el Congreso declara
la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata de la
dominación de los reyes de España y su metrópoli. Ya no había posibilidad de
reconciliación con Fernando VII.
Pensando en los pasos para cruzar la cordillera, San Martín aprovecha el
hecho de la declaración de la independencia para notificar de ella a Marcó.
Envía a Álvarez Condarco por el paso de Los Patos (el más largo) para
entregar el acta a los jefes realistas. Antes de partir le dijo: "como
es seguro que así entregue usted el pliego que lleva lo despedirán con cajas
destempladas por el camino más corto, que es el de Uspallata (si no lo
ahorcan) dará usted la vuelta redonda y podrá a su regreso formarme un
croquis sobre el papel."
El 15 de julio se reúnen en Córdoba el Director Pueyrredón con San Martín
donde combinan los aspectos de la expedición. A partir de allí sellan su
amistad que durará toda sus vidas. Queda así decidida la expedición a Chile.
El cruce de los Andes
Una vez obtenido el apoyo político a su proyecto, San Martín se dispone a
realizar los preparativos de la empresa. La maestranza estaba a cargo de fray
Luis Beltrán, natural de Mendoza, quien dejó los hábitos y, comandando
trescientos trabajadores, fundió cañones, balas, granadas y preparó todos los
implementos necesarios para la difícil marcha. La armería estaba a cargo del
mayor De la Plaza y la fábrica de pólvora la dirigía el mayor ingeniero José
Antonio Álvarez Condarco. Para los uniformes, Beltrán construyó una tejeduría
y una tintorería para proveer los paños que las damas de Mendoza luego
cosían.
El Director Supremo, ya instalado en Buenos Aires, el día 1 de agosto
promueve al entonces coronel mayor San Martín al grado de general en jefe del
Ejército de los Andes, acuñando el nombre con que se conocería al ejército
libertador de la mitad de América del Sur. Luego aumentó la asignación para
dicho ejército a 8.000.- pesos mensuales.
En septiembre de ese año, traslada su ejército, que se componía de 4.000
hombres, al campamento del Plumerillo, al norte de la ciudad de Mendoza,
donde Los soldados y los jefes se entrenan para el combate. Desde allí se
completaron los últimos pertrechos necesarios.
El día 5 de enero de 1817, el ejército se dirige formado de gran parada hasta
Mendoza donde, en presencia de las autoridades y del pueblo, juran la bandera
celeste y blanca del ejército y como patrona, a la virgen del Carmen.
San Martín ocultaba el punto por donde cruzarían la cordillera y hacía llegar
a Marcó del Pont rumores de distintos posibles pasos, insinuaba que cruzaría
por el sur y luego hacía correr rumores de que atacaría por el norte con el
objetivo de dividir sus fuerzas y lograr una sorpresa.
Todo estaba listo en el Plumerillo para cruzar el ejército de 4000 hombres,
con sus caballos cañones municiones y víveres para un mes. Dos divisiones, al
mando del general Miguel Estanislao Soler y OHiggins cruzarían por el Paso
de los Patos. Otra, al mando de Las Heras, debía marchar por el camino de
Uspallata con la artillería. Una división ligera al mando de Juan Manuel
Cabot cruzaría desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada y apoderarse de
Coquimbo. Otro destacamento ligero debía cruzar desde La Rioja y ocupar
Copaipó cruzando la cordillera por el paso de Vinchina. Por el sur, el
capitán Freyre penetraría por el Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas.
Durante la segunda mitad de enero partieron las distintas divisiones llevando
instrucciones secretas. Las órdenes eran que todos aparecieran
simultáneamente sobre el territorio chileno entre el seis y el ocho de
febrero.
Quiero transcribir aquí el parte enviado por el Libertador al Director
Pueyrredón, ya desde el lado chileno de la cordillera: "El tránsito de
la Sierra ha sido un triunfo. Dígnese V. E. figurarse la mole de un ejército
moviéndose con el embarazoso vagage de subsistencias para quasi un mes,
armamento, municiones, y demas adherentes por un camino de cien leguas,
cruzado de eminencias escarpadas, desfiladeros, travesías, profundas
angosturas, cortado por cuatro cordilleras; en fin donde lo fragoso del piso
se disputa con la rigidez del temperamento. Tal es el camino de los Patos que
hemos traído..."
En efecto, a las dos de la tarde del 8 de febrero, las dos columnas
principales ocupaban los pueblos de San Antonio de Putaendo y Santa Rosa de
los Andes despejando el camino hacia el Pacífico.
MANUEL BELGRANO
Belgrano, Manuel (1770-1820), político y militar argentino, destacado
independentista. Nació en Buenos Aires y estudió derecho en España. En 1794,
Belgrano se convirtió en secretario del Consulado de Buenos Aires, cargo
desde el que fomentó firmemente la generalización de la enseñanza y las
reformas económicas. En 1810 se unió a los patriotas que pretendían la
emancipación del dominio español en Argentina, y se convirtió en miembro de
la junta de gobierno revolucionaria. Tras ser nombrado general, dirigió a las
tropas independentistas frente a los realistas, obteniendo importantes
victorias en las batallas de Tucumán (1812) y Salta (1813) frente a Juan Pío
de Tristán y Moscoso. A finales de 1813, Belgrano fue derrotado por los
españoles en el Alto Perú (ahora Bolivia), y en 1814 cedió el mando al
general José de San Martín. A partir de entonces, Belgrano se dedicó a la
diplomacia y a la mediación en las disputas políticas surgidas tras
proclamarse la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata en
el Congreso de Tucumán (1816).</SMALL>
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