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La Redención: Televisión por la Identidad

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Lo que se trata de comprobar con este trabajo es que si este programa les otorgo una redención, a toda esta gente, amparada por las Abuelas de la Plaza de Mayo. Por la movida que hacen el gobierno y ellas a la par, tratando de mostrar que el golpe del 76´ y su posterior proceso fue una desgracia y la peor época para nuestro país, digamos que los militares no fueron gente buena pero tampoco esta gente a la que se muestra en estos programas fue tan víctima como se la quiere mostrar. En este programa se quiere mostrar a esta gente como victimarios y hay que ver si la gente esta preparada para aceptarlo en forma definitiva.

Agregado: 22 de JUNIO de 2009 (Por Silvina Pacin) | Palabras: 28744 | Votar |
4 votos | Promedio: 8
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Categoría: Apuntes y Monografías > Comunicación >
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    Autor: Silvina Pacin (silpac_4@hotmail.com)

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    Universidad de Morón

    Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

    Medios de Comunicación II (665)

    Trabajo de Investigación

    Profesor: Luis Buero

    Alumna: Silvina Pacin (3801-0089)

    2009

    1) Título del trabajo: La Redención

    2) Tema elegido: "Televisión por la Identidad"

    3) Nombre del Autor: Silvina Sonia Pacin

    4) Objetivo

    Lo que se trata de comprobar con este trabajo es que si este programa les otorgo una redención, a toda esta gente, amparada por las Abuelas de la Plaza de Mayo. Por la movida que hacen el gobierno y ellas a la par, tratando de mostrar que el golpe del 76 y su posterior proceso fue una desgracia y la peor época para nuestro país, digamos que los militares no fueron gente buena pero tampoco esta gente a la que se muestra en estos programas fue tan víctima como se la quiere mostrar. En este programa se quiere mostrar a esta gente como victimarios y hay que ver si la gente esta preparada para aceptarlo en forma definitiva.

    Ejemplo:

    ü      Ante proyecto para la Nueva Ley de Radiodifusión

    ü      ESMA

    ü      Juicio a Videla

    ü      Humillación de Kichner en Campo de Mayo.

    5) Justificación

    Creo que este trabajo será útil para la sociedad y para el mundo estudiantil porque creo que es necesario en todo orden de la vida escuchar las dos campanas de una historia, sobretodo cuando incluso el gobierno se encuentra de por medio y todos los días recalca el tema para hacernos recordar de las cosas que no está bien hacer, me parece en exceso esa actitud y si después hay otro en el poder y determina que las cosas son distintas utilizando un discurso nuevo. Por eso creo que es conveniente estar preparado y saber ambas campanas.

    6) Lo Personal:

    Elegí este tema porque en primer me gusta la historia, hace años que conozco sobre este proceso, y que se como sucedieron los acontecimientos. He escuchado varios discurso de gente a lo largo de estos años ninguno de todos tiene la razón y me encantaría escribir este trabajo mostrando las dos caras de la moneda, para que un unitario de tres capítulos no le cambie la mentalidad a la gente de la noche a la mañana.

    7) Entrevistados Posibles:

    Gabriel Santagata: Político, Se dedica a la comunicación política y es Radical.

    Florencia Deich: Política, Magistratura en el MERCOSUR, trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Su visión política es Socialista.

    Ernesto Conti: Asesor Político del vice- Presidente de la Nación

    Bernarda Llorente: Productora

    Susana Alonso: Abogada, se intereso por los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.

    Liliana Nadal: Psicóloga.

    8) Bibliografía:

    Perón: Joseph Page

    Argentina 1976: Lida Clara

    Crespo Horacio

    La Dictadura (1976-1983): Caraballo Liliana

    Charlier Noemí

    Tiempo del Proceso: Hugo Quiroga

    ESMA fenomenológica de la desaparición: MARTYNIUK, CLAUDIO

    9) Objeto de Estudio, describirlo, presentarlo:

    9.1) Título original: Televisión por la identidad

    Títulos en otras lenguas

    Género: Drama histórico

    Fecha emisión: 22 de octubre de 2007
    5 de noviembre de 2007

    Duración: 3 horas, 40 minutos

    Producida por {{{Empresa}}}

    País: Argentina

    Idioma original: Español

    Productor: Telefe Contenidos (Claudio Villarruel y Bernarda Llorente)

    Director: Miguel Colom

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    Guionista {{{Guionista}}}

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    Presentador o conductor {{{Presentador}}}

    Presentadores {{{Presentadores}}}

    Se emite en : Telefe (Argentina), lunes 22:00

    Imagenio (España), Preestrenos de Pago


    9.2) Televisión por la identidad

    Es una serie de televisión integrada por tres unitarios dirigidos por Miguel Colom, producida y transmitida por Telefe de Argentina en 2007 y publicada como DVD en 2008 por Página/12. El ciclo está integrado por tres capítulos dedicados cada uno a un niño desaparecido por apropiación de las fuerzas de seguridad durante la última dictadura militar (1976-1983) y recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo. Durante la misma desaparecieron alrededor de quinientos niños, la gran mayoría de los cuales se tiene la certeza de que están vivos, habiéndose recuperado 87, a octubre de 2007.El programa fue parte de un proyecto de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, con el fin de crear en la sociedad conciencia sobre la situación de los niños que aún permanecen desaparecidos y privados de su identidad. Fue declarado de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, recibió el Premio Clarín Espectáculos como mejor ficción unitaria y cuatro Premios Martín Fierro, entre ellos el de mejor unitario o miniserie del año. En 2008 recibió el Premio Emmy Internacional a la mejor película de televisión o miniserie.

    9.3) Antecedentes

    Televisión por la identidad es un proyecto de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, con el fin de crear en la sociedad conciencia sobre la situación de los niños que aún permanecen desaparecidos y privados de su identidad. Forma parte de un proyecto más amplio de movilización del arte para llegar masivamente a la población y a los propios nietos desaparecidos, que desde fines de la década del 90 comenzaron a volverse adultos y que en la gran mayoría de los casos desconocen su verdadera identidad, aunque probablemente puedan tener sospechas al respecto. El dato de la edad de los nietos desaparecidos es determinante, porque al crecer y volverse adultos, su recuperación ya no depende tanto de los apropiadores que les ocultaron su identidad, como de sus propias decisiones, dudas y miedos interiores. Teniendo en cuenta esta realidad, las Abuelas de Plaza de Mayo comenzaron a buscar modos más masivos y profundos de llegar a la población y, de manera directa, a sus nietos aún desaparecidos. En ese camino recurrieron a los artistas para impulsar iniciativas por disciplina, con los nombres de "teatro x la identidad", "cine por la identidad", "rock por la identidad", "pintura colectiva", "gráfica para las Abuelas", etc. Televisión por la Identidad tuvo como antecedente e impulso, la masividad alcanzada por la telenovela Montecristo producida y transmitida por Telefe durante 2006 y realizada por el mismo equipo que hizo Televisión por la identidad. La telenovela incluía centralmente en su trama la situación de los niños secuestrados-apropiados y la organización de un sistema de partos clandestinos y adopciones encubiertas, organizados por el último gobierno militar. La gran difusión popular de la telenovela llevó a una amplia difusión de la problemática de los bebés robados durante la dictadura y la tarea de las Abuelas de Plaza de Mayo. El proyecto forma parte de un programa cultural más amplio que incluye también las áreas artísticas denominadas "Teatro por la Identidad" y "Música por la Identidad", que se llevan adelante con éxito desde 2004.Telefe aceptó el proyecto y lo produjo a través de su área Telefé Contenidos, dirigida por Claudio Villarruel y Bernarda Llorente. Televisión por la identidad forma parte de un proyecto más amplio de movilización del arte para llegar masivamente a la población y a los propios nietos desaparecidos, que desde fines de la década del 90 comenzaron a volverse adultos, y que en la gran mayoría de los casos desconocen su verdadera identidad, aunque probablemente puedan tener sospechas al respecto. Televisión por la Identidad ha reactualizado, desde una perspectiva optimista, el debate sobre la televisión y su función cultural y social, sobre todo en referencia a la proliferación de lo que ha dado en llamarse televisión basura. Al respecto Bernarda Llorente, codirectora artística del ciclo, sostuvo que:

    Uno puede encontrar o generar fisuras en la industria para canalizar sus compromisos en la pantalla. Nosotros creemos que la TV no es sólo rating. Nosotros podríamos hacer una televisión con menos apuestas, subestimando a la audiencia y haciendo sólo la TV de lo posible o de la fórmula segura. Telefe siempre apostó a abrirle el juego a la TV de lo imposible, según la lógica que impera en la industria, a partir de un compromiso básicamente personal que tenemos con la realidad. Poder unir el trabajo con las partes más profundas de tu conciencia es un privilegio. Un privilegio que uno tiene que pelear, ganar y arriesgar; no es gratuito. Es una elección en la que está embarcado todo el equipo. Para este proyecto se rompieron las reglas burocráticas del trabajo para atarse a las reglas del corazón, la conciencia y el compromiso. Hay un montón de gente que no sólo apuesta a hacer una televisión distinta, sino que también imagina una realidad diferente.

    El actor Gustavo Garzón, quien actúa en el primer capítulo reflexionó del siguiente modo acerca de la significación de la serie:

    Cuando el canal me convocó, dije que sí sin siquiera leer el guión. Hay cosas en las que no importa si el personaje es grande o chico, si el libro es bueno o no. Es participar de un hecho histórico como es que el genocidio argentino tenga difusión masiva.

    9.4) Autores y realizadores:

    ü      Dirección integral: Miguel Colom

    ü      Autor: Marcelo Camaño, con la colaboración de Martín Méndez.

    ü      Producción ejecutiva: Guillermo Salmerón

    ü      Producción general: Claudio Meilán

    ü      Fotografía: Pedro Suárez

    ü      Dirección de castings: Claudia Zaefferer

    ü      Musicalización: Maxi Riguelme

    ü      Edición: Andrés Palacios

    ü      Post-producción: Hernán Luna

    ü      Sonido: Carlos Serrano y Marcos Miranda

    ü      Dirección de arte: Belén García Posadas, Manuel Paz y Mercedes Gumbold

    ü      Vestuario: Georgina Duarte

    ü      Productor técnico: Rubén Bértora

    Primera unidad

    ü      Producción: Manuel Garriga

    Unidad dos

    ü      Dirección: Diego Sánchez

    ü      Dirección de fotografía: Armando Catube

    []Capítulos

    La serie está integrada por tres capítulos, cada uno de ellos escrito desde un punto de vista diferente. El autor del libro, Marcelo Camaño (autor también de Montecristo) explica la estructura del ciclo de la siguiente manera:

    Fue difícil escribir estos tres guiones. Teníamos que cuidarnos para no agotar el modelo porque los libros giran alrededor de la misma estructura esencial. Por eso decidimos que cada uno de los episodios mostrara una perspectiva diferente. El primero explora el punto de vista de las nenas apropiadas; el segundo parte de la realidad de los chicos de padres desaparecidos que terminaron viviendo con represores, y el último detalla la lucha de las abuelas por los bebes nacidos en cautiverio.

    Una vez realizados los guiones de base, los mismos fueron analizados y reescritos con los protagonistas reales de los hechos y los actores, que aportaron situaciones y recuerdos concretos haciendo a las historias y a los personajes más creíbles.

    1 Er. Capitulo:

    "Tatiana"

    El primer capítulo del ciclo es la historia de Tatiana Ruarte Britos y su hermana Laura Jotar Britos, la primera nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo, en marzo de 1980 cuando aún subsistía el régimen militar. Tatiana y su hermana quedaron abandonadas cuando tenía cinco años en una plaza de Villa Ballester (Gran Buenos Aires), luego de que sus padres fueran secuestrados durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) y fueron dadas en adopción sin realizar ninguna averiguación sobre el paradero de los padres. Las niñas se criaron así sin conocer su verdadero origen. Los adoptantes de ambas niñas, el matrimonio Sfiligoy, es uno de los pocos casos de padres adoptivos de buena fe (solo 14 casos). Jamás habían ocultado su origen a las niñas y en cuanto tuvieron conocimiento que las niñas podían ser hijas de desaparecidos secuestradas, se pusieron a disposición de las Abuelas de Plaza de Mayo y la justicia, facilitando en todo los posible la situación. Tatiana y Laura siguieron viviendo con los Sfiligoy. Al final Tatiana Ruarte personalmente, junto a su hija mayor, reflexiona frente a la cámara sobre su vida, sus padres y madres, sus abuelas y su propia condición de madre. En un momento dice que cada nieto encontrado es como volver a nacer.El capítulo cierra con la canción Palabras para Julia en versión de Mercedes Sosa, un famoso poema que escribiera para su hija el poeta catalán José Agustín Goytisolo y al que Paco Ibáñez le puso música. (Ver canción). Otros temas musicales del capítulo son Cuanto tiempo más llevará de Serú Girán, acompañando el mensaje de la lentitud de los procesos psicológicos de recuperación de la memoria por parte de los niños recuperados, y el coro gritado de The Great gig in the sky (El lado oscuro de la luna) de Pink Floyd, en el momento crítico en el que Tatiana recuerda todo.

    Canción:

    Palabras para julia

    Tú no puedes volver atrás

    Porque la vida ya te empuja

    Como un aullido interminable

    Interminable. . .

    Te sentirás acorralada

    Te sentirás perdida o sola

    Tal vez querrás no haber nacido

    No haber nacido. .

    Pero tú siempre acuérdate

    De lo que un día yo escribí

    Pensando en ti, pensando en ti

    Como ahora pienso. . .

    La vida es bella, ya veras

    Como a pesar de los pesares

    Tendrás amigos, tendrás amor

    Tendrás amigos. . .

    Un hombre solo, una mujer

    Así tomados de uno en uno

    Son como polvo no son nada

    No son nada. . .

    Entonces siempre acuérdate

    De lo que un día yo escribí

    Pensando en ti, pensando en ti

    Como ahora pienso. . .

    Otros esperan que resistas

    Que les ayude tu alegría

    Que les ayude tu canción

    Entre sus canciones. . .

    Nunca te entregues ni te apartes

    Junto al camino nunca digas:

    No puedo más y aquí me quedo.

    Entonces siempre acuérdate

    De lo que un día yo escribí

    Pensando en ti, pensando en ti

    Como ahora pienso. . .

    La vida es bella, ya veras

    Como a pesar de los pesares

    Tendrás amigos, tendrás amor

    Tendrás amigos. .

    No se decirte nada más

    Pero tú debes comprender

    Que yo aun estoy en el camino.

    Pero tú siempre acuérdate

    De lo que un día yo escribí

    Pensando en ti, pensando en ti

    Como ahora pienso. . .

    El elenco del primer capítulo estuvo integrado por:

    ü      Soledad Villamil, la madre adoptiva, Inés de Sfiligoy

    ü      Malena Solda, la madre desaparecida; Mirta Britos

    ü      Lidia Catalano, una de las abuelas; María Laura

    ü      Lucrecia Capello la otra abuela; Carmen

    ü      Fabio Aste, el padre adoptivo, Carlos Sfiligoy

    ü      Diana Lamas, la asistente social que interviene en la adopción;

    ü      Silvia Sofía Elliot, Tatiana adolescente

    ü      Gustavo Garzón, el juez que concede a las niñas en adopción

    ü      Alejandra Flechner, la celadora del hogar para huérfanos

    ü      Claudio Gallardou, el payaso Patapúfete

    ü      Micaela Brusco, Tatiana de niña

    2 Do. Capitulo:

    "Juan"

    El segundo unitario es la historia fiel de Juan Cabandié, nacido en la ESMA y quien fuera apropiado por un sargento de la policía que participó activamente de la represión ilegal. Su historia incluye también la relación con su hermana Vanina, hija del apropiador, quien lo impulsó a buscar a su familia biológica. Es Vanina la que le dice a Juan, en un momento crítico: ahora tenés todo un pasado por delante. En el último tramo del capítulo aparece el propio Juan Cabandié hablando en la ESMA, el lugar donde nació, en ocasión del acto de su recuperación para convertirlo en espacio de la memoria, el 24 de marzo de 2004. Luego aparece nuevamente Cabandié hablando a la cámara, transmitiendo sus emociones y conclusiones, sobre todo en relación a su primer hijo, próximo a nacer, y la alegría que siente de poder brindarle su verdadera identidad. El capítulo intenta darles a los personajes caracteres creíbles, evitando los estereotipos fáciles. En un reportaje a Carlos Belloso sobre el papel que le tocó representar, el actor cuenta:

    P: ¿Este personaje es uno de los más terribles que te tocó asumir?

    CB: Yo no lo vi. nunca particularmente como malo. Yo creo que es un hombre que quiso formar una familia, pero que se equivocó mucho. Al mismo tiempo vivió también en un sistema equivocado y eso es, para mí, lo más perverso de todo. Yo traté de darle una visión más humana para no caer en el estereotipo. Hubo un primer libro que tanto yo como la verdadera Vanina, cuestionamos.

    P: ¿Por qué?

    CB: Nos pareció muy esquemático. Este hombre tenía dos caras, una cara para la sociedad y otra cara para su familia. Eso es más que nada lo que yo quise reflejar. Luis Falco fue un hombre que estuvo al borde de la esquizofrenia.

    El elenco está integrado por:

    ü       Carlos Belloso, represor y apropiador Luis Falco

    ü       Mariano Torre, como Juan Cabandié

    ü       Leonora Balcarce, como su hermana Vanina Falco

    ü       Graciela Tenenbaum, como Teresa Falco

    ü       Cristina Fridman como Claudia

    ü       Hugo Cosiansi como el psicólogo

    ü       Flora Bloise como la Abuela de Plaza de Mayo

    ü       María Bufano, como una abuela

    ü       Vilma Ferran como la otra abuela de Juan

    ü       Lucas Krourer como Juan de niño

    ü       Nicole Popper como Vanina de niña.

    ü       Mario Moscoso como tío de Juan

    El capítulo cierra con la interpretación del tema Nunca más, de Teresa Parodi, interpretado por ella y León Gieco. Otros temas musicales que aparecen en el capítulo son Dejaré que el tiempo me alcance de Daniel Melero (cuando Juan y Vanina se dirigen en taxi para iniciar la búsqueda de su identidad), La memoria de León Gieco (cuando quien Juan creía que era su madre le confiesa que es adoptado), y dos tangos instrumentales de Ástor Piazzolla. La canción de León Gieco Yo soy Juan está inspirada en Juan Cabandié, pero la misma no es transmitida en el capítulo.

    3 Er. Capitulo:

    "Nietos de la esperanza"

    Es el tercer y último unitario del ciclo. Se trata de una historia de ficción, la de Lucía (Erica Rivas), compuesta a partir de varios casos reales y anécdotas que representan a los nietos recuperados. El guión está construido como si se estuviera realizando un documental de la historia de Lucía. El título deriva del documental "Hijos del dolor, nietos de la esperanza" (2004), dirigido por Benjamín Dávila y producido por Cuatro Cabezas. En el capítulo se muestra la detención, tortura, partos y asesinatos de las mujeres detenidas-desaparecidas durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, la apropiación clandestina de los niños de las detenidas-desaparecidas y la búsqueda por parte de las abuelas y abuelos y la compleja reinserción en sus familias, una vez recuperada la democracia en 1983.La canción final de este tercer capítulo es Clara y morena de la cantautora argentina Guadalupe Álvarez Luchia, quien también canta la canción Respira, en la telenovela Montecristo, realizada por el mismo equipo.

    En elenco de este unitario es:

    ü       Celeste Cid, Julia, la madre desaparecida

    ü       Valentina Bassi, Esther, compañera de cautiverio de Julia

    ü       Juan Palomino, represor, jefe del grupo de tareas

    ü       Bettiana Blum, la abuela

    ü       Alberto Fernández de Rosa, el abuelo

    ü       Bernarda Pagés, la apropiadora

    ü       Alex Benn, el apropiador

    ü       Martín Gianola, médico del Hospital Militar

    ü       Carlos Moreno, el juez

    ü       Mabel Pessen

    En el final aparecen los testimonios reales y mensajes de hijos de desaparecidos y nietos recuperados dirigidos a los nietos aún desaparecidos.

    ü       Juliana García

    ü       Lorena y Flavia Battistiol

    ü       Juan Cabandié

    ü       Sabino Abdala

    ü       Silvana Aranda

    ü       Victoria Donda

    ü       Tatiana Ruarte Britos

    9.5) Audiencia

    La serie fue exhibida en dos oportunidades por Telefe, uno de los dos canales de televisión abierta de mayor audiencia de la Argentina, durante los meses de noviembre y diciembre, los lunes a las 22 horas, transmitiéndose cada semana uno de los tres unitarios. Las mediciones de rating mostraron que el ciclo tuvo una muy alta audiencia (entre 18 y 20 puntos), si se tiene en cuenta su temática compleja y dura, obteniendo un nivel similar al que alcanzaba Gran Hermano, que en ese momento era el principal programa de la "prime time" de Telefe. En 2008, Telefe, decidió emitir nuevamente los capítulos a partir del miércoles 9 de julio a las 23:30.

    9.6) Música

    Cada capítulo de esta serie cierra con una canción:

    ü       Capítulo 1: Palabras para Julia por Mercedes Sosa, un famoso poema que escribiera para su hija el poeta catalán José Agustín Goytisolo y al que Paco Ibáñez le puso música.

    ü       Capítulo 2: Nunca más por Teresa Parodi y León Gieco, una canción que la cantante escribiera y que se encuentra en su álbum Pequeñas revoluciones.

    ü       Capítulo 3: Clara y morena de la cantautora argentina Guadalupe Álvarez Luchia.

    9.7) Premios y distinciones

    ü       Declarado de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (2007)

    ü       Premio Clarín Espectáculos 2007: Ficción unitaria

    ü       Premios Martín Fierro 2007: Mejor unitario y/o miniserie, actor protagonista de unitario y/o miniserie (Carlos Belloso), actor de reparto en drama (Gustavo Garzón), y actriz de reparto en drama (Lucrecia Capello)

    ü       Premio Clarín Espectáculos 2008: Dirección (Miguel Colom), y revelación femenina (Sofía Elliot)

    ü       Premios Emmy Internacional 2008: Mejor película de televisión o miniserie

    9.8) Nominaciones

           Martín Fierro 2007

    ü       Mejor actriz protagonista de unitario y/o miniserie (Bettiana Blum)

    ü       Mejor autor/libretista

    ü       Mejor director (Miguel Colom)

    ü       Producción integral

           Clarín Espectáculos 2008

    ü       Mejor ficción unitario

    ü       Mejor actor protagónico de drama (Carlos Belloso)

    ü       Revelación masculina (Lucas Krouer)

    ü       Mejor guión (Marcelo Camaño)

    Telefe

    Eslogan:

    Una buena señal

    Tipo:

    Señal Abierta

    Propietario:

    Telefónica

    Operado por:

    Televisión Federal S.A.

    País:

    Bandera de Argentina Argentina

    Inicio de transmisiones:

    21 de julio de 1961

    Formato de imagen:

    4:3 y 16:9

    Promedio de audiencia:

    11.4 (2008, IBOPE)

    Área de transmisión:

    Todo el país

    Ubicación:

    Buenos Aires

    Reemplazo de:

    Teleonce, Canal 11

    Sitio Web:

    http://www.telefe.com/

    Disponibilidad Terrestre:

    VHF PAL-N canal 11 (Buenos Aires)
    ATSC canal 10 (Buenos Aires)

    Satélite DirecTV:

    123

    Cable Telecentro:

    10

    CableVisión:

    10

    Multicanal:

    10

    TeleRed y TeleRed Digital

    Televisión Federal S.A. más conocida por su nombre comercial Telefe (pronunciada oralmente telefé), es una de las principales cadenas de televisión de Argentina. El antes llamado Canal 11 de Buenos Aires comenzó sus transmisiones en 1961. Telefe es un acrónimo de Televisión Federal la empresa licenciataria que hizo cargo del canal el 22 de diciembre de 1989, que hoy pertenece al grupo español Telefónica.

    Historia

    El Canal 11 de Buenos Aires comenzó sus transmisiones en 1961, pocos días antes de que venciera el plazo dado por el gobierno al licenciatario para comenzar a operar. Anunciado como el canal de la familia, en un principio fue administrado por una sociedad vinculada a la Iglesia Católica, asociada con la cadena estadounidense ABC y la Westinghouse Electric Corporation.

    Sin embargo, en el año 1970 la propiedad del canal quedó en manos del empresario editorial Héctor Ricardo García, quien le dio al canal una orientación popular y lo llevó a pelear el liderazgo de los índices de audiencia.

    Estatizado en 1974, durante la dictadura militar fue administrado por la Fuerza Aérea Argentina pasando a ser intervenido por el gobierno de Raúl Alfonsín cuando volvió la democracia en el año 1983.

    En 1989, cuando el presidente Carlos Menem propuso la privatización de dos de los tres canales porteños propiedad del Estado Nacional (Canal 11 y Canal 13), se formó la sociedad Televisión Federal S.A., con la participación de Editorial Atlántida y ocho canales privados del interior del país. El 80% de la compra la absorbió el grupo asociado a la Editorial Atlántida y el 20% la News Corporation (la Fox, del empresario australiano Rupert Murdoch). Este grupo se adjudicó el Canal 11, haciéndose cargo del mismo el 22 de diciembre de ese año y renombrándolo Telefe en febrero de 1990.

    A partir de 1991 la señal comenzó a transmitir el campeonato de Fórmula 1 desde los circuitos en el horario diferido de las 11 AM para la Argentina, con un equipo formado inicialmente por Fernando Tornello y el Ing. Seraffi. Luego se sumaron Felipe McGough y el periodista brasileño Wagner González. A partir de 1997 las transmisiones comenzaron a realizarse en vivo hasta 1999, luego dejando las transmisiones en manos del desaparecido canal Panamerican Sports Network (PSN) para toda Latinoamérica. Hoy en día, la Fórmula 1 la transmite Fox Sports.

    A finales de 1992 el canal puso en el aire la comedia Brigada Cola, con Guillermo Francella y gran elenco. El programa que se emitía dos veces por semana en el horario de las 21 fue un éxito que siguío en los años 1993 y 1994, en este último ya sin Francella y con una renovación de elenco. En el año 2000, el paquete accionario de Telefe fue comprado por Telefónica de Argentina, subsidiaria de la empresa española Telefónica.

    Durante los años 2004 y 2005, el canal, en una coproducción de Telefe Contenidos y Sony, realizó adaptaciones locales de las sitcoms estadounidenses La Niñera (The Nanny), ¿Quién es el jefe? (Who's the Boss?). Y Casados con hijos (Married with Children). Produjo también material íntegramente local, como Científicos Industria Argentina, dirigido por el periodista y matemático Adrián Paenza. El programa era emitido anteriormente a esta fecha por Canal 7. Desde 2005 volvió a emitirse por dicho canal.

    El índice de audiencia promedio de la cadena en 2004 fue de 14.4 puntos, liderando todas las franjas horarias. Entre los programas más vistos de ese año se encontraron: Los Roldán, Susana Giménez, Videomatch, La Niñera, Mosca & Smith, Ser Urbano 2, Aunque usted no lo viera, Odisea, Panadería Los Felipe, Historias de Sexo de Gente Común y Mujeres en Rojo.

    En 2005 repitió el éxito de audiencia anual. Sólo que esta vez fue de 14.3. Liderando otra vez todas las franjas horarias y peleando el liderazgo del Prime Time con Marcelo Tinelli y sus productos en Canal 9. Entre los programas más vistos se encontraron: Amor mío, ¿Quién es el jefe?, Susana Giménez, Casados Con Hijos, Amor en custodia, Pasión de gavilanes, Aunque usted no lo viera, El color del pecado, Se Dice Amor(Comenzó a fines del 2005), Buena Fortuna e Historias de Sexo de Gente Común 2.

    También en 2005 y tras una pelea mediática entre el director de programación Claudio Villarruel y el empresario Marcelo Tinelli este decide llevar todos los programas de su productora Ideas del Sur al Canal 9. A fines de ese mismo año, Tinelli firma una alianza con Adrián Suar, director de programación de Canal 13 y muda todos sus programas desde Canal 9 a Canal 13. Eso produce que Mario Pergolini, uno de los principales rivales de Marcelo Tinelli, no renueve su contrato con Canal 13 y firma con Villaruel para traer a Telefe las producciones de su productora Cuatro Cabezas, entre ellas Caiga Quien Caiga, La Liga y Algo habrán hecho por la historia argentina.

    En 2006 Telefe lanza su eslogan Buena tele, buena fe

    En diciembre de 2007 renueva su imagen institucional, cambia su slogan al actual Una buena señal, e incluye un logotipo en pantalla con movimiento y Tri dimensionalidad, pero con colores opacos. El 9 de junio de 2008 nuevamente renueva su imagen con motivo de la asunción del nuevo CEO de Telefé, Luis Velo, tras la renuncia de Jorge Pérez Bello, anterior ejecutivo que estaba desde 2003. Se lanza un nuevo logo, con un diseño atractivo en sus comerciales, aunque se conserva el slogan.

    A principios de 2008 Telefe estrenó dos tele comedias: Una de dos, cancelada al poco tiempo de su estreno por bajo rating y Aquí no hay quien viva y dos telenovelas (Vidas robadas y Don Juan y su bella dama), además de un nuevo programa de entretenimientos (El muro infernal). En julio estrenó Talento argentino, la versión argentina del exitoso formato Got Talent. El mismo mes, Telefé logró romper, luego de nueve meses, una racha favorable a Canal 13, y pudo posicionarse en el primer lugar de rating durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. El canal había promocionado durante julio y agosto la nueva comedia Todos contra Juan. Sin embargo, la dirección de programación de Telefe, decidió dejar sorpresivamente a un lado este proyecto, que terminó estrenándose en octubre por el canal América TV.

    A mediados del 2006 se empieza a anunciar Flor de Marley, un Magazine que iba a ser conducido por dos figuras del canal: Florencia Peña y Alejandro Wiebe, mas conocido como "Marley". Ese año el programa no apareció al aire. Durante 2007 y principios de 2008 vuelven las promociones del show al aire pero ninguno de los dos años comienza el programa, quedando finalmente esfumado en el aire y fuera de los planes del canal. Debido a esto, los conductores siguieron con programas de la emisora como Casados con hijos y Una de dos (Florencia Peña), El muro infernal (Marley) y Viaje de locos (ambos). Hasta el presente, no se sabe si finalmente el ciclo se hará o no.

    En noviembre se reorganizaron los horarios de la programación, junto con la llegada de la tele comedia Los exitosos Pells cuyos protagonistas son Mike Amigorena y Carla Peterson. En el mes de marzo (2009) se estrenó la telenovela extranjera Doña Bárbara, que siempre lidera su franja horaria por varios puntos de rating. Su horario es de 15.30 a 16.30, entre las repeticiones de Casados con hijos y las de Amor en custodia. El 15 de marzo llega la nueva edición de Operación Triunfo, la cual tiene una edición de lunes a viernes a las 18 con la conducción de Mariano Peluffo y la gala los domingos a las 21.15 con Alejandro "Marley" Wiebe. El lunes 20 de abril de 2009 se estrena la nueva temporada de la tira juvenil de Casi Ángeles, en el horario de las. En mayo se estrenará la nueva telenovela original del canal Herencia de amor, posiblemente a las 15.30, por lo que se haría una reprogramación de horarios en la tarde.

    Productores:

    Claudio Villarruel:

    CLAUDIO VILLARRUEL Y SU GESTIóN EN TELEFE.[1]

    Asumió en TELEFE a fines del 99, cuando pocos apostaban por su gestión. Logró que el canal dejara de dar pérdida y cambió su imagen conservadora. El factor sociológico y el nuevo concepto de cultura popular. Por qué acusan de autoritario al señor "Martín Fierro".

    Hace menos de cinco años nadie daba dos centavos por él. Es más: en su círculo íntimo creen, aun hoy, que haberlo puesto al frente de Telefé, pueda haber sido, en un primer momento parte de una estrategia maquiavélica. Poner un fusible para que saltara rápido y las cosas siguieran como hasta entonces. En diciembre de 1999, con la salida de Gustavo Yankelevich, Claudio Villaruel, histórico productor de Videomatch, fue designado director de contenidos y de programación de Telefé. Un contramaestre ascendido a capitán de un barco que hacía punta pero a la vez tenía horizontes de Titanic. Un "outsider, un tipo sensible", como le gusta definirse, que de un día para el otro decidía sobre el trabajo de los que, ayer nomás, habían sido sus compañeros, socios y jefes. Un existencialista sartreano, proclama él, que a un año de estrenar puesto tuvo que renegociar los contratos de Megaestrellas como Susana Jiménez o Marcelo Tinelli, y decirles que bueno, que los tiempos habían cambiado y que ahora iban a cobrar menos. Y en pesos.
    De este sociólogo graduado en la Universidad de Buenos Aires, amante de la música, el cine y la buena vida, dependía ahora la pantalla más conservadora de la época del menemismo. Cuentan los que todavía no pueden creer hasta dónde llegó Villarruel que buena parte de sus "amigos" esperaban un paso en falso y un golpe tremendo. Que incluso algunos de los más cercanos -productores de TV y empresarios del medio- se reían de él por lo bajo. Pero la venganza es un plato que se sirve frío. Y ahora es Villaruel quien se ríe, sin estridencias claro, de todos. Aunque no por soberbia: mientras en su biblioteca duerme el sueño de los justos el grueso tomo de "El ser y la nada" .Villaruel dice haber madurado y pondera las virtudes terapéuticas del humor y la risa. Fue padre hace dos meses (le puso Sofía a su hija, "sabiduría" en griego) y aunque amaba el cine ultraviolento del japonés Takeshi Kitano, hoy no quiere saber nada de sangre y se queda con el moroso Kiarostami.
    Es que está pasando por su mejor momento y no quiere que nada lo perturbe: el martes 22 Telefé arrasó en la entrega de los premios Martín Fierro, donde obtuvo 16 estatuillas mas la de oro. Que fue para Resistiré. Y entregaron los protagonistas de Los Simuladores, ganadores el año pasado en el mismo rubro. Huelga decirlo: dos productos del riñón de Villaruel. Además Telefé amplió la brecha en la competencia por el rating con Canal 13 (15.10 puntos contra 10.9 en mayo), sus números están en azul (incrementó la facturación un 104 por ciento y tuvo un beneficio de 20 millones de pesos en 2003) y exporta contenidos al exterior. Por si fuera poco, Jorge Pérez Bell, CEO del grupo Admira, que pertenece al grupo Telefónica de España y maneja los hilos del canal, apoya sin condiciones su gestión. Decir que Villaruel está viviendo un momento de revancha es decir la verdad. ¿Por qué? Porque sus primeros meses de gestión no fueron fáciles. El mercado publicitario caía en picada -un 85 por ciento en dólares entre 1999 y el 2002- y, según cuenta uno de sus asesores, "nos tiraban a matar de todos lados". "Calculaban que íbamos a durar dos meses y nos íbamos a estrellar contra el piso. Pero no nos conocían. Llegar no era lo difícil. Llegar, llegaba cualquiera, el desafío era mantenerse", agrega. ¿Quién es en realidad Villaruel? ¿Qué piensa y cómo trabaja este director de programación a quien sus enemigos acusan de autoritario y sus amigos defienden como ligeramente engreído aunque abierto a escuchar a los demás? Estas son las claves para entender al cerebro mágico de Telefé. El hombre que, como el célebre juego de mesa, funciona a golpes de intuición, sagacidad y sentido común. Un múltiple Choice que camina.

    Director:

    Miguel Colom:

    Miguel Ángel Colom (n. ca. 1965) es un director de televisión argentino. Entre las obras que ha realizado se destacan Televisión por la identidad (2007), Montecristo (telenovela argentina) (2006), Resistiré (2003). Ha recibido en dos oportunidades el Premio Martín Fierro de Oro y en otras dos el Premio Clarín Espectáculos.

    Filmografía:

    Televisión

    ü      "Vidas Robadas" (2008)

    ü      "Televisión por la identidad" (2007)

    ü      "Montecristo (telenovela argentina)" (2006),

    ü      "El deseo" (2004)

    ü      "Resistiré" (2003)

    ü      "Kachorra" (2002)

    ü      "Terrormanía" (2002)

    ü      "Yago, pasión morena" (2001)

    ü      "Luna salvaje" (2000)

    Autor:

    Televisión por la identidad

    Entrevistamos a Marcelo Camaño, guionista del ciclo televisivo que forma parte de los homenajes que se realizaron durante octubre por los treinta años de Abuelas de Plaza de Mayo.

    Televisión por la Identidad son tres unitarios que comenzaron la semana pasada, y continúan hoy con la segunda historia de este ciclo de unitarios de ficción basados en hechos reales. En cada capítulo, Televisión por la Identidad retratará, a través de historias reales, la lucha permanente de las Abuelas de Plaza de Mayo y su militancia por la recuperación de la identidad de los niños apropiados durante la última dictadura militar. La segunda historia del ciclo muestra otra de las aristas en la búsqueda de la identidad: la de un joven de 25 años que sospecha de su origen y se presenta en Abuelas. Es la historia de Juan Cabandié, nacido en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (Esma). Juan fue apropiado por un sargento de la policía que guardó el secreto sobre su verdadera identidad durante 25 años. El programa refleja la infancia y la adolescencia de Juan, y el estrecho vínculo con su hermana Vanina, hija natural de su apropiador y, paradójicamente, verdadero motor para el encuentro con su familia biológica. El elenco está integrado por Carlos Belloso como Luis Falco, Mariano Torre como Juan Cabandié, Leonora Balcarce como Vanina Flaco, Graciela Tenenbaum como Teresa Falco, Cristina Fridman como Claudia, Hugo Cosiansi como el psicólogo, Flora Bloise como Abuela de Plaza de mayo, María Bufano y Vilma Ferran como abuelas de Juan, Lucas Krourer como Juan niño y Nicole Popper como Vanina niña.

    ¿Cuánto tiene que ver tu trabajo en Montecristo con este ciclo?

     Montecristo fue un melodrama basado en lo que todos conocemos, el Conde de Montecristo de Dumas, que es la receta perfecta. Un melodrama en el cual la telenovela ha abrevado muchas veces que son dos hermanas que se enamoran de un mismo hombre, lo distintivo fue que esas dos hermanas habían sido separadas previamente por el terrorismo de estado, y eso era lo que no se había contado hasta ese momento. Eso significó una jugada importante para nosotros, que fue saliendo a medida que el publico lo fue apoyando, eso se pudo construir porque el publico nos fue acompañando, si la gente no nos hubiera seguido y le hubiera dado la espalda al tema hubiéramos tenido que buscar la manera de contarlo igual, pero sin la presencia que el tema tuvo dentro de la novela.

    ¿Cómo fue guionar Televisión por la identidad?

    Los guiones partieron de entrevistas y testimonios de casos reales, yo nunca había hecho esto con victimas tan cercanas, y el primer criterio que tuvimos a la hora de pensar los libros era no traicionar los recuerdos y las necesidades de los nietos recuperados, y a la vez teníamos que resumir en muy poco tiempo de televisión (una hora) en algunos casos como es el caso de Juan (segundo capitulo) casi 30 años de su vida, o treinta años de la búsqueda de su abuela porque todo te entusiasma, querés poner todo, crees que todo sirve, pero es el momento de resignar y empezar a cortar algunas cosas.

    ¿Con qué nos encontramos hoy?

     Después de ver el caso de Tatiana que fue la primera nieta recuperada, es un caso atípico al que las abuela llaman paradójicamente "el caso feliz" porque a Tatiana la adoptan legalmente y esa entrada en la legalidad de su historia permitió que sus padres adoptivos pudieran acompañarla en el momento en que se encuentra con sus abuelas. Eso no fue lo común, pero fue un caso que queríamos mostrar tanto como es el de hoy que es el caso de Juan, un chico que nace en la ESMA, y que es apropiado por un miembro de las fuerzas de seguridad que supuestamente se lo llevaba para incorporarlo a una familia con cierta felicidad y terminó viviendo una infancia de tortura permanente

    Género:

    Drama histórico:

    Alguien dijo que nada envejece más rápidamente que un libro de historia. Si esta condición provisional y discutible de la exégesis histórica afecta a la historia misma, es claro que atenerse en el teatro a interpretaciones históricas tradicionales equivaldrá a convertirlo en una rémora paralizante de la formación del espectador y no en un estímulo de sus instancias críticas. El teatro histórico inspirado en el pensamiento tradicional ni siquiera corrobora, como pretende, la supuesta excelencia de ese pensamiento; va a remolque de éste y entraña una simplificada fijación ideológica más inmovilista aún que la interpretación histórica de donde procede, de ordinario algo más compleja y cambiante.

    Por ser teatro y no historia, es además el teatro histórico labor estética y social de creación e invención, que debe, no ya refrendar, sino ir por delante de la historia más o menos establecida, abrir nuevas vías de comprensión de la misma e inducir interpretaciones históricas más exactas. Que, para lograrlo, el autor no tiene por qué ceñirse a total fidelidad cronológica, espacial o biográfica respecto de los hechos comprobados, es cosa en la que no hay que insistir. Un drama histórico es una obra de invención, y el rigor interpretativo a que aspira atañe a los significados básicos, no a los pormenores. Y en esto, los dramaturgos tradicionales y los de pensamiento más renovador no discrepan. Ahora bien, para alcanzar la interpretación histórica de fondo que permita negar la tradicional y adelantarse a ella, manteniendo sin embargo el derecho a llamar "histórica" a la obra, hay que ejercer especial tino al mezclar aspectos inventados o destacados con la fidelidad, nunca vulnerable del todo, a los hechos históricos. Para acertar en la tarea, de dos cosas precisa el autor resuelto a dar una versión enriquecedora y no tradicional de personas y acontecimientos pasados: el conocimiento profundo de lo realmente sucedido y de sus causas, tanto sociales como psicológicas, por un lado; la intuición de la "intrahistoria" posible que los hechos documentados no pueden dar, por el otro. Escribir teatro histórico es reinventar la historia sin destruirla; reinvención tan cierta que, a menudo, personajes o situaciones enteramente ficticios tienen no menor importancia que la de los personajes o sucesos propiamente históricos. Por poner un ejemplo extremo, histórica es, y magistral, la "Madre coraje", de Bertolt Brecht; en esa obra se nos revelan poderosamente las coordenadas históricas y sociales de la guerra de los treinta años. Ni uno solo de sus personajes, sin embargo, ni por consiguiente sus situaciones personales, proceden de la historia. Y quienes sí existieron no comparecen: sólo se les cita, aquí y allá, cuando el texto lo requiere. Mas no por ello regatearíamos a "Madre coraje" su condición, incluso paradigmática, de obra histórica; inventados, sus protagonistas dibujan la verdad esencial de la época y las vicisitudes en que se les supone.

    Esa esencial verdad es la que el dramaturgo no tradicional trata de manifestar mediante la mentira del teatro, y el derecho a la imaginación escénica no debe discutírsela ni aun cuando contradiga en parte lo que sabemos acerca de las figuras que pone sobre las tablas. Pues además, y ya se ha apuntado al principio, no es improbable que lo que nos parece una traición a la verdad histórica sea, no sólo invención que permite acercarse más certeramente al personaje y a su mundo según fueran en su posible relación intrahistórica, sino intuición de hechos parecidos a otros auténticos que en el futuro puedan descubrirse como contradictorios de los supuestamente dados hoy por ciertos.

    Por todas esas libertades, que se admitieron sin dificultad en el autor tradicional cuando éste dejaba intactas ideologías y versiones conservadoras, el dramaturgo no tradicional suele arrostrar imputaciones de inexactitud, arbitrariedad y mala fe. De este modo se intenta minimizar el alcance de obras que han alumbrado una parcela histórica desde ángulos no habituales, mediante el pretexto de denunciar en ellas hipotéticos errores objetivos que a veces ni siquiera lo son. Lo que de hecho molesta en tales obras no son sus supuestos errores, sino la propuesta de interpretación anticonvencional que entrañan. O, cuando su veracidad general sea evidente y se halle respaldada por los manuales, la cruda luz a la que se presentan personas e instituciones cuya funesta actuación pretérita no cabe negar.

    Pero cualquier teatro, aunque sea histórico, debe ser, ante todo, actual. La historia misma de nada nos serviría si no fuese un conocimiento por y para la actualidad, y por eso se rescribe constantemente. El teatro histórico es valioso en la medida en que ilumina el tiempo presente, y no ya como simple recurso que se apoye en el ayer para hablar del ahora, lo que, si no es más que recurso o pretexto, bien posible es que no logre verdadera consistencia. El teatro histórico ilumina nuestro presente cuando no se reduce a ser un truco ante las censuras y nos hace entender y sentir mejor la relación viva existente entre lo que sucedió y lo que nos sucede. Es el teatro que nos persuade de que lo sucedido es tan importante y significativo para nosotros como lo que nos acaece, por existir entre ambas épocas férrea, aunque quizá contradictoria, dependencia mutua.

    Mas todo ello se enfoca, ya se ha dicho, con una mirada actual. Es decir: desde un pensamiento crítico que no acepta sin examen los tópicos históricos y que procura entrever, bajo su espesa capa, las realidades desfiguradas. De ahí, que un verdadero teatro histórico haya de ser "desmitificador" o "desalienador", y me excuso por lo manoseado de ambas palabras. Lo que verdaderamente fueron ciertas relaciones sociales, lo que en realidad fueron o pudieron ser ciertos prominentes personajes y determinados sucesos memorables, es lo que el dramaturgo intenta desentrañar. Pues se trata, en suma, de conciencia que todos los espectadores deberían desarrollar. Y por ello es correcto hablar asimismo de un teatro histórico cuyo argumento y supuesta época sean estrictamente actuales cuando, además de su contenido dramático, asume o esboza la consideración historicista de nuestro tiempo y de los personajes, sean éstos reales o fingidos.

    Hay que preguntarse si, para el ejercicio afortunado de tal tipo de teatro, existen formas privilegiadas que lo faciliten; si ciertos estilos o tendencias son intrínsecamente preferibles a otros para la feliz consecución del teatro histórico. Personalmente creo que es una cuestión intrincada sobre la que no se pueden formular afirmaciones tajantes. Por considerar predominantemente a las obras históricas como instrumentos de crítica y sátira social, se ha propendido en nuestro tiempo a enmarcarlas en formas alegóricas, farsescas o esperpénticas. Es una vía posible y eficaz, sin duda. Pero no creo aceptable el punto de vista radical que la entiende como la única propia de nuestros días y la más adecuada al propósito que se persigue. Con la alegoría se pueden lograr equivalencias sencillas y clarificadoras; con la farsa, punzantes sarcasmos. Son modos creadores legítimos para determinadas obras. Pero si los tomásemos como fórmulas únicas o como las más auténticas podríamos favorecer la privanza de un teatro infantilizado, de someras situaciones didácticas y de acartonadas marionetas que, paradójicamente, suscitasen en el público la nada formativa y petulante sensación de una superioridad ilusoria. El esperpento -a condición de entender en qué consiste y no al modo sólo farsesco como es frecuente entenderlo hoy- sí sería una vía creadora más certera. Pero tampoco deberíamos considerarla, creo, como la única o más indiscutiblemente apropiada a la obra histórica escrita en nuestros días. En diversos grados, todas esas formas configuran "la mirada desde el aire" al personaje, de que habló Valle-Inclán; pero la que él llamó asimismo "mirada en pie", que nos acerca e identifica mejor con seres de ficción a nuestra misma altura humana, es erróneo a mi juicio entenderla como de inferior potencialidad crítica, o inferirle el dislate de condenarla como mirada "burguesa". Hace ya años que, a la "distanciación" brechtiana o a la casi farsesca de la mirada "desde el aire", se está reincorporando en el teatro la mirada "en pie", enriquecida con ingredientes no lejanos al superrealismo. Para repetir reflexiones que ya me permití en otra ocasión, no creo cierto que la mayor fuerza crítica se halle siempre en la farsa, o en el esperpento, y no, otras veces, en la tragedia.

    El autor de dramas históricos tiene hoy, pues, a su disposición un denso repertorio lingüístico. Puede escribir tragedias totales, puede hacer obras trágico-esperpénticas, puede usar de la farsa, puede matizar todo ello con significativos aspectos superrealistas o expresionistas. Preconizar la hegemonía de cualquiera de esas tendencias, o de un grupo afín de ellas, en toda ocasión, sólo servirá para empobrecernos.

    La crítica histórica no es menos vigorosa cuando se apoya en la sutileza, la oblicuidad, el misterio o la experimentación; podrá ser más oscura, pero no más débil. Creo incluso que es más dinamizadora cuando se beneficia de esas complejidades que cuando nos relata un simple silogismo sociológico de exposición sencilla y desenlace previsible. Y tampoco me parece razonable que, para lograr un verdadero teatro popular -sea o no histórico- y la efectiva popularización del teatro, haya que prescindir de tales riquezas y simplificar el lenguaje dramático. Seamos implacables en la crítica, pero abundantes y pluralistas en las formas de creación.

    Seamos, también, permanentes desmitificadores. Porque estamos especulando acerca del fenómeno vivo de un teatro histórico que, contra las interpretaciones tradicionales, denuncia la otra cara de los personajes y las circunstancias; pero no podemos echar en olvido que algunas de esas otras caras llegan a transformarse en lugar común, pierden a su vez realidad y se convierten en otro mito exangüe. Y tampoco debemos ser, contra los mitos mandases de la historia, estancados propagandistas de algunos de los que los han sustituido. Toda interpretación histórica es problemática, y en mayor medida de lo presumible, enigmática. Hacerse cuestión de ese problema y ese enigma; poner entre sutiles paréntesis dentro de la obra algo de lo que ella misma asevera es, probablemente, el último y más fecundo secreto de la creación bien entendida. Pues todo arte es, por muy inequívocos que sean sus significados principales, multisignificativo. Y en ello reside su grandeza y su poder. Y hasta la posibilidad, de tarde en tarde, de crear algunos mitos no mandases y perdurables.

    Las presentes reflexiones no pretenden ser definitivas. Sólo representan mi discutible aportación personal a un diálogo que nunca debe concluir.

    Antecedentes:

    Montecristo:

    Género:

    Telenovela

    País:

    Bandera de ArgentinaArgentina

    Idioma original:

    Español

    Duración por episodio:

    60 minutos

    No. de episodios:

    144

    Reparto:

    Pablo Echvarri
    Paola Krum
    Joaquín Furriel
    Viviana Saccone
    Rita Cortese
    Luis Machin

    Montecristo, fue una telenovela argentina que se estrenó del 25 de abril de 2006 por Telefe. Su primer capítulo logró hacer 27.4 puntos de rating a 2 puntos de su competidor "Showmatch" conducido por Marcelo Tinelli en Canal 13. En su momento, fue la novela argentina de mayor rating. Esta telenovela adapta al presente la obra El conde de Montecristo de Alejandro Dumas. Cuenta la historia de Santiago Díaz Herrera (Pablo Echarri) quien luego de ser traicionado por su mejor amigo pierde todo. Pero 10 años después vuelve para recuperar lo que algún día tuvo. Está muy bien ambientada en la época transcurriendo en 1995 en el comienzo y llegando a nuestros días, En Panamá se trasmite por TVO Canal 21 en horario de lunes a viernes a las 21 hs.

    Trama:

    La historia comienza en el año 1995 en Argentina. Santiago Díaz Herrera (Pablo Echarri), un flamante abogado que planea casarse con Laura Ledesma (Paola Krum). Pero su vida cambia rotundamente cuando su padre, un juez, descubre al padre de su mejor amigo, Marcos Lombardo (Joaquín Furriel), en asuntos relacionados con un centro clandestino en la dictadura militar. Alberto Lombardo (Oscar Ferreiro) se entera de las investigaciones del juez Díaz Herrera y decide hacer lo imposible para evitar que su nombre quede manchado. Manda a matar al juez por un lado. Y por otro aprovecha un viaje de Santiago y su hijo a Marruecos para eliminar al hijo de Díaz Herrera, Santiago. Marcos, habiendo traicionado a su mejor amigo, se fue de Marruecos creyendo que Santiago estaba muerto. Sin embargo éste había sobrevivido al disparo que recibió y se encontraba en una cárcel en Marruecos. Marcos, aprovechando la tristeza de Laura, la ayuda y termina proponiéndole casamiento. Ella acepta porque se sentía sola y creía que era la única manera de proponer a su hijo que venía en camino, Matías. En la cárcel Santiago conoce a Ulises. Un anciano sabio que paso a ser su compañero. Él le da a conocer un tesoro que tenía escondido y le da todas las explicaciones para encontrarlo. Diez años después Santiago logra escapar de la cárcel de Marruecos, luego de que Ulises muere en un incendio. Éste es rescatado por Victoria (Viviana Saccone). Ella, una cirujana plástica argentina, que vivía en España lo ayuda a irse del país. Pero antes de irse Santiago se contacta con León Rocamora (Luis Machin), socio de Ulises, quien se une a Santiago para buscar el tesoro. Santiago y Rocamora se dirigen a Argentina y encuentran el tesoro. Allí conocen a Ramón (Maximiliano Ghione) un actor que estaba metido en problemas y es salvado por Santiago. Desde ese momento empieza a trabajar para él. En Argentina con Rocamora, Ramón y Victoria, Santiago empieza a tramar su plan para vengarse de todos los que le arrebataron su vida anterior. En sus planes esta incluida Laura quien está casada con Marcos, ahora el peor enemigo de Santiago. Pero Santiago ignora que Laura no sabe nada de lo que paso, y mucho menos del amor que ella sigue sintiendo por él.

    Teatro por la Identidad [

    Institucional.

    Teatroxlaidentidad (TxI) nació en la profunda necesidad de articular legítimos mecanismos de defensa contra la brutalidad y el horror que significan el delito de apropiación de bebés y de niños y la sustitución de sus identidades de un modo organizado y sistemático por parte de la dictadura militar. Delito que aún hoy continúa vigente.

    En el 2000 fue la duda: ¿Y vos, sabes quién sos? ¿Sabemos quiénes somos?
    Había 500 CHICOS DESAPARECIDOS. Dudar es el primer paso para descubrirse. Así nació txi: una sala, 25 actores, cientos de espectadores.

    En el 2001 más de 500 teatristas nos autoconvocamos e hicimos propia la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y logramos tender un puente que une las voces del teatro con el público y con cada chico que duda. La respuesta fue contundente: casi 70 jóvenes se presentaron espontáneamente para preguntar por su identidad. Nuestra identidad.

    Al plantearnos la convocatoria del ciclo 2002 nos preguntamos cómo debería ser un ciclo de teatro destinado a conmover al grupo social que lo recibe.

    Así otorgamos absoluta libertad a quienes presentaron sus proyectos, definiendo un ciclo de teatro donde se exprese nuestra identidad. Donde podamos reflexionar acerca de sus elementos constitutivos y sus analogías respecto de nuestra historia como pueblo. De cómo nuestras historias individuales se inscriben en el proyecto colectivo, en tanto la existencia de un OTRO diferente nos refleja, nos constituye y nos completa......21 obras 8 salas y 15000espectadores completaron nuestro trabajo.

    Luego comenzó TxI 2003: Ciclo Itinerante en Morón, San Isidro y Avellaneda, y cerró el 18 de agosto con una gran MARATóN TEATRAL desde las 17 horas hasta las 02, en el teatro la comedia (R. Peña 1062,

    Ahora bien con lo expuesto anteriormente, debemos centrarnos en el contexto histórico dónde todo comenzó.

    Proceso de Reorganización Nacional

    Proceso de Reorganización Nacional es el nombre con el que se autodenominó la dictadura militar que gobernó de facto la Argentina entre 1976 y 1983, como consecuencia del golpe de Estado ejecutado el 24 de marzo de 1976 que depuso al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón e instaló en su lugar a una junta militar encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas: Jorge R. Videla (Ejército), Emilio E. Massera (Armada) y Orlando R. Agosti (Fuerza Aérea).

    La junta llegó al poder en un contexto de violencia creciente, caracterizado por los enfrentamientos entre facciones armadas de izquierda y derecha del movimiento peronista, y la acción violenta de organizaciones guerrilleras como Montoneros (de tendencia peronista) y el ERP (de inclinación marxista). Estos graves enfrentamientos se incrementaron significativamente desde fines de los años setenta y fueron la principal justificación utilizada por las FF. AA. para derrocar al gobierno de Martínez de Perón.

    Guardando continuidad con el Operativo Independencia que la presidente María Estela Martínez de Perón había ordenado en 1975 en Tucumán, la junta llevó a cabo una ofensiva contra las organizaciones guerrilleras, que contó con el apoyo inicial del gobierno estadounidense (cuyo secretario de Estado, Henry Kissinger, avaló expresamente como medio para erradicar la amenaza del comunismo).[1] . El gobierno de facto detuvo, interrogó, torturó y ejecutó clandestinamente a cientos de guerrilleros, colaboradores, incluyendo a médicos y abogados que ofrecieron apoyo profesional a los perseguidos, así como a miles de civiles que no tenían ninguna relación con las organizaciones armadas y estableció centros clandestinos de detención para llevar a cabo estas tareas. Las personas detenidas en estos centros clandestinos eran denominados desaparecidos y gran cantidad de ellos fueron ejecutados y enterrados en fosas comunes o arrojados al mar en aviones de las fuerzas armadas.

    El Proceso fue gobernado por cuatro juntas militares sucesivas:

    ü       1976-1980: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti

    ü       1980-1981: Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna

    ü       1981-1982: Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Isaac Anaya

    ü       1982-1983: Cristino Nicolaides, Rubén Franco, Augusto Jorge Hughes

    En cada una de estas etapas, las juntas nominaron como presidentes de facto a Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone respectivamente, todos ellos integrantes del Ejército.

    En 1982 el gobierno militar emprendió la Guerra de Malvinas contra el Reino Unido, intentando movilizar así la oposición contra un enemigo exterior. La derrota infligida provocó la caída de la tercera junta militar y meses más tarde la cuarta junta llamó a elecciones para el 30 de octubre de 1983, en las que triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín.

    Los miembros de las tres primeras juntas del Proceso fueron enjuiciados por los delitos cometidos durante su gobierno, como consecuencia del Decreto 158/83 del presidente Alfonsín, que también creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas para investigar las violaciones de derechos humanos ocurridas entre 1976 y 1983. Como resultado del Juicio a las Juntas, cinco de sus integrantes fueron condenados y cuatro absueltos. Los restantes responsables fueron enjuiciados en diversos procesos. En 1986 y 1987 se dictaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida dando fin a los juicios por crímenes de lesa humanidad.

    En 1989 y 1990 el presidente Carlos Menem dictó una serie de indultos que beneficiaron a los funcionarios del Proceso y a los jefes guerrilleros que continuaban judicialmente comprometidos. La situación de impunidad en Argentina determinó que los familiares de los desaparecidos buscaran apoyo en el exterior, por lo que desde 1986 se iniciaron procesos penales contra miembros de la dictadura militar en España, Italia, Alemania, Francia, por desaparecidos de esos países. En 2004 el Tribunal de la ciudad de Núremberg, Alemania emitió órdenes de captura y extradición contra Jorge Rafael Videla y Emilio Massera.

    En 2003, tras iniciativas del Presidente Néstor Kirchner, las leyes de Ley de Punto Final y Obediencia Debida fueron derogadas por el Congreso de la República Argentina y los juicios se reabrieron, en tanto que la justicia comenzó a declarar inconstitucionales los indultos por crímenes de lesa humanidad que habían cometido los militares durante la última dictadura. La doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostiene que los crímenes de lesa humanidad, por ende imprescriptibles, son cometidos por agente estatal en ejecución de acción gubernamental o por un grupo con capacidad de ejercer un dominio y ejecución análogos al estatal. En 2006 se habían reabierto 959 causas penales en las que 211 acusados se encontraban con prisión preventiva.

    Montoneros:

    Para las unidades militares de jinetes gauchos que formaron los ejércitos provinciales en las guerras civiles argentinas.

    Montoneros fue una organización guerrillera argentina que desarrolló la lucha armada entre 1970 y 1979, aunque su período de máximo poder se extendió hasta 1976.

    Sus objetivos iniciales fueron la desestabilización del gobierno de facto autodenominado "Revolución Argentina" (Onganía, Levingston, Lanusse / 1966 - 1973) y el retorno al poder del General Juan Domingo Perón; posteriormente, una vez que asumió la presidencia Héctor José Cámpora sus acciones se dirigían a la instauración en la Argentina de un sistema político que denominaban "Socialismo Nacional", al que consideraban como la evolución histórica natural del peronismo. Fue considerada como organización terrorista por el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

    Si bien durante sus primeros años de existencia recibieron el apoyo del General Perón y de buena parte del Movimiento Peronista, a partir del primero de mayo de 1974, sus acciones ocasionaron el rechazo por parte del mismo líder y de los sectores sindicales y políticos del peronismo ortodoxo, llevándolo a un gradual aislamiento y a decidir su pase a la clandestinidad, para ser posteriormente aniquilado por la dictadura militar que derrocó a la viuda de Perón, María Estela Martínez, el 24 de marzo de 1976.

    Orígenes, ideología y fundadores:

    Las raíces tempranas del movimiento se pueden encontrar en la década de 1960, en la confluencia de militantes del movimiento nacionalista estudiantil Tacuara, la Agrupación de Estudios Sociales de Santa Fe, y el integrismo de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

    Desde dichas vertientes se perfilan grupos que luego se afianzarían junto a la militancia católica de jóvenes pertenecientes a clases medias y altas, cuyo órgano de prensa aglutinante era la revista nacionalista "Azul y Blanco" dirigida por Marcelo Sánchez Sorondo y Ricardo Curutchet y cuyo secretario de redacción fue desde 1966 Juan Manuel Abal Medina. Luego también estos jóvenes tuvieron un punto de encuentro en la revista Cristianismo y Revolución, dirigida por Juan García Elorrio. A partir de allí se conforma el Comando Camilo Torres, el cual, junto al grupo conducido por José Sabino Navarro, pueden considerarse las células iniciales de Montoneros.

    Hacia fines de la década del '60 fueron alineándose políticamente con el peronismo revolucionario, de neto perfil populista y anti-imperialista, en tanto que su ideología se iba estructurando con una poco clara mezcla de la doctrina peronista, con elementos del marxismo latinoamericano revolucionario provenientes del Che Guevara y de Fidel Castro, recibiendo además fuertes influencias católicas desde el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Varios fundadores de lo que luego se transformaría en una organización armada se conocieron cuando eran seguidores del sacerdote tercermundista Carlos Múgica. A fines del año 1969 el Dr. Marcelo Sánchez Sorondo grabó con la voz de Fernando Luis Abal Medina la proclama revolucionaria del General Eduardo Labanca que fue enviada a todas las unidades del Ejército Argentino en un intento de putch nacionalista de adelantarse al golpe que supuestamente preparaba el General Aramburu.

    Autodefinidos en sus comienzos como una vanguardia armada nacionalista, católica y peronista, y utilizando consignas tales como "Perón o muerte", Montoneros se asumió como organización político militar en la provincia de Buenos Aires, y fue encabezada por Fernando Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus, José Sabino Navarro, Emilio Maza, Carlos Capuano Martínez, Norma Arrostito, Mario Firmenich, entre otros.

    Los fundadores de la organización Montoneros deciden adoptar ese nombre para resaltar la continuidad histórica con los caudillos del interior argentino en el siglo XIX y las "montoneras" originales, del "Chacho" Peñaloza y Felipe Varela, estableciendo así una línea política nacionalista, antiimperialista y federal que la hacían partir de San Martín y las guerras de la independencia, pasar por los caudillos y Juan Manuel de Rosas y desembocar finalmente en Juan Domingo Perón. Inclusive, en las primeras épocas de la organización guerrillera, varios de sus comandos operativos (Unidades de Combate) adoptaron circunstancialmente el nombre de esos caudillos para firmar sus "partes de guerra". Esta práctica se abandonó posteriormente cuando sus militantes comenzaron a caer en combate y los comandos firmaban entonces con los nombres de los compañeros muertos.

    Posteriormente, otros dirigentes notorios fueron Rodolfo Walsh, Julio Roqué, Dardo Cabo, Marcos Osatinsky, Roberto Quieto, Horacio Mendizábal, Raúl Yaguer, Roberto Perdía, Fernando Vaca Narvaja, Rodolfo Galimberti, algunos de ellos provenientes de la organización Descamisados y otros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR, una organización armada peronista similar, pero de bases más definidas hacia el marxismo, que se fusionó con Montoneros en octubre de 1973).

    El 7 de septiembre de 1970 en William Morris (provincia de Buenos Aires), murieron en un enfrentamiento Fernando Abal Medina y Carlos Gustavo Ramus. Desde entonces, la militancia que adscribe al sector de izquierda peronista conmemora esa fecha como el "Día del Montonero".

    Los pasos previos: Vandor

    Si bien Montoneros no realizó el asesinato de Augusto Timoteo Vandor, que fue obra de un grupo guerrillero que se autodenominó en un "parte de guerra" como "Ejército Nacional Revolucionario", varios de sus integrantes pasarían tres años después a Montoneros. Se trata de Carlos Caride, Rodolfo Walsh, Horacio "el Lauchón" Mendizábal y Dardo Cabo entre los más notorios. En realidad, este grupo fue inicialmente el germen de una organización político militar denominada "Descamisados", conducida por Caride, Mendizabal, De Gregorio, Norberto Habegger, entre otros, que en 1972 se disolvió y se integró a Montoneros. Dardo Cabo reconoció en la revista El Descamisado, de la que era Director, que él había confeccionado los planos de la UOM para la operación, y que Rodolfo Walsh había hecho la planificación de la misma.

    Su primera acción pública

    La organización armada Montoneros se presentó ante la sociedad el 1 de junio de 1970 mediante un comunicado referido al secuestro y asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu, quien fuera la cabeza de una sublevación militar que en 1955 había derrocado al General Lonardi. El Padre Carlos Múgica dijo entonces: "Quienes secuestraron a Aramburu no fueron los guerrilleros de Taco Ralo. Es un castigo por los fusilamientos de 1956 y si digo algo más me va a pasar un camión por encima". El secuestro se había realizado el 29 de mayo (Día del Ejercito Argentino), cuando militantes de un autodenominado "Comando General Juan José Valle de la Organización Montoneros" vestidos como oficiales del Ejército lo sacaron en su departamento haciéndole creer que le brindarían custodia. Aramburu fue llevado por la fuerza a una chacra de la localidad de Timote, provincia de Buenos Aires y luego de un "juicio revolucionario" en que no tuvo posibilidad de defensa y estaba decidido de antemano fue acusado por traición a la patria, por los fusilamientos de civiles en los basurales de José León Suárez, por el del General Juan José Valle y otros militares, y por la desaparición del cadáver de Evita y finalmente asesinado por Fernando Abal Medina en el sótano de la mencionada chacra.

    Generalmente los estudiosos de los movimientos armados de la época establecen el punto fundacional en este secuestro, pero en la práctica Montoneros ya existía como una organización política desde varios meses antes, aunque muy minoritaria y casi secreta.

    La toma de la Calera:

    El 1 de julio de 1970, a las 7.30, los Montoneros realizaron un operativo en la localidad cordobesa de La Calera. Tomaron la comisaría, se asaltó el Banco de la Provincia de Córdoba, se tomó la central telefónica y se inutilizaron sus equipos y se dejó en la esquina del banco una caja -supuestamente un explosivo- que en realidad contenía un grabador con la marcha peronista. Diversos errores de planificación y ejecución provocaron la detención de varios militantes, algunos de ellos fundadores de la organización. Fueron heridos Ignacio Vélez y Luis Lozada y detenidos José Breganti, Felipe Defrancesco, Cristina Liprandi, José Fierro, Juan Conte Grand, Juan Sorati Martínez y Heber Albornoz en tanto murió en el enfrentamiento el llamado comandante Emilio Maza.

    Inserción en el peronismo:

    A partir de allí y en sus primeros años de accionar, los Montoneros iniciaron un proceso de rápida captación de cuadros en el peronismo (que podía comprobarse con la participación de decenas de miles de simpatizantes y adherentes en las manifestaciones populares), y un gran crecimiento de militantes y adeptos que se integraban a sus agrupaciones de superficie (Juventud Peronista de las Regionales, Juventud Trabajadora Peronista y Juventud Universitaria Peronista, que titularizaba los Centros de Estudiantes en casi todas las facultades del país), y pudieron influir políticamente en el levantamiento de la proscripción del peronismo y la posterior convocatoria a elecciones, en las que impusieron la consigna: "Luche y Vuelve".

    Asesinato de políticos:

    El 18 de marzo de 1972 tres hombres y una mujer que dijeron pertenecer a Montoneros ingresaron a la casa del dirigente político Roberto Mario Uzal, miembro de la junta Promotora Provincial del partido Nueva Fuerza, e intentaron secuestrarlo. Uzal se resiste y en el tiroteo resulta gravemente herido, falleciendo dos días más tarde, el 20 de marzo. Los guerrilleros se retiraron luego de pintar la casa con consignas.

    Arturo Mor Roig dirigente radical que había sido Ministro del Interior durante la presidencia de Lanusse y que se había retirado de la política fue asesinado por Montoneros el 15 de julio de 1974 mientras almorzaba en un restaurante de San Justo, sin custodia alguna como le era habitual

    La relación con Perón:

    Entre sus variados contactos con las agrupaciones de superficie, Montoneros integra a JAEN (Juventud Argentina para la Emancipación Nacional) a su estructura de masas. Los dirigentes de dicha agrupación eran Rodolfo Galimberti y Ernesto Jauretche. Se decide además que Rodolfo Galimberti viaje hacia España con una carta de Montoneros, dirigida al General Juan Domingo Perón en donde le explican las causas y motivos por los que secuestraron y dieron muerte al ex presidente Pedro Eugenio Aramburu, como también sus intenciones de continuar actuando como el brazo armado del movimiento peronista. Desde su exilio en Madrid, Perón los alentó en su proceder guerrillero, pues la lealtad incondicional de esta organización le resultaba útil para presionar y desestabilizar a los gobiernos de facto de la llamada Revolución Argentina que gobernaba por entonces en el país.

    En dicha línea estratégica, a la distancia Perón los denominó formaciones especiales, dando a entender que la existencia de los Montoneros y las otras organizaciones armadas del peronismo eran una circunstancia temporal y táctica, que se justificaba en la medida de la existencia de una dictadura militar. No obstante, les prodigó elogios tales como juventud maravillosa, e inclusive en una carta, refiriéndose a la ejecución del General Aramburu, les escribió encomio todo lo actuado. Según consta en numerosos testimonios y declaraciones públicas de la época, los Montoneros creyeron así que eran la vanguardia revolucionaria funcional a los planes del viejo caudillo para la construcción de una Patria Socialista.

    El 11 de marzo de 1973 en las elecciones generales, el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) nucleaba al Partido Justicialista, al Partido Conservador Popular, al Partido Socialista Unificado y a otras fuerzas menores, y ganó por abrumadora mayoría llevando como candidato a presidente al Dr. Héctor José Cámpora. Perón retornó definitivamente a la Argentina, y a partir de esos días modificó sustancialmente su relación con las corrientes de izquierda de su propio partido, prefiriendo apoyar y respaldarse en el ala histórica más conservadora del amplio espectro de sus colaboradores y simpatizantes de derecha, marcando por lo tanto una creciente distancia discursiva hacia Montoneros, y quitándole gradualmente espacio y protagonismo político dentro del movimiento que él lidera

    La masacre de Ezeiza:

    El 20 de junio de 1973, durante la oportunidad tan esperada por sus partidarios del regreso de Perón a su país luego de 18 años de exilio, ocurrieron los hechos conocidos como masacre de Ezeiza, en esa localidad cercana al aeropuerto internacional donde estaba programado que arribaría la aeronave, constituyendo el dramático anticipo de lo que sobrevendría en los siguientes años del escenario político argentino.

    Una multitud no vista hasta entonces, estimada por los medios periodísticos de la época en dos millones de personas, se reunió en el lugar para recibir a Perón y, en medio de ella, las columnas de Montoneros junto a otras agrupaciones de izquierda representaban un importante despliegue de movilización. Por expresas directivas de Perón, la seguridad de todo el operativo del regreso se delegó en el Coronel (RE) Jorge Osinde, del ala más conservadora de su movimiento político, excluyendo a Esteban Righi (por entonces Ministro del Interior de la Nación), responsable natural de la seguridad del país e ideológicamente cercano a Montoneros.

    Varios enfrentamientos -cuyo saldo de quizás centenas de muertos y heridos nunca fue determinado exactamente, ni investigado judicialmente- se generaron durante todo el día entre los grupos armados paramilitares a cargo del operativo de seguridad, y militantes de Montoneros que habían concurrido armados, en medio de cientos de miles de concurrentes, algunos con sus familias, quienes no entendían lo que estaba ocurriendo y tampoco recibían información a través de las radios que silenciaban los hechos.

    Al caer la tarde, y ante las noticias provenientes de Ezeiza, la aeronave que traía a Perón fue desviada al aeropuerto de Morón. Por la noche aún continuaron las corridas y enfrentamientos armados en Ezeiza, mientras la mayoría de la multitud pugnaba por abandonar el área y ponerse a salvo.

    Las contradicciones con el gobierno:

    Una vez radicado en el país Perón comenzó a apartarse tanto de los cuadros armados de Montoneros como de sus enlaces políticos, los miembros de las Juventudes Peronistas de la Tendencia Revolucionaria.

    En ese año 1973 Montoneros ya sufría un proceso de contradicciones internas entre la realidad del proyecto de Perón y sus propias expectativas. No obstante siguieron aparentemente apoyando al gobierno aunque posteriormente se confirmó que mataron al dirigente sindical José Ignacio Rucci, por entonces Secretario General de la Confederación General del Trabajo (CGT), hecho que acaeció el 25 de setiembre de 1973 en el populoso barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires.

    Si bien Montoneros no reconoció en ese momento la autoría -tal como era su costumbre operativa-, fue aceptado años después por varios dirigentes de la organización que ese atentado fue planificado y concretado por ellos para "tirarle un muerto a Perón" y demostrarle poder. La emboscada a Rucci ocurrió sólo dos días después de las elecciones que consagraron a Perón por tercera vez presidente constitucional de Argentina, y provocó un conmoción política. Aparentemente el objetivo del asesinato fue mostrar sus fuerzas y sus límites desafiando al propio Perón, y reclamar con ello la cuota de poder que se les negaba dentro del gobierno. El sindicalismo ortodoxo, la CGT y el resto del peronismo interpretaron este atentado como una abierta declaración de guerra.

    La "Triple A" (AAA):

    Afloró entonces el pleno protagonismo político de José López Rega, ex Cabo de la Policía Federal Argentina, secretario privado de Perón y conocido también como Lopecito, tal como lo llamaba familiarmente Perón, o Daniel por sus alegados y El Brujo por sus enemigos, debido a sus inclinaciones esotéricas, quien fue ascendido a Comisario General por Perón en un solo paso e inmediatamente nombrado Ministro de Bienestar Social del gobierno. Ministro y consejero de confianza del líder, López Rega tuvo un importante rol en la lucha contra Montoneros, a quienes solía referirse como la infiltración marxista. Su poder en el gobierno le permitió crear y apoyar financieramente con fondos ilícitamente desviados desde el ministerio a su cargo a la paramilitar Alianza Anticomunista Argentina o Triple A.

    La Triple A contaba muchas veces con la colaboración operativa y de inteligencia militar para atentar violentamente, no sólo contra los cuadros Montoneros y las juventudes políticas de la Tendencia Revolucionaria, sino también contra cualquier ciudadano sospechoso de poseer una ideología de izquierda.

    El Primero de Mayo:

    El punto de máxima tensión en el proceso de expulsión de Montoneros del movimiento peronista se produjo el 1 de mayo de 1974, en ocasión de los festejos por el Día del Trabajo. Ya en el ocaso de su vida, en pleno ejercicio de sus facultades como Presidente de la Nación, e indignado por los cánticos ofensivos que entonaban las columnas montoneras (contra su esposa, contra López Rega y acusando a su gobierno de "estar lleno de gorilas"), durante una gran convocatoria en la Plaza de Mayo Perón los llamó estúpidos e imberbes en un encendido y recordado discurso desde el balcón de la Casa de Gobierno. La reacción de los militantes montoneros y sus simpatizantes, provocó algunos enfrentamientos y la inmediata retirada de la Plaza de las columnas que respondían a la organización. Entonces el Gral. Perón le encomendó al Dr. Juan Manuel Abal Medina que les transmitiese que él quería hablar personalmente con Norma Arrostito y con Fernando Vaca Narvaja. La conducción de Montoneros no trasmitió ese mensaje a los dos convocados por Perón, que se enteraron de ello tiempo después, por lo que la reunión no se realizó. Luego de dicho suceso, la jerarquía montonera pasó de hecho a la clandestinidad, y retomó sus operaciones militares, ahora ya en abierta oposición al gobierno encabezado por Perón, lo que les dejaba sin la más mínima expectativa de tener su apoyo. El retorno a la actividad clandestina fue reconocido formalmente por la Conducción Nacional de Montoneros en el mes de septiembre de 1974.

    A partir de 1975 se realizan conversaciones para un acercamiento entre la dirigencia de Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), otra organización armada irregular argentina (en este caso de ideología marxista-leninista) brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), quienes siempre actuaron desde una franca oposición al peronismo por considerarlo una mera expresión política populista del capitalismo y la burguesía.

    La acción cada vez más violenta de la derecha peronista -sostenida desde el entorno del propio Perón-, contra las organizaciones guerrilleras se acentuó más aún luego de la muerte del anciano líder, al asumir su esposa y vicepresidente María Estela Martínez de Perón la primera magistratura, cuya opinión y voluntad estaban bajo la influencia de José López Rega.

    El secuestro de los Born:

    En medio de un clima político y social sumamente enrarecido y conflictivo, el 19 de septiembre de 1974 un comando montonero concreta el secuestro extorsivo que obtuvo el cobro del mayor rescate de la historia argentina ya que la organización recibió sesenta millones de dólares, por la entrega con vida de los hermanos Juan y Jorge Born (Bunge & Born), a los seis y nueve meses respectivamente. Los hermanos Born eran por entonces los principales accionistas del mayor conglomerado productor y exportador cerealero argentino. Durante este hecho Montoneros asesinó a un empresario (de apellido Bosch) y al conductor del vehículo (apellidado Pérez) en que viajaban los secuestrados.

    Dirigentes montoneros confirmaron que una parte del dinero fue derivada hacia Cuba con el fin de ponerla transitoriamente a resguardo, en tanto que el pago final de unos 17 millones de dólares fue cobrado y administrado por el banquero David Graiver, quien tenía sus oficinas en la ciudad de Nueva York y falleció en un dudoso accidente de aviación. En ambos casos hasta el presente ha sido un gran misterio el destino final de buena parte del dinero en efectivo producto del rescate. Las relaciones entre el régimen de Fidel Castro y los Montoneros no siempre eran de mutua afinidad. Por un lado han circulado versiones periodísticas sugiriendo que la fortuna de los Montoneros quedó finalmente incautada y confiscada en Cuba por orden de Castro, pero algunos ex funcionarios cubanos han declarado que todo el dinero proveniente de este mega secuestro les fue entregado a Firmenich, Perdía y Yaguer, algunas veces en forma personal y en efectivo, y otras en graduales y sucesivas remesas al exterior vía complejas triangulaciones financieras a través de bancos de Checoslovaquia y Suiza.

    Los mencionados dirigentes montoneros jamás han dado precisiones ni respondido fehacientemente los cuestionamientos en tal sentido, y el destino final de los fondos del rescate se mantiene como un enigma.

    La desaparición de Roberto Quieto:

    El hecho:

    El domingo 28 de diciembre de 1975 Roberto Quieto, que integraba la conducción de Montoneros, concurrió a la playa "La Grande", en Martínez, situada sobre el Río de la Plata donde además de muchos otros paseantes estaban unos veinte familiares suyos, entre ellos su esposa, su madre, sus hijos Paola (diez años) y Guido (seis años), hermanos, primos.

    Alrededor de las 7 de la tarde aparecieron alrededor de diez personas portando armas largas y luego de hacer unos disparos al aire se dirigieron hacia él, que en ese momento tenía en brazos a su sobrino Manuel de un año, al mismo tiempo que otras que hasta el momento aparentaban ser paseantes. Estas personas, dirigidas por quien se identificó con una credencial como Inspector Rosas, de la Policía Federal, redujeron a Quieto con violencia a culatazos en la cabeza, lo arrastraron hasta un auto y partieron velozmente.

    La noticia fue difundida ese mismo día por radio Colonia y publicada al día siguiente en El Cronista Comercial y Clarín al mismo tiempo que legisladores radicales denunciaban el hecho en el Congreso. Al gobierno de la presidente María Estela de Perón llegaron reclamos de dirigentes e intelectuales del país y del extranjero pero en ningún momento reconoció la detención de Quieto quien, según algunas fuentes habría sido torturado en la guarnición militar de Campo de Mayo, pero del que nunca se tuvieron noticias ciertas pasando a la categoría de desaparecido.

    El juicio realizado dentro de Montoneros:

    Montoneros emitió un comunicado informando que el 14 de febrero de 1976 el Tribunal Revolucionario había encontrado a Roberto Quieto "culpable de los delitos de deserción en operación y delación, y propuesto las penas de degradación y muerte a ser aplicadas en el modo y oportunidad a determinar".

    La detención de uno de los principales dirigentes de Montoneros, que además tenía fuerte llegada a las bases militantes había conmocionado a la militancia, en especial porque las circunstancias en que se había producido mostraban que Quieto había violado palmariamente las reglas de seguridad que, incluso, había establecido la conducción. En primer lugar porque tenían prohibido el contacto con familiares y en segundo término porque había permanecido largo tiempo en una playa pública sin armas ni custodia de ninguna naturaleza. Si la detención de Quieto había causado consternación entre los militantes, la noticia de su condena provocó que algunos de ellos replantearan la necesidad de rediscutir el tema de cómo actuar en la tortura en la nueva situación represiva y otros miraron con suspicacia lo que pensaban era un apresuramiento de la Conducción sin explicaciones visibles. Esa condena fue un paso adelante en el camino a la implantación de la pastilla de cianuro.

    Quieto proponía fortalecer la oposición civil al gobierno de María Estela de Perón y plantear el adelanto de las elecciones, o sea dar prevalencia a la actividad política y no a la acción militar que iba a favorecer la llegada del golpe pero las propuestas que se impusieron en la última reunión de 1975 del Consejo Superior Montonero, efectuada en octubre se alineaban con la posición que favorecía al golpe.

    José Aricó se refirió a su impresión de Roberto Quieto poco antes de su detención describiéndolo como:

    "un dirigente aniquilado, derrotado, sin posibilidad de cambiar una situación en la dirección del movimiento, desconfiando profundamente de lo que ese movimiento estaba diciendo, pero obligado a defender cosas absurdas, como la creencia que una confrontación frontal con el Ejército podía llevarlos a ellos al triunfo. Eso no lo creía Quieto, Quieto era un hombre que estaba derrotado antes y su detención es la consecuencia lógica de ese desplome moral, diría, y político que se produjo en este hombre"

    El debate sobre la tortura en Montoneros:

    Muchos años después se siguió debatiendo sobre la mencionada condena. En un reportaje Mario Eduardo Firmenich justificó el juicio a Quieto expresando:

    "Evidentemente como todos los desaparecidos Quieto fue sometido a las peores torturas que uno se pueda imaginar. Nosotros no tuvimos nunca más información de él, pero sí tuvimos evidencia de delaciones de él durante la tortura. (...)Nuestra fuerza en su ideología tenía como un elemento significativo, importante del tema del "hombre nuevo". (...)Una sociedad que construya un hombre nuevo y ese hombre nuevo era el futuro de la sociedad. Y se suponía que los militantes revolucionarios tenían que aproximarse o ser casi ese hombre nuevo. (...) Cómo era posible que aquel que tenía que ser el hombre nuevo pudiera cantar en la tortura. Este fue el problema. Nosotros establecimos a partir de ahí dos cosas: un juicio, una ausencia a Quieto que tenía un valor realmente simbólico. Sabíamos que no tendríamos ningún rastro de él. Era un juicio que en definitiva implicaba establecer jurisprudencia para la conducta ante la represión que se avecinaba. En ese juicio Quieto fue condenado por cantar en la tortura, condenado por delación. Que tenía el efecto de decir no admitimos la delación, no nos parece razonable que alguien delate, aunque las torturas puedan ser muy tremendas. (...) nadie puede garantizar antes de pasar por la tortura que no va a hablar era morir antes de la tortura. Y allí fue que se estableció para los miembros de la conducción la obligatoriedad de la pastilla de cianuro, para no entregarse vivo. (...)De modo que establecimos la pastilla de cianuro. Y como esto fue un gran debate dentro de la organización, en realidad la conducción recibió una crítica generalizada de la organización. Y la crítica que consistía en decir que se establecía un privilegio para lo miembros de la conducción. Los miembros de la conducción teniendo pastillas de cianuro tenían el privilegio de no ir a la tortura y el resto de los militantes no tenían esos privilegios. Y allí fue entonces que se decidió generalizar la pastilla de cianuro para evitar la delación en la tortura."

    Por su parte Lila Pastoriza consideró que esa condena es un dato que muestra el reemplazo de la política por el accionar militar, el cerrojo de las opciones binarias -héroes o traidores, valientes o cobardes-, la preeminencia de las lógicas bélicas. La conducción que lo juzgara igualó en el cargo de traición tanto al integrante que se vendía al enemigo como al que era obligado a entregar información mediante la tortura y parece no haber reflexionado sobre el efecto desmoralizador que tenía para muchos militantes la condena en esas circunstancias de un dirigente respetado.

    Al referirse a la resolución que impuso la pastilla de cianuro expuso Ana Longoni:

    "implica una actitud esquizofrénica en la medida en que el discurso explícito seguía siendo que la tortura podía aguantarse, mientras la pastilla implicaba un "por si acaso", un reaseguro en la sospecha de que no se aguantaba siempre ni tanto, aunque ello no se admitiera. Caer vivos en manos del enemigo deviene a partir de entonces en una falta, incluso un delito. Se puede pensar en ese sentido el uso dentro de la jerga militante del término "perder" para referirse a caer en manos de la represión: "X perdió" antes que "X fue chupado" implica un matiz de responsabilidad y derrota personal del prisionero en su caída."

    Finalmente, para Lila Pastoriza "su historia no es la de un traidor. Es la de alguien de larga trayectoria política, que se dio cuenta de que se estaba equivocando y ya era tarde, pero que de ningún modo abandonaría su puesto. Siguió como le fue posible, siendo fiel a lo suyo e intentando actuar con dignidad."

    Fuerza de Monte del Ejercito Montonero:

    A mediados de 1975, se habían iniciado la tarea de reclutamiento y entrenamiento dentro los Montoneros para formar la "Compañía Montoneros de Monte" que operaría en el noroeste de Tucumán. Se efectuaron reconocimientos y se prepararon 40 depósitos, que serian futuras bases de operaciones. Para minimizar su detección entre la población civil se había formado la unidad principalmente con cuarenta voluntarios solteros oriundos de la provincia. La zona de operaciones prevista fue el noroeste de de la Sierra de Medina de Tucumán.

    Durante el 13 de febrero de 1976 mientras los integrantes de la organización Montonera penetraban por la zona de El Cadillal se produjo un encuentro imprevisto con el Ejército Argentino. Como resultado fueron muertos varios integrantes del "Fuerza de Monte del Ejército Montonero", entre ellos Juan Carlos Alsogaray, hijo del quien fuera Comandante en Jefe del Ejército Argentino, Teniente General Julio Alzogaray quien, hacía un tiempo, había sufrido un intento de secuestro fallido en la vía pública a manos de Montoneros, donde militaban sus hijos.

    Aislamiento y derrota:

    Con el transcurso del tiempo los Montoneros sufrieron un gradual aislamiento de la base popular peronista en que se apoyaban, hasta que fueron completamente derrotados por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, una dictadura militar que se inició en 1976 derrocando al endeble gobierno constitucional de la viuda de Perón, después de casi dos años de gran inestabilidad política y económica, una evidente inoperancia institucional, y la indiferencia de la gran mayoría de la población. En la semana previa al golpe militar los Montoneros asesinaron a 13 policías, como parte de su nueva ofensiva denominada "La Tercera Campaña Militar Nacional Montonera".

    Con vías a aniquilar a sus opositores, este nuevo régimen dictatorial (cuyos dirigentes y cuadros militares habían sido entrenados en la famosa "Escuela de las Américas" a cargo de los EEUU, y en donde se les enseñaba entre otras materias técnicas de acción psicológica, tortura, y control de población) inició una política institucionalizada de secuestro, desaparición forzada, tortura y exterminio en más de trescientos cuarenta centros clandestinos de detención. Años después los defensores de tal régimen alegarán que éste "continuó la política ordenada por la Presidenta Martínez de Perón", a través de dos decretos por los cuales en 1975 ordenaba "aniquilar el accionar subversivo".

    En ese período Montoneros continuó contra la dictadura militar la lucha que había iniciado durante el gobierno constitucional. El 2 de julio de 1976 llevó a cabo un atentado colocando una bomba en la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal Argentina, que causó la muerte de 18 personas y heridas a otras 66. El 19 de agosto, los Montoneros interceptaron el auto particular del general Omar Carlos Actis a cargo de la organización del Mundial 78 de fútbol, y cuatro guerrilleros lo asesinaron. El 12 de setiembre Montoneros destruyó un ómnibus policial en Rosario con un coche bomba, matando a 9 policías y dos civiles, e hiriendo gravemente a por lo menos 50. Durante el 8 de octubre fueron atacados con bombas las oficinas de las compañías Fiat, Mercedes Benz y Chevrolet. Durante el 16 de octubre otra bomba detonó en el club de cine del Circulo Militar, que no causó muertos pero hirió a 60 personas. Durante los primeros tres días de noviembre cinco casas de cinco ejecutivos empleados por Laboratorios Lazar fueron atacados con bombas y Carlos Roberto Souto, ejecutivo de Chrysler fue asesinado por miembros de los Montoneros. Finalmente el 16 de diciembre hicieron estallar otra bomba en sala de películas del Ministerio de Defensa, matando a por lo menos 14 personas y resultando heridos 30 oficiales y miembros de familia.

    Entre mediados y fines de 1976 la Conducción Nacional y los cuadros de más jerarquía partieron al exilio a México donde establecieron su "cuartel general", desde el cual continuaron actuando. En enero de 1978 se fueron a Cuba, por motivos de seguridad, pues en esos días un comando militar junto a militantes "doblados" intentaron atentar contra Firmenich en suelo mexicano. La operación pudo ser desbaratada gracias a uno de los integrantes del comando, Tulio Valenzuela, quien simulando estar "quebrado" y ser un militante "doblado", al llegar a México se puso en contacto con la organización y denunció la maniobra.

    Luego de una estadía en La Habana, la conducción montonera se trasladó a Europa.

    Durante el transcurso del "Proceso", la mayoría de los cuadros activos de la organización Montoneros fueron muertos o secuestrados, quedando a disposición de las Fuerzas Armadas o de seguridad como "detenidos/desaparecidos".

    No obstante, algunos miembros de la cúpula dirigente de Montoneros (Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja), han sobrevivido. Algunos (tal el caso del propio Firmenich) han sido acusados de haber actuado como agentes de contra inteligencia y entregadores de sus propios compañeros por el fiscal Romero Victorica. Acusación de la cual salieron exonerados por falta de pruebas (al no haber ningún testigo, testimonio ni escrito que los incriminase, y al plantearse la investigación en rumores, originados muchos en los propios enemigos de la dirigencia de Montoneros).

    Actualidad:

    Actualmente la organización Montoneros ha dejado de existir. Muy pocos de sus militantes orgánicos han sobrevivido luego del exterminio que la dictadura efectuó. Fue una de las organizaciones más castigada en pérdida de vidas entre los miles de desaparecidos. (La cifra total de desaparecidos es incierta. Popularmente se menciona una cifra de 30.000, que es la que mencionan la gran mayoría de las agrupaciones políticas y de derechos humanos. La investigación de la CONADEP (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas) arrojó una cifra cercana a los 10.000 desaparecidos denunciados. Hugh Bicheno, quien fue entre 1974-78 el jefe de estación de espías del gobierno británico en Argentina; gracias a la información con que M-16 dispone, cuestiona la cifra de 30,000 desaparecidos).

    Y de Montoneros 5 mil fueron los muertos. Entre los que han logrado salvarse, existen aquellos que critican duramente a la que fuera su conducción nacional, algunos que intentan minimizar o negar su participación en esa época y otros sectores que, aún reconociendo muchos errores graves cometidos, reivindican su pertenencia y su práctica en la organización guerrillera enmarcándola en un contexto histórico y geopolítico.

    Ejército Revolucionario del Pueblo:

    El Ejército Revolucionario del Pueblo fue un grupo guerrillero, el brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) , liderado por Mario Roberto Santucho, en la Argentina, durante los años 1970. Hacia finales de 1976 había sido desarticulado por las fuerzas armadas como consecuencia del Operativo Independencia y de la represión que sufrió durante la última dictadura militar.

    Fundación:

    En el V Congreso del PRT realizado el 30 de julio de 1970 y por iniciativa de Mario Roberto Santucho, su esposa Ana María Villarreal, Luis Pujals, Enrique Gorriarán Merlo, Benito Urteaga, Domingo Menna, José Joe Baxter y Jorge Carlos Molina entre otros tantos delegados, fundan el Ejército Revolucionario del Pueblo para "encarar la guerra revolucionaria obrera y socialista".

    El ERP sostuvo una estrategia de guerra popular prolongada, entendiendo el foco como parte de la guerra, así como las insurrecciones y puebladas como puntos de esta misma. A partir de estos iniciales enfrentamientos, esperaba que se iniciara una guerra revolucionaria de carácter popular y prolongado, según los conceptos maoístas y del Vietcong, experiencia la de estos últimos que, antes que nada, fue la que más nutrió al Ejército Revolucionario del Pueblo.

    Si bien los miembros del Buró Político del PRT siempre bregaron por la necesidad del desarrollo cualitativo y cuantitativo como estructura política, el ERP, su estructura armada, acrecentó su representatividad en virtud de la repercusión de las acciones militares desplegadas, logrando ampliar considerablemente su convocatoria de militantes y cuadros desde esta nueva perspectiva, desplegando su máxima actividad entre los años 1970 y 1975.

    Objetivo:

    Los objetivos declarados por el Ejército Revolucionario del Pueblo ERP eran lograr, mediante la lucha armada, la toma del poder, para hacer la revolución socialista en el país y extenderla al resto de América Latina. Para esto último el ERP, formó la Junta de Coordinación Revolucionaria, que también integraban el Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) de Uruguay, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia

    Organización militar:

    A partir de 1973 el objetivo del ERP sería convertirse en un ejército guerrillero regular, de esta manera se crean nuevas unidades, donde cada zona debía formar un pelotón, cada regional importante debía formar una compañía y las regionales Gran Buenos Aires y Tucumán debían contar cada una con un batallón (hay que recordar que el PRT dividía al país en dos zonas operativas: urbana y rural, donde Buenos Aires ocupaba el centro de la primera, mientras que Tucumán lo era de la segunda). Siguiendo este concepto la unidad más pequeña era la escuadra (integrada por entre ocho a doce combatientes) y su jefe tenía el grado de sargento; tres escuadras formaban un pelotón ( 20 a 30 integrantes) cuyo responsable tenía grado de teniente; la unión de tres pelotones formaban una compañía (90 combatientes, que podía sumar a 100 incluyendo los militantes de logística) , comandada por un capitán y un Estado Mayor. Por último, tres compañías constituían un batallón (entre 250 y 300 combatientes), cuyo jefe era un comandante con su Estado Mayor. El ERP, según aquel diagrama, formó la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez (Tucumán) , y las Compañías urbanas Decididos de Córdoba , Combate de San Lorenzo (Paraná) , Héroes de Trelew, José Luis Castrogiovanni y Guillermo Pérez, estas tres últimas constituyeron el Batallón urbano José de San Martín, de Buenos Aires, cuyo bautismo de fuego fue el asalto al cuartel militar de Monte Chingolo.

    Operaciones militares:

    Para obtener los fondos y armas que necesitaba para crear su guerrilla el PRT-ERP realizó asaltos a Bancos y a cuarteles militares, así como también secuestros extorsivos (algunos de los cuales terminaron en el asesinato de los cautivos). A principios de 1969, Santucho dirigió en el plano militar el primer comando que asaltó el Banco Provincia de Escobar llevándose unos 213 mil dólares del momento.

    Otra acción guerrillera ocurrió en septiembre de 1970, cuando asaltaron una comisaría de Rosario y mataron a dos policías. Durante el 17 de marzo de 1972 guerrilleros del ERP irrumpieron en la casa del Comandante Principal de la Gendarmería Nacional Pedro Agarotti, matándolo a balazos. Durante tres años las acciones fueron menores, consistiendo en desarmes de policías y militares, asaltos sorpresas contra comisarías, en general todas con el objeto de recuperar armamento para la guerrilla. Pero en febrero de 1973 la primera compañía organizada Decididos de Córdoba asaltó el Batallón 141 de Comunicaciones del ejército, en Córdoba, y lo tomó en una operación sin bajas de ningún lado; de allí se sustraen casi dos toneladas de armamento (74 FAL, 2 FAP, 112 pistolas, 2 ametralladoras MAG, 5 lanzagranadas, 600 proyectiles para fusil y demás municiones) , que servirán para las unidades que abrirían un frente rural en Tucumán. Esta acción fue dirigida por un joven cuadro militar, Juan Eliseo Ledesma y supervisada por el mismo Santucho.

    Su segunda gran acción fue el asalto al Comando de Sanidad del ejército, en la Capital Federal y fue llevada adelante por la compañía José Luis Castrogiovanni. A pesar de que en 30 minutos ayudados por un soldado que revistaba en la unidad toman las guardias y copan las instalaciones (donde cargan 150 FAL y municiones), dos soldados conscriptos logran escapar y avisan a la policía, que rápidamente rodea las inmediaciones junto a un comando del ejército. Cinco horas más tarde los militares abren fuego y se libra un combate hasta que los guerrilleros se rinden. En aquella fracasada acción resultó muerto el coronel Hardoy, que se encontraba dentro de la unidad, y trece combatientes fueron detenidos y permanecerán presos hasta 1983. Como consecuencia de este acto el presidente Héctor José Cámpora emitió un decreto que ilegalizaba al ERP, el mismo día en que Perón ganaba las elecciones del 23 de septiembre de 1973.

    La tercera gran acción fue realizada por 80 guerrilleros de la compañía Héroes de Trelew de Córdoba y fue el asalto de la guarnición militar de Azul, en la provincia de Buenos Aires el 19 de enero de 1974. El operativo fue dirigido por Enrique Gorriarán Merlo y Hugo Irurzun. En esa oportunidad lograron copar la Guardia Central, varios puestos de vigilancia y el Casino de Oficiales, pero encontraron una nutrida resistencia en la zona de Baterías y la Plaza de Armas. La lucha siguió hasta que Gorriarán Merlo decidió la retirada, pero por una falla en las comunicaciones 17 guerrilleros no recibieron la orden y quedaron atrapados en el cuartel. El coronel Arturo Gay, jefe del regimiento 10 de Caballería y su esposa fueron muertos delante de sus hijos y el coronel Ibarzábal, que cesó su resistencia ante la amenaza de los guerrilleros de asesinar a la familia de Gay, fue apresado sacado en un vehículo y asesinado luego de prolongado cautiverio en un centro clandestino de detención del ERP. El ERP sufrió la baja de 5 guerrilleros (dos de ellos capturados con vida fueron desaparecidos) y otros 12 combatientes fueron detenidos. Como consecuencia de esta acción el presidente Perón acusó de tolerancia culposa al gobernador de la provincia Oscar Bidegain (quien era apoyado por la Tendencia Revolucionaria del Peronismo), provocando que días más tarde éste renunciara a su cargo. El ataque tuvo tres claros propósitos: provocar a Perón para que se mostrara como defensor de las Fuerzas Armadas, demostrar a los trabajadores que el ERP no los traicionaba y era capaz de conducirlos en la revolución social, y conseguir armamento para la guerrilla rural.

    En 1973, el 15 de noviembre, el ERP copó una escuela primaria en la ciudad de Tucumán. El 29 en Córdoba, el ERP ocupó la escuela primaria "Alas Argentinas" En mayo de 1974 es detectada en Tucumán la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, al mando del propio Santucho, quien entonces decidirá asaltar la localidad de Acheral para fines de mayo. El asalto fue un éxito, se copó el pueblo, se hizo una formación guerrillera e izamiento de la bandera del ERP.

    La cuarta gran operación tenía por objeto ser una demostración de fuerza al atacar en simultáneo la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de la localidad de Villa María donde fue capturado el Coronel del Ejército, Argentino del Valle Larrabure y al Regimiento 17 de Infantería Aerotransportada de Catamarca, en agosto de 1974; la primera acción fue realizada por la compañía Decididos de Córdoba, al mando de Juan Eliseo Ledesma y la segunda por la Compañía de Monte, comandada por Juan Manuel Carrizo y Hugo Irurzun (Capitán Santiago) . En la Fábrica Militar, el ERP ingresó con la ayuda del soldado conscripto Pettigiani que dominó la guardia aprovechando que estaba asignado a la fábrica y luego de una hora de combate logró el copamiento de la unidad, de donde retiró más de 100 FAL, 4 MAG, 60 pistolas ametralladoras PAM-M3A1, varios morteros, otras armas y municiones varias. En esa acción cayeron dos combatientes.

    En Catamarca la operación fue un rotundo fracaso, pues la guerrilla fue descubierta antes del ataque y el mando del ERP ordenó la retirada el 10 de agosto. Mientras su Estado Mayor junto a Hugo Irurzun logra replegarse hacia el monte tucumano, el grueso de las fuerzas de la Compañía de Monte quedó en Catamarca, aislados en pequeños grupos, perseguidos por la policía. 9 guerrilleros fueron apresados y otros 19 escaparon y acamparon cerca de Capilla del Rosario. De este grupo, 5 militantes fueron detenidos en las primeras horas del 12 de agosto cuando salieron en reconocimiento del lugar y para buscar provisiones. En tanto un contingente policial se dirigió al campamento pero los guerrilleros lograron rechazarlos por lo cual intervino el Regimiento 17 con 60 soldados. Cercados en los cerros, los guerrilleros combaten contra el ejército durante 4 horas, hasta que al quedarse sin municiones deciden rendirse; después de la rendición, los soldados comenzaron a golpear a los prisioneros y luego los fusilaron, en lo que se dio en llamar la Masacre de Capilla del Rosario.

    El 13 de abril de 1975 el Ejército Revolucionario del Pueblo lanzó una operación contra el Batallón de Arsenales 121, en la localidad de Fray Luis Beltrán al norte de Rosario. En los enfrentamientos resultaron muertos dos combatientes y el coronel Carpani Acosta. En el asalto, que duró una hora, la guerrilla logra capturar unos 150 FAL, 5 FAP, 3 MAG, pistolas ametralladoras y municiones.

    El 11 de mayo de 1975 se produjo un intenso tiroteo en la ruta 301 en Tucumán, en donde fue muerto el subteniente Raúl Ernesto García. Manipulando material explosivo, el 5 de agosto pierde la vida el teniente José Conrado Mundani. Y el 16 de agosto muere en un enfrentamiento en la localidad Las Mesadas de Tucumán, el cabo primero Miguel Dardo Juárez; los erpistas tuvieron seis muertos en esta acción.

    En una de esas misiones de actividades de patrullaje, el 17 de octubre, en proximidades de Los Sosas en Tucumán, un pelotón fue emboscado por los guerrilleros perdiendo la vida 5 (cinco) de los soldados conscriptos que la componían. Entre el 8 y 16 de noviembre hubo otros enfrentamientos en Tucumán, que dejaron seis muertos en el Ejército Argentino.

    Su última gran acción fue el fallido asalto al Batallón Depósitos de Arsenales 601 Domingo Viejobueno, ubicado en la localidad de Monte Chingolo, con el objetivo de apropiarse de 20 toneladas de armamento para dar un vuelco en la relación de fuerzas político militares y, en lo inmediato, demorar la consumación de un nuevo golpe militar que ya estaba en preparación.

    El 23 de diciembre de 1975 a las 19:45 hs., el Batallón urbano José de San Martín del Ejército Revolucionario del Pueblo inició las acciones con el corte de los nueve puentes sobre el Riachuelo que unen la Capital Federal y el Oeste con el Sur del Gran Buenos Aires; se hostigaba al Regimiento 7 de La Plata y las brigadas de la policía provincial de Quilmes, Avellaneda y Lomas de Zamora; se interrumpía el tránsito en los dos caminos que unen La Plata con el Sur de Gran Buenos Aires y se tendían dos anillos de contención alrededor del cuartel de Monte Chingolo. El combate fue encarnizado en muchos de esos puntos, algunos con particular éxito como el de la Avenida Pasco y en el Puente La Noria.

    A esa misma hora, 70 combatientes al mando de Abigail Attademo (capitán Miguel) iniciaban el asalto al cuartel. Ni bien entraron se encontraron, desde distintos puntos, con nutrido fuego de fusilería y de ametralladoras pesadas, haciendo evidente la preparación previa y con ella la pérdida del factor sorpresa. Pese a ello tomaron parcialmente el cuartel, la guardia central, varios puestos de la guardia y la Compañía de Servicios. Las fuerzas del ejército los doblaban en número y multiplicaban varias veces su poder de fuego y recibieron refuerzos del Regimiento 3 de La Tablada y el Regimiento 1 de Palermo. A las 21:00 hs., pese a la enorme superioridad del ejército, los guerrilleros se reorganizaron y lanzaron un contraataque para favorecer su propia retirada.

    En este hecho murieron 63 guerrilleros de los cuales, 23 fueron capturados con vida por los militares y fueron ejecutados (17 habían sido heridos -9 graves- en las zonas controladas por el ejército), mientras que las fuerzas del ejército sufrieron 7 muertos y decenas de heridos; además hay que contar casi 40 muertos entre la población civil de los alrededores, producto de las acciones de rastrillaje militares posteriores al asalto del ERP.

    El ERP y Perón:

    Una de las diferencias de más importancia entre Santucho y Montoneros se refería a Perón. Santucho sostenía que la revolución socialista debía hacerse con las armas sin importar si en el poder de turno había una democracia elegida por el voto popular o fuerzas militares. De cualquier forma, buscaban tomar el control para implantar un sistema socialista. Montoneros sostenía que podía hacer la revolución de la mano de Perón, quien mostraba cierta simpatía con la clase obrera y distancia con el capitalismo, en tanto para Santucho Perón era un impostor a quien debía de desenmascarar.

    Con el ataque a la guarnición militar de Azul Santucho buscaba lograr una reacción de Perón contraria a la que el pueblo y Montoneros esperaban. Luego del ataque, Perón no tardó en responder públicamente: "Todo tiene un limite (...) se trata de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia de la patria y sus instituciones (...) el repudio unánime de la ciudadanía, hará que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para bien de la República (...) Estamos en presencia de verdaderos enemigos de la Patria (...) El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos (...) Nuestro ejército, como el resto las Fuerzas Armadas (...) no merecen sino el agradecimiento del pueblo Argentino."

    Luego de lo dicho por Perón, Santucho afirmó: "...de los hechos expuestos surge con claridad meridiana que el verdadero jefe de la contrarrevolución, el verdadero jefe del actual autogolpe contrarrevolucionario, y el verdadero jefe de la política represiva, que es la línea inmediata más probable del nuevo gobierno, es precisamente el General Juan Domingo Perón. Y no porque él sea un traidor sino porque es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la que permanece completamente fiel a pesar de no haber sido comprendido un tiempo por gran parte de sus hermanos de clase, por sectores de los capitalistas nacionales y extranjeros", y arremetiendo contra Montoneros e invitándoles a unirse en un solo frente agregó: "Amplios sectores del peronismo progresista y revolucionario, que creían sinceramente a Perón un revolucionario, se encuentran en estos momentos desorientados. Nuestro Partido y nuestro Ejército guerrillero han llamado constantemente a la unidad a estos compañeros y sus organizaciones. Hoy tenemos que reiterar ese llamado recordando además, puntualizando, que la línea que adopte el conjunto del peronismo progresista y revolucionario en la actual situación tiene una importancia enorme para la revolución, para el desarrollo de las poderosas energías combativas de nuestro pueblo. Las organizaciones armadas FAR y montoneros y parte de la Tendencia Peronista Revolucionaria han cometido un grave error muy notable y perjudicial para el campo popular, especialmente a partir del 25 de mayo: confiar ciegamente en Perón y basar toda su política en esa confianza".

    Final:

    El 3 de julio de 1976, a tres meses del golpe militar, el Comité Ejecutivo del PRT se reunió y decidió replegarse, además de mandar al exilio a Santucho, para preservarlo. El 19 de julio de 1976 fueron sorprendidos y cayeron heridos en un departamento de Villa Martelli Santucho y Benito Urteaga, capturados Liliana Delfino (su compañera), Fernando Gértel, Ana María Lanzilotto y Domingo Menna, siendo todos asesinados en Campo de Mayo. En el enfrentamiento murió el capitán Leonetti, no quedando claro si fueron sus propios compañeros quienes le dispararon, o resultó herido por balas guerrilleras en el enfrentamiento. Tampoco se sabe cómo dieron con el departamento, y hay versiones que hablan sobre una inteligencia previa, otras sobre el arresto de Domingo Menna (mientras esperaban a un delegado de Montoneros que nunca se presentó) y otras a una infiltración de información por parte de Montoneros, ninguna de ellas confirmada. Tras la muerte de Santucho se encontró en sus valijas valiosa información, nombres de 395 miembros de la Juventud Guevarista y los Comandos de Apoyo del ERP que iban a actuar durante el mundial 78. Todos fueron muertos entre 1976 y 1977. A partir de allí asume la Secretaría General del PRT Arnold Kremer, cuyo nombre de clandestinidad era Luis Mattini. Hacia fines de 1976 Mattini junto a Gorriarán Merlo viajaron al exterior, y luego de los últimos golpes fulminantes en mayo de 1977, se llevó adelante la segunda etapa del repliegue partidario.

    Desde el exilio, el PRT se dividió en dos fracciones; la representada por Luis Mattini organizó, en Italia y en 1979, el Sexto Congreso del partido donde se dispuso, entre otras cosas, la disolución del ERP, decisión que fue discutida y desobedecida por algunos militantes que se habían quedado en el país. El otro sector, comandado por Gorriarán Merlo, se dirigió a Nicaragua para combatir en las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

    La mayoría de los cuadros de militantes y guerrilleros del PRT-ERP integraron las extensas listas de muertos y desaparecidos en la Argentina de los años 1970. Actualmente la organización ERP ha dejado de existir. Muy pocos de sus militantes orgánicos han sobrevivido luego del exterminio que la dictadura efectuó. Fue una de las organizaciones más castigada en pérdida de vidas entre los miles de desaparecidos. El PRT-ERP sufrió 5,000 muertos durante la década de los setenta. Entre los que han logrado salvarse, existen aquellos que critican duramente a la que fuera su conducción nacional, algunos que intentan minimizar o negar su participación en esa época y otros sectores que, aún reconociendo muchos errores graves cometidos, reivindican su pertenencia y su práctica en la organización guerrillera enmarcándola en un contexto histórico y geopolítico.

    EL FUSILAMIENTO DE 19 GUERRILLEROS EN LA BASE NAVAL ALMIRANTE ZAR EN AGOSTO DE 1972[2]

    Elevan a juicio oral y público la causa por la masacre de Trelew

    El principal acusado de los asesinatos es el ex capitán de la Armada, Luis Sosa

    SOSA. EL EX CAPITAN DE LA ARMADA EN 2008, AL LLEGAR DETENIDO A CHUBUT.

    El juez federal de Rawson Hugo Sastre decidió elevar a juicio oral y público la causa por la denominada "Masacre de Trelew" ocurrida en la Base Almirante Zar la noche del 22 de agosto de 1972, al dar por terminada la instrucción y rechazar los últimos recursos de los defensores. Ahora será el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia el que deberá determinar la fecha del comienzo del juicio.

    La causa tiene seis procesados y un prófugo. Los más comprometidos son los ex marinos Luis Emilio Sosa, Rubén Paccagnini, Carlos Marandino y Emilio Del Real quienes fueron procesados por homicidios agravados por alevosía. También serán juzgados Horacio Mayorga como cómplice necesario y Jorge Bautista por encubrimiento. El prófugo es el ex teniente Roberto Bravo que reside en Estados Unidos, país que por el momento no dictó la orden de detención, ni parece facilitar su extradición.

    En la "Masacre de Trelew" fueron acribillados en sus celdas de la base naval 19 militantes de organizaciones armadas que, una semana antes, habían fugado de la Unidad Seis de Rawson. Fueron detenidos en el aeropuerto de Trelew cuando intentaban secuestrar un avión. Sólo tres sobrevivieron.

    El gobierno de facto que entonces encabezaba Alejandro Agustín Lanusse, dijo que los detenidos habían intentado fugar y que hubo un tiroteo. Pero los sobrevivientes y otros testigos demostraron que se trató de un fusilamiento.

    El más comprometido es Sosa, considerado responsable de las ejecuciones. También lo está Bravo, pero su vínculo con autoridades estadounidenses impide que sea extraditado para ser juzgado. El juzgado federal de Rawson hizo traducir todo el expediente, como pidió la embajada estadounidense. Pero las trabas continúan: ahora quieren saber datos del juez federal.

    La causa fue reabierta a mediados de 2006 a pedido de familiares de las víctimas. El juez Sastre y el fiscal Fernando Gélvez encuadraron el hecho como un delito de lesa humanidad y evitaron así que prescribiera.

    Las investigaciones empezaron de cero ya que los mandos de entonces de la Armada y el gobierno se encargaron de destruir cualquier prueba.

    Pero Sastre pudo ir reconstruyendo los hechos y en febrero de 2008 ordenó las capturas de cuatro de los seis procesados, entre ellos el ex capitán Sosa.

    Hasta este punto del trabajo hemos llegado; para la próxima entrega avanzaremos con lo ocurrido y ya podremos ofrecer algunas conclusiones al respecto.

    Tráfico de bebés en el Proceso de Reorganización Nacional

    El tráfico de bebés fue una práctica de secuestro, desaparición y ocultamiento de la identidad de hijos de detenidos-desaparecidos, muchas veces mediante partos clandestinos y adopciones ilegales, que se realizó durante la guerra sucia en Argentina (1976-1983).La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo estima en unos 500 los niños que desaparecieron en esas circunstancias y cuya identidad ha sido sustraída y es la principal organización de derechos humanos en impulsar la búsqueda, recuperación y atención especial de los mismos. Hasta febrero de 2009 habían sido recuperados 97 nietos.[

    Secuestro y desaparición de bebés durante la dictadura:

    Uno de los aspectos más aberrantes de la dictadura argentina llamada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) fue el secuestro y desaparición de bebés de los detenidos-desaparecidos. En la mayoría de los casos se trata de mujeres detenidas-desaparecidas que se encontraban embarazadas y fueron mantenidas con vida en los centros clandestinos de detención hasta el parto con el fin de apropiarse de los bebés. Existen constancias de que en varias oportunidades estas mujeres fueron torturadas a pesar de estar embarazadas. La dictadura confeccionó un reglamento secreto para establecer el procedimiento a seguir en estos casos y organizó maternidades clandestinas dentro de los centros clandestinos de detención o en sus cercanías, con médicos y enfermeras bajo mando militar. Típicamente, una vez producido el parto se asesinaba a la madre y se confeccionaban documentos falsos para el bebé, suprimiendo su identidad. Los bebés eran entonces entregados a parejas que en la mayoría de los casos eran cómplices o encubridoras del asesinato de los padres biológicos y de la supresión de la identidad de los niños. En algunas oportunidades los niños fueron inscritos como propios por los apropiadores y en otros mediante adopciones ilegales. Se estima que unos 500 niños fueron secuestrados-desaparecidos. Esos niños crecieron sin saber quienes eran ellos y sus padres y en que circunstancias nacieron.

    Juicios:

    Una vez establecida la democracia en la Argentina, el 10 de diciembre de 1983, el presidente Raúl Alfonsín ordenó el enjuiciamiento de las primeras tres juntas militares que estuvieron al mando durante la dictadura. El proceso, conocido como el Juicio a las Juntas se llevó a cabo en 1985 y terminó con la condena de los tres miembros de la primera (Videla, Massera y Agosti) y dos de los miembros de la segunda junta (Viola y Lambruschini). Sin embargo el fiscal Julio César Strassera no presentó el robo de bebés como un plan sistemático del gobierno militar y por lo tanto el delito no formó parte de aquellos por los que fueron condenados. En 1985 el presidente Alfonsín, a pedido de las Abuelas de Plaza de Mayo, asignó dos fiscales para que se dedicaran especialmente a los casos de secuestro-desaparición de niños: Mariano Ciafardini y Aníbal Ibarra; este último sería años después elegido por dos veces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y destituido a consecuencia de la tragedia de Cromagnón. Poco después, en un contexto de sublevaciones militares "carapintadas", el Congreso sancionó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que cerraron la posibilidad de enjuiciar a los demás responsables de las violaciones de derechos humanos y en particular del secuestro-desaparición de los niños. El ciclo de impunidad se cerró en 1989 y 1990 con los indultos concedidos por el presidente Carlos Menem. Los casos de niños secuestrados-desaparecidos siempre fueron un problema insoluble para las llamadas leyes de impunidad debido que la continuidad y persistencia del delito. La condena del subcomisario Samuel Miara a 12 años de prisión por la apropiación ilegal de los mellizos Gonzalo y Matías Reggiardo Tolosa, hijos de Juan Reggiardo y María Rosa Tolosa, desaparecidos en 1977, es uno de los casos paradigmáticos del robo de bebés. En 1997 Abuelas de Plaza de Mayo inició una causa penal sosteniendo que el robo de bebés era parte de un plan sistemático impulsado desde el más alto nivel del Estado durante la dictadura. Se trata de uno de los juicios más importantes referidos a violaciones de derechos humanos en la Argentina durante la dictadura. En ella se investiga la apropiación de 194 niños.

    Búsqueda y recuperación:

    La búsqueda y recuperación de los niños secuestrados-desaparecidos fue una de las tareas más importantes de las organizaciones de derechos humanos y de la democracia, una vez establecida en 1983. Con ese fin desde los primeros años del gobierno militar se organizó la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo con el fin específico de buscar a los niños secuestrados-desaparecidos y apoyarlos una vez recuperados. En 1980, en plena dictadura, las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron a las primeras dos nietas, Tatiana y Mara Laura Ruarte. Desde entonces y hasta junio de 2008 ha encontrado a 90 nietos. Desde comienzos de la década del '80 las Abuelas de Plaza de Mayo impulsaron el desarrollo de técnicas para determinar la identidad y reconstruir los parentescos. Lo llamaron índice de abuelidad y fue desarrollado inicialmente por el Blood Center de Estados Unidos. El gobierno de Alfonsín dispuso la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) en el que se han depositado muestras de sangre de las familias de desaparecidos que serán guardadas hasta el año 2050 con el fin de compararlas con cualquier persona con el que se suponga puedan existir lazos de parentesco. Durante el gobierno de Carlos Menem se dispuso la creación de la Comisión Nacional de Derecho a la Identidad (CONADI) para que los jóvenes con dudas sobre su identidad puedan verificar su filiación sin necesidad de la intervención de un juez. La CONADI también trabaja en casos de adopción o tráfico de menores. También colaboran activamente en la búsqueda la Asociación H.I.J.O.S., integrada por hijos de desaparecidos, en algunos casos ellos mismos nietos recuperados. El hallazgo de los nietos y la recuperación de su identidad ha generado cuestiones adicionales, muchas de ellas de tipo psicológico. Las Abuelas de Plaza de Mayo han organizado grupos de ayuda y de especialistas para ello.

    Nietos recuperados:

    Hasta junio de 2008 se habían recuperado 90 nietos a quienes se les había suprimido la identidad durante la dictadura militar, sobre un total estimado de 500 niños. Para una actualización de la cantidad y detalle sobre la situación particular de cada uno de ellos, es posible consultar la información en el área Restituciones del sitio de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. La complejidad psicológica de las situaciones que deben vivir los nietos encontrados ha llevado a que la respuesta de cada uno sea única y no comparable. Los jóvenes deben enfrentar mecanismos familiares, institucionales y culturales de mentira sistemática sobre su propia identidad que son muy difíciles de comprender en toda la magnitud de sus significaciones, por la mayoría de las personas. La manera de lidear con semejante confrontación con la realidad y la verdad tiene características de supervivencia básica para los jóvenes. Por la gravedad del tema, muchos de los casos de nietos recuperados o encontrados han tomado estado público. Entre los más conocidos pueden mencionarse a Tatiana Ruarte Britos (la primera nieta recuperada), Victoria Donda (elegida diputada nacional en 2007), Juan Cabandié (Coordinador del Consejo Nacional de la Juventud). También se ha conocido el penoso caso de los mellizos Reggiardo Tolosa (hijos de la pareja de desaparecidos Reggiardo-Tolosa y apropiados por el Comisario Miara), quienes se han negado a ser objeto de investigación por parte de sus familiares biológicos. Uno de los documentos históricos más importantes y conmovedores de este trágico hecho es el mensaje que leyó Juan Cabandié (uno de los bebés robados durante la dictadura) en la ESMA, el lugar en el que nació en cautiverio, cuando el ex centro clandestino de detención fue recuperado 24 de marzo de 2004.

    Impacto en la cultura

    El impacto del robo de bebés y de los niños secuestrados-desaparecidos en la cultura popular argentina ha sido enorme.

    Las Abuelas de Plaza de Mayo han desarrollado amplias campañas de búsqueda y de difusión de la problemática por los medios de comunicación. Como parte de una de esas campañas la exitosa banda de rock Bersuit Vergarabat compuso el tema Victoria Clara sobre dos hermanas, Victoria y Clara que han sido separadas.

    El cine ha reflejado el tema en repetidas ocasiones. La más conocida de ellas es la película La historia oficial, ganadora del óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1986, que trata el caso de una madre adoptiva, papel que interpreta la actriz Norma Aleandro, que va tomando progresivamente que su esposo ha sido un represor y que la niña adoptada es en realidad hija de desaparecidos.

    En 2006 la televisión abierta puso en el aire una telenovela llamada Montecristo, que ha sido un gran éxito popular, que cuenta la historia de un hombre (Santiago) que vuelve a la Argentina a reclamar justicia por la muerte de su padre, investigador de los crímenes de la dictadura. Su regreso desencadena la revelación de una enorme trama de mentiras y ocultamientos, entre los que ocupa un papel central el de los hijos de desaparecidos adoptados como propios por los represores.

    El 22 de octubre de 2007, se estrenó en televisión abierta (Telefe) un ciclo de tres unitarios de una hora de duración denominado "Televisión por la identidad" en homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo quienes cumplen 30 años desde su formación. En ellos se recrean las historias de los hijos de desaparecidos durante la dictadura militar. El primer capítulo (Tatiana) mostró la historia de Tatiana Ruarte Britos (Tatiana Sfiligoy) y su hermana menor, Laura, quienes fueron las primeras hijas de desaparecidos encontrados por Abuelas de Plaza de Mayo. En el segundo capítulo (Juan) relató la historia de Juan Cabandié (quién también inspiró la canción "Yo soy Juan" de León Gieco), en tanto que el tercero (Nietos de la esperanza), es un caso de ficción construido sobre la base de múltiples testimonios y vivencias de los propios nietos y abuelas.

    Abuelas de Plaza de Mayo

    La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo es una organización de derechos humanos argentina que tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados-desaparecidos por la última dictadura militar (1976-1983), crear las condiciones para prevenir la comisión de ese crimen de lesa humanidad y obtener el castigo correspondiente para todos los responsables. Está presidida por Estela Barnes de Carlotto y tiene su sede central en Buenos Aires. El 12 de mayo de 2008 fueron nominadas al Premio Nobel de la Paz.

    El inicio de las Abuelas de Plaza de Mayo:

    Madres...

    El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 estableció un régimen terrorista que tuvo como eje la desaparición forzada de los opositores y la imposición de un sentimiento generalizado de miedo destinado a paralizar cualquier reclamo; el sólo hecho de preguntar por el paradero de un familiar detenido-desaparecido era riesgoso y podía resultar a su vez en la detención-desaparición propia. En ese momento la situación de indefensión e impotencia de los familiares de las personas desaparecidas era extrema, ya que ninguna democracia del mundo, ni la Iglesia Católica, de gran influencia en el país, o las organizaciones internacionales humanitarias, estaba dispuesta a condenar al régimen militar y, por el contrario, en algunos casos cooperaban con la represión ilegal.[5] Tampoco era posible recurrir al sistema judicial, ya que los jueces argentinos rechazaban sistemáticamente los recursos de hábeas corpus.

    El 30 de abril de 1977 comenzaron a marchar cada jueves alrededor de la Pirámide de Mayo, en la plaza del mismo nombre, situada frente a la casa de gobierno. Inicialmente se reconocían entre sí llevando un pequeño clavo; luego las mujeres decidieron cubrirse el cabello con un pañal de tela blanco.[12] [5] El grupo recibió rápidamente el nombre de Madres de Plaza de Mayo y por su sola presencia comenzó a ejercer presión nacional e internacional sobre el destino de las personas que desaparecían en la Argentina.

    Madres... y abuelas

    Casi al mismo tiempo, el 15 de mayo, María Eugenia Casinelli (consuegra del poeta Juan Gelman) y otras once abuelas firmaban un hábeas corpus colectivo en forma de carta, dirigida a la justicia de Morón, en el que hacían saber la existencia de bebés desaparecidos y solicitaban que se suspendiesen todas las adopciones. La carta ha sido considerada documento histórico y antecedente inmediato de la constitución de las Abuelas de Plaza de Mayo a fines de ese año.

    En septiembre Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, "Licha", comenzó a asistir junto con su esposo y Hebe de Bonafini a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, buscando a un hijo, una hija embarazada, su nuera y su yerno. Al mismo tiempo, otra madre-abuela, María Isabel Chorobik de Mariani, "Chicha", había comenzado a buscar a otras madres de desaparecidos que, como ella, tuvieran también nietos pequeños desaparecidos. Mariani había sido impulsada a agruparse con otras abuelas por Lidia Pegenaute, una abogada que se desempeñaba como asesora de menores en los tribunales de La Plata y que le entregó la dirección de Alicia de De la Cuadra para que fuera a verla. La Dra. Peganaute, fue uno de los casos excepcionales de funcionarios del poder judicial, que colaboraron genuinamente con los familiares de desaparecidos.

    Las doce primeras:

    Las fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo fueron doce madres-abuelas de desaparecidos, que tenían entonces una edad entre los 50 y los 60 años:

    ü       Mirta Acuña de Baravalle

    ü       Beatriz H. C. Aicardi de Neuhaus

    ü       María Eugenia Casinelli de García Irureta Goyena.

    ü       Eva Márquez de Castillo Barrios

    ü       María Isabel Chorobik de Mariani

    ü       Celia Giovanola de Califano

    ü       Clara Jurado

    ü       Leontina Puebla de Pérez

    ü       Raquel Radio de Marizcurrena

    ü       Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez

    ü       Haydee Vallino de Lemos

    ü       Alicia Zubasnabar de De la Cuadra

    Actuación durante la dictadura

    Terror local, indiferencia mundial

    Las abuelas se fueron constituyendo progresivamente como una organización. En los primeros meses hubo arduas discusiones entre las Madres de Plaza de Mayo sobre la conveniencia o no de que las abuelas se organizaran formalmente como grupo diferenciado. Sin embargo la búsqueda de los nietos requería una serie de actividades específicas (recorrida de casas-cuna y orfelinatos, trámites antes los jueces de menores, investigación de los casos de adopción conocidos) que las llevó naturalmente a reunirse, coordinar acciones y, finalmente, a presentarse como Abuelas. Comenzaron a reunirse en iglesias o confiterías tradicionales de Buenos Aires, como la "Richmond", la "London", "Las Violetas" o el "Tortoni", aparentando ser mujeres mayores tomando el té o celebrando el cumpleaños de alguna. También mantuvieron algunos encuentros en la parada "El Palenque" del Parque Pereyra Iraola, en la ruta de Buenos Aires hacia La Plata, simulando realizar picnics, en un lugar de esparcimiento masivo popular. Se trataba de personas sin ninguna experiencia en actividades políticas u organizativas, ni conocimientos sobre los mecanismos institucionales nacionales e internacionales, que intentaban actuar prácticamente sin apoyos internos ni externos, en un medio en el que no existía el más mínimo respeto a los derechos humanos.

    Archivo:Las Violetas Medrano.JPG


    La tarea inicial, como ya venían haciendo las Madres de Plaza de Mayo, fue armar un resumen escrito presentado en carpetas, de cada uno de sus familiares desaparecidos, destacando la condición de embarazada de sus hijas o nueras, o la desaparición de sus nietos. Algunas, que habían recibido noticias sobre el nacimiento de sus nietos, pusieron también las fechas estimadas de nacimiento, el sexo y en algunos casos, los nombres y hasta las fotos de los bebés desaparecidos, para ser presentadas a organizaciones nacionales e internacionales, con el fin de solicitar ayuda humanitaria.

    Pero probablemente lo más notable de las Abuelas de Plaza de Mayo haya sido la tarea investigativa directa que encararon y organizaron, para establecer la suerte y paradero de sus nietos. Actuando como si fueran detectives, ellas mismas organizaron sin medios, un sistema de inteligencia coordinado, recorriendo los juzgados de menores, orfelinatos y casas cuna, buscando incoherencias en las adopciones o "nacimientos" extraños de la época, observando a las familias sospechosas de haberse apropiado de sus nietos, tomando fotos de los niños en jardines de infantes y escuelas, etc. Toda esa información era compartida, analizada de manera sistemática en grupo y registrada. Poco a poco comenzaron a recibir también y siguen recibiendo denuncias y datos que la población les hacía llegar, como una manera de colaborar en la tarea de ubicación de los pequeños. Las Abuelas (y las Madres) crearon así una amplísima red de recolección informal de datos que llegó hasta los lugares más imprevistos.

    Entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977 fueron secuestradas y desaparecidas doce personas vinculadas a la Madres de Plaza de Mayo, entre ellas su fundadora Azucena Villaflor y las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet; la mayoría de ellas fueron secuestradas directamente de la Iglesia de la Santa Cruz. En una investigación que llevó décadas, se descubrió que las mismas fueron llevadas a la ESMA, torturadas y arrojadas vivas al mar desde un avión. En ese marco la mayoría de los jueces adoptaron una actitud de colaboración con el secuestro y desaparición de los niños y la supresión de su identidad, omitiendo investigar sus orígenes y facilitando las adopciones. En uno de los casos más extremos, la jueza Delia Pons recibió al niño Emiliano Ginés, y aún conociendo la identidad del menor, decidió no informar a la familia sobre su situación y ordenó internarlo en la Casa Cuna donde murió el 1 de septiembre de 1978.

    Las Abuelas solicitaron apoyo a los líderes de los principales partidos políticos de Argentina, entre ellos Ricardo Balbín de la Unión Cívica Radical, ítalo Luder del Partido Justicialista y Oscar Alende del Partido Intransigente, quienes en los dos primeros casos evitaron comprometerse atribuyendo la responsabilidad al accionar de los grupos guerrilleros, y en último se negó a recibirlas. Ante la evidencia de que se habían anulado todos los procedimientos e instituciones capaces de proteger a los niños, las Abuelas de Plaza de Mayo decidieron recurrir a la ayuda humanitaria internacional. El primer pedido de ayuda humanitaria fue dirigido a la Iglesia Católica. En enero de 1978 las Abuelas le solicitaron al Papa Pablo VI su intervención humanitaria en la cuestión de los bebés desaparecidos; el Papa, sin embargo, no respondió la solicitud ni realizó gestión alguna. Solicitudes similares fueron luego realizadas a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la Conferencia Episcopal Argentina, UNICEF y la Cruz Roja. En todos los casos esas instituciones guardaron silencio o rechazaron la petición y permanecieron inactivas.

    Primeros resultados

    En noviembre de 1977 las Abuelas presentaron su petición ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y por primera vez se dio curso al reclamo, dando intervención a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ese mismo mes y pese al terror imperante, el tradicional diario de la comunidad británica en la Argentina, el Buenos Aires Herald, dirigido por Robert Cox, publicó una carta de lectores de las Abuelas de Plaza de Mayo, dando a conocer que había niños desaparecidos en el país. Las organizaciones de derechos humanos siempre han reconocido el valor que demostró Cox en aquel momento y la importancia que tuvieron sus publicaciones en un momento en que nadie en el mundo estaba dispuesto a denunciar las violaciones de derechos humanos en la Argentina. También en abril de 1978, las Abuelas tomaron la costumbre de concurrir a la localidad de San Miguel, en el conurbano de Buenos Aires, donde se realizaban anualmente las reuniones la Conferencia Episcopal Argentina. Durante varios años le otorgaron máxima prioridad a buscar el apoyo de la Iglesia Católica, hasta que finalmente concluyeron que la cúpula de la misma estaba relacionada estrechamente con el gobierno militar y en conocimiento de las apropiaciones ilegales de bebés.

    En agosto de 1978 las Abuelas salieron por primera vez de la Argentina, aprovechando que Chicha Mariani debía viajar a Italia por razones familiares. Debido a que Mariani tenía un Roma un pequeño apartamento vacío, las Madres de Plaza de Mayo, también aprovecharon la ocasión, para dirigirse a Roma, permaneciendo todas juntas. Allí se entrevistaron con el diputado socialista Sandro Pertini y el cardenal argentino Eduardo Pironio, con escasas consecuencias. Hasta 1985 realizaron en total unos 40 viajes, casi sin recursos; ellas mismas han relatado que, para todo un viaje, podían contar con unos 200 dólares.

    El 18 de noviembre de 1978 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció en el Caso 2553, sobre la desaparición de Clara Anahí Mariani, nieta de Chicha Mariani, resolviendo que los hechos denunciados constituían "gravísimas violaciones al derecho a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona y al derecho de protección contra la detención arbitraria" y que el gobierno debía devolver la niña Clara Anahí a su familia, disponer de inmediato una investigación completa e imparcial para determinar la autoría y sancionar a los responsables, debiendo informar a la Comisión en 30 días.

    Uno de los primeros y más importantes resultados de los viajes internacionales, fue la relación que establecieron con el Comité de Defensa de los Derechos Humanos para los Países del Cono Sur (CLAMOR), dependiente del Arzobispado de Sao Paulo y dirigida por el cardenal Paulo Evaristo Arns. Aunque Brasil también se encontraba gobernado por una dictadura, coordinada con las demás dictaduras sudamericanas por medio del Plan Cóndor, la Arquidiócesis de Sao Paulo, adoptó una posición humanitaria activa frente a la violación de derechos humanos en la región. Precisamente, el 31 de julio de 1979, CLAMOR, con la colaboración de las Abuelas de Plaza de Mayo, localizó por primera vez a dos niños desaparecidos, los hermanos Anatole y Victoria Julien Grisonas, de nacionalidad uruguaya y argentina respectivamente, secuestrados en Buenos Aires por militares argentinos y uruguayos y trasladados primero a Montevideo y luego a Chile, por entonces bajo la dictadura de Pinochet, régimen que también coordinaba las acciones terroristas internacionales a través del Plan Cóndor. Los niños habían sido abandonados en una plaza de Valparaíso y adoptados de buena fe por una familia chilena. Las Abuelas se reunieron con la familia adoptiva, verificaron su honestidad y aceptaron que los niños permanecieran con sus padres adoptivos en estrecho contacto con su familia biológica.

    Las Abuelas también tomaron contacto con Amnistía Internacional, que se mostró inmediatamente receptiva, realizando campañas y brindándoles apoyo organizativo y financiero. Una de sus primeras actividades fue el impulso de un petitorio internacional por los niños desaparecidos que reunió 14.000 firmas, incluyendo personalidades de gran renombre como Simone de Beauvoir, Costa Gavras y Eugène Ionesco. Poco a poco organizaciones de derechos humanos en todo el mundo difundían la situación de los niños desaparecidos en la Argentina.

    El 6 de septiembre de 1979, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA se instaló durante catorce días en la Argentina para examinar la situación de los derechos humanos en el país. La visita es recordada muchas veces por la tristemente célebre propaganda oficial con la que el gobierno militar intentó desprestigiarla, utilizando el lema los argentinos somos derechos y humanos, concebido por la conocida consultora estadounidense Burson-Marsteller (BM), con el fin de obstaculizar las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos.

    Las Abuelas le aportaron a la CIDH 5.566 casos documentados de desapariciones, a pesar de las condiciones represivas en las que debían desarrollar sus actividades. El 14 de diciembre la CIDH presentó un extenso informe en el que por primera vez, un organismo oficial cuestionaba a la dictadura argentina por las "numerosas y graves violaciones de fundamentales derechos humanos", estableciendo el deber del gobierno argentino de informar sobre cada una de las personas desaparecidas. En su informe, la CIDH también dio cuenta de "la desaparición de recién nacidos, infantes y niños, situación ésta en que la Comisión ha recibido varias denuncias", ubicando como caso testigo el de Clara Anahí Mariani.

    Las relaciones internacionales de las Abuelas, llevadas adelante principalmente por Chicha Mariani y Estela de Carlotto (quien se sumara en 1978), resultaron muy exitosas y constituyeron un elemento importante de su éxito como organización. A comienzos de la década del 80, ya recibían apoyo financiero y organizativo del Consejo Mundial de Iglesias, la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz, el Entraide Protestante Suisse (HEKS), la Organización Terre des Hommes, el Folke Kirkens NOD-HJELP de Dinamarca, el Comité Catholique contre la Faim et pour le Développement de Francia, el Rdda Barnen de Estocolmo, iglesias protestantes noruegas, y municipios, comunidades religiosas y ciudades de Alemania.

    Derrumbe de la dictadura

    La creciente movilización de los sectores políticos, sindicales, estudiantiles y de derechos humanos en 1981 y comienzos de 1982, comenzó a debilitar a la dictadura militar. En ese contexto el gobierno militar tomó la decisión de ocupar las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982, acción que llevaría a la Guerra contra Gran Bretaña y a una derrota tres meses después, que hizo colapsar al régimen y obligó a los militares a iniciar una retirada desordenada del poder, sin condicionamientos, llamando a elecciones para octubre de 1983.

    En ese período las Abuelas comenzaron a prepararse para las nuevas posibilidades de investigación que abriría la democracia. Entre 1980 y 1983 habían localizado a cuatro niños desaparecidos (los hermanos Julien Grisonas y las hermanas Ruarte Britos y Jotar Britos), en ambos casos adoptados de buena fe por familias que colaboraron en la restitución de su identidad.

    Pero la posibilidad de abrir investigaciones judiciales dentro de un estado de derecho, tanto para descubrir a los culpables como para identificar a los niños desaparecidos, implicaba enfrentar problemas inéditos en la experiencia internacional. En ese momento no existían métodos científico para determinar positivamente la filiación, y los existentes -basados en los tipos de sangre- sólo servían como prueba negativa, es decir para descartar una relación biológica entre dos personas, pero no para demostrarla.

    Las Abuelas tomaron entonces la iniciativa de recurrir a los científicos de punta para desarrollar alguna técnica que pudiera determinar sin dudas, la filiación de una persona en ausencia de sus padres. En esa búsqueda recurrieron a la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia de los Estados Unidos, donde les respondieron: lo que piden es posible, pero nunca se hizo: vamos a investigar. El resultado fue la creación del índice de abuelidad, que llegó a alcanzar un 99,99% de certeza sobre la filiación de una persona, desarrollado por los científicos Mary-Claire King y Cristian Orrego.[

    La acción de las Abuelas al recuperarse la democracia

    El 10 de diciembre de 1983 el país recuperó la democracia al asumir el presidente Raúl Alfonsín y los demás representantes electos por la población. Se abrió entonces un complejo panorama de investigación y enjuiciamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, incluyendo el enjuiciamiento y condena de varios integrantes de las juntas militares, y al mismo tiempo de presiones y levantamientos militares para cerrar las investigaciones, que tuvieron éxito con las llamadas leyes de impunidad sancionadas entre 1986 y 1990.

    El caso de Carla Artés y su abuela Sacha Artés Company es demostrativo de las dificultades y pormenores que se presentaron en ese momento. A fines de 1983, ni bien establecido el gobierno democrático, Abuelas de Plaza de Mayo recibió una información anónima que le permitió a una de las abuelas, "Sacha" Artés Company, localizar a su nieta secuestrada-desaparecida, Carla Artés. Carla se encontraba en poder de Eduardo Ruffo, un agente de inteligencia que había integrado la Triple A y luego se desempeñó como vicejefe del centro clandestino de detención "Automotores Orletti". Había sido secuestrada en Bolivia, junto a su madre Graciela Rutilo Artes -la hija de Sacha- y su padre Enrique López, cuando contaba con diez meses de edad. Luego de que su padre fuera asesinado y debido a la presión internacional, los militares bolivianos entregaron oficialmente a los militares argentinos, a Carla y a su madre. Ambas fueron enviadas a "Automotores Orletti", donde la niña fue apropiada por el subjefe del centro, luego de que éste participara del asesinato de su madre. Carla fue criada por este hombre y su esposa, junto a otro niño secuestrado-desaparecido, en calidad de hermano. El 15 de febrero de 1984 las Abuelas de Plaza de Mayo realizaron la denuncia penal, pero para entonces Ruffo se había fugado con su esposa y los niños. Ruffo fue finalmente hallado y detenido en 1985. En el momento que Carla y su abuela se encontraron, la niña -que para entonces contaba ya con 10 años- le dijo: "yo sabía que me estabas buscando". La justicia otorgó a la abuela la guarda provisoria de la niña, pero con fuertes reticencias de los funcionarios, que también la separaron de su "hermano", ya que el juez rechazó el pedido de Sacha Artés de hacerse cargo de ambos niños. Durante estas tramitaciones, en 1987 se aprobó la Ley de Obediencia Debida, presentada por el presidente Alfonsín, restringiendo la posibilidad de perseguir a la mayor parte de los represores. Como consecuencia de la misma Ruffo, el secuestrador de Carla y asesino de su madre, quedó en libertad sin culpa ni cargo, mientras que Carla quedaba impedida de salir del país, por falta de los documentos que establecían su verdadera filiación. Su abuela tomó entonces la decisión de escapar con la niña de la Argentina, para radicarse desde ese momento en España, donde Carla tomó el apellido de su abuela.

    En 1984 las Abuelas lograron la restitución de Paula Eva Logares, la primera nieta con quien la Justicia aceptó la validez de la prueba de filiación establecida por medio del índice de abuelidad determinado con los nuevos análisis genéticos descubiertos a requerimiento de la asociación. En 1987 se logró la primera restitución de una niña nacida en cautiverio, Elena Gallinari Abinet, quien había sido inscripta falsamente como propia por un subcomisario de la policía bonaerense y que era en realidad hija de María Leonor Abinet, detenida-desaparecida el 16 de septiembre de 1976, cuando tenía siete meses de embarazo. En 1989 las Abuelas tuvieron éxito en probar judicialmente que la adopción de Ximena Vicario se había realizado de manera gravemente irregular, logrando que se anulara una adopción plena por primera vez en la historia de la justicia argentina.

    Las leyes de impunidad

    Por esos años, el Congreso sancionó las leyes de Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987), esta última luego de una sublevación militar "carapintada" en el cuartel de Campo de Mayo durante Semana Santa de ese año. Las leyes cerraron la posibilidad de enjuiciar a los responsables de las violaciones de derechos humanos y en particular del secuestro-desaparición de los niños, quedando en libertad cientos de autores de graves violaciones de derechos humanos. El ciclo de las llamadas leyes de impunidad se cerró en 1989 y 1990 con los indultos concedidos por el presidente Carlos Menem.

    Las Abuelas, como las demás organizaciones de derechos humanos, se negaron a aceptar un sistema jurídico que impedía investigar y castigar los crímenes de lesa humanidad, y continuaron impulsando los juicios por apropiación de niños. Los casos de niños secuestrados-desaparecidos siempre fueron un problema insoluble para las leyes de impunidad debido a que jurídicamente, no podían "darse por cerrado", en razón de la continuidad y persistencia del delito, así como por la existencia real de esos niños con identidades falsas y las localizaciones de los mismos que las Abuelas continuaban realizando.

    En 1997 Abuelas de Plaza de Mayo inició una causa penal sosteniendo que el robo de bebés era parte de un plan sistemático impulsado desde el más alto nivel del Estado durante la dictadura. Se trata de uno de los juicios más importantes referidos a violaciones de derechos humanos en la Argentina durante la dictadura. En ella se investiga la apropiación de 194 niños.

    En 1998, el subcomisario Samuel Miara fue condenado a doce años de prisión por la apropiación ilegal de los mellizos Gonzalo y Matías Reggiardo Tolosa, hijos de Juan Reggiardo y María Rosa Tolosa, desaparecidos en 1977, uno de los casos más dramáticos. Ese mismo año las Abuelas de Plaza de Mayo propusieron incorporar a la Convención sobre los Derechos del Niño el derecho a la identidad que fue incluido en los arts. 7 y 8, conocidos por eso como los artículos argentinos.

    La tarea actual de las Abuelas

    Con el fin de localizar los niños desaparecidos Abuelas de Plaza de Mayo trabajan en cuatro niveles:

    ü       reclamos y propuestas ante los organismos gubernamentales nacionales e internacionales

    ü       denuncias y presentaciones ante la Justicia

    ü       acciones destinadas a involucrar a la sociedad

    ü       investigaciones propias

    Para su trabajo la Asociación cuenta con equipos técnicos integrados por profesionales en los aspectos jurídico, médico, psicológico y genético. Cada uno de los niños que fueron apropiados tiene una causa abierta en la Justicia a la que se agregan las denuncias que se van recibiendo con el correr del tiempo y que conforman elementos probatorios que determinan su verdadera identidad y la de los responsables de su secuestro o tenencia ilícita. Para asegurar en lo sucesivo la validez de los análisis de sangre han implementado un Banco de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional N 23.511, donde figuran los mapas genéticos de todas las familias que tienen niños desaparecidos. Las Abuelas actúan en el campo internacional promoviendo normas y acciones internacionales destinadas a proteger a la niñez. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de 1989, incorporó tres artículos (7, 8 y 11) directamente propuestos por ellas con el fin de garantizar el derecho a la identidad. En 2008 las Abuelas de Plaza de Mayo expresaron su apoyo al gobierno de Cristina Fernández frente al paro agropecuario y corte de rutas organizado por la entidades ruralistas, que se extendió durante más de 100 días, reforzando la denuncia de que se trataba de un golpe de estado.

    Escuela de Mecánica de la Armada

    La Escuela de Mecánica de la Armada (antes Escuela Superior de Mecánica de la Armada, ESMA) es una de las dependencias de la Armada Argentina, destinada a la formación de suboficiales de esa fuerza en los aspectos mecánicos y de ingeniería de la navegación.

    Desde 2005, instalada en la localidad bonaerense de Puerto Belgrano, a 28 km de Bahía Blanca, su sede principal estuvo hasta fecha reciente ubicada en la esquina de Avenida del Libertador y Santiago Calzadilla en la ciudad de Buenos Aires. Cobró penosa fama por funcionar, durante la dictadura (1976-1983) autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, como centro clandestino de detención. Fue el más grande y activo de los centros, ocupando el casino de oficiales, por donde pasaron más de 5.000 detenidos desaparecidos.

    Clausurado tras el retorno a la democracia, en 2004 se propuso convertirlo en un museo para recordar la represión, documentando el terrorismo de Estado, y un Archivo Nacional de la Memoria. La Ley N 1412 sancionada el 5 de agosto de ese año por la Legislatura porteña la destinó a conformar el "Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos".

    Ubicación

    El predio de la Escuela de Mecánica de la Armada ocupa 17 ha, cedidas a la Armada en 1924 por la ciudad de Buenos Aires (en ese entonces, al intendente lo designaba el presidente de la Nación) para formar un centro de instrucción militar. Se encuentra en la zona norte de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Núñez), con frente sobre la Avenida del Libertador al 8200. Además de la ESMA, funcionaban allí el Liceo Naval Almirante Brown, la Escuela de Guerra Naval, la Dirección de Educación Naval, la Escuela Nacional de Náutica y la Escuela Fluvial.

    El centro de detención clandestino, llamado en clave Selenio, funcionaba en el edificio del Casino de Oficiales. Ocupaba el tercer piso, el ático a la mansarda y el sótano. Su disposición varió alrededor de 1978, pero manteniéndose en la misma área.

    Historia

    Historia de la institución educativa

    La Escuela fue fundada en 1924, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear. Anualmente, alrededor de 10.000 jóvenes se inscribían para ingresar como alumno regular, de los cuales la mitad eran seleccionados y becados para estudiar carreras como electrónica, aeronáutica, administrativos, mecánico naval, operador de radio, meteorología, oceanografía, etc. Los estudiantes permanecían internados de lunes a viernes, y recibían entre 8 y 10 horas de estudios por día. Las carreras podían completarse en hasta tres años de estudios, recibiéndose los alumnos de técnicos, con opción a seguir luego la carrera militar o ejercer su profesión en cualquier otro ámbito.

    Desde la entrada principal se accede al pabellón central donde estaban las oficinas y despachos de las autoridades. Allí se encuentra un patio cubierto, usado también como cine para el alumnado. A la izquierda de este edificio estaban los casinos de suboficiales y mas alejado y aislado, el casino de oficiales, donde funcionó el centro clandestino de detención, durante la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983. A la derecha del pabellón central, se encontraba el puesto de acceso, el edificio de la guardia militar y la Escuela de Guerra Naval.

    Saliendo del patio cubierto se llega a la plaza de armas, un patio de cemento con capacidad para 15.000 personas. Alrededor de dicha plaza se encuentran:

    ü       al frente y por orden: el comedor de alumnos y la biblioteca en un mismo edificio, la lavandería, la piscina y el edificio del curso de Mecánica;

    ü       a la derecha: el armero dotado de fusiles Mauser desactivados (estas armas eran utilizadas para los desfiles y los actos militares); detrás del armero estaban los edicifios de los cursos de Armas, Aeronáutica y Operaciones.

    ü       a la izquierda: los dormitorios de los escalafones de servicios y operaciones, la enfermería y la cantina.

    Detrás al fondo estaban los dormitorios y cruzando la avenida Lugones, el campo de deportes de la institución. Ubicados en el perímetro de la escuela había puestos de vigilancia, que eran cubiertos por los propios alumnos de forma rotativa durante una semana al menos una vez al año. Dicho servicio se denominaba guardia militar.

    Las actividades de la Escuela nunca estuvieron mezcladas con las actividades del centro de detención clandestino que funciono en las dependencias del casino de oficiales, zona de exclusión para el alumnado. En 1982, varios alumnos del último año de la Escuela de Mecánica de la Armada fueron convocados a combatir durante la guerra de Malvinas; algunos de ellos fallecieron durante el hundimiento del crucero ARA General Belgrano o del aviso ARA Sobral. En 1998, el presidente Carlos Menem dispuso el traslado de la Escuela a la base de Puerto Belgrano.

    Historia del centro clandestino de detención

    El casino de oficiales del a ESMA funcionó como centro de detención desde el mismo inicio de la dictadura; el día del golpe de estado ya alojó secuestrados por las fuerzas armadas, entre ellos Pedro Eladio Vázquez. Su condición clandestina había sido sin duda premeditada; según declaraciones del capitán de fragata Jorge Félix Busico, los oficiales a cargo de la institución tenían estrictas instrucciones de no revelar su identidad ni su afiliación militar al realizar la captura de los presuntos subversivos.

    Allí funcionaban dos grupos clandestinos, el grupo de tareas 3.3.3 a cargo del SIN (Servicio de Inteligencia Cabala) y el grupo de tareas 3.3.2 de la Marina, encargado de la zona norte del Gran Buenos Aires y de la Capital Federal; éste último estaba dirigido por el contraalmirante Rubén Jacinto Chamorro y el capitán Jorge Eduardo Acosta (el Tigre). Pertenecieron al mismo entre otros represores, Alfredo Astiz, Ricardo Miguel Cavallo y Adolfo Scilingo. Se puede consultar una lista de 120 asesinos y torturadores de la ESMA con las funciones que cumplían en cada caso en. Indirectamente dependía en última instancia del comandante en jefe de la Armada, que entre 1976 y 1978 fue el almirante Eduardo Massera, cuyo nombre en clave era Cero o Negro.

    El compromiso de Massera con el accionar de la ESMA fue directo; de acuerdo a testimonios recogidos por la CONADEP, él mismo estuvo presente en la conformación del grupo de tareas, dictó la conferencia inaugural a los oficiales que lo componían y participó personalmente en los primeros operativos clandestinos. Siete meses tras el golpe el grupo de tareas pasó a depender directamente de Massera. El presbítero Alberto Ángel Zanchetta fue capellán de la ESMA durante 1977.

    Distribución del CCD

    El centro de detención ocupaba parte del casino de oficiales.

    Sótano

    El sótano alojaba las celdas y salas de tortura donde se llevaba a los recién llegados al centro; para llegar allí había que descender por una escalera visible al entrar al "Salón Dorado", que era parte de la escalera principal. Se ingresaba por una gran puerta verde de hierro, con guardia armada. Se encontraban también allí la enfermería, un laboratorio fotográfico, la armería y los dormitorios de los guardias.

    Planta baja

    En la planta baja estaba el Salón Dorado. En las dependencias destinadas en principio a comedor de oficiales, salón de conferencias y sala de reuniones se realizaba la inteligencia y planificación de las tareas.

    Primer y segundo piso

    En el primer y segundo piso estaban los dormitorios de los oficiales, donde los detenidos no tenían acceso.

    Tercer piso y altillo

    El tercer piso y el altillo eran para alojamiento de los detenidos-desaparecidos que ya habían pasado por los interrogatorios iniciales, donde permanecían permanentemente encapuchados en habitaciones sin ventanas llamadas capuchas.

    El área apodada Capucha estaba ubicada sobre el ala derecha del edificio. No tenía ventanas, sino pequeños ventiluces que daban a celdas pequeñas denominadas "camarotes". Por la escasa circulación de aire se utilizaban dos extractores que producían mucho ruido. Se accedía por una escalera y en la entrada tenía un guardia armado con un libro en el que se anotaban todos los movimientos. Vale aclarar que los secuestrados poseían su rostro y sus cabezas literalmente bajo una capucha, algunos durante meses e incluso por años. Así debían alimentarse, levantando la capucha hasta una altura que le facilitase comer sin saber qué, hasta que su sentido gustativo lo descifrara. El Pañol era el depósito de lo que se obtenía en los robos de las viviendas de los secuestrados. Ocupaba la mitad norte del altillo. Allí se encontraban también tres habitaciones, una de ellas destinada a las prisioneras embarazadas.

    En una parte de lo que fue el Pañol, el ala más norte del altillo, fue construida a fines de 1977 lo que se denominó la Pecera. Era un serie de pequeñas oficinas, unidas por un pasillo central al que se accedía por una puerta controlada por un guardia muñido de un registro de entradas y salidas. Allí permanecían una parte del día algunos prisioneros. Trasladaron desde el sótano el archivo de prensa y la biblioteca; algunos detenidos eran forzados a trabajar allí realizando traducciones de artículos de prensa proporcionados por el Ministerio de Relaciones Exteriores, y preparando notas para la televisión nacional y el servicio de Radiodifusión Argentina al Exterior. Tras el retiro de Massera, se preparaba allí también un resumen diario de noticias para éste. Otros detenidos estaban asignados a la clasificación del material secuestrado en el, y otros a tareas de mantenimiento del centro.

    Desde el altillo se podía acceder a una escalera situada enfrente de la puerta de entrada, que conducía a un segundo altillo llamado Capuchita. Este era el lugar donde originariamente estaba el tanque de agua que abastecía todo el piso del casino de oficiales; allí había dos salas de tortura y un espacio donde se mantenía a los prisioneros de la misma forma que en Capucha, aunque en peores condiciones. Constaba de unos 15 a 20 tabiques que separaban a los secuestrados entre sí.

    Este lugar fue utilizado por los miembros del Servicio de Inteligencia Naval, SIN, para torturar y mantener a sus secuestrados separados de los de la ESMA. Capuchita también se prestaba a la Fuerza Aérea y al Ejército.

    Los baños estaban ubicados entre la Capucha y el Pañol.

    Los detenidos

    Por la ESMA pasaron casi 5.000 detenidos-desaparecidos, de los cuales más del 90% fueron asesinados. La ejecución se anunciaba normalmente como un "traslado" a una cárcel común; los detenidos eran trasladados al sótano, sedados con inyecciones, y ejecutados de diversas maneras. Algunos eran fusilados e incinerados en el campo de deportes ubicado en el predio. Otros eran subidos a aviones de las fuerzas armadas y arrojados, inconscientes, al río de la Plata desde gran altura.

    Una particularidad de la ESMA son las fotos de los cautivos. Las fotos fueron tomadas por Víctor Melchor Basterra, obrero gráfico y militante del Peronismo de Base, que estuvo secuestrado allí desde 1979 al cierre del campo. Dentro de la ESMA le encargaron tomar fotos de prisioneros y represores, que luego eran utilizadas de diversas maneras (documentos falsos, propaganda, etc.). Basterra hizo copias de aquellas fotos y cuando empezó a tener permisos de salida comenzó a sacarlas del campo. Declaró en el Juicio a las Juntas Militares durante más de 5 h, el más prolongado del proceso y aportó toda la prueba fotográfica que sacó de la ESMA.

    Durante

    La ESMA se convirtió en la base del poder político de la Marina y en particular de Eduardo Massera, integrante por la Armada de la primer Junta de Comandantes. Comenzó a funcionar en marzo de 1976 y se clausuró en noviembre de 1983, luego de las elecciones en las que ganó Raúl Alfonsín y pocos días antes de que asumieran las autoridades constitucionales.

    El 10 de agosto de 1978, Massera invita a Patricia Derian, Subsecretaría de Derechos Humanos del gobierno de Estados Unidos (Administración Carter) y activista de los derechos civiles, a visitar la ESMA. Derian contaba con información sobre el campo de concentración. Para la visita se enviaron a todos los detenidos-desaparecidos al sótano. En un momento determinado la funcionaria norteamericana le dijo a Massera: "[...] tengo un esquema rutinario del piso que está debajo de donde nos encontramos, y creo que es posible que mientras nosotros hablamos, en el piso de abajo se esté torturando [...]". Massera sonrió y dijo al mismo tiempo que hacía un gesto de lavarse las manos: "¿Usted recuerda lo que pasó con Poncio Pilatos? [...]" (Seoane,314). Patricia Derian actuó tenazmente para aislar internacionalmente al régimen militar argentino y fue quien organizó la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 1979.

    Entrevistas

    Licenciada en Ciencias Políticas: María Florencia Deich

    1) ¿Cual es su opinión acerca del Proceso de Reorganización Nacional?

    Creo que el Proceso fue un hito en la historia Argentina, marco un antes y un después con respecto a lo político, social y económico. Nos abrió la puerta a la democracia, pero cerro una etapa de violencia y descontrol. Es difícil tomar una postura porque a lo largo de estos años todavía no he encontrado de que lado pararme.

    A su vez creo el año setenta y seis nos demostró que no sólo nosotros no estábamos pasando por eso, sino que otros países vecinos también lo vivían. Considero que las ideas fomentadas en esa época provenientes de Rusia (Stalin) eran equivocadas en la práctica solo que la gente de aquí no estaba al tanto de ello.

    2) ¿Qué opina acerca de las Abuelas de la Plaza de Mayo?

    Acerca de las abuelas opino, que son unas mujeres para admirar ya que hacen causa común y sostienen las ideas de sus hijos (en forma invisible) a través de los años, con la búsqueda de sus nietos. Lo que no me parece bien es que se apeguen a este gobierno de manera desmedida.

    3) ¿Qué siente al respecto con el constante recordatorio que tiene este gobierno acerca de lo ocurrido en el año 1976?

    De este gobierno no me sorprende nada, ya vamos unos cuantos años bajo el mandato de la misma familia, y esta al haber sido militante en aquella época considera que todo lo que hicieron ellos a través de sus ideales esta bien, y lo que hicieron los militares esta equivocado ni uno ni otro tiene razón.

    Lo que si hay que decir es que no habría que insistir tanto en esto porque cuando cambien el gobierno o la corriente política lo que es hoy ya no lo será, y ahí es donde va a venir la confusión.

    4) ¿Qué opina acerca del programa de Televisión por la Identidad?

    El programa Televisión por la identidad, es un reflejo de lo que pasado en ese año en particular, muestra en una manera no tan cruel lo sucedido, en mi opinión es para que algún desprevenido se entere lo sucedido si no lo sabe. A su vez vuelca la balanza para el lado de los desaparecidos, lo cual no esta mal, pero si uno cuenta una historia se debe contar en una forma neutral.

    5) ¿Algo mas que quiera agregar?

    Quiero reiterar lo mismo que he dicho anteriormente, que no hay que aferrarse a algo en una forma tan determinante.

    Legislador Radical: Gabriel Santagata

    1) ¿Cual es su opinión acerca del Proceso de Reorganización Nacional?

    Considero que lo ocurrido en el año setenta y seis, nos muestra varios mensajes; el primero fue el fin de la era peronista hasta ese entonces, puesto que se pudo deducir a través de los años y de varios libros escritos como Perón traiciono a esta gente en la masacre de Ezeiza, la persecución de esta gente con la triple A y como progresaron estas ideas comunista en ese tiempo.

    El segundo mensaje fue el cambio de gobierno, de pasar de un gobierno constitucional a uno de facto, y el posterior fusilamiento de los militares a todos lo que tengan un militancia peronista o comunista, yo creo que esto mas que nada ocurre por la muerte del General Pedro Aramburu a manos del ERP.

    Creo que fue un punto oscuro en nuestra historia, pero sin esta evacuación hoy tendríamos un ejército revolucionario como Colombia, con sus FARC. De los militares critico su gobierno, los métodos utilizados y unas cuantas cosas que sucedieron en el camino. Lo mejor hubiera sido enjuiciar a esta gente por sus crímenes, pero al final quienes fueron enjuiciados fueron ellos.

    2) ¿Qué opina acerca de las Abuelas de la Plaza de Mayo?

    Las Abuelas son unas mujeres que siguen teniendo trascendencia porque están amparadas por el gobierno de los Kichner quienes han sido militante en los años de la dictadura.

    3) ¿Qué siente al respecto con el constante recordatorio que tiene este gobierno acerca de lo ocurrido en el año 1978?

    Los Kichner son personas que se han quedado en el pasado, lo cual a mi entender es un gran error, no se puede vivir del pasado menos estando en democracia. Acepto los monumentos que se han hecho en honor a los desaparecidos. Pero lo que no acepto es que denigren a las fuerzas armadas de mi propio país, porque si nosotros lo hacemos como quedamos adelante del mundo.

    4) ¿Qué opina acerca del programa de Televisión por la Identidad?

    Es un programa que estuvo amparado por las abuelas y el gobierno de Kichner para que supuestamente se conozca lo que sucedió realmente. Lo cuál no es ni bueno ni malo. Creo que la gente tiene una opinión formada con respecto al tema ya que nadie es un santo.

    5) ¿Algo mas que quiera agregar?

    La historia argentina siempre se presto para el doble discurso.

    Psicóloga: Liliana Nadal

    1) ¿Cual es su opinión acerca del Proceso de Reorganización Nacional?

    El proceso fue una etapa muy dura, creo que en el momento la gente si sabía que era lo que pasaba pero no le quería ver, es decir no lo quería admitir. Psicológicamente hablando la gente se quedaba con lo manifiesto y no con lo latente.

    Casi nadie recuerda con exactitud lo que paso, es como si nos hubieran puesto una venda y luego que termino pudimos observar lo que realmente había pasado. A mi entender los militares se comportaron como una horda primitiva, la cuestión para ellos era terminar con el paradigma vigente el cual era el comunismo.

    2) ¿Qué opina acerca de las Abuelas de la Plaza de Mayo?

    Las abuelas son unas mujeres formidables en el sentido, que se abrazaron a su objetivo y no se alejaron de él. Para ellas la dictadura fue una época muy dura en cuanto a los desaparecidos. La pérdida de un hijo no tiene marcha atrás es como una parte de uno se muere con él. Por eso el uso de su famosa frase los entierro todas las noches y los resucito todas las mañanas.

    Creo que ni la llegada de la democracia hizo que se alejaran de su lucha. Considero que se sintieron un poco satisfechas con su lucha y persona cuando comenzaron los juicios e indultos.

    3) ¿Qué siente al respecto con el constante recordatorio que tiene este gobierno acerca de lo ocurrido en el año 1978?

    Este gobierno hace mucha referencia a esa época, porque ambos fueron militantes, y tuvieron que exiliarse al sur para proteger sus vidas. Creo que el recordatorio es tan persisten para que la gente no olvide y comprenda la terrible frase que tuvimos que atravesar.

    4) ¿Qué opina acerca del programa de Televisión por la Identidad?

    Televisión por la Identidad creo que fue el punto conclave de la lucha de las abuelas, después de luchar tanto porque se conozca la historia de sus hijos y nietos desaparecidos. Tiene un poco de picardía porque no explican bien el contexto político y social sino que se centran solamente la desaparición, pretenden que la gente se queda con una sola parte de la historia, lo cual puede estar bien o mal, según de donde se mire la historia.

    El punto esta en no quedarse con esa parte sola sino investigar y ver realmente lo que paso. Yo creo que hubiera sido mejor contar la historia con un poco mas de ambigüedad y dejar que la gente saque sus propias conclusiones al respecto.

    Ana María Vila: Licenciada en Historia

    1) ¿Cual es su opinión acerca del Proceso de Reorganización Nacional?

    Históricamente hablando el proceso fue una situación que se vivió en muchas regiones y países a la vez, supongo que es algo que se venía trabajando en aspecto de armamentos, contexto social, en cuanto al comunismo, y decanto por si solo. Esto no comenzó en el setenta y seis sino mucho antes; para ello deberíamos situarnos en el regreso de Perón al país.

    Como todo momento en la historia el proceso ocurrió en el momento indicado, es decir fue el paso para llegar a la democracia. Es muy difícil tomar una posición al respecto como digo en el colegio, yo no puedo o podría decir un discurso al respecto, conmemorando una fecha al respecto.

    2) ¿Qué opina acerca de las Abuelas de la Plaza de Mayo?

    Las abuelas son unas personas muy especiales, porque se abrazaron a Dios y a una minima esperanza para luchar por sus hijos y nietos desaparecidos. No les importo si estaban equivocados o no, sino que creyeron firmes en sus convicciones y continuaron con su intensa búsqueda hasta el día de hoy. Son memorables.

    3) ¿Qué siente al respecto con el constante recordatorio que tiene este gobierno acerca de lo ocurrido en el año 1978?

    Prefiero no hablar al respecto de ese tema, lo que si te puedo decir que están equivocados al insistir tanto con un tema resonante. La gente por si sola debe saber y tener una opinión al respecto de lo que sucedió

    4) ¿Qué opina acerca del programa de Televisión por la Identidad?

    El programa me pareció interesante en el sentido de cómo las abuelas contaron la historia de los nietos. Creo que centraron demasiado el tema de los apropiadores, es decir no digo que los niños no fueran apropiados sino que también se debería destacar el deseo de una madre de tener a un hijo bajo cualquier circunstancia. Considero que ese fue el error, después de todo ellos también durante su militancia tuvieron sus errores.

    Por otro lado lo veo constructivo para que las generaciones adolescentes se enteren lo que verdaderamente sucedió, y aprendan algo más de la historia de su país para que no volvamos a cometer los mismos errores.

    Conclusión

    A lo largo de este trabajo me había propuesto investigar paralelamente el periodo de la historia Argentina que corresponde a los años 1976-1981 y el programa Televisión por la Identidad partiendo de la hipótesis propuesta anteriormente. El punto es que llegue a la conclusión, luego de haber juntado la información pertinente y de las entrevistas realizadas, considero que el programa Televisión por la Identidad, muy instructivo e interesante (esto fue destacado por los entrevistados) no describe la historia en realidad.

    Considero que la lucha entre los militante políticos y los militares fue una pelea cruenta e inolvidable, son aquellas batallas y remarco esta palabra, que quedan grabadas en la memoria de la gente, es decir, no como un hecho manifiesto sino como un hecho latente. No creo que todos se acuerden de todo de lo sucedido sino que recuerdan gran parte y algunos con más dolor que otro. Lo sucedido en esa época marco un hito algo que no se puede explicar palabras porque no hay un razonamiento lógico que avale lo que hicieron los militares. Lo más razonable hubiera sido que todas las personas que militaban en esa senda sean enjuiciadas.

    Por consiguiente creo que el programa tomo una sola parte de lo sucedido sin explicar lo que estaba sucediendo y de donde provenían esas ideas políticas y sociales, las cuales corresponden al comunismo, una realidad política y social que todavía no se puede llevar a cabo. Creo necesario la explicación completa de lo sucedido puesto que las generaciones actuales toman a la televisión como si fuera palabra santa y no se pueden quedar con una sola parte de la historia. Puesto que se quedan con lo que vieron y solo con eso. La idea pasa por un investigación personal también sino como que queda todo en la nada y no entienden como fueron sucediendo las cosas.

    También a lo largo de este proceso he comprendido la lucha de las abuelas de Plaza de Mayo, esas señoras son dignas de admiración, no importa si sus hijos han estado equivocados o no ellas siguen adelante en la lucha de la recuperación de sus nietos. He comprendido el dolor que llena el alma ante la pérdida de un hijo, creo que no hay dolos que se le compare. Esta lucha les ha permitido llegar a lugares que quizá nunca se les ocurrió llegar. Nadie pensó en esa época cuando se juntaban a escondidas en Las Violetas o cuando hacían las marchas en la Plaza de Mayo, que llegarían a obtener un Nobel de la Paz ni su propio programa de Televisión. Sin embargo vuelvo a recalcar que han contado la historia un poco incompleta.

    En fin a lo largo de este trabajo pude comprobar que a través de este programa se ha mostrado una cara de un momento de la historia, no se desacertada sino que falta mas explicación al respecto de lo sucedido. No esta mal lo que se ha hecho sino que tampoco corresponde mostrar la realidad como a una persona en particular le parece, creo como lo dije al principio del trabajo y lo vuelvo a remarcar, es conveniente saber ambas caras de la historia considero que te abre mas la mente y te hace mas receptivo acerca de los temas tabú que pueden ser acerca de la historia o de otro género. Lo importante es comprender y luego partir hacia un punto en concreto.

    índice

    ü      Presentación del Tema.......................................................Pág. 2

    ü      Hipótesis.......................................................................Pág. 3

    ü      Presentación Objeto de Estudio.............................................Pág. 4

    ü      Antecedentes Históricos en la TV..........................................Pág. 31

    ü      Marco Teórico......................................................................................Pág. 34

    ü      Entrevistas.....................................................................Pág. 87

    ü      Conclusión.....................................................................Pág.92



    [1] Fuente Imagen TEA

    [2] Diario Clarín

    El País

    Carlos Guajardo

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