Historia de la Reforma - ALIPSO.COM: Monografías, resúmenes, biografias y tesis gratis.
Aprende sobre marketing online, desarrollo de sitios web gratis en Youtube
Suscribite para recibir notificaciones de nuevos videos:
Jueves 18 de Abril de 2024 |
 

Historia de la Reforma

Imprimir Recomendar a un amigo Recordarme el recurso

Agregado: 12 de ABRIL de 2000 (Por ) | Palabras: 3059 | Votar |
1 voto | Promedio: 7
| Sin comentarios | Agregar Comentario
Categoría: Apuntes y Monografías > Historia >
Material educativo de Alipso relacionado con Historia Reforma
  • Breve historia de la Argentina entre 1810 y 1880/:
  • Historia del Electromagnetismo: Con gráficos y fotos de las personas relacionadas con su evolución
  • Historia Argentina: año 1831: Juan Manuel de Rosas. Centralismo y federalismo. Centralistas y federales. Liga del Interior. Pacto federal. Estalisnao López. Facundo Quiroga.

  • Enlaces externos relacionados con Historia Reforma

    Reforma, gran revolución religiosa del siglo XVI en la Iglesia cristiana, que terminó con la supremacía eclesiástica del Papa en el mundo católico y propició la instauración de las iglesias protestantes. Aunque el movimiento data de principios del siglo XVI, cuando Martín Lutero desafió la autoridad papal, las circunstancias que llevaron a esa situación se remontan muy atrás y conjugan complejos elementos doctrinales, políticos, económicos y culturales.

    Condiciones que precedieron a la Reforma:

    A partir de la revitalización del Sacro Imperio romano por Otón I en el año 962, los papas y emperadores se vieron involucrados en una continua contienda por la supremacía terrenal. Este conflicto concluyó, a grandes rasgos, con una victoria para el papado, pero creó profundos antagonismos entre Roma y el Imperio germánico que aumentaron durante los siglos XIV y XV debido a un mayor desarrollo del sentimiento nacionalista alemán. La animosidad provocada por los impuestos papales y por la sumisión a los delegados eclesiásticos papales se extendió a otras zonas de Europa. En Inglaterra el principio del movimiento hacia una independencia absoluta de la jurisdicción papal empezó con la promulgación de los estatutos de Mortmain en 1279, Provisors en 1351 y Praemunire en 1393 que redujeron, en gran medida, el poder de la Iglesia en el control del gobierno civil sobre las tierras, en el nombramiento de cargos eclesiásticos y en el ejercicio de la autoridad judicial. Se atacó con audacia al propio papado, arremetiendo contra la venta de indulgencias, las peregrinaciones, la excesiva veneración a los santos y los bajos niveles morales e intelectuales de los sacerdotes. Se tradujo la Biblia al inglés y se comenzó a predicar en inglés, en lugar del latín. La ejecución del reformista religioso Jan Hus por herejía en 1415 desencadenó de inmediato el estallido de las guerras husitas, que revelaron una violenta expresión del nacionalismo bohemio. Estas luchas fueron precursoras de la guerra civil religiosa en Alemania en la época de Lutero. En Francia, en 1516 un concordato entre el rey y el papa puso a la Iglesia francesa, de forma sustancial, bajo la autoridad real. Los concordatos firmados con otras monarquías nacionales también prepararon el camino para la aparición de iglesias nacionales autónomas.

    Ya en el siglo XIII, el papado se había hecho vulnerable a los ataques y reproches de los reformistas debido a la codicia, inmoralidad e ignorancia de muchos de sus miembros. Las extensas posesiones de la Iglesia, libres de cargas, que constituían, según cálculos diversos, entre una quinta y una tercera parte de las tierras de Europa, estimularon la envidia y el resentimiento por parte del campesinado pobre. La llamada cautividad babilónica de los papas en Avignon durante el siglo XIV y el consiguiente Gran cisma provocaron graves daños en la autoridad de la Iglesia. Los miembros de la Iglesia reconocieron la necesidad de una reforma; se debatieron ambiciosos programas que proponían la reorganización de la totalidad jerárquica en el concilio de Constanza, desde 1414 a 1418, pero ningún programa consiguió el apoyo de la mayoría y no se instituyeron cambios radicales en esta época.

    El humanismo, que comenzó en el siglo XV en Italia a principios del renacimiento, desplazó el escolasticismo como filosofía principal de la Europa occidental y privó a los líderes de la Iglesia del monopolio sobre el aprendizaje que antes habían ostentado. Eruditos como el italiano Lorenzo Valla evaluaron de forma crítica las traducciones de la Biblia y otros documentos que eran la base del dogma y tradición de la Iglesia. La invención de la imprenta con tipos de metal móviles, incrementó en gran medida la circulación de los libros y extendió las ideas de renovación espiritual por toda Europa. Los humanistas que vivían fuera de Italia, como Erasmo de Rotterdam en los Países Bajos, Tomas Moro en Inglaterra, Johann Reuchlin en Alemania y Jacques Lefèvre d'Étaples en Francia, aplicaron nuevas normas a la evaluación de las prácticas de la Iglesia y al desarrollo de un conocimiento más preciso de las Escrituras. Estos estudios eruditos sentaron las bases sobre las que el teólogo Martín Lutero y el reformista Calvino reivindicaron que la única autoridad religiosa posible era el juicio individual aplicado al estudio de la Biblia.

    Alemania y la Reforma luterana:

    La Reforma protestante fue emprendida en Alemania por Lutero en 1517, al publicar sus 95 Tesis que desafiaban la teoría y la práctica de las indulgencias papales.

    Las autoridades papales ordenaron a Lutero que se retractara y se sometiera a la autoridad de la Iglesia, pero él replicó con mayor radicalidad, haciendo un llamamiento a la reforma, atacando el sistema sacramental y recomendando que la religión se mantuviera en la fe individual basada en las normas contenidas en la Biblia. Amenazado de excomunión por el papa, Lutero quemó ante sus seguidores el decreto papal de excomunión. Este acto de desafío simbolizaba una ruptura definitiva con todo el sistema de la Iglesia católica. En un intento por frenar la marcha de las revueltas, el emperador Carlos V y los príncipes alemanes y eclesiásticos se reunieron en 1521 en la Dieta de Worms e instaron a Lutero a retractarse. Éste se negó una vez más y fue declarado fuera de la ley. Durante casi un año permaneció escondido, escribiendo panfletos donde exponía sus principios y traduciendo la Biblia al alemán. Aunque sus obras habían sido prohibidas por edicto imperial, fueron distribuidas en público y se convirtieron en poderosos instrumentos para hacer de las grandes ciudades alemanas centros del naciente movimiento luterano.

    El movimiento reformista se extendió vertiginosamente entre el pueblo, y cuando Lutero abandonó su retiro, fue recibido en su casa en Wittenberg como un líder revolucionario. Alemania se había dividido por motivaciones religiosas y económicas. Aquellos que estaban más interesados en preservar el orden tradicional, como el emperador, algunos príncipes y el alto clero, apoyaron a la Iglesia católica. El luteranismo estaba apoyado por los príncipes del norte de Alemania, el bajo clero, los comerciantes y los sectores del campesinado, quienes aprovecharon la situación como una oportunidad para obtener una mayor independencia tanto de las esferas religiosas como de las económicas. La guerra abierta entre las dos facciones estalló en 1524 con el comienzo de la Guerra de los Campesinos. La guerra era en suma un intento por parte de éstos de mejorar su mísera situación económica. Lutero desaprobó la utilización de sus demandas de reforma para justificar una revuelta social y aunque en un principio procuró buscar una salida pacífica al conflicto, pronto se volvió contra los campesinos y en un panfleto titulado "Contra las hordas de campesinos asesinos y ladrones, 1525", les condenó por recurrir a la violencia; lo que le hizo ganar el apoyo de numerosos nobles. Los campesinos fueron derrotados en 1525. En la Dieta de Spira (1526) el Emperador concedió que los estados reglamentasen a su libre albedrío, y sólo en sus dominios, la cuestión religiosa. Tres años después, en 1529, la mayoría católica obtuvo la revocación del acuerdo, lo que hizo que los luteranos elevaran hasta el Emperador su más enérgica protesta. Desde entonces se les empezó a llamar protestantes, denominación que posteriormente se extendió a todos los grupos reformistas opuestos al dirigismo de Roma.

    En 1530 el erudito alemán y reformista religioso Melanchthon concibió un estatuto conciliatorio de los dogmas luteranos, conocido como la confesión de Augsburgo. Aunque no consiguió reconciliar las diferencias entre los católicos y los luteranos, se estableció como fundamento de la nueva Iglesia luterana y su credo. Con posterioridad, se produjeron una serie de guerras con Francia y los turcos que evitaron que Carlos V dirigiera sus ejércitos contra los luteranos, pero en 1546 el emperador quedó libre de compromisos internacionales y aliándose con varios príncipes alemanes declaró la guerra contra la Liga de Esmalcalda, una asociación defensiva constituida por los príncipes protestantes. Las fuerzas católicas tuvieron éxito al principio, derrotando a los protestantes en Mühlberg. No obstante, más tarde, Carlos V fue obligado a firmar la paz. La guerra civil religiosa terminó con la Paz de Augsburgo en 1555. Esta declaraba que los gobernadores de los Estados germánicos podrían elegir entre el catolicismo y el luteranismo como religión de su territorio, a la que deberían adscribirse todos sus súbditos. El luteranismo, por entonces la religión de cerca de la mitad de la población alemana, consiguió al final el reconocimiento oficial y así, el antiguo concepto de una comunidad cristiana unida en el terreno religioso en Europa occidental bajo la suprema autoridad del Papa fue desbancado.

    Escandinavia:

    En los países escandinavos, la Reforma tuvo lugar de forma pacífica a la vez que el luteranismo se extendía hacia el norte desde Alemania. Las monarquías de Dinamarca y Suecia apoyaron al movimiento reformista y rompieron por completo con el papado. En 1536, una asamblea nacional celebrada en Copenhague abolió la autoridad de los obispos católicos en toda Dinamarca y en las tierras de Noruega e Islandia. Cristian III, rey de Dinamarca y Noruega, invitó al reformista alemán Bugenhagen, a que organizara una Iglesia nacional luterana en Dinamarca siguiendo las premisas de la Confesión de Augsburgo. En Suecia, los hermanos Petri dirigieron el movimiento para la adopción del luteranismo como religión estatal, lo que ocurrió en 1529 con el apoyo de Gustavo I Vasa, rey de Suecia y por la decisión de la Asamblea sueca.

    Suiza:

    El temprano movimiento reformista suizo, contemporáneo a la Reforma en Alemania, fue conducido por el pastor suizo Ulrico Zuinglio, quien se hizo famoso en 1518 por su vigorosa denuncia de la venta de indulgencias. Zuinglio expresó su oposición a los abusos de la autoridad eclesiástica mediante sermones, conversaciones en la plaza del mercado y disputas públicas ante el ayuntamiento de la ciudad. Como hicieron Lutero y otros reformistas, Zuinglio consideraba la Biblia la única fuente de autoridad moral y se esforzó por eliminar todo lo que el sistema católico no tuviera sustento en lo ordenado por las Escrituras. Bajo su liderazgo, en Zürich, desde 1523 a 1525, se quemaron reliquias, se abolieron las procesiones, así como la adoración a las imágenes y a los santos, se liberó a los sacerdotes y monjes de sus votos de celibato y la misa fue reemplazada por un servicio eucarístico más sencillo. Estos cambios, mediante los que la ciudad se rebeló contra la Iglesia católica, fueron realizados adoptando medidas legales mediante votaciones del ayuntamiento de Zürich. Otras ciudades suizas, como Basilea y Berna, adoptaron reformas análogas, pero el campesinado conservador de los cantones de los bosques se mantuvo fiel al catolicismo. Estallaron dos breves conflictos entre los cantones protestantes y los católicos en 1529 y en 1531. Se estableció la paz y a cada cantón se le permitió elegir su religión. El catolicismo prevaleció en las regiones montañosas del país y el protestantismo en las grandes ciudades y valles fértiles. Esencialmente, esta misma división persiste hoy en Suiza.

    Ginebra:

    En la generación que sucedió a la de Lutero y Zuinglio, la figura dominante de la Reforma fue Calvino, teólogo protestante francés. En 1536 se estableció en la nueva e independiente República de Ginebra. Calvino lideró la estricta instauración de las medidas de reforma instituidas tiempo atrás por el Consejo de la ciudad de Ginebra e insistió en promulgar nuevas reformas. La organización de la Iglesia de Calvino se inspiraba en modelos democráticos e incorporó ideas de gobierno representativo. Pastores, profesores, presbíteros y diáconos fueron elegidos para ocupar puestos oficiales por los miembros de la congregación. Para reforzar la disciplina de la moral, Calvino instituyó una rígida inspección de conducta familiar. El vestido y comportamiento personal de los ciudadanos estaban prescritos hasta el más mínimo detalle. Para animar a la lectura y comprensión de la Biblia, se proporcionó a todos los ciudadanos una educación elemental.

    Francia:

    La reforma en Francia se inició a principios del siglo XVI bajo el liderazgo de Lefèvre d'Étaples. Como Lutero, Lefèvre d'Étaples estudió la Epístola a los Romanos de san Pablo y fundamentó sobre esa lectura su creencia en la salvación por la sola fe individual; negó también la doctrina de la transubstanciación. En 1523 tradujo el Nuevo Testamento al francés. Muchos protestantes influyentes huyeron de Francia y se asentaron en Suiza hasta que consiguieron reforzarse en número y filosofía gracias a la reforma calvinista de Ginebra. Más de 120 pastores educados en Ginebra por Calvino regresaron a Francia antes de 1567 para ganar prosélitos al protestantismo. En 1559, los delegados de 66 iglesias protestantes en Francia se reunieron en un sínodo nacional en París para redactar una confesión de fe y una regla disciplinaria basadas en las puestas en práctica en Ginebra.

    De ese modo se organizó la primera Iglesia nacional protestante de Francia. La división del país entre facciones protestantes y católicas llevó a una serie de guerras civiles (1652-1698). Bajo el protestante Enrique IV, rey de Francia, los protestantes triunfaron durante un corto periodo, pero en vista de que más de una novena parte de los franceses seguían siendo católicos, el rey pensó en la necesidad urgente de convertirse al catolicismo y afianzarse en el trono. Sin embargo, protegió a sus seguidores, publicando en 1598 el Edicto de Nantes, que garantizaba a los protestantes mínima autonomía. El edicto fue revocado en 1685 y el protestantismo fue de hecho erradicado del país.

    Inglaterra:

    La revuelta inglesa contra Roma se diferenciaba de las demás en dos aspectos. En primer lugar, Inglaterra era una nación, en el sentido moderno de la palabra, con un Gobierno central fuerte; así pues, en vez de dividir el país en facciones regionales o partidos y desembocar en una guerra civil, la revuelta fue nacional, es decir que el rey y el Parlamento se unieron para transferir a aquél la jurisdicción eclesiástica que el papa había ejercido con anterioridad. En segundo lugar, mientras que en los países continentales la campaña para la reforma religiosa entre el pueblo precedió y causó la ruptura política con el papado, en Inglaterra la escisión política se produjo primero como resultado de la decisión personal de Enrique VIII al divorciarse de su primera mujer y el cambio en la doctrina religiosa tuvo lugar posteriormente durante los reinados de Eduardo VI e Isabel I. Enrique VIII deseaba divorciarse de su mujer, Catalina. Su matrimonio con Catalina, que se hubiera considerado ilegal bajo la ley eclesiástica puesto que ella era la viuda del hermano del rey, había sido permitido únicamente por dispensa papal. Enrique adujo que la dispensa papal contravenía la ley eclesiástica y que el matrimonio era por lo tanto nulo. El papa defendió la validez de la dispensa y se negó a anular el matrimonio, tras lo que Enrique pidió el consejo de reformistas nobles y de las facultades de las grandes universidades europeas.

    Ocho facultades universitarias apoyaron su petición. El rey aceleró el curso de los acontecimientos al casarse con Ana Bolena en 1533 y dos meses más tarde obtuvo del arzobispo de Canterbury su divorcio de Catalina. Enrique fue entonces excomulgado por el papa, pero tomó represalias obteniendo en 1534 el permiso del Parlamento para aprobar un acta que nombraba al monarca y a sus sucesores jefes supremos de la Iglesia de Inglaterra, estableciendo así una Iglesia nacional anglicana independiente. Posteriores legislaciones cancelaron los ingresos del papa y terminaron con su autoridad política y religiosa en Inglaterra. Entre 1536 y 1539 los monasterios fueron suprimidos y sus propiedades requisadas por el Estado. Para prevenir la expansión del luteranismo obligó al Parlamento a aceptar en 1539 la Acta de los Seis Artículos que convirtió en herético el hecho de negar los principales dogmas teológicos del catolicismo medieval. La obediencia al papado siguió considerándose delito.

    Bajo Eduardo VI, las doctrinas y prácticas protestantes aborrecidas por Enrique VIII fueron introducidas en la Iglesia anglicana. El Acta de los Seis Artículos fue revocada en 1547 y los reformistas continentales fueron invitados a predicar en Inglaterra. En 1549 fue publicado un Libro de Oración Común en inglés y considerado de uso obligatorio para dar unidad al servicio de la Iglesia anglicana. En 1552 se publicó un segundo Libro de Oración y se adoptó un nuevo credo de 42 artículos. María I intentó restaurar el catolicismo como religión estatal y durante su reinado murieron en la hoguera muchos protestantes. Otros se trasladaron a países continentales, donde sus opiniones religiosas, a menudo se radicalizaban a través del contacto con el calvinismo. Se llegó a un acuerdo final bajo Isabel I en 1563. El protestantismo fue restaurado, y se persiguió a los católicos. Los 42 artículos del credo anglicano, adoptados bajo Eduardo VI, quedaron reducidos a los actuales 39. Este credo es protestante y más próximo al luteranismo que al calvinismo, pero la organización episcopal y ritual de la Iglesia anglicana es la misma, en esencia, que la de la Iglesia católica.

    Resultados de la Reforma:

    A pesar de la diversidad de las fuerzas revolucionarias en el siglo XVI, la Reforma tuvo resultados muy importantes allí donde triunfó. En general, el poder y las riquezas perdidas por algunos nobles y por la jerarquía católica pasaron a la clase media y a los monarcas. Varias regiones de Europa ganaron independencia política, religiosa y cultural. Incluso en países como Francia y lo que hoy es Bélgica, donde el catolicismo se mantuvo, se desarrolló un nuevo individualismo y nacionalismo en materia cultural y política. El énfasis protestante con respecto al juicio personal en el ámbito religioso aumentó el desarrollo de los gobiernos democráticos basados en la elección colectiva realizada por votantes individuales. La destrucción del sistema medieval favoreció a la banca y al comercio al eliminar las tradicionales restricciones religiosas y abrió el camino para el crecimiento del capitalismo moderno. Durante la Reforma, las lenguas nacionales y la literatura avanzaron en gran medida debido a la extensa difusión de la literatura religiosa escrita en las lenguas vernáculas en lugar del latín. La educación popular también fue estimulada gracias a las nuevas escuelas fundadas por Colet en Inglaterra, Calvino en Ginebra y los príncipes protestantes en Alemania. La religión ya no era tanto una parcela privilegiada del alto clero sino una expresión directa de las creencias de la gente. Sin embargo, la intolerancia religiosa no disminuyó y los enfrentamientos religiosos continuaron siendo frecuentes durante cerca de un siglo.

    Votar

    Ingresar una calificación para del 1 al 10, siendo 10 el máximo puntaje.

    Para que la votación no tenga fraude, solo se podrá votar una vez este recurso.

    Comentarios de los usuarios


    Agregar un comentario:


    Nombre y apellido:

    E-Mail:

    Asunto:

    Opinión:



    Aún no hay comentarios para este recurso.
     
    Sobre ALIPSO.COM

    Monografias, Exámenes, Universidades, Terciarios, Carreras, Cursos, Donde Estudiar, Que Estudiar y más: Desde 1999 brindamos a los estudiantes y docentes un lugar para publicar contenido educativo y nutrirse del conocimiento.

    Contacto »
    Contacto

    Teléfono: +54 (011) 3535-7242
    Email:

    Formulario de Contacto Online »