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Sábado 20 de Abril de 2024 |
 

un nuevo paradigma de alain touraine

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es un resumen del libro, expuesto y aprobado

Agregado: 08 de NOVIEMBRE de 2006 (Por walter guevara) | Palabras: 18208 | Votar |
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Categoría: Apuntes y Monografías > Sociología >
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    Autor: walter guevara (wguevara40@hotmail.com)


    SOCIEDAD Y ESTADO

    TRABAJO FINAL
    DEL LIBRO
    "UN NUEVO PARADIGMA" DE ALAIN TOURAEIN
    2006


    PRIMERA PARTE
    CAPITULO I: LA RUPTURA

    11 - S

    El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos es atacado por aviones suicidas en los símbolos del poder económico y militar del país; las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva Cork y el Pentágono en Washington. Las torres son enteramente destruidas y los muertos se cuentan por millares; la población y las autoridades lo toman con calma, pero esta agresión desencadena un choque que estremece a la sociedad norteamericana. Rápidamente, el Presidente Bush decide perseguir a Osama Bin Laden y la red de Al Qaeda en Afganistán. La opinión pública mundial acepta esta guerra de represalia, aunque no alcanza a ver sus objetivos y se pierda en la ambigüedad de la política pakistaní.

    El acontecimiento ha señalado un cambio de larga duración.

    Desde el derrumbamiento de la Unión Soviética en 1989, Estados Unidos dominaba de manera tan completa el escenario político mundial que no había tenido que elaborar una geopolítica. No se hablaba en Estados Unidos y en el mundo, más que de la globalización económica, de las nuevas tecnologías, de la situación de las mujeres, etc., del cual Estados unidos era dueño de este poder económico y llevaba una política multilateralista.

    Los problemas económicos desaparecen del primer plano, la conquista de las nuevas tecnologías parece menos apasionante y el espacio publico esta enteramente ocupado por un lenguaje guerrero, geopolítico más todavía que patriótico.

    El presidente Bush explica entonces que Estados Unidos esta amenazado a corto plazo por una guerra de agresión química y biológica, incluso nuclear; lo que obliga a recurrir a una guerra preventiva.

    Durante meses, no se oyó más que la voz del Presidente Bush y la del secretario de Defensa. En pocas palabras, ese país cuya opinión publica disponía de medios de información numerosos y diversas, cayo en silencio.

    Ese país llego a obsesionarse por su misión divina, la defensa del Bien contra el Mal. Estados Unidos se considera el campo del Bien, y así pudo convencerse, de mentiras, falsedades y de una propaganda interna de que Irak era su homologo en el campo del mal.

    Estados Unidos que había creado el sistema de las Naciones Unidas y en particular el Consejo de Seguridad, rechaza toda intervención de la organización internacional en su conflicto con Irak, además a expresado su desprecio por la "Vieja Europa" y a tratado con éxito de romper la Unión Europea, cuyos Estados miembros son incapaces de entenderse para definir una política internacional.

    Dieciocho meses después del 11 de septiembre, El ejército estadounidense, hostigado por las guerrillas, ha recurrido a la tortura como mayor parte de los ejércitos que se sienten rodeados por una población hostil. El cambio de periodo histórico y, por detrás de él, de tipo sociedad, se vuelve tan dramático que deriva a rupturas que van más allá de las iniciativas políticas y guerreras de la superpotencia.

    Ese sentimiento de ruptura ha sido experimentado en el mundo entero.


    EL MIEDO

    Desde la caída del Estado y el imperio comunista, no se habla mas de la sociedad civil y de debilitamiento de las normas en todos los ámbitos y por lo tanto, de liberación de los individuos.

    En todas las sociedades desde el 11 S, aun en las mas ricas, de las mas complejas y de las mejor protegidas esta dominada por el miedo, la violencia y la guerra.

    Por ello nos planteamos lo siguiente ¿Vivimos un momento inverso, con la vuelta a las comunidades cerradas sobre si misma, dirigidas por un poder autoritario y rechazando como enemigas a las demás comunidades?

    Pues si miramos a nuestro alrededor, percibimos sociedades destruidas, trastornadas y manipuladas. Siempre hemos sabido que la vida pública estaba dominada más frecuentemente por las pasiones que por los intereses. Pero cada vez, en el mundo actual, las pasiones apuntan a la negación del otro mas que al conflicto con él.


    UN MUNDO EN RETROCESO

    Cientos de seres humanos obligados a dejar sus países por la miseria la violencia social y las propias guerras, son arrojados a carreteras y a campos de refugiados. Una parte de ellos encuentran en las ciudades el medio de sobrevivir o incluso de entrar en un nuevo tipo de vida social. Todos ellos viven cambios geográficos y socioculturales que los destruyen más que hacerles entrar en la modernidad.

    El progreso del nivel de vida y las políticas de solidaridad social suprimían o reducían la gran miseria característica de los comienzos de la industrialización. Ahora bien las desigualdades sociales aumentan; las escalas sociales se vuelven demasiado cortas: los GOLDEN BOYS no están en lo alto de la sociedad nacional, sino por encima de ella, y los precarios y los excluidos no están abajo, sino fuera de la escala, suspendidos en el vacío. Estos, los mas desfavorecidos desaparecen en la oscuridad, caen en la marginalidad o la ilegalidad.

    Los movimientos sociales que aparecieron después de 1968 se agotaron rápidamente. Los núcleos de extrema izquierda ofrecen una expresión política a aquellos que no se reconocen ya en los partidos tradicionales, pero no pueden proponer una estrategia a largo plazo.

    Aunque la influenza del movimiento obrero sea todavía considerable en nuestras instituciones y en nuestras ideas, los "problemas sociales" no han producido la creación de grandes "movimientos sociales".
    ¿Dónde está el sentido?

    Al ocaso de lo social y la penetración por todas partes de la violencia, rechazando todas las normas y los valores "sociales", hay que agregarle el incremento de las reivindicaciones culturales, tanto como la apelación a un sujeto personal y de reivindicación de los derechos culturales. Hablábamos de "actores sociales" y de movimientos sociales; en el mundo que ya hemos entrado, tenemos que hablar con mayor frecuencia de sujetos personales y de "movimientos culturales".

    No creemos ya en el progreso; estamos angustiados por la descomposición de las ciudades y las zonas rurales, por la violencia social y por las guerras santas.

    El actor principal es Estados Unidos, la diabolización de su gobierno y la fascinación ejercida por un país que dirige el consumo y las comunicaciones de masas del mundo entero, y que disfruta de un abrumador avance científico y tecnológico sobre los demás países. Ese país esta en adelante enfrentado a movimientos populares y a políticas de Estado que atacan su hegemonía y sus empresas militares.

    Por ello asistimos a la descomposición de lo "social". La crisis y la descomposición del paradigma social de la vida social han creado un caos en el que han penetrado la violencia, la guerra y la dominación de los mercados que escapan a toda regulación social, pero también la obsesión de los comunitarismos por su identidad. Apelamos al individualismo como principio de una "moral" donde buscamos las fuerzas susceptibles de resistir toda violencia.

    Los actores descubren en si mismos, la defensa de su propia libertad, su capacidad de actuar de manera autorreferencial, como lo hacia la sociedad. Se afirma ante todo luchando contra lo que aliena y le impide actuar en función de la construcción de si mismo. El sujeto personal lucha contra todas las formas de vida social que tiende a destruirle.

















    CAPITULO II
    MUNDIALIZACION

    DE LOS ESTADOS DE LA POSGUERRA
    A LA MUNDIALIZACIóN DE LA ECONOMíA

    Luego de la segunda guerra mundial, aparecieron, los Estados Voluntarista que trataban de crear una nación nueva, que mejorara rápidamente las condiciones de vida de los trabajadores.

    Recuperando la figura central del Estado, como el único capaz de resolver los conflictos y como poseedor de los recursos necesarios, intervino en todos los dominios (económico-social-cultural) e introdujo profundas reformas, centrando sus esfuerzos en materia social.

    La idea predominante de la época, es que la nacionalización de las actividades económicas era vital para el país, a pesar de la resistencia de otros modelos (modernización-libre empresa-mercado)

    Todas estas reformas desembocaron en la Globalización de la Economía.

    La vida industrial y económica, y Estados Unidos adquirían una posición dominante.

    Surge el movimiento ecologista, asumiendo una actitud contestataria, acompañando las protestas contra los Estados Unidos, encontrando sus mejores adeptos en los asalariados y consumidores descontentos.

    Se formó así un importante movimiento de oposición contra la globalización como modelo de un capitalismo extremo, como ideología sin límites, con la idea de imponer una lógica económica a los estados y no objetivos sociales o políticos.


    LA RUPTURA DE LAS SOCIEDADES

    La imagen de la globalización es puramente tecnológica y redes de información.

    Los movimientos sociales son reemplazados por los movimientos históricos


    EL ALTERMUNDIALISMO

    Como consecuencia de los cambios históricos, la antiglobalización agrupa una gran cantidad de reivindicaciones, y es rebautizada con el nombre Altermundialismo, lucha contra la dirección capitalista de la economía y de la sociedad, está invoca una gestión democrática, este movimiento ocupa un lugar central porque se opone directamente a la globalización en tanto que pretensión de eliminar formas de regulación social y política de la actividad económica.


    DE LA SOCIEDAD A LA GUERRA

    La globalización provoca el estallido de la burbuja Tecnológica.

    Estados Unidos se invoca el rol de salvar al mundo, con firme propósito de combatir al Islam o quienes hacen la guerra en nombre de ella.

    La ola de antiamericanismo no ha dejado de cesar. Se observa claramente el paso de la lógica de la guerra, con los atentados que cambiaron el mundo en nombre de la guerra santa


    UN MUNDO GLOBALIZADO

    El mundo Islámico y Estados Unidos se enfrentan y cada campo puede golpear en cualquier punto del globo.

    Samuel Huntington plantea la idea del Choque de Civilizaciones, y nos muestra un Occidente en una situación de perdida de poder y amenazado por el ascenso de otras civilizaciones y evidencia las creencias culturales y en particular religiosas en los conflictos, mientras que Kultur, sostiene, que los conflictos son, por sobre todo culturales y en particular religiosos.

    En tanto que la globalización significa la separación entre la economía y la sociedad, separación que lleva en sí la destrucción de la idea misma de sociedad.

    CAPíTULO III

    EUROPA, UN ESTADO SIN NACIóN

    Muchos analistas contemplan la descomposición de la"sociedad" y el debilitamiento de los Estados nacionales, bajo el efecto de la globalización como una etapa normal en la formación de conjuntos, cada vez más vastos.

    Su principal argumento se basa en la creación de la Unión Europea, donde ven forjarse actualmente una voluntad política, una cultura y una conciencia común, de ciudadanía. Europa integrada, es en efecto, un éxito extraordinario; pero no se concreta el Estado nacional a escala europea. Por el contrario, nace de la disociación de una economía continental, de la renovación de vida local y del mantenimiento de las identidades nacionales.


    ¿DECLIVE DEL ESTADO NACIONAL?

    Se ha hablado mucho del declive del Estado nacional. Y en particular en los europeos, que sienten crecientemente que pertenecen a conjuntos territoriales más vastos o más restringidos que un Estado, definen esos conjuntos cada vez más, en términos económicos o culturales y cada vez menos, en términos institucionales o políticos.

    El Estado nacional ha tenido tres funciones principales: crea una burocracia de Estado capaz de intervenir en el desarrollo económico; ejerce un control sobre las costumbres y los sentimientos; hace la guerra para construir un territorio nacional o defenderse contra los ataques de Estado enemigos.

    En conjunto, el Estado nacional es mucho menos que antes, en un marco general de identificación colectiva. Ingleses, alemanes o franceses no identifican ya su conciencia nacional, con la política de su Estado.

    El gran éxito de los Estados europeos fue la creación del "modelo social europeo", Gran Bretaña, luego Francia, al final y a continuación de la Segunda Guerra Mundial, han creado sistemas de seguridad social diferentes entre sí, pero que han dado cuerpo a la idea que continúa caracterizando a los países europeos, y ante todo a los países escandinavos, reticentes, sin embargo, respecto de la Europa política.

    En consecuencia, es difícil hablar de la desaparición del estado nacional en países donde el gasto público alcanza o sobrepasa la mitad del producto nacional.

    Europa es el ejemplo más demostrativo de la creación de un conjunto político y económico supranacional, pero esta realización ha sido vivida por su población como el fruto de una iniciativa tomada por dirigentes políticos firmemente comprometidos, durante la guerra fría, del lado norteamericano. Los movimientos de base se apoyaron en una fuerte corriente de antiamericanismo y denunciaron a la construcción europea, como una maniobra del "gran capitalismo americano y mundial", estos sostenidos por partidos comunistas, no llegaron a transformarse en partidos políticos.

    Esta Europa ha sido realizada gracias a los vínculos personales de ciertos responsable franceses y alemanes DGaulle y Adenauer, Giscard dEstaing y Schmidt, Miterrand y Kohl, sin dudas todos demócratas, pero no respondían a una voluntad popular clara. Se hizo bajo el control de la opinión pública.

    La imagen europea ha estado durante mucho tiempo a mitad de camino entre un proyecto de unidad continental y un instrumento de dominación norteamericana.

    La idea de Europa se ha mantenido viva e incluso ha sido cada vez más aceptada, permitiendo reforzar la intervención de la Comisión sobre la vida económica y social de los países europeos y sus ciudadanos.

    Se construye una Europa sin europeos. El nacionalismo de las grandes potencias europeas se ha desvanecido; por todas partes sus ciudadanos se dicen europeos, ya no alemanes o italianos. Estos progresos son importantes pero no por ello confieren a la Unión Europea un peso en asuntos internacionales.

    Fue poco a poco y sobre todo con la preparación del tratado de Maastricht, como esta Comunidad Económica Europea luego comenzó a transformarse en Comunidad Europea, y por ultimo en Unión Europea. Por medio de la elaboración de políticas específicas para llegar a la creación de la misma, a pesar de la abstención británica, y logrando incorporar al centro y el este del continente.


    ¿ES POSIBLE LA UNIDAD EUROPEA?

    El éxito de este proyecto es todavía incierto en el momento en que escribo (dice el autor) se acompaña de un retroceso del sentimiento europeo.

    En muchos países no se encontraría mayoría para apoyar la constitución europea y éxitos importantes han sido conseguidos por los adversarios de la idea europea. A medida que se extiende, se diversifica e interviene más en la vida de los Estados miembros, Europa parece cerrarse sobre sí misma, sobre problemas internos, al tiempo que no se logra desempeñar un papel importante en los asuntos del mundo.

    La incapacidad de Europa para impedir las matanzas en Bosnia e imponer una paz a los beligerantes, deja un vivo sentimiento de vergüenza.

    Hoy, la idea federal ha retrocedido y apenas se menciona ya. Los Europeos han recibido un pasaporte europeo que define su nueva nacionalidad, pero se puede a pesar de ello hablar de una ciudadanía europea.


    UNIóN EUROPEA Y EE.UU.

    Una vaga memoria nacional y el debilitamiento las identidades nacionales no se ve compensada con la formación de una identidad continental. Se ha podido, en cierta medida, en tanto que el "modelo social europeo" ha tenido, frente al liberalismo norteamericano y al modelo japonés de la gran empresa, una fuerte actitud basada en la redistribución de los ingresos por medio de impuestos y por la distribución de prestaciones iguales para todos o que ayuden a los más débiles.

    El modelo europeo esta lejos de haber desaparecido, hay todavía una distancia grande entre las deducciones del estado sobre el producto nacional en Europa y las vigentes en EE.UU.

    Europa es cada vez menos intervencionista, sin ser tan liberal como lo querrían los dirigentes de la organización mundial del comercio.

    Europa ha experimentado un retroceso importante con relación a EE.UU. en la puesta en práctica de nuevas tecnologías de la información y la comunicación. En Francia la defensa del sector público, acrecentada por los nacionalismos de 1981, sigue siendo para muchos la condición principal del progreso social. Este planteo está cargado de sentimiento antieuropeo.

    El atentado del 11 de septiembre y la guerra norteamericana contra Irak han dividido a Europa, un gran número países ha apoyado a EE.UU.; Otros, Francia en primer lugar, se han opuesto a las decisiones unilaterales de EE.UU. apoyados en su rechazo a la guerra por una gran parte de la opinión pública. Lo que debilita todavía más a la Unión Europea.


    EL ESTADO EUROPEO

    Los países europeos tratan de no serrarse sobre sí mismos, no es porque formen en lo sucesivo una sola nación, sino porque constituyen un Estado, por lo demás, puesto que una gran parte de Europa dispone de una moneda común y los parlamentos nacionales dedican una parte importante de sus actividades a adaptar las leyes de sus países a lasa directrices comunitarias.

    Lo que impide a Europa ser hoy un verdadero Estado es que no tiene política internacional.

    Uno de los puntos más importante del proyecto de Constitución es la creación de las condiciones necesarias para el ejercicio de una política exterior, para una geopolítica europea.

    Haría falta que los europeos estuvieran en situación de tomar iniciativas diplomáticas importantes en ciertos países islámicos o en otras partes del mundo para recuperar una cierta capacidad autónoma frente a EE.UU., evitando confrontar.
    En la mayor parte de los países europeos, la opinión pública aspira a una política internacional unificada y expresa una voluntad de independencia más grande respecto de EE.UU., pero nada de eso se refleja en los gobernantes.


    LA IMPOTENCIA EUROPEA

    La importancia europea no se manifiesta solo en el plano de la política exterior, la mayor parte de la elite científica e industrial mundial es atraída por EE.UU. en razón de la calidad de sus centros de investigación y sus grandes universidades.

    Sería tiempo de superar las debilidades y la impotencia de cada uno de los países que la forman, crease una red de instituciones y centros de investigación de primer orden que fuera capaz de rivalizar con los de EE.UU., o de colaborar con las universidades y laboratorios norteamericanos en condiciones de igualdad.

    Los europeos están convencidos de la necesidad de construir Europa, aceptan la extensión de competencias de la Unión, reconocen que los países indiscutiblemente europeos que acaban de entrar en la Unión tenían derecho de entrar en ella. Esto corresponde al orden de lo razonable y la buena gestión y a la lógica del proyecto europeo.

    El debilitamiento de los Estados y de los sistemas políticos nacionales no es compensado por el progreso de la construcción europea. El marco tradicional de los Estados- nación no se construye en el ámbito europeo y no compensa los efectos de la globalización. Es preciso hacer frente a "el fin de lo social" y sacar de ello las consecuencias para nuestros propios análisis.

    El debilitamiento se debe a que Europa no cree en su futuro, descontenta con la hegemonía norteamericana pero no lo bastante como para tratar de desempeñar un papel geopolítico igual de EE.UU. o China.

    Las opiniones públicas de sus respectivos países están a veces mas dispuestas a actuar, que los propios gobiernos por temor a confrontar a EE.UU.


    LA AUSENCIA DE CONCIENCIA EUROPEA

    Las posibilidades de Europa dependen de la capacidad que tengan sus gobernantes de responder a los intereses y a las reivindicaciones de sus ciudadanos en definitiva ser "representativos".

    Existe una fuerte corriente de opinión a favor de que se refuercen los poderes del Parlamento, e incluso de su derecho de revocar la Comisión. Esta tendencia ha permitido ya transformaciones importantes contrapesada por la ampliación de Europa; queda la impresión a todos los países de que cada vez es más difícil para ellos orientar las decisiones tomadas en Comisión.
    Una de las causas principales de la transformación de la política europea es el unilateralismo practicado por EE.UU., despreciando el sistema de las Naciones Unidas que ellos mismos habían instituido, privando a los países europeos de casi toda influencia y no ha dejado ningún papel para América Latina.

    Europa es en conclusión no es solo un Estado sin nación, sino que ese Estado es débil. Al que se le pide que sea menos dependiente de los Estados Unidos de América.

    CAPITULO IV

    EL FIN DE LAS SOCIEDADES

    La primera afirmación que debe realizarse es que hemos arribado al fin de la sociedad, o más precisamente él termino de este modelo de sociedad occidental, la cual se ha regido, siendo el origen de la lucha de lo social contra el sujeto.

    A este orden social, se le adicionaron herramientas para su control, sobre la sociedad, como ser organizaciones intermedias, la educación, donde existe un educar que entrega enseñanza y condicionantes para los educados, las cuales deben ser respetadas y no cuestionadas.

    Este método, de sociedad independiente y autoabastecedora reformuló todas las teorías basándose en la sociedad como eje, manifestando una creencia ilimitada en la capacidad de esas sociedades para transformarse a sí mismas, adquiriendo la potencialidad de autotransformarse y/o autocrearse, considerándose hijas de sí, proponiendo directamente su construcción, consolidación y defensa, dejando de lado aquello que pudiera ser transmitido, fijando limite para su desarrollo.


    EL MODO EUROPEO DE MODERNIZACION

    La sacralización de las sociedades europeas, se debe a su poder de conquista, no solo física (que se ha dejado de utilizar) sino preferentemente económica, y es aquí donde puede observarse la apertura de estas sociedades por medio del crecimiento de su capacidad de acción a través de sus conflictos internos y de sus elementos vulnerables. Cuando hablamos de un crecimiento de capacidad y de sus debilidades es cuando nos referimos a ese grupo elite dirigente que tomo el "control" de la sociedad con la idea de continuar perpetuándola haciendo que se aleje de lo que nos es propio a sus intereses, dejando o creando relegados a sectores sociales (mujeres, niños, ancianidad, pobres) que no aporten a sus intereses. Es aquí donde muchas veces para lograr descomprimir situación no gratas para estas elites dominantes, propician ellos mismos luchas de clases, revoluciones y debates ideológicos, a fin de apaciguar y engañar a estos grupos marginales y los otros que podrían hacerles correr el riesgo de provocar una perdida de poder.

    Esa acumulación de poder, contradice los intereses del bien común individual, y provee mano de obra dispuesta a luchar por la sociedad movilizándose la inmensa mayoría para esos objetivos fijados por la Elite. Aquí volvemos a los sistemas de educación donde se prepara a las generaciones futuras a continuar con esa imagen de la sociedad, buscando la sumisión de todos a las formas de pensamiento que aseguren el éxito de la producción y luchar entre ellos a fin de que los mejores sean recompensados. Este sistema de premiación nos es más que el motor para mover a los individuos en la cadena de producción; tal como lo sustentaba F. W. Taylor donde con mayores prestaciones y comodidad en los lugares de trabajo se lograban mayores y mejores producciones, aunque esto signifique la alineación del individuo pensante.

    Aquí podemos encontrar lo que conocemos como sociedades de clases, pues cada miembro de la sociedad, que socialmente se adapte en un determinado sector de la producción pertenecerá a ese grupo, logrando recompensas distintas.
    Podremos definirlas como el sistema social dotado de sus mecanismos de funcionamiento y de cambio, siendo sus integrantes únicos que desarrollan tareas determinadas y todas contribuyen a ella, el individuo debe ser rechazado y separado. Nada puede ser opuesto al interés de la sociedad y todo debía ser superado por la razón, el progreso o si fuese necesario la fuerza.


    SOCIEDAD Y MODERNIDAD

    La idea de modernidad se opone a la de una sociedad que rige su propio fundamento, su propia legitimidad. Afirma que solo existe (la sociedad) porque reconoce y defiende la existencia de fundamentos no sociales del orden social. De lo que da testimonio la importancia que concede a la razón, que es universalista y no depende de su papel en el funcionamiento de la sociedad. Este universalismo propone la oposición entre el discurso de la modernidad, que subordina la organización social a principios no sociales, universalistas y el discurso de la sociedad que hace descansar las normas sociales únicamente en el interés de la sociedad. Ejemplo de lo hasta aquí plasmado son los modelos de sociedad ya sea occidental o oriental, donde el primero se nutre de conflictos de intercambios para continuar su desarrollo; mientras que el segundo se fija de acuerdo a las normas sociales que rigen todos los aspectos, llegando a negarse cambios a fin de que esas normas se perpetúen en la sociedad.

    Es necesario aclarar que en la modernidad se combina distintos factores dando los siguientes resultados: 1) referencias a la modernidad; 2) referencias al modelo occidental de sociedades, y 3) formas muy diversas de referencia a una herencia o un ideal comunitario.

    En la actualidad todas las sociedades están polarizadas de acuerdo a una visión sistemática y utilitaristas de un lado, y la apelación a principios universalistas del otro; aquellas que no se adecuen a uno u otro lado quedan en el paso y son postergadas.

    El modelo europeo de modernización ha logrado seguir avanzando, identificándose con la modernidad misma, convenciéndose que no existe mas que un camino a la modernización, de forma que el conjunto de los países, regiones y ciudades seria como una larga caravana, en la que cada animal pondría las pezuñas en las huellas del que le precede.

    Fuera de Europa muchos países comenzaron el camino de la modernización, pero fueron debilitados y deformados por la subordinación de los países colonizantes, poseedores de un poder colonial que acrecentó las distancias entre elites occidentalizadas y los pueblos encerrados en la tradición y la desorganización social, generando los distintos fracasos en el desarrollo.

    Ningún modo de modernización en el mundo ha elaborado una visión comparable a la de la Europa occidental: hacer de la sociedad no un medio sino un fin. Es, pues, razonable dar prioridad al análisis de este modelo occidental, cuya influencia sobre el conjunto del mundo, tras haber sido muy grande, parece haber retrocedido en la era de los éxitos militares y políticos del modelo marxista. Tras la caída de este ultimo ha retomado la inercia e imponiéndose en todo el mundo.


    LA CRISIS DE LA REPRESENTACION

    El modelo europeo de la modernización se basa en las funciones realizadas por los actores y por las instituciones para asegurar la integración de la sociedad y su capacidad de adaptarse a los cambios necesarios. Este modelo, concede una gran importancia a la representación: se supone que las fuerzas políticas representan a los actores sociales, en particular a las clases sociales. En un dominio diferente la representación de un personaje consiste en indicar la función social y el entorno social de ese personaje. Ahora debe aclararse que esos actores sociales han muerto y la indicación de esa función social se hace en forma indirecta, y es aquí donde comienza el actor a transformarse en el individualismo que se impone y se separa de todo entorno social hasta el momento en que toda forma de representación tiende a desaparecer.

    La representación ya no se busca en ninguna parte, es mas bien un signo de mediocridad. Hemos salido de lo que se designa con una palabra que puede ser mejor comprendida en este tiempo: una concepción social de la sociedad en la cual todo actor, individual o colectivo, esta definido por una situación social. De ahí la expresión que tenemos hoy de sumirnos en los abstracto y de no tener guías para hacer un recorrido por la sociedad.

    Como vemos encontramos a los actores y a los sujetos que toma la posta, y provocando la conciencia de una persona, ya es el individuo que se desencadena y sigue su propio rumbo en busca de lo que él elige.


    LOS TRES MUERTOS DE LA SOCIEDAD EUROPEA

    Dada la brutalidad del modelo europeo por a su afán de conquista y colonización debemos analizar tres recorridos históricos que a su ves se reflejan en tres grandes crisis: 1) la perdida de tensiones dinámicas de espíritu democrático, 2) la sumisión a una dictadura represiva de espíritu antidemocrático, y 3) la disolución del voluntarismo en la economía de mercado, y creación de la sociedad de masas.

    1) La forma menos dramática e incluso a menudo la más positiva que tomo este declive fue la democratización de una sociedad en la que los conflictos fundamentales encontraron soluciones o mediaciones institucionales. A través de gobiernos asociados a movimientos sindicales o inspirados por ellos, las sociedades se hicieron menos injustas, menos violentas y mejor controladas.
    2) En el lado opuesto se encuentra la forma estatal autoritaria, dictatorial e incluso totalitaria; en muchos países rechazaron la oposición obrera, y a la vez la secularización, por la conquista de la sociedad en nombre del nacionalismo, sostenido por la voluntad represiva de las fuerzas armadas y basado en una ideología que exaltaba la unidad de la nación o del pueblo contra los partidos. En todas estas partes el modelo de la sociedad fue destruido en beneficio de un poder absoluto del Estado, y fue preciso mucho tiempo para que se redescubriera, bajo las tierras quemadas por la violencia estatal, los restos o los nuevos brotes de una sociedad civil.
    3) Un tercer proceso se dio en algunas sociedades, donde triunfo el mercado. La sociedad, en este sistema, existe cada vez menos, son las redes financieras las que dirigen, aplicadas al consumo masivo. Las tecnologías de la comunicación (tics) facilitan las relaciones entre empresas, ciudades e individuos pero no para un nuevo de tipo de sociedad, sino para aumentar el comercio y el consumo. Aquí los sindicatos han sido subordinados, y los empresarios más poderosos se han caído por estar en contra del sistema.


    SURGIMIENTO DE LA DEMOCRACIA

    Fue durante la primera fase de la modernización cuando las categorías políticas fueron aplicadas a todos los dominios de la vida social. La preocupación dominante era asegurar el orden contra el desorden, la paz interior contra la violencia y la integración de la sociedad contra la arbitrariedad de un príncipe o un jefe de guerra. Surge sin duda, la noción de ciudadanía que se basa en el reconocimiento de los derechos políticos, teniendo como primer exponente de esto a Gran Bretaña quien otorga a la sociedad civil la economía, su independencia y hace de ella la base de su legitimidad.

    Se estaría muy tentado a decir que la democracia incluso muy teñida de oligarquía y de poder de clase, fue una realidad más británica que europea; es decir triunfo primero, en un país más imperial que nacional, puesto que esta definido por varias naciones, implicando esto que, democracia y nación no son interdependiente y simplemente asociativa, pero no determinante.

    Otras muchas naciones han aceptado la democracia pero dirigidas por una elite de dirigentes dinámicos, capaces de estar al frente ante cualquier circunstancia, siempre con la excusa de asegurar el bienestar del pueblo y sobre todo, la destrucción de los enemigos del mismo, lo que hizo de dicho termino un sinónimo de revolución, sin ninguna relación, y si el fin de mantenerse en el poder a esa elite de gobernantes.


    EL RETORNO DE LO POLíTICO

    Comenzaremos definiendo al nacionalismo como la imposición de los intereses del Estado a la nación y al conjunto de la sociedad. Como dijimos la imposición del interés es propiamente dicha y realizada desde el Estado, debemos definir al nacionalismo como algo intrínsicamente político, pues tiene como misión lograr la afirmación de la unidad de una nación que no exista de hecho. Por consiguiente el nacionalismo es un proyecto puramente político que trata de crear una nación al dar a un Estado poderes no controlados para hacer emerger una nación e incluso una sociedad.

    El nacionalismo esta profundamente lejos de toda modernidad y hace peligrar a la democracia, pues conlleva factores totalitarios y de no aceptación del otro cultural. No solo atentan por la estructura piramidal del nacionalismo, contra la democracia por ser esta una estructura que se relaciona desde abajo hacia arriba. Los nacionalismos han contribuido poderosamente a destruir la sociedad al imponer a esta una lógica de guerra, una división entre amigos, bloqueando el funcionamiento de la sociedad, generando que sus interrelaciones y conflictos se den de acuerdo a sus intereses.

    La disgregación de la sociedad, modelo globalizante, ha liberado un espacio político, de modo que es uno de los factores más importantes dentro de la caída del modelo europeo.

    El retorno de lo político no es un retorno al paradigma político que había precedido al paradigma social, sino que es la caída de este ultimo lo que hace renacer al primero pero no como paradigma sino como un factor integrante.


    ADIOS A LA SOCIEDAD

    El modelo europeo de desarrollo, se encuentra en vías de desaparición en toda Europa, pero reaparece de forma más impura en América latina, en Países como Brasil o Chile donde se impone el modelo extremadamente, dada su herencia y reflejo de la vida Europea, a través de la misma sociedad estratificada y rígida.


    LA GUERRA POR ENCIMA DE NOSOTROS

    La idea de sociedad había sido tan fuerte en tiempos de guerra, que se tomaba a esta ultima, como la política continuada por otros medios, o medios violentos. Ahora tras el paso desde lo social a lo cultural y tras una misión "sagrada", encomendada por DIOS, a los Estados Unidos de América de encabezar las "FUERZAS DEL BIEN" y llevarlas a la batalla contra las fuerzas del mal, para salvar al mundo. Esto provoco que pasara la guerra de ser la continuidad de la política de una forma extrema de movilización de recursos, permitiendo el enfrentamiento directo de armas y naciones, dando como consecuencia el triunfo de los fuertes sobre los débiles, manteniendo ejércitos y tecnología superior que es él poder militar preponderante para lo cual se han dejado cuestiones de importancia sociales de lado, dejando claro que se cambiaron la destrucción total por el combate y la destrucción o aniquilamiento cultural en el lugar de la victoria y ocupación honorífica.

    Hoy la ocupación territorial y la lucha contra culturas distintas es más importante que la desocupación, o aquellos que quedaron fuera del sistema; pero de igual jerarquía que el consumismo. Tal lo generado por los países de la elite gobernante entre la destrucción y el caos, solo beneficia, ya no a los intereses de un grupo social o nación, sino a una concepción político-religiosa y económica que se enfrenta a otro distinto y ocupa un nicho que el primero necesita.

    Podemos observar como el mundo se encuentra a la espera de un desenlace bélico y no a una solución pacifica, dado el debilitamiento de la autorregulación institucional de las sociedades, cuando esta no esta en vías de desaparición.


    CUANDO SISTEMA Y ACTORES SE SEPARAN

    La desocupación de la sociedad en los países más modernizados alcanza sus formas extremas cuando el vinculo entre el sistema y el actor se rompe, cuando el sentido de una norma para el sistema no corresponde al que tiene para el actor. Esta ruptura muy difícil de percibir pero es necesario llegar hasta aquí para entender hasta donde alcanza la idea de sociedad y como puede ser modificada desde la vida colectiva y demuestra vida personal.

    La más importante y la más visible de estas crisis es la que concierne al lugar de trabajo. La reducción de la semana laboral y la prolongación del tiempo de jubilación conlleva la idea del fin del trabajo y la inutilidad del individuo para el sistema colectivo, y la liberación del individuo.

    Aquí surgen dos subgrupos distintos a) quienes han conquistado un lugar y una jerarquía pasan a segundo plano, ahora en las zonas laterales del sistema y b) quienes no se especializaron y estuvieron en la periferia del sistema, que quedan definitivamente fuera del el modelo, despidiéndose sin duda alguna de todas aquellas cosas que intentaron obtener.

    La parte del trabajo cualificado que permite una cierta autonomía ha aumentado mucho en relación con el trabajo no cualificado, a pesar del fuerte aumento de los trabajos precarios. Es ahora cuando el nivel de la economía globalizada muestra sus consecuencias en el empleo local y suscitan una oposición que une la defensa de lo local y la critica de lo global. El mundo económico no es ya ese lugar donde cada uno se aseguraba un empleo y un salario. El trabajo falta a muchos y da a otros la iniciativa para vivir. Trabajar traza mas que nunca la línea de demarcación entre la parte central y superior de la sociedad y su periferia. Hoy esa separación se puede llamar especialistas o profesionales y los que no tiene calificación.

    La globalización va a constreñir a todas las sociedades utilizando formas optimas para obtener los recursos humanos, sus competencias y elevar sus niveles de producción, pues ese recurso humano brota constantemente y no encuentra protección. Vivimos en sociedades descontentas de si mismas, donde cada uno forma sus proyectos y expectativas más positivas. Estamos asistiendo a una transferencia de valores de la sociedad a los individuos y entramos cuando podemos en una nueva figura del mundo económico.


    LA RUPTURA DEL VINCULO SOCIAL

    Debemos mencionar que en la actualidad uno de los temas más preocupante es la ruptura del vinculo social, es decir la desintegración familiar y social, como el alejamiento por parte los grupos sociales, pues esto conduce directamente a un estado de depresión, y a la búsqueda de alternativas no validas para la sociedad o dicho de otra forma la conformación de subculturas que se encuentran en un nivel de peligrosidad para la misma sociedad; esas subculturas las podemos denominar marginales, pues existen fuera del modelo económico de producción.

    Las consecuencias negativas de este alejamiento social, afectan a los sectores más débiles de la sociedad fundamentalmente por quedar fuera del circuito laboral ya sea en forma permanente o alternada. Estos individuos sociales son denominados gentes invisibles, donde aquellos que todavía persisten en el modelo no son capaces de vislumbrar la existencia de otra realidad social, o podría ser que no quieren o niegan esa otra realidad social.


    ¿ASISTIMOS AL FINAL DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES?

    Hoy estamos asistiendo más que al final de los movimientos sociales, a la transformación de los mismos, que actúan de forma desorganizada y que afectan a la sociedad; hoy se encuentran sufriendo un debilitamiento de las mismas organizaciones, que tratan de encontrar no solo una respuesta a los nuevos conflictos sociales, sino también a los nuevos actores que están surgiendo en esta lucha ya con claros vestigios culturales y menos sociales.


    CONCLUSION

    Hasta aquí hemos encontrado el triunfalismo del progreso de un modelo, y el pesimismo de la sociología critica que solo observo u observa la caída del mismo modelo. Pero es vital captar si el resultado individualista de este modelo será afectado por el consumismo y los controles sociales o se convertirá en un contrincante y combatirá a la sociedad, buscando los elementos que transformara posteriormente en sujetos que impartirán libertad cuestionando los controles que se intenten determinar para el mantenimiento de cualquier modelo social limitador del espíritu cultural o del sujeto cultural.












    CAPITULO V
    EL RETORNO SOBRE Sí

    ¿QUÉ ES LA MODERNIDAD?

    Una definición de modernidad que opone el pensamiento centrado en la sociedad al que lo esta en la modernidad, se define por el hecho de que da fundamentos no sociales a los hechos sociales, impone la sumisión de la sociedad a principio o valores que, en si mismos, no son sociales. He ahí lo que puede sorprender.

    Lo que conduce a definir a la modernidad por la intervención de principios anticomunitarios, pero ¿de qué principios se trata? Se han dado las respuestas más diversas a esta pregunta, y la lista es larga. Es preciso por el contrario, reducirla lo más posible con vistas a identificar principios no sociales de orientación de la acción que sean verdaderamente fundamentales, dos componentes me parecen indispensables para la existencia de la modernidad. Son la condición de existencia de la libertad y de la creatividad.

    El primer principio es la creencia en la razón y en la acción racional. La ciencia y la tecnología, él calculo y la precisión, la aplicación de los resultados de la ciencia a dominios cada vez más diversos de nuestra vida y de la sociedad, lo importante es subrayar que la razón no esta basada en la defensa de los intereses colectivos o individuales, sino en si misma y en un concepto de verdad que no se aprehende en términos económicos o políticos.

    El segundo principio fundador de la modernidad es el reconocimiento de los derechos del individuo, es decir, la afirmación de un universalismo que da a todos los individuos los mismos derechos, cualesquiera que sean sus atributos económicos, sociales o políticos. Una sociedad moderna esta basada en dos principios que no son de naturaleza social: al acción racional y el reconocimiento de los derechos universales de todos los individuos.

    La modernidad no es ya una forma de vida social, sino el par de fuerzas opuestas y complementarias que dan a una sociedad un completo control de sí misma: todo aquí es, de un lado, creación, acción, trabajo y, del otro, libertad sin limites y rechazo de toda "moralización" de la vida publica que limitaría la libertad del actor.

    Estos dos principios conjuntos definen bien la modernidad, puesto que rechazan todo orden social que no sea creado por sus propias fuerzas y que este subordinado, por ejemplo, a una revelación divina, oposición tan completa que ha provocado conflictos directos entre religión y modernidad. La idea del laicismo es inseparable de la de los derechos del individuo, pues si las religiones proclaman creencias y una revelación de alcance universal, no definen de ningún modo los derechos del individuo como tales, sino, al contrario, la sumisión legal de todos los individuos a una voluntad divina o a una sabiduría revelada.

    El modelo social occidental, puesto que se organiza alrededor de la idea de una sociedad autocreada, surge de los principios de la modernidad. Es movimiento, autotransformación, destrucción y reconstrucción de sí. Mas claramente todavía, cree en el uso de la razón y respeta la verdad verificable, transmisible y aplicable, y piensa que mejorará así, no su grado de integración, sino la posibilidad de vida y de satisfacción de las necesidades de todos los miembros de la sociedad.


    LA VICTORIA DE LA MODERNIDAD

    Es preciso romper completamente con todos los pensamientos ligado a la defensa del sistema social, a la vez capas de elaborar y de imponer valores, normas, formas de autoridad, una definición de los estatus y los papeles. Pues la modernidad es lo contrario mismo de la autocreación de la sociedad.

    Las fuerzas naturalizadas del mercado, de la violencia y de la guerra, por un lado, y la apelación igualmente no social, porque absoluta y universal, a los derechos y la razón, por otro. Pero hoy la modernidad supera, a su vez, a la sociedad, debido a que la sociología critica ah descubierto, con razón, en el funcionamiento de las sociedades más dominación que racionalidad, mas deberes que derechos, se nos ha hecho cada vez más difícil creer que es integrándose en la sociedad, en sus normas y sus leyes, como el ser humano se convierte en un individuo libre y responsable

    La modernidad ha sido impulsada durante mucho tiempo por la idea de sociedad; hoy solo puede desarrollarse desembarazándose de ella, combatiéndola incluso, y apoderándose del sujeto, que es cada vez mas directamente opuesto a la idea de sociedad.

    La desocialización conduce a la destrucción de los lazos sociales, a la soledad, a la crisis de identidad, pero al mismo tiempo libera de pertenencias y de reglas impuesta. Esta concepción de la modernidad y de los derechos del hombre se enfrenta clásicamente a dos adversarios. El primero se encarna en los medios islámicos o asiáticos que rechazan toda universalidad al modelo occidental y afirman que el suyo, determinado por una concepción comunitaria de la vida social y por el mantenimiento de la familia tradicional, se ha revelado más eficaz que el nuestro. El segundo adversario es mas fuerte intelectualmente, ha surgido de la gran tradición que remonta Rousseau e incluso mas allá de él hasta Hobbes, y que define a la democracia por el respeto mas completo posible a la soberanía popular.

    Pero al pasar de un periodo al otro, al impregnar a sociedades cada vez menos controladas políticamente y cada vez mas dominadas por los intereses capitalistas, las burocracias, las elites dirigentes y las redes financieras y económicas internacionales, pero paralelamente, ha ganado terreno la idea de un individualismo democrático, que es también el de los derechos humanos, y que se basa en la profunda desconfianza respecto del poder político y de toda forma de dominación, desconfianza constantemente justificada a lo largo del siglo XX, que fue, como se sabe, dominado por los totalitarismos, los regímenes totalitarios, los regímenes autoritarios y la crisis del mercado.


    EL FIN DEL PENSAMIENTO SOCIAL

    El lugar central otorgado a la modernidad, es decir, a la libertad creadora del actor y no ya a las necesidades y a las funciones de los sistemas sociales. El tema final de lo social, de la eliminación necesaria de la idea de sociedad, trastoca, nos damos perfecta cuenta de ello, nuestra manera de pensar y hablar. Michael Foucault ha mostrado con tanta fuerza, mientras que el poder central se debilita, atacado por el capitalismo que da a la economía la posibilidad de dominar la sociedad.

    A partir del momento que se aparta la idea de sociedad como principio de evaluación de las conductas sociales, es preciso renunciar a los instrumentos de la sociología clásica. Se hace al menos imposible, al menos en principio, hablar de instituciones, concebir la educación como proceso de socialización o definir al actor por la red de sus papeles y sus expectativas en cuanto a ellos.


    EL INDIVIDUALISMO LIBERADOR

    Eficaz y brutal, el modo occidental de modernización ha conquistado el mundo en nombre de la sociedad. Pero ha comenzado a perder su fuerza cuando los dominados se han rebelado contra sus amos. El movimiento obrero, primero, los movimientos de liberación nacional después, el movimiento feminista y el movimiento ecologista, (fuertemente ligados entre sí), apelar a la inteligencia y la generosidad de los jóvenes instruidos para dar sentido a la revolución de aquellos que no pueden sino hacer estallar las contradicciones del sistema dominante. Las victimas dejan en un momento de ser solamente victimas; toman conciencia de su situación, protestan, hablan.

    Esta renovación de las subjetividades, como todos los movimientos de liberación que lo habían precedido, han tomado con frecuencia formas positivas, pero a veces También formas negativas, cuando desemboca, por ejemplo, en un nuevo comunitarismo, de la misma manera que el movimiento de liberación de los obreros había engendrado el comunismo. En estos casos, las subjetividades son engullidas por aparatos del poder que, siempre hablando en su nombre, lo transforman en su contrario, puesto que definen a cada individuo por su pertenencia a una comunidad que no reconoce en su seno ni minoría ni oposición.

    Volvamos ahora a las razones del declive de la noción de sociedad. El punto central de debate es saber si el individuo se forma convirtiéndose en ciudadano, o, al contrario, despegándose de las normas, de los estatus y los roles que las instancias de la autoridad y los "agentes de socialización", como la escuela y la familia, no consiguen ya hacerle aceptar. La primera idea estuvo en el centro mismo de la construcción de nuestras sociedades de tipo democrático. Mientras que las sociedades autoritarias, populistas o comunitarias, apelan a la superación de los intereses individuales en provecho de una participación lo más completa posible en un ser colectivo, un pueblo, una raza, una creencia religiosa, una lengua o un territorio, la grandeza de nuestras democracias liberales es haber concebido las instituciones como medios de producción de individuos libres y responsables, preocupados por actuar según criterios universalistas. Es así como hemos llegado a la idea de sujeto.

    Dos fenómenos opuestos se han producido de inmediato: la disgregación del yo, definido como un conjunto de papeles, y el ascenso de un individualismo consciente, reflexivo, definido como la reivindicación para sí mismo, por un individuo o un grupo, de una libertad creadora que es su propio fin y que no esta subordinada a ningún objetivo social o político.

    El individuo deja entonces de ser una unidad empírica, un personaje, un yo, y, por un movimiento inverso, se convierte en el fin supremo que sustituye no solo a dios, sino a la misma sociedad. El individuo era producido por la sociedad, en sus conductas mas concretas tanto como en su pensamiento; es ahora lo contrario lo que es verdadero. La afirmación creadora en el corazón de la modernidad se resiste a la organización social y la evalúa en términos positivos o negativos según que su afirmación de sí sea satisfecha o no. Lo propio de la modernidad es no apelar a ningún principio, a ningún valor, fuera de ella misma. Es verdaderamente autocreadora, de manera que puede convenir a los espíritus agnósticos pero también a ciertos tipos de pensamiento religioso.

    El individuo en tanto que moderno escapa, pues, a los determinismos sociales en la medida en que es un sujeto autocreador.


    DE LA MIRADA AL MUNDO A LA MIRADA A UNO MISMO

    No es por azar si el renacimiento de la sociología en Europa, nada mas terminar la segunda guerra mundial, se apoyo en la sociología del trabajo. Esta sociología ha estudiado en primer lugar el paso de una sociedad de oficio a una sociedad producción dominada por la fabricación de equipamientos materiales de masas por trabajadores sometidos a una estrecha división del trabajo, y a menudo incluso con cadencias impuestas; luego se ha interesado pro la sociedad de la comunicación, organizada en redes y transportando (cada vez mas en tiempo real) informaciones.

    Durante un periodo que corresponde sobre todo al gran éxito de la sociedad industrial, nuestra mirada se ha vuelto hacia el exterior, hacia la conquista del espacio y del tiempo, hacia la creación de nuevos materiales y nuevos aparatos. La razón parecía triunfar por todas partes, en nosotros como en el mundo, y los científicos, se pensaba, iban a ocupar pronto el lugar que habían ocupado los representantes de todas las espiritualidades. Pero se debe reconocer hoy la ingenuidad de aquellos que creían en el progreso. Hemos sido transformados hasta el punto en todos los aspectos de nuestra existencia, tanto de manera negativa como positiva, que nos hemos vuelto hacia nosotros mismos, hacia nuestra capacidad de actuar, de inventar, de reaccionar, de forma que hemos dejado de definirnos como los amos de la naturaleza para considerarnos responsables de nosotros mismo, sujetos. El sujeto no es conciencia del yo o del sí mismo, sino búsqueda de la creación de uno mismo mas allá de todas las situaciones, de todas las funciones, de todas las identidades. La idea que se impone a nosotros, desde la caída del muro de Berlín y hasta la destrucción de las torres del World Trade Center de Nueva York, es la del estallido de las sociedades: guerras, revoluciones, transformaciones técnicas aceleradas, conquistas, migraciones, pero también enriquecimiento y empobrecimiento rápidos, globalización de los intercambios, pero también de la pobreza y de la miseria. Otra visión del mundo que tiende a sustituir a una sociología clásica en pleno declive, es la que redescubre por todas partes comunidades obsesionadas por su identidad, oriente no es solo una invención de occidente: se penetran mutuamente, incluso si el primero esta sometido al segundo.

    Si es preciso, a fin de cuentas, volver al sujeto, es preciso también pronunciar el nombre más poderoso del antisujeto: el mal. La respuesta de esta objeción es que ya no hay mal ni bien, ni dios ni diablo. Hay lo que descubren al sujeto en ellos y en los otros; son los que hacen el bien. Y los que buscan matar el sujeto en los otros y en ellos mismo hacen el mal. No se trata de una esencia, sino del resultado de una acción humana. Los horrores, las matanzas, los sacrificios humanos, los genocidios, las torturas, las ejecuciones, no componen solamente un conjunto aplastante de violencias y de destrucción, que son, en el sentido estricto de la palabra, indecibles.

    Al comienzo del siglo XX, creíamos que lo humano, inseparable de los social, iba a apartar los peligros y las ilusiones, los dioses, y los demonios.

    En el momento que entramos en el siglo XXI, comprendemos que el mundo de lo humano ha sido finalmente invadido por lo inhumano y por lo sobrehumano. Es de este retroceso de lo social y de lo humano de lo que se trata este libro, y por tanto de la progresión de lo inhumano en el espacio ilimitado del totalitarismo y del terrorismo, y más todavía en la vida humana que yo llamo el sujeto, y cuyas formas son múltiples.


    EL DESPERTAR DEL SUJETO

    Es cuando la globalización, de un lado, y el neocomunitarismo, del otro, tratan de apoderarse de nuestras actitudes y nuestros papeles cuando nos sentimos empujados a buscar en el interior de nosotros mismos nuestra unidad como sujetos, es decir, como seres capaces de adquirir y manifestar una conciencia autofundamentada. El sujeto es mas fuerte y más consciente de sí mismo cuando se defiende contra ataques que amenazan su autonomía y su capacidad de aprehenderse como sujeto integrado, o al menos luchando por serlo, para reconocerse y ser reconocido como tal.

    Durante mucho tiempo el hombre se ha afirmado hombre por su capacidad de trabajar y de combatir. Estas cualidades masculinas, "viriles", se nos muestran hoy como otras tantas expresiones del modelo de dominación de la mujer por el hombre, modelo rechazado por los propios hombres. En el modelo Europeo modernizador, la objetividad manda; identifica al rey con el reino como al propietario con su tierra. La subjetividad es, al contrario la expresión del dominado, ya se trate del esclavo, la mujer o el trabajador. A medida que los movimientos sociales han debilitado las dominaciones, los dominados han reencontrado una subjetividad liberada de su inferioridad, aquellos y aquellas que eran tratados como objetos, a veces incluso como la propiedad del amo, han salido de la sombra y del silencio, se han convertido en sujetos. Todas las formas de nacionalismo que tienen raíces comunitaristas y se niegan a aceptar la heterogeneidad social o cultural de su nación actúan como procesos activos desobjetivización. El derecho de ser sujeto es el derecho que tiene cada uno de combinar su participación en la actividad económica con el ejercicio de sus derechos culturales, en el marco del reconocimiento de los otros como sujetos. Aquellos que rechazan esta concepción ampliada de los derechos del hombre, y en consecuencia la idea misma de sujeto, se encierra en una actitud represiva, basada para unos en la necesaria unidad de un mundo abierto, y para otros en la urgente necesidad de proteger y de reanimar las culturas amenazas.

    El autoritarismo, la ignorancia, el aislamiento son obstáculos para la producción de uno mismo como sujeto, que golpean mas duramente a unos que a otros.

    SEGUNDA PARTE
    AHORA HABLAMOS DE NOSOTROS EN TERMINOS CULTURALES

    CAPITULO I
    EL SUJETO

    SUJETO E IDENTIDAD

    Hasta aquí nos encontramos que el individuo es frágil, cambiante y sometido a un bombardeo publicitario, propagandístico y a las imágenes culturales de masas. El individuo, es ahora, solo el reflejo de la pantalla de los deseos, las necesidades, los mundos imaginarios fabricados por las nuevas industrias de comunicación; por ende el individuo no es mas definido por los grupos de pertenencia delimitados y sin identidad de sí mismos, dirigidos por la falta de conciencia.

    El sujeto se forma en la voluntad de escapar a las fuerzas, reglas y poderes que nos impiden ser nosotros mismos, que tratan de reducirnos al estado de un componente de su sistema y de su control sobre la actividad, las intenciones y las interacciones de todos.

    Pero cuando hablamos de sujeto, aparecen dos diferencias: la primera es definir al sujeto en su resistencia al mundo impersonal del consumo, o al de la violencia o la guerra. Somos desintegrados, fragmentados y seducidos continuamente, al pasar de una situación a otra, de unos estímulos a otros. El sujeto es una llamada a sí mismo, una voluntad de retorno a sí mismo, a contracorriente de la vida ordinaria, evocando una lucha social como la conciencia de clases o la nación pero con un contenido diferente, privado de toda exteriorización, vuelto por entero hacia sí mismo. En si el sujeto es la resistencia y combatientes de la libertad original.

    La segunda diferencia es que el sujeto no se identifica nunca por completo consigo mismo y permanece situado en el orden de los derechos y los deberes, en el orden de la moralidad y no en el de la experiencia.

    El sujeto es lo contrario de la identidad y se pierde, en la intimidad, aunque atraviese esas realidades y sea atravesado por ellas. El sujeto es la convicción que anima un movimiento social y la referencia a las instituciones que protegen las libertades.


    LAS FUENTES DEL SUJETO

    El individuo se debilita al mismo tiempo que las colectividades a las que pertenecen, y la antigua lucha ente el placer y la autoridad, dejan amplios lugares donde nacen estos sujetos, desplazando a las anteriores y disolviéndolas en un conformismo tolerante.

    En la acción colectiva, política y social, es lo único que puede proteger de los poderes y las dominaciones, que sino son detenidos en su fuerza, destruyen la individualización cuando esta olvida las condiciones que hacen posible su existencia, ósea el sujeto.

    A medida que esos poderes nuevos triunfan, nos reconocemos en nosotros mismos, descubriéndonos en nuestra realidad mas concreta: ciudadanos primeros y trabajadores después, para liberarnos del poder de los modelos deshumanizante.

    Es necesario escoger, reconocer o regenerar de uno mismo como sujeto. Somos atraídos, dirigidos, manipulados por las fuerzas que dominan la sociedad; no hay posibilidad del sujeto sin sacrificio y sin alegría.


    DEFENSA DE LA IDEOLOGIA

    Es imposible reconocer la presencia del sujeto mientras se acumulan las luchas y las criticas contra los imperialismos, los nacionalismos y los populismos, pero también contra el reino del dinero y el aumento de las desigualdades. Es imposible no hablar de derechos humanos, no reconocer que cada vez son mas los seres humanos que evalúan sus actos y su situación en términos de capacidad de crearse a sí mismos y de vivir como seres libres y responsables.

    Hoy nuestra moral es cada vez menos social. Desconfiando tanto de las leyes como de las políticas, de los prejuicios con que cada grupo protege su superioridad o su diferencia. Lo que busca cada uno de nosotros es continuar con su vida individual, con su diferencia como sujeto.

    Esta imagen del individuo es la de un ser humano que afirma como ser de derecho pleno, de sus derechos culturales, los de escoger su lengua su creencia, su sexualidad y no aquello que le demandan las instituciones dominantes.


    EL SUJETO INDIVIDUAL

    El sujeto, ha entrado en cada individuo, y se esta convirtiendo en él en afirmación de sí como portador de un derecho a ser un individuo capas de afirmarse contra todas las fuerzas impersonales que le destruyen. Tal es el camino que se ha recorrido hasta aquí y que conduce a un análisis mas profundo del sentido que recibe aquí la idea de sujeto; es el momento de imponer la figura cultural de la sociedad cuando se observa la gran oscilación de la acción y de la representación del mundo exterior hacia el mundo interior, del sistema social hacia el actor personal, cuando aparece la idea de sujeto que quiere ser actor.

    Este nuevo actor ahora sujeto, ha asumido los riesgos, pero sin renunciar nunca a salvar vidas y ellas encontraron quien les genera un debate interior y a la transformación en sujetos.


    LOS DERECHOS

    El sujeto no es el actor privado de todo principio externo objetivo de orientación de sus conductas; es al contrario, él quien se ha transformado en principio de orientación de sus conductas, pues se es uno mismo, ése es el valor supremo, ese es el derecho de ser.

    La historia del sujeto, es la reivindicación de unos derechos cada vez más concretos que protegen particularidades culturales cada vez mas creadoras de pertenencias y de deber. Es ese paso, que lleva de los derechos más abstractos hacia los más concretos, el que conduce a la realidad del sujeto.

    Es imposible no reconocer la importancia de los derechos culturales, la fuerza de las reivindicaciones de cada cultura en el interior de toda sociedad, teniendo en cuenta que los derechos culturales son indisolubles de los derechos políticos y de los derechos sociales. El sujeto se nutre se afirma y es parte de todos ellos.


    ¿SOMOS TODOS SUJETOS?

    Para que se forme esta conciencia de sujeto, es necesario que aparezca y se combinen tres componentes: a) en primer lugar, una relación del individuo consigo mismo como portador de derechos fundamentales, rompiendo con la creencia que el sujeto es su propio fin, b) en segundo lugar, el sujeto se forma a partir de entrar en conflictos con fuerzas dominantes que le niegan derechos y la posibilidad de actuar como sujeto y este comprenda la situación; c) y ultimo proponer una concepción general del individuo. El sujeto necesita darse cuenta de sus derechos entrar en conflicto y general un ambiente para su desarrollo.
    El sujeto no es la persona que se realiza, o que cumple bien las funciones que le son confiadas, es quien actúa y quien transita por todos los escenarios de la historia; no se defiende del presente saltando hacia el futuro o huyendo al pasado, sino enfrentando el presente.


    LA NEGACIóN DEL SUJETO:

    El Sujeto en esta fase de descomposición de nuestra historicidad, aparece como la idea más despreciada y desfigurada.

    Se impone la idea, de mundo sin actores , la historia aparece abolida en un enfoque religioso del sacrificio, como expresión de: dominados, explotados, manipulados.

    En este siglo, aparece la mujer como agente del retorno al Sujeto.

    Surge por todas partes el triunfo del individualismo por sobre lo colectivo.

    El sujeto se reconoce por medio del compromiso-del grupo-al servicio de la razón-la idea de creación-deber-esperanza-

    El sujeto impone su presencia -esperanza = creación - sentido de vida-crea su libertad-responsabilidad-su esperanza-


    IMÁGENES DEL SUJETO

    Búsqueda de Interés: La destrucción del interés del otro.

    Adhesión al Grupo: el rechazo del otro, individuo o grupo.

    Conductas del Sujeto: Rechazo del sujeto-se manifiesta en el racismo
    Hasta el actor.


    NOTA ADJUNTA

    En nuestras sociedades contemporáneas, es el mundo de los medios de comunicación el que deforma y manipula al SUJETO presente en cada individuo.

    En el los siglos XIX Y XX, la función era enmascarar un poder y una explotación, escondiendo las rupturas y los conflictos, para hacer invisible una dominación económica.

    Es importante, por un lado, las conductas por las artimañas del poder, lo que traslada hacia un orden económico y político muy alejado de los actores.

    Del otro, el mundo de las imágenes manipuladas por los medios de comunicación se opone un individuo vivo, concreto, que se siente privado del sentido de su experiencia y de sus proyectos.
    El sujeto, tal como emerge en muchas partes del mundo, no se reduce ni a encarnar la esperanza de un proyecto redentor, ni a representar la voluntad para ayudar a los afectados por las lógicas de la dominación.


    EL SUJETO, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y EL INCONCIENTE

    Los movimientos sociales llevan hoy a reconocer su envejecimiento, antes de su muerte. Pues si la parte de sombra de los movimientos sociales es la de la sociedad, su parte de luz es la de la modernidad. No hay sujeto que no sufra por la desdicha de los otros, que no reconozca el movimiento social allí donde está, aunque esté enmascarado por estrategias de poder o de competencia.

    El sujeto, impulsado o no por un movimiento social, se manifiesta en la conciencia del actor.

    Son los acontecimientos históricos los que revelan la existencia de un conflicto, de los actores y la actitud de la oposición.

    El sujeto se repliega en su inconsciente. ¿ Hay que decir que está allí inhibido? No, pues no es un súper-yo el que corta el camino, sino la cotidianidad, las normas de la vida pública, la urgencia de las decisiones, la intensidad de las emociones y la búsqueda del interés o la solución a un problema.


    VECINDAD

    Nadie tiene la intención de rechazar el individualismo que está en el centro de la cultura contemporánea.

    El individualismo y el vínculo social, lejos de oponerse son complementarios e indispensables el uno del otro.

    El individuo no se construye como tal, no adquiere estima de sí, más que en la medida en que recibe imágenes favorables de sí mismo procedentes de los miembros de la comunidad a la que pertenece.


    EL SUJETO Y LA RELIGIóN

    Lo divino está alejado del mundo humano, pero le da su sentido, mientras que lo sagrado crea una barrera que le permite a los clérigos hablar en nombre de lo divino y administrar la s comunicaciones entre los fieles y lo divino.

    El riesgo de confundir el sujeto con la construcción ideológica e institucional de una figura de lo sagrado, coloca en el centro de una religión y más concretamente de una iglesia.

    El hecho más manifiesto es que cuando más débiles e impotentes son los hombres que proyectan al sujeto, a un divino lejano, más se refuerzan y se fortifican el espacio y las instituciones de lo sagrado.

    Cuando aparece Jesús y se constituye la religión cristiana, todo el conjunto cultural se conmociona.

    Dios se hace hombre, lo que prepara y realiza ya en parte la interiorización del sujeto en el individuo, mientras que el espacio sagrado queda maltrecho por el encuentro directo de Dios y los hombres que realiza la existencia de Cristo. El Dios todopoderoso puede entonces convertirse en el Dios del amor.


    EL SUJETO Y LA ESCUELA

    Es hacia la escuela hacia donde hay que volverse en primer lugar, porque se trata de un sector de la vida social en el que se enfrentan no sólo ideas, sino opciones efectuadas por los propios enseñantes, y sobre todo por los padres de alumnos que están convencidos de que la elección de una escuela tiene efectos profundos y duraderos sobre la vida de sus hijos.

    El Laicismo fue y es un elemento esencial de lo que se puede llamar el espíritu republicano, es decir, el descubrimiento de criterios de evaluación de los individuos y las instituciones en términos de bien común, de interés público, de patriotismo, de normas sociales dominantes, y también de racionalidad del saber. Así pues, la escuela no debe pone al niño al servicio de la sociedad y tampoco debe ser un mero lugar de aprendizaje, debe ser por el contrario, un lugar de formación de actores sociales, de sujetos personales.

    La escuela no debe rechazar al dominio de la vida privada la religión, la sexualidad, los compromisos políticos, las tradiciones culturales.

    Lo importante es que en cada caso se busque el mejor compromiso posible entre la diversidad de culturas y personalidades y las garantías institucionales de los fundamentos de la modernidad - el racionalismo y la defensa de los derechos personales.


    LA EXPERIENCIA DE SER SUJETO:

    Es en una mirada, en un cruce de miradas, en la fuerza de la presencia y la intensidad de la revolución o de la posesión como la presencia del sujeto y de la relación entre sujetos se revela. Nuestra vida puede estar bastante controlada, sometida o corrompida para privarnos de toda presencia del sujeto y encerrarnos en el dinero, la jerarquía o la presión. Pero está pobreza, este vacío, no son inevitables. Ya sea por que encontramos la emoción que impulsa a la solidaridad o porque somos tocados por el amor o por la esperanza de una liberación, no nos limitamos a una red de status y de roles sociales. Nuestra vida deje de ser enteramente social. No existen movimientos sociales que no nos haga salir del orden social, en nombre de la libertad, la igualdad, la justicia o de cualquier expresión de la presencia del sujeto en nosotros y entre nosotros.

    El sujeto vive en el mundo, pero no pertenece al mundo. Por eso la idea de sujeto es tan poderosa contra el racismo.


    EL ANTISUJETO

    Identificamos con frecuencia al adversario principal de todos los procesos a la violencia. Y es que la violencia alcanza a veces un nivel extremo, traduce una voluntad de destruir y de humillar, de rechazar poblaciones fuera del conjunto humano, explicación suficiente en la crisis de la sociedad, ese núcleo de la violencia que excede todas las significaciones sociales de este modo: crueldad.

    Aquí no estamos ya en el orden social, las victimas de la crueldad no rechazados por la sociedad, son eliminados de la humanidad porque ésta se identifica con una nación, un ejército, un partido o una religión.

    La crueldad no es necesaria para destruir adversarios, o incluso enemigos, se desencadena para deshumanizar al ser humano.

    El hoque emocional que provoca en nosotros la crueldad, en el fondo no se percibe ninguna crisis social, sino una naturaleza humana que no llamamos así más que para significar que está no se reduce a los efectos psicológicos de la organización social.

    Hay que volver al sujeto, es necesario también pronunciar el nombre por excelencia del antisujeto: el mal. Esta palabra parece encerrarnos en una visión religiosa u otra concepción del universo, de la que el tema del sujeto parecería excluido.

    Si veo en la religión la proyección del sujeto humano débil, casi impotente, a un más allá lejano, planteo a la vez esta exteriorización del sujeto y su vínculo con una experiencia social colectiva, en otras palabras, con formas de organización y de práctica situables históricamente. Ésta es la razón principal por la que se menciona al sujeto como principio que escapa al nivel de la organización social y también como fuerza movilizadota de creencias, recursos, solidaridad y sacrificios. Entre el mundo de los dioses y de las sociedades está el mundo del sujeto, es decir, el universo de la reflexión del hombre sobre el hombre creador. El sujeto es un prisionero, pero también un liberador.

    Esas crisis de la organización social que provocan crisis de la personalidad, ya no es del lado de la sociedad, sino del propio sujeto y de su conciencia de sí donde buscamos la causa de los trastornos de la personalidad.

    CAPITULO II
    LOS DERECHOS CULTURALES


    DERECHOS POLíTICOS Y DERECHOS CULTURALES

    La descomposición social lleva al individualismo que se resiste a aplicar las reglas de vida colectiva y las sustituye por las del mercado, influidos por la publicidad y las políticas públicas.

    Sin embargo aparece otro tipo de cambio, y es el aquí retendrá nuestra atención: la reivindicación de los derechos culturales que concierne, en primer lugar a las colectividades.


    MINORíAS, MULTICULTURALISMO, COMUNITARISMO

    Evoquemos en primer lugar el caso de los Estados multinacionales, es decir de las minorías que reclaman ciertos atributos de independencia. Esas minorías defienden siempre sus derechos culturales y en particular el uso de su lengua, en la escuela y en la vida administrativa. En ocasiones se identifica con una confesión religiosa y el jefe de la Iglesia en cuestión desempeña entonces a menudo un papel político de defensa de la comunidad.

    Todos estos problemas se viven con pasión y han sido los orígenes de muchos conflictos cruentos. Estos problemas existen desde hace tiempo y han desempeñado un papel de primer plano en las grandes crisis internacionales, en particular en el desencadenamiento de la primera guerra mundial. Pero cuando discutimos acerca de multiculturalismo no pensamos en primer lugar en ese tipo de situaciones, pensamos en situaciones menos institucionales, en la formación o desarrollo de comunidades y de sus minorías formadas después de migraciones, expulsiones y exilios.

    Los nuevos grupos definidos nacionalmente, étnicamente o sobre una base religiosa, que pasan de tener existencia en la esfera privada, ahora a una existencia pública bastante fuerte, a veces para poner en cuestión su pertenencia a una determinada sociedad nacional. Esto es tanto más visible cuando el Estado afectado se niega reconocer la existencia de aquellas minorías.

    Ahora bien, vivimos el debilitamiento de las comunidades nacionales y el fortalecimiento de las comunidades étnicas.

    Con el incremento de las migraciones internacionales y a la formación de nuevas naciones con el comunitarismo, definiendo en el sentido estricto por el poder de los dirigentes de la comunidad para imponer prácticas y prohibiciones denominadas "restricciones internas".

    A fin de evitar malentendidos, consideramos más justo hablar de "derechos culturales", lo que obliga a las democracias a reflexionar sobre sí mismas y a transformarse para reconocer esos derechos y saber como se transformaron, para llegar a reconocer los derechos sociales de todos los ciudadanos. Ligados positivamente a los derechos políticos, por tanto a la ciudadanía, que el comunitarismo contradice.

    Desde un marco sociológico del sistema social las relaciones entre las mayorías, las minorías y de las condiciones de justicia social, se centra en el sujeto.

    Múltiples facetas de nuestra conducta que considerábamos protegidas por la esfera privada, están expuesta a la cultura de masas, es en este campo donde se forman los principales conflictos y las reivindicaciones cuyos propósitos son más significativos.

    En realidad se trata del derecho de combinar una diferencia cultural con la participación en un sistema económico cada vez más mundializado, lo que excluye la idea de que la modernidad domina por encima de los actores sociales. Y lo mismo la de que una sola cultura sería capaz de responder a las exigencias de la modernidad.

    Las reivindicaciones exponen también a grandes peligros como los particularismos que amenazan el principio de vivir juntos, que además parece oponerse a la ciudadanía.

    La conquista de los derechos políticos ha estado asociada a la creación de las repúblicas en las que el pueblo ejerce la soberanía, las que pueden transformarse en autoritarismo personal o colectivo.

    Cuanto más coacción se han impuesto a los individuos en todos los aspectos de su vida, más se impone la idea de un individuo sujeto de derecho y cuya lucha se desarrolla en nombre de esa individualidad, o derecho a ser uno mismo.

    No asistimos al desplazamiento de los campos de conflicto, sino a su integración, como los diversos movimientos sociales se combinan y se integran unos con otros, comprometiéndose en una lucha central entre demandas sociales y culturales, por una parte y las fuerzas denominadas naturales es decir no sociales como la violencia, la guerra, los movimientos del mercado, por la otra.

    La penetración en el individuo en su categoría de acción, en la conciencia de cuerpo, de una dominación múltiple corresponde a la afirmación del sujeto cuando este se separa de las referencias, constantes a los conflictos sociales y políticos el sujeto se ablanda y corre el riesgo de hacerse moralizador.

    En palabras simples lo que pide cada uno de nosotros, y sobre todo los más dominados y los más desprovistos, es ser respetado, no ser humillado, y también, demandas más atrevida, como ser escuchado, e incluso entendido.

    Se podría transformar la tolerancia con respecto a ciertos grupos en derechos culturales. De manera que la ley debe reconocer la libertad del ejercicio de culto.





    REDISTRIBUCIóN Y RECONOCIMIENTO

    Ahora entraremos en el debate, de gran importancia, que opone el reconocimiento y la redistribución, en otras palabras las demandas culturales o morales y las demandas económicas.

    Ambas demandas son inseparables si se definen en términos de justicia. Un individuo o grupo se consideran víctimas de una justicia cuando no son puestos en el lugar o rango que corresponden a su grado de realización, de un valor reconocido por la sociedad.
    1) Las reivindicaciones pueden intervenir en dos niveles:
    • Sea para cambiar de manera favorable la relación entre la contribución y la retribución de un grupo.
    • Para aumentar la capacidad de decisión o de influencia de un grupo.
    No existe ningún principio general de unidad entre las reivindicaciones.
    2) Cuando hablamos de derechos culturales establecemos hipótesis de que existen movimientos que se pueden denominar culturales y que oponen las producciones de la cultura de masas, Estos conflictos se inscriben en un campo social en que la producción de imágenes y representaciones ocupa un lugar importante.
    Las expresiones reconocimiento y realización de sí, consisten en ver actuar en el otro la construcción del sujeto, tal como se lo siente actuar en uno mismo.
    Aquel que reconoce al otro como sujeto es más capaz de combatir lo que se opone a la subjetivación de él mismo o de los otros. Sin ese reconocimiento el combatiente cae al nivel de un conflicto más limitado económico o político.
    Cuando los movimientos de liberación nacional se convierten en nacionalismo, dejan de ser movimientos sociales y ceden a la obsesión de la identidad.
    Las relaciones interculturales son la única realidad y son estas las que hay que estudiar, desde el aplastamiento del otro hasta el mestizaje cultural.
    3) Muchos niegan la existencia de nuevos movimientos sociales que no serían dicen, más que elementos aislados arbitrariamente en un conjunto de actividades o reivindicaciones en las que se mezclan objetivos de todo tipo económicos, culturales, nacionales, de edad o de género. Cierto número de movimientos culturales, muy diferentes de aquellos cuyas orientaciones socioeconómicas con una ideología y en formas de acción heredadas del movimiento obrero y sobre todo su tendencia revolucionaria.
    La novedad de estos movimientos es que se inspiran en la creación de un movimiento altermundialista en muchos países, pero también movimientos ecología política, poniendo de manifiesto la contradicción de las fuerzas técnicas y económicas incontroladas y la diversidad de especies y culturas, de actividades locales y de lengua que contribuyen a formar la subjetividad de cada uno de nosotros. Sublevándose contra la negación de la subjetividad y respecto de sí del actor.
    Se podría decir que el conflicto central que los compromete opone a la globalización a las subjetividades, y en el centro de esta a la voluntad de ser sujeto, es decir, de proponerse como objetivo principal integrar experiencias en la unidad de una conciencia de sí que resiste a las presiones y seducciones del exterior.
    4) Los nuevos movimientos sociales no tienen por principios la transformación de las situaciones y las relaciones económicas, y defienden la libertad y la responsabilidad de cada individuo solo o colectivamente contra la lógica impersonal del beneficio, la competencia y el orden establecido.
    El movimiento de las nacionalidades de Europa en la mitad del siglo XIX estuvo guiado por una conciencia de pertenencia cultural y una voluntad de independencia más que por calculo de intereses.
    Pero es la idea, apoyada en una conciencia colectiva, de una nación liberada del dominio extranjero la que habita en el movimiento nacional. Y este entra en la categoría de los movimientos políticos y no sociales y culturales en términos de orden o desorden, de paz o de guerra.
    Estos movimientos pues están muy alejados de los denominados nuevos movimientos sociales. Los movimientos religiosos lo están todavía más.
    5) La apelación de la identidad, puede servir a orientaciones liberales o democráticas, pero también a un comunitarismo autoritario o incluso a la búsqueda de la pureza étnica, racial, o religiosa, que constituye una amenaza real.
    Para evitar tales desviaciones, hay que ligar estrechamente el movimiento cultural a la defensa de derechos políticos universales y de derechos sociales, que toman a menudo la forma de objetivos económicos.
    Cuando los grandes conflictos se dirigían al logro de los derechos sociales, se vio la separación de dos tendencias: una, por largo tiempo, mayoritaria identificaba la defensa de los trabajadores con una dictadura del proletariado que pronto se comprendió que sería una dictadura sobre el proletariado y otra distinta con la creación de sistemas de protección social, durante y luego de segunda guerra mundial y antes inclusive se trato de luchar contra la desigualdad social. Imponiendo servicios gratuitos en salud y educación, primero llamada democracia industrial y luego socialdemocracia.
    El problema mas general planteado a todos los movimientos, sean políticos, sociales, o cultural, es como llegar a asimilar el principio de universalidad de la ciudadanía, pero de manera concreta dando forma a ésta en las relaciones de poder y los conflictos culturales.
    Todo análisis de justicia recae sobre la organización de la sociedad, mientras que los movimientos sociales son siempre figuras de derecho.


    LAS MODERNIZACIONES

    La modernización se ha apoyado en la racionalidad económica y el desarrollo jurídico de los Países Bajos y de Gran Bretaña, de manera muy diferente la modernización voluntarista al estilo Francés, dirigida por un Estado, más todavía del modelo alemán, basado en la reivindicación histórica y cultural de la nación.

    Hay quienes no ven la diversidad de la modernización por un lado: una sociedad de masas que impone su poder en todos los ámbitos de la producción, el consumo y la comunicación y por otro, culturas cerradas sobre sí mismas, en particular sobre sus creencias religiosas, que tienen por objetivo principal el no a la modernización, sino a la guerra contra el poder hegemónico, político de otros países.

    El choque de civilizaciones y sobre el papel central que desempeña en él, los conflictos religiosos y étnicos. Es tan falso como peligroso considerar a la inmensa parte islamizada del mundo como un bloque antimodernista.

    Como también se equivocan aquellos que en Europa pensaban que solo los países protestantes podían modernizarse. Al suponer que en los países católicos estaban encerrados en su comunidad clerical.

    Es necesario reconocer los elementos de la modernidad y los esfuerzos de modernización en las regiones subdesarrolladas, como es necesario identificar los componentes no modernos de los países desarrollados.

    Los dirigentes más exitosos son aquellos que buscan conscientemente aumentar la compatibilidad de la modernidad con elementos sociales y culturales diferentes, para reforzar la modernización.

    La guerra opone una identidad a otra, un grupo étnico o religioso a otro, una clase o una clientela a su vecino enemigo. Lo que nos afecta más de cerca es que los inmigrantes instalados en un país rico y democrático se sienten rechazados por la población o encerrados en un gueto y responden al desprecio sufrido mediante un repliegue comunitario cargado de agresividad contra el país que no supo desempeñar el papel de anfitrión. Este tipo de situaciones puede desencadenar una guerra de culturas análoga a la lucha de clases.

    Se trata entonces de reducir la parte de normas e instituciones en la construcción de un vivir junto, en beneficio de reglas e instituciones que permitan aceptar el ser diferentes. El rechazo de la diversidad cultural se practica igualmente en los países democráticos.

    Muchos políticos se han opuesto en el siglo XIX, al reconocimiento de derechos sociales por miedo a romper con el universalismo de la democracia política, que algunos llamamos formal o burguesa.


    LA ENTRADA EN EL MUNDO POSTSOCIAL

    En los mismos términos se plantea el problema de la extensión de los derechos políticos, y por tanto de la ciudadanía, en el vasto dominio de los conflictos sociales. Encerrar la vida religiosa en la esfera privada equivale a imponer una concepción antirreligiosa al conjunto de la vida pública. Es necesario, al contrario enriquece la vida pública con la diversidad de las culturas.

    En las sociedades de industriales, la combinación de la democracia social con la democracia política constituida anteriormente, se había realizado a través de ideas como la lucha contra la desigualdad. En nuestros países, donde producción, consumo y comunicación, han entrado por igual en la sociedad de masas, es más difícil asegurar la pluralidad cultural.

    Un principio fundamental: la creencia en el pensamiento racional y la afirmación de que existen derechos personales que ninguna sociedad, ni estado tienen derecho a violar. El principio del "laicismo" prolonga el reconocimiento de los derechos personales al plantear la autonomía de la sociedad política con relación a los principios y a las prácticas de las religiones.
    Este es el fundamento de la democracia en la sociedad moderna. Saber en que condiciones pueden ser compatibles los principios fundamentales de modernidad con la diversidad cultural y de sus formas de intervención en la vida personal y colectiva de la sociedad.

    Lo que hay que entender por "pluralidad de modos de modernización" expresión preferible con mucho a la de multiculturalismo, es en definitiva el reconocimiento de la multiplicidad de caminos por los que una población puede entrar en la modernidad.

    Los países más poderosos tienden a ponerse como ejemplo ante el mundo, su influencia debería al contrario, hacerles tomar conciencia de su particularidad, que es como en muchos casos una mezcla coyuntural de variables de muchos elementos, algunos de los cuales están en conformidad con la idea de modernidad. Y otras que no tienen relación con ella.

    No se puede hablar de derechos culturales mas que cuando las conductas culturales y sociales piden ser reconocidas en nombre de principios universales, es decir en nombre del derecho de cada uno a practicar su cultura, su lengua, su religión, sus relaciones de parentesco, sus costumbres alimentarías. Y es solamente a partir de ese momento en que la oposición a una cultura central definida como universalista emana de culturas minoritarias.


    LOS DERECHOS SEXUALES

    El reconocimiento de la homosexualidad, que todavía no ha llegado a su termino, afecta tanto a hombres como a mujeres, puesto que se trata de separar la vida sexual y afectiva de la reproducción y la constitución de una familia. A medida que caen las prohibiciones, la búsqueda de relaciones duraderas adquieres siempre mas importancia, mientras que se consolida la reivindicación del derecho al matrimonio y a la parentalidad. No hay motivo, en este ultimo punto, para conceder demasiada importancia a las diferencias entre mujeres y hombres: en materia de filiación, lo esencial es la cuestión del lazo de sangre que debe religar entre si a las generaciones. El éxito de la adopción plena, la importancia creciente de familias recompuestas, los progresos de la fecundación artificial, todo contribuye a hacer que los lazos de filiación no sean ya siempre lazos de sangre. La diversidad de conductas sexuales, a partir del momento en que no se juzgan ya desde el punto de vista de una cierta concepción de la familia, no puede tener otros limites que el respeto de la dignidad de cada individuo. Si no es cierto que se pueda hablar de una nueva cultura de gays y lesbianas, es cierto, en cambio, que estamos ante un movimiento de liberación que apunta a la eliminación de todas las formas de prohibición y discriminación.


    LOS LIMITES DEL MESTIZAJE

    En el mundo contemporáneo, la penetración de la cultura de masas norteamericana en todos los países es tan profunda que se puede producir mestizajes culturales espontáneos. Una forma extrema de mestizaje es la "cultura de frontera", se piensa que los mejicanos en elevado numero se instalan, oficial o clandestinamente, entre la frontera, y las grande ciudades del país, no están en camino de americanización aunque de diferencian cada vez mas de los mejicanos de su región de origen, crearían así una "cultura de la frontera", las sociedades y los cultos trazan siempre fronteras, que imponen prohibiciones y rechazos. Sobre todo cuando la cultura mayoritaria se define abiertamente por su ruptura con la tradición. El enfrentamiento de las culturas, como el de las clases sociales, no se resuelve nunca por la mezcla final de los adversarios.


    A PROPóSITO DEL "VELO"

    Frente a los partidarios del laicismo, aparecen dos ordenes de discurso. Por un lado, las jóvenes con velo reclaman el derecho de manifestar su fe en el recinto de la escuela publica. Y sus defensores muestran que el laicismo no es neutro, sino que se apoya por el contrario, en una separación del mundo publico y el mundo privado, que es, en efecto, como ya he recordado, insostenible. Del otro lado, una parte de los movimientos Islámicos, a lo que se denomina integristas, están animados por el rechazo general de los derechos culturales de quienes no pertenecen a su confesión.

    Durante el largo periodo en que la mezcla de pobres de orígenes diversos habían sido la regla, se formaron guetos, sobre todo en la periferia de las grandes ciudades.

    Entre árabes y judíos, y sobre todo entre los más radicales de ambos lados, se han incrementado la agresividad; se han producido numerosos ataques contra sinagogas y se ha desarrollado un nuevo antisemitismo, nacido de un antisionismo extremo. Cuanto más progresan los guetos y la exclusión, mas se remiten las reacciones de defensa comunitaria a la pertenencia religiosa.

    En el momento en que el parlamento reunía una comisión, para reflexionar sobre la oportunidad de una ley que prohibiera los signos de pertenencia religiosa considerados ostensibles, la opinión publica se entrego a un debate apasionado en el que se mezclaba dos problemas en realidad distintos: de un lado, el respeto de los derechos culturales de las mujeres con velo y, de otro, la defensa del espíritu llamado republicano, y ante todo de la ciudadanía contra los comunitarismos, sobre todo musulmanes.


    COMUNIDADES Y COMUNITARISMOS

    Esta concepción de la organización social puede llegar hasta la identificación completa de los individuos con una comunidad, sea esta étnica, nacional o religiosa. Identificación que define todos los aspectos de su modo de vida, y hasta la definición de sus derechos. Si un gobierno aceptara que en los carnets de identidad nacional algunas mujeres llevasen un velo islámico, esto significarían que el estado no tendría ya relaciones con ciudadanos, sino con los miembros de comunidades, que seria testimonio de un debilitamiento general y de la quasi desaparición del estado nacional.

    El comunitarismo es el que se sitúa por encima de la ciudadanía, el que reconoce la pertenencia cultural como superior a la identidad nacional. Es el debilitamiento relativo de los estados nacionales lo que ha hecho crecer ese comunitarismo, sobre todo cuando éste se ha encontrado enfrente a un imperio multinacional en el que cada población se sentía en condiciones de inferioridad, dependencia y a veces de esclavitud. Existe un tercer modo de identificación con una comunidad: el repliegue comunitario, los que son excluidos o despreciados tratan, en efecto, de situarse fuera de la escala social en la que tan mal situados están y de oponer a sus adversarios una definición cualitativa de sí mismos.


    LIBERALES Y COMUNITARISTAS

    Se llaman "liberales" a quienes afirman que la racionalidad económica prevalece sobre cualquier otro modelo cultural en todas las sociedades y en todos los grupos sociales. En cuanto a la referencia a los derechos universales, debe pasar, en efecto, a través de la ciudadanía. Es ella quien ha hecho a los hombres iguales sin consideración de sus atributos sociales. Pero es justamente ahí donde se introduce el otro punto de vista, pues los derechos sociales, y más todavía los derechos culturales, no se reducen a los derechos políticos, y no se aplican a todos por igual. Los derechos políticos, por una parte, y los derechos sociales y culturales, por otra son complementarios. Cuando nos alejamos de esta concepción abierta de los derechos, se alimenta una oposición artificial y peligrosa entre un liberalismo portador de desigualdad y un comunitarismo obsesionado con la búsqueda de la identidad y la homogeneidad.

    Del lado de los comunitaristas se encuentra una dualidad análoga. Las muchachas de origen árabe o turco que reivindican ir con velo al instituto tratan a veces, de expresar la resistencia de su cultura religiosa a la cultura racionalista que encuentran en los institutos y en el conjunto de la sociedad francesa o en otras partes. Pero también a menudo aspiran profundamente a entrar en el mundo moderno por la adquisición de los conocimientos que dispensa el instituto, sin por ello romper con su familia y su herencia cultural.


    EL LAICISMO

    Se trata de una concepción activa del laicismo, pues mantener a raya la teocracia y la influencia de las iglesias sobre el poder ha sido siempre difícil, y la tarea no termina nunca.

    Lo que es mucho más importante, y recibe apoyos mucho mas numerosos y activos, es la idea de que la escuela publica debe ser ante todo la escuela de la republica. En un primer momento, uno se siente llevado a apoyar esta concepción, cuyo objetivo es más noble que el nacionalismo que domina las escuelas de muchos países. La escuela que pretende ser republicana al mismo tiempo que laica, y que es al mismo tiempo completamente tolerante en materia de opiniones y opciones religiosas, merece mas respeto, en mi opinión, que aquella en la que la enseñanza religiosa obligatoria.

    Queda escoger entre una ciudadanía estrecha que rechaza el pluralismo cultural y otra, mas abierta, que trata de hacer compatible la unidad de la modernidad con la diversidad de las historias culturales.


    LA COMUNICACIóN INTERCULTURAL

    Cuanto más se mezclan las poblaciones en un mundo que se vuelve nómada, más numerosos son los encuentros susceptibles de desembocar en la absorción de un conjunto por otro, o en la guerra entre ellos, pero también en la comunicación intercultural. Ahora bien, esta no es facilitada tanto por la participación de todos en una civilización ampliamente mundializada cuanto por la aceptación común de la modernidad y sus principios fundamentales.

    Lo que no se debe olvidar nunca es que él encuentre entre sociedades y culturas implica siempre una asimetría de poder: una es la de la mayoría, otra es la de la minoría, de un lado el colonizador; del otro, el colonizado.


    RETORNO A LAS IDEAS NUEVAS

    La comunicación intercultural no es, pues, solo un esfuerzo de comprensión mutua: se trata de un acto de conocimiento que trata de situar al otro y a mí mismo en conjuntos históricos y en la definición de los procesos de cambio y de relaciones con el poder. La comunicación intercultural es él dialogo entre individuos y colectividades que disponen a la vez de los mismos principios y de experiencias históricas diferentes para situarse unos con respecto a los otros. Es nuestra capacidad de crear, transformar y destruir nuestra vida y nuestro entorno lo que nos obliga a volver nuestra mirada.






    CAPITULO III
    UNA SOCIEDAD DE MUJERES


    UN CAMBIO DE SITUACION

    La sociedad moderna, ha sido creada por un sujeto, que esta concentrado en la elite dirigente y encarnado en primer lugar por hombres. La "sociedad de hombres" produce a la vez mucha energía y provoca tensiones que han alcanzado el punto de ruptura. El polo dominante fue el de la conquista, la producción y la guerra, el de los hombres, mientras que el femenino era la figura principal de la inferioridad y la dependencia.

    La mujer ausente del polo dirigente, participa en una situación de dominación sufrida.

    El sujeto definido como transformación del individuo social determinado como creador de si mismo esta tan presente en el hombre como en la mujer, pero de manera diferente. Existen también fuerzas de negación del sujeto por ambos lados, la ruptura con la "vida" por parte del hombre, la sumisión a las reglas biológicas de esta vida, en e caso de la mujer.

    Cuando el modelo occidental de la modernización se descompone, ocupa eventualmente una posición dominante en un tipo nuevo de sociedad en la que el hombre, perdiendo su poder, no será reducido a una dependencia análoga a la que fue la de la mujer en la sociedad masculina.

    Las categorías dominadas (el pueblo, los trabajadores, los colonizados, las mujeres) se han transformado en movimientos sociales, que han cortado el lazo de dependencia. Al final de este periodo de los grandes conflictos animados por estos movimientos sociales, la modernización, tal como la ha conocido Occidente, como la ruptura completa con los mundos antiguos.

    El único modelo cultural susceptible de dar una vida nueva a un Occidente ahora extendida al mundo, es el que se opone a la polarización de un tipo de modernización; el movimiento inverso, el de la recomposición y la recombinación de elementos que habían sido separados para que uno dominase al otro. Modelo que propone también la idea de que lo nuevo sea creado y gestionado por aquellas que habían sido figuras principales de la dependencia y que se propone ahora superar la oposición hombres/ mujeres mas que sustituir la dominación masculina por la dominación femenina.

    La dependencia impuesta por el modelo cultural antiguo, se debilita por la transformación de una sociedad mas "activa", pero se torna en una dependencia peor que la antigua, aunque aparentemente implique elementos de liberación. Al haber cambio en el conjunto de sociedad en un conjunto de mercado, de bienes intercámbiales donde las mujeres sufren una presión mas fuerte, que las transforma en objetos sexuales susceptibles de ser compradas, vendidas o cambiadas. Sin embargo la economía del mercado hace que las mujeres accedan al trabajo asalariado, y a una autonomía real económica y general.

    El movimiento feminista adquiere una fuerza creciente e impone reformas importantes, conquistando los derechos y los medios de manejar libremente muchos aspectos de su vida, y en particular su cuerpo. La conjunción del feminismo y las ventajas del mercado inician una transformación moderadamente positiva de la condición femenina que ya no son propiamente social sino cultural.

    La idea general del paso de una cultura vuelta hacia el exterior a otra, vuelta hacia el interior lleva directamente a una cultura definida y vivida mas por las mujeres que por los hombres.

    En cuanto a la vida sexual las mujeres se preocupan mas por los lazos entre sexualidad y personalidad, en comparación de los hombres que están situados por sus papeles públicos y profesionales. Sobre todo en la familia ya que en la relación con los niños en que el padre se ocupa activamente de ellos, es siempre mas intensa la tarea de la mujer. La sexualidad esta presente en cada uno de los aspectos de la personalidad y participa mucho en la construcción de nosotros mismos por nosotros mismos. El cuerpo ocupa un lugar central en la sociedad.

    Para comprender el movimiento feminista debe aclararse dos posturas diferentes. La primera es que quieren establecer una igualdad completa entre hombres y mujeres, y por lo tanto suprimir toda referencia al genero en el ámbito del empleo y los salarios. La segunda plantean ante todo hacer reconocer sus diferencias con respectos a los hombres al mismo tiempo que su igualdad con ellos.

    La consigna de la igualdad en el ámbito laboral tiene gran fuerza de convicción y ha contribuido a reducir el numero de empleos catalogados masculinos y femeninos.

    La reivindicación mas fuerte del feminismo es reivindicando una sexualidad independiente de las funciones de reproducción y maternidad como las mujeres se constituyen en movimiento social y avanzan mas lejos, mas lejos que en la lucha por la igualdad y contra la discriminación.


    IGUALDAD Y DIFERENCIA

    La dominación masculina es atacada a la vez por la libertad de tener o no un hijo y por la reivindicación de la sexualidad como elemento central de la construcción de la personalidad femenina.

    Este cambio de modelo cultural las mujeres acceden al papel central, lo que no significa que las mujeres se hayan vuelto, profesional o intelectualmente, superiores a los hombres, sino que ocupan un lugar mas central en la nueva cultura. En lugar de tomar la medida de diferencia y del nivel relativo de los actores, hay que identificar el conjunto en el que intervienen y la importancia de la posición que ocupan. Lo que esclarece la razón por la que las mujeres actualmente, se consideran superiores a los hombres.


    SEXUALIDAD Y GENERO

    La sexualidad es la construcción de la personalidad a través de las relaciones afectivas sexuadas y diversas formas de placer erótico. Para esclarecer esta definición hay que distinguir sexo y genero, distinción que ha jugado un papel principal en el desarrollo del pensamiento feminista. La idea de genero consiste en introducir la idea de imposición de una dominación, la creación de un ser dominado por el poder masculino. Por eso las feministas mas relevantes han denunciado la idea de genero transformando el pensamiento feminista profundamente. La noción de genero esta hecha para ser destruida, para ser desconstruída, dicen, ya que consideran que las mujeres son otros tantos instrumentos de imposición sobre esas mujeres del monopolio de la relación heterosexual.

    Este pensamiento feminista impulsado sobre todo por las lesbianas radicales de Estados Unidos, que están ahora entre los intelectuales mas influyentes de su país, ha tenido muchos efectos positivos. El principal aspecto es ir mas allá de las denuncias de la condición social de la mujer. Muchas mujeres no son solo victimas, no se contentan con denunciar lo que sufre; atacan también las estructuras sociales que apoyan su dependencia.

    La pareja sexo - genero ha sido desconstruída por las feministas radicales y remplaza por sexo - sexualidad si por sexualidad entendemos como la construcción de una relación con uno mismo como ser de deseo, ser de relaciones y conciencia de sí mismo y del mundo. La sexualidad ocupa un lugar central en la formación del sujeto porque remite a una experiencia individual.

    El erotismo, es el elemento sexual separado de la sexualidad como construcción cultural por que se refiere precisamente a lo que debe ser construido. Si esta enteramente separado de todo lo que es la sexualidad, se degrada en pornografía.

    Llegados a este punto, encontramos la presencia de programas de televisión llamados eróticos o pornográficos, que tienen por objetivo principal producir objetos de televisión mas vacíos de realidades relacionales, afectivas o intelectuales. Tiene la dificultad para manifestar la dimensión erótica de la sexualidad y es completamente torpe cuando se trata de analizar las sexualidades mas construidas, como las de las obras de arte, literarias o pictóricas.

    Es necesario protestar contra la explotación de mujeres obligadas por razones económicas y que deben entregar su cuerpo a hombres y que contribuyen a enriquecer a los proxenetas. Seria hipócrita no reconocer que la prostitución es siempre caída e impide a las mujeres que se entregan a ella a tener una vida libre y responsable. Desconfiemos entonces de las condenas que apuntan, mas que a liberar mujeres, a aumentar el control de la sociedad sobre unos hombres de los que nada autoriza a decir que quieren siempre dominar, incluso destruir, a esas mujeres. La prostitución que se trata ante todo, para una mujer o un hombre, de comerciar su cuerpo, es lo opuesto a la construcción de sí como sujeto.

    Demasiado a menudo el tema de la liberación sexual, por positivo que sea, es utilizado como un pretexto para elaborar e imponer nuevas normas que no son solo de orden higiénico, sino que agravan el rechazo que golpea a las personas en situación de fracaso, pobreza afectiva, dependencia o incluso de pequeña criminalidad.

    Las mujeres, en razón de la prolongada situación de dependencia y de inferioridad en que han estado hundidas, busca sobre todo la integración de su universo afectivo. Ese objetivo es tan difícil de alcanzar que nadie se asombra de que de hecho no lo sea.

    El vuelco de imágenes y expectativas de la sexualidad de las mujeres se remiten a sus capacidades combinar diversos roles, por diferentes que sean unos de otros. Lo que enfoca la vocación central de las mujeres en la sociedad nueva.

    Se definen dos culturas, el primer modelo cultural de forma a la oposición entre un hombre considerado superior y una mujer considerad inferior, mientras que el segundo supone que la acción de las mujeres llegara a reconstruir una cultura plural en beneficio de todos.

    Las mujeres se desprenden de las definiciones que se han dado de ellas y tratan de construir un sujeto - mujer. Dan prioridad de ellas es la construcción de si misma.

    Existen dos tipos de feminismos que pueden considerarse de distintas formas. Para el primero, se trata mas allá de la lucha por la igualdad, afirmando una diferencia: hay dos sexos. La mujer debe ser definida por relación a ella misma, y no por referencia a sus papeles sociales y a sus relaciones con el hombre. La segunda tendencia del feminismo mas radical, ataca la propia categoría de "mujer" . Considera que hay que liberar a las mujeres del modelo heterosexual normativamente impuesto por los hombres, que las domina y las instala en un papel subordinado.

    Nada permite afirmar que la mujer sea una categoría definida por una serie de atributos; sucede lo mismo con el hombre.

    Las mujeres reivindican su derecho al placer y el reconocimiento de su sexualidad propia afirmando que no se reduce a una respuesta a las demandas de la sexualidad masculina, modificando las relaciones entre hombres y mujeres. Pero se puede también defender la idea de que las mujeres hablan en nombre de una liberación de la sexualidad y no solo de su sexualidad.

    De manera que las mujeres actuarían para transformar uno de los aspectos mas importantes de nuestra sociedad, la sexualidad, y para la libertarla del papel inferior que ocupa en la relación heterosexual, que pretende ser la única sexualidad"normal".

    Decididamente hemos entrado en un periodo de supremacía femenina. Y el universo de la seducción contribuye precisamente a dar a las mujeres el papel principal en la innovación cultural. Lo que no quiere decir que existan mujeres que sufran en la actualidad la desigualdad y la violencia, mas allá de la injusticia ellas son portadoras de un nuevo modelo cultural.

    Hoy las mujeres son las actrices del Movimiento de reconstrucción del la experiencia porque es de ellas mismas, colectiva e individualmente, de lo que se trata. Una nueva definición la persona y del sujeto para toda la humanidad, no se puede encontrar más que más allá de las categorías de sexo (mujeres y hombre) y que el advenimiento de sujetos individuales exige en primer lugar la destrucción de las categorías de sexo, el cese de su utilización.

    Debe recordarse las 3 categorías de la sexualidad: la autonomía del sexo, la relación con el otro y el nacimiento de la conciencia de sí como sujeto. Precisando que es este ultimo componente, cuya existencia depende de los otros dos, constituye el significado mas elevado de la sexualidad. Así los hombre tiene el poder del dinero de la fuerza, pero las mujeres tiene el sentido de las situaciones vividas y la capacidad de formularlas.

    La debilidad de estos análisis, es que se trata de mujeres que están liberadas o liberándose, aceptando nuevas representaciones y nuevas practicas, y capaces de concebir y de realizar por sí mismas transformaciones que les otorgan un papel innovador y más independiente.


    EL SUJETO-MUJER

    El único movimiento cultural susceptible de insuflar a nuestra sociedad una nueva creatividad es la búsqueda de la recomposición de la vista social y de la experiencia personal: tratamos de reunir lo que ha sido separado por la propia modernización. Las mujeres hoy piensan cada vez menos en términos históricos. Sobre todo desde la victoria del feminismo, conservan y quieren conservar la superioridad que les confiere el poder de dar a luz. Los hijos son para ellas una fuente de poder, y es muy raro que el padre tenga una relación tan fuerte con ellos.

    No es en referencia al modelo antiguo como las mujeres desarrollan un deseo de recomposición de la experiencia: es oponiéndose a los medios de comunicación, que se han apoderado de ellas, modificando su imagen y diciéndoles como deben ser. Así ha tenido un vuelco de los conflictos: del conflicto social llevado en nombre del control de la economía, se ha pasado a una luchas de las mujeres cuyo objetivo es el control de sí mismas y la defensa de unos derechos que incumben a todos los ámbitos de su conducta.

    La construcción del sujeto femenino aumentara la distancia entre hombres y mujeres, porque los primeros no pueden vivir la misma experiencia corporal. La liberación de la sexualidad afirma la construcción de sí como sujeto. Contribuya a destruir la imagen de la mujer sometida al poder masculino, a ese poder que le imponia el monopolio de la relación heterosexual en que se encontraba dominada.


    EL PAPEL DE LOS HOMBRES

    Las mujeres inventan un lazo no social en un espacio y en un tiempo que están fuera del tiempo y el espacio social. El sujeto sea masculino o femenino, no puede existir sino dispone de una lengua, un tiempo y un espacio propios. Y es la adición de esas tres dimensiones, el deseo, el reconocimiento del otro y el deseo de vivir con el otro, lo que fundamenta la relación amorosa, y le da razón de poder a la mujer.

    Hoy la mayoría de los hombres tratan, en efecto de integrarse en la nueva sociedad de las mujeres. Al ocupar la mujer la nueva posición, el hombre se encuentra marginado, lo que iría en contra de la idea de que las mujeres intentan reconstruir una sociedad en unidad, desgarrado entre el universo masculino definido como superior y un universo femenino definido como inferior.
    EL POSFEMINISMO

    El pos feminismo ha iniciado así transformaciones aceleradas y ya ha logrado resultados que superan en importancia los objetivos y los logros propios del feminismo; se ha encargado de realizar cambios culturales de importancia crucial que nos hará pasar de una sociedad de hombres a una sociedad de mujeres, y se encuentran en la subjetividad de cada uno/a, porque tienden a hacer de cada individuo un sujeto.

    De todos lados se señalan la decadencia de los actores sociales y políticos, de los partidos, los sindicatos y sus ideologías, lo que da paso a otras voces y a otras figuras: la del sujeto personal que es ante todo mujer, pero que esta igualmente en las minorías culturales.

    Ya hemos entrado en una sociedad de mujeres. Por eso las investigaciones sobre las mujeres son la mejor vía de entrada a la sociología general.

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